Dilema 2
La habitación se encontraba demasiado silenciosa como para tratarse de un Omega en los primeros días de la semana de su celo. Taehyung tomó eso como una alarma, por lo que corrió hacia su habitación, donde recordaba haber dejado a su mejor amigo cuidando del malcriado Omega.
¿Cómo podía Jungkook hacerle eso? Saber que compartía lugar con un Alfa y llevar tan a la ligera a un Omega con claros síntomas de estar en su semana de celo. Taehyung solo podía alegar que el corazón de su pequeño era demasiado bueno como para dejar desamparado a un lobo indefenso.
─¿Jungkook?─ aunque su desesperación es clara, se controla lo suficiente para llamar a la puerta con ligeros golpes, recibiendo de nuevo más silencio.
Suspira sin poder contenerse más, debía entrar al lugar, por lo que empuja la puerta para toparse con una imagen que le dejó un poco descolocado: Su mejor amigo, dormido entre las sábanas de su cama, abrazado al pequeño chico, ahora más tranquilo. Da un paso al frente con la intensión de despertar a ambos chicos, pero lo frena completamente el fuerte aroma que lo azota de nuevo.
Es vainilla, dulce, no lo suficiente como para empalagarlo, simplemente adecuado para llamar la atención de su lobo, ese mismo que se había encontrado dormido y apaciguado, ahora se levantaba violentamente mientras aullaba, suplicando, que se acercara al Omega, que lo llevase consigo a donde tuviese que ir, que se acercarse al espacio de su cuello para conseguir el aroma concentrado en ese lugar. La desesperación de su lobo estaba causando estragos en el chico.
El lobo le decía que era suyo. Eso no hacía más que aterrorizar a Taehyung, ya que su parte humana se encontraba más que enamorada del otro chico, de su mejor amigo, aunque no podía ignorar por mucho tiempo los reclamos de su lobo interior, peor al recordar lo que los ancianos siempre le recordaban a los Alfas jóvenes: El lobo siempre tiene la razón.
A paso apresurado huye de la habitación dando un portazo que consigue arrebatar del mundo de los sueños al Beta, y quien algo desubicado termina por levantarse para ver de qué surgía tanto escándalo a esas horas de la noche. A parte de eso, debía de comer algo.
─¿TaeTae?─ le llamó al salir de la habitación, teniendo cuidado de no despertar al dulce Omega que necesitaba recuperar fuerzas. Era en verdad adorable.
Con pasos aletargados, el muchacho hace su camino hasta la cocina para encontrarse al Alfa tomando una de las pastillas destinadas al Omega. Jungkook podía notar la forma en que su amigo tensaba la mandíbula y el vaso temblaba entre sus grandes manos, ido entre sus pensamientos, con una carpa armada en sus pantalones.
─¿Puedes soportarlo o prefieres ir a casa de tus padres?─ la pregunta hizo que el Alfa lo viera con una interrogante enorme en todo el rostro─. Puedo notarlo, Tae, eres un Alfa, no conseguirás llegar al final de la semana sin torturarte continuamente─ los enormes ojos del Beta expresaban la culpa que sentía por obligar a su amigo a pasar por ello─. Podrías ir allí unos días.
─No, está bien─ la profunda y ronca voz dejaba notar que la parte humana y el lobo se encontraban en conflicto y, en un vago intento de llamar a la calma, el Alfa mostró su sonrisa rectangular─. Podré soportarlo, solo callaré al lobo... No debería de ser muy difícil.
Jungkook camina hasta quedar frente a frente con el Alfa, sus ojos fijos en los del contrario, no puede evitar sonreírle mientras sus dedos se entrelazan como una muestra de agradecimiento y apoyo.
─No es mi intención hacerte sufrir en tu propio hogar─ le recuerda─. Los mejores amigos no hacen eso, puede ir a visitarlos una semana, en lo que Jimin se calma, así tendrás tiempo con ellos. Quizás puedas salir con alguien esos días.
Taehyung niega, sonriendo para esconder el dolor que crece en su pecho. Agita sus manos entrelazadas de un lado al otro. Calidez, es una sensación que encuentra rota y dispersa en su interior.
─Sabes muy bien que no puedo estar con un Omega.
─Te quedarás solo si no te permites conocer a más lobos. Debes ir a buscarlos y cortejarlos como las viejas costumbres dictan─ a Jungkook en verdad le preocupaba eso.
─No me quedaré solo─ afirma, e inclinándose para dejar que sus narices se rocen, murmura─; tú te quedarás conmigo.
