Dilema 18

Aullaba durante la noche, Jungkook había notado eso en el momento en que ambos se metieron a la cama al lado de Jimin, siendo un acuerdo tácito comenzar a dormir los tres juntos en la habitación del Alfa al final de pasillo. Al inicio creyó que se trataba de ronquidos nada más, pero luego descubrió que los tonos eran diferentes.

Taehyung había aullado en voz baja mientras su mente se encontraba embotada en el mundo de los sueños, sin notarlo siquiera, siendo reflejado en su canto una verdadera tristeza, teñida en cada segundo del sonido. El lobo de Taehyung se sentía mal e intentaba exteriorizarlo de la única forma en la que creía poder lograrlo.

Mientras él le veía desde el costado izquierdo de Jimin, Jungkook no pudo más que extender su mano para acariciar el cabello rojizo de su mejor amigo. Intentó calmarlo con unas cuantas caricias, pero todo llanto por parte del Alfa se calmó cuando el pequeño cuerpo de Omega a su lado terminó por pegarse completamente a él.

Y Jungkook, viéndolos consolarse mutuamente, terminó por levantarse de esa cálida cama, caminando con los pies descalzos por la oscuridad del pasillo hasta su propia habitación. Se recostó sobre las mantas frías, viendo el techo fijamente mientras sus recuerdos pasaban una y otra vez en cámara lenta frente a sus ojos.

Cayó rendido por el sueño cuando el reloj de pared marcaba las 4 de la mañana y abrió los ojos hasta ocho horas después, siendo levantado por un sollozo verdaderamente triste que provenía de la sala. Con pasos perezosos se movilizó hasta el lugar, medio consciente de que no se trataba de un sueño.

Allí se encontraba Jimin, tumbado en el sofá con los ojos celestes hinchados y cubiertos por el llanto. Todo rastro de sueño desapareció de su cuerpo, la niebla esparciéndose, dejándole el camino libre para correr al lado del chico.

─¿Qué pasa, Jimin? ¿Te duele algo?─ son las primeras preguntas que abandonan sus labios.

El Omega se dedica lagrimear y abrazarlo con fuerza.

─No sé qué le está pasando─ la voz desesperada de Taehyung confiesa, saliendo de la cocina para observar a ambos muchachos.

─¿Ya comió? ¿Le diste el té adecuado? ¿Qué hora es?─ las preguntas ahora se apretaban por salir de él─. ¿Es un efecto del celo?

─Ya lo intenté todo, no funciona nada, su lobo está desesperado desde que despertó y no quería levantarte porque sabía que cuando trabajas hasta tarde necesitas más tiempo para descansar.

Justo cuando las palabras de su mejor amigo terminaron de ser pronunciadas, el llanto tortuoso del Omega se detiene por completo, soltando solo un poco su agarre alrededor de Jungkook se separa con el único motivo de verlo a los ojos.

Cuando sus miradas se encuentras, todo parece haberse calmado en el interior de Jimin, sus ojos brillando de forma extraña.

─¿Qué fue, cariño?─ pregunta con palabras suaves, la sonrisa del chico iluminándole el rostro y provocando una risa corta por parte del Omega─ ¿Quieres comer?

─Kook─ Taehyung se coloca en el sillón frente a ambos, cruzado de brazos─, es medio día, holgazán, y Jimin desayunó bien.

Los ya grandes ojos del muchacho muestran sorpresa al abrirse aún más.

─¿Tanto dormí?

─No lo sé, ¿a qué hora te fuiste a la cama ayer? Te levantaste justo en la madrugada, creo, porque ambos nos fuimos a la cama a las diez y escuché cuando nos dejaste.

Las manos pequeñas de Jimin se colocan a ambos lados del rostro de Jungkook, no con la intención de girar su rostro, sino por el simple gusto de acariciarlo, lo que provoca que la sangre le tiña las mejillas de rojo.

─No vi la hora, solo me fui a trabajar a mi habitación─ miente, diciéndose que lo mejor sería también guardarse todo lo que había presenciado hace unas horas.