Las palabras quedan flotando entre ambos mientras Jungkook simplemente asiente, tomando un poco de distancia. No puede negar que siempre se encontraría presente para su mejor amigo, aunque Taehyung sabe que no se refiere realmente a su amistad; está muy claro que quiere al Beta para él.
─¿Sabes algo más sobre él?─ decide cambiar el tema─ Puede que alguien lo esté buscando. Si es el hijo Omega de alguien millonario vamos a morir o a quedarnos en la cárcel el resto de nuestras vidas.
Jungkook lo piensa bastante, recordando de las pocas cosas que había sido capaz de hablar con Jimin antes de que el mismo volviese a quedarse dormido, totalmente exhausto por las emociones que dominaban su cuerpo por culpa de su parte Omega.
─Solo sé su nombre, supongo que va a ser suficiente para buscarlo en internet─ se encoge de hombros─. Si alguien está preocupado por él podría estar colocando anuncios por allí.
El Alfa se rinde, separándose totalmente del lado del Beta para marcharse a comer las sobras que encontrara guardadas en la nevera. Con pasos dudosos Jungkook le sigue, prestando especial atención a la forma en que su amigo caminaba, no necesitaba tener el sentido del olfato agudizado para saber que la tensión sexual provocada por el Omega en celo realmente le estaba afectando. Por algún extraño motivo eso llegaba a picarle en el interior del pecho, un sentimiento emergiendo de forma suave, tan suave que Jungkook simplemente lo mandó de regreso al lugar del que se había atrevido a salir.
Eres un Beta, Jeon Jungkook, se recordó mientras pellizcaba la palma de su mano derecha, no puedes tener pareja a menos que sea otro Beta. Taehyung es simplemente tu mejor amigo, incluso podría llegar a ser pareja del Omega que está en su cuarto.
─Ah─ suelta una queja el menor, aturdido por sus pensamientos─. Iré a buscar algo sobre Jimin al cuarto, ¿vas a dormir después de comer o terminarás algún proyecto antes?
Taehyung continúa su trayecto a la cocina mientras le responde a Jungkook.
─Ya me conoces, me quedaré escribiendo hasta que se me acabe el momento de inspiración, no me esperes en la cama─ el tono burlón solo dejó en el contrario unas intensas ganas de golpearlo.
Jungkook se va directamente a su habitación pasando frente la de Taehyung con la necesidad de curiosear la forma en la que dormía el dulce Omega al que le había salvado la vida, pero suprime esa necesidad, no sería bueno continuar abriendo la puerta para que las feromonas se escaparan del encierro y llegasen al Alfa necesitado.
Ni siquiera quiso iniciar su búsqueda desde la computadora, solo se dejó caer sobre su fría cama para dejarle la tarea a su teléfono celular. Park Jimin era un nombre que respondía a varios usuarios en redes sociales, por lo que Jungkook no tardó en encontrarse con las fotos del Omega. Podía apreciarlo en diferentes ángulos, con distintas luces, un brillo en los ojos que demostraba la felicidad reflejada en las ventanas del alma, la sonrisa en ocasiones variaba, también la cantidad de personas que le acompañaban en las fotografías. Solo encontró a dos personas que salían regularmente con él en las fotografías. Una de ellas era una mujer mayor de la cual no encontraba el nombre, la otra persona era un chico que sí tenía un nombre de usuario. "Jung Hoseok".
No necesitaba pensarse más las cosas, así que simplemente mandó un mensaje privado a la cuenta del amigo de Jimin, esperando que contestara rápidamente a pesar de ser ya media noche.
Esperando la respuesta Jungkook continúo revisando las fotos. Por todo lo que veía, podía decir que Jimin era un Omega soltero que llamaba la atención de cualquiera, no importaba si se trataba de otros Omegas o Betas. Lo comprendía, el chico era precioso, enteramente adorable, Jungkook lo había notado en los pocos momentos que obtuvo a su lado.
Suspira mientras su mente vuela, dándole giros a millones de pensamientos que comienzan a cansarlo, finalmente saliendo de las aplicaciones para dejar su teléfono sobre la mesa cerca de la cama.
Cierra los ojos, dejando que su mente inquieta le cree imágenes extrañas de Jimin, luego de Taehyung y, como último acto, de ambos juntos.
Jimin y Taehyung.
Una punzada de celos le hace abrir los ojos para romper esas ensoñaciones, recriminándose porque no era asunto de él si ellos dos terminaban enamorándose el uno del otro. Era lo correcto, una pareja idealizada, un Alfa y un Omega, la representación del inicio y el fin.
¿Por qué sentía ganas de llorar en ese momento?
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