El momento de silencio es interrumpido por golpes suaves a la puerta, un llamado al que Taehyung atiende con la nariz arrugada, percibiendo un aroma extraño. Jungkook no se sorprende mucho cuando escucha la voz de Karrell pasando la puerta.

─Buenas tardes, muchacho─ le saluda la señora con voz cansina, solo un vistazo a su figura le deja saber a Jungkook que Karrell necesita unas cuantas horas de sueño reparador─. Buenos días, muchachos─ pero consigue la fuerza suficiente para sonreírle brillantemente a Jimin─. Bebé, ¿por qué lloras?

El Omega se recuesta en Jungkook, observando sonriente a la mujer que reconoce perfectamente, dejando que ella se siente a su lado para darle mimos.

─Lo siento por venir sin avisarles─ se disculpa la mujer, soltando un bostezo─. Las cosas se pusieron difíciles en el hotel. Parece ser que Izzurke se volvió bastante reconocido por los turistas.

Los tres lobos vieron cómo, poco a poco, el cuerpo de la mujer se desplomaba contra el respaldo del sillón, siendo su hijo quien se apresurara a recostarse a su lado como un cachorro.

─Vine en mi único momento libre del día─ les deja saber la mujer─. Jin y Namjoon dijeron que lo mejor sería venir a ver a Jimin, que eso seguramente me alegraría.

Pero su voz sonaba demasiado cansada para dejarla pasar de largo.

Jungkook se levanta de un salto del sofá, corriendo a su habitación por una sudadera enorme y zapatos decentes con los cuales pudiera salir. No tarda en regresar a la sala, donde Taehyung tomó su lugar al lado de Jimin, cerciorándose de que Karrell no estuviese muerta.

─Ya regreso, voy por comida para el almuerzo─ le avisa el chico, despreocupado ante la mirada ansiosa de su mejor amigo─. No tardaré nada.

Metiendo la billetera en el bolsillo del pantalón de dormir, el chico Beta se prepara para salir del lugar, con la promesa de conseguir un poco de comida saludable para ellos y la madre de Jimin.

─¡No te metas en peleas que terminen con un Omega en celo para el almuerzo!─ le grita Taehyung, suplicante, con sus ojos intentando transmitirle algo importante que Jungkook decide dejar pasar.

─Intentaré no volvernos caníbales, sí, sí─ se ríe mientras cierra la puerta.

El día se veía bastante bien afuera.

Nada más la puerta del apartamento les dejó encerrados, el desvaído cuerpo de la mujer se levanta, dejando a Jimin cómodamente sobre el sofá de tres piezas al lado del Alfa. Taehyung nota como los ojos de la mujer luchan en la mezcla de rojo y rosa, luciendo más viva que nunca.

Todos los instintos de Taehyung le gritan que oculte a Jimin a su espalda, así que también se levanta de su lugar, colocándose frente al chico con la pose de defensa que su lado lobuno le había enseñado a adoptar. Un siseo bajo fue lo que siguió.

La expresión de la mujer no cambió, siendo una sonrisa burlona la que ahora adornaba su rostro, sus ojos pasando a un rosado intenso.

─Lo sabía─ le habló la mujer, su voz siendo amable pero tensa─. Tú también lo sabías, ¿no es cierto? Sabías que mi hijo está atado a ti por el lobo.

Un balde de agua congelada cae sobre la espalda de Taehyung ante esas palabras, dejándolo aturdido por la intensidad de la verdad que desprenden las palabras de la mujer que se erguía delante de él.

─No actúes como un cachorro frente a mí. Tú sabías mejor que Jimin, sabías que tu sola presencia lo induciría al celo, ¿por qué no lo has dicho? ¿No planeas quedarte con tu destinado?

Miles de alfileres siendo incrustados en su corazón. Sacude la cabeza, negando e intentando pensar con claridad. La pose de la mujer deja de ser tan intimidante.

─Es tu destino, Kim Taehyung─ le repite─. Todos los lobos saben lo afortunados que son cuando encuentran a su Destinado, ¿por qué insistes en negarlo?─ ahora es la desesperación la que bruñe toda su voz─. Tienes que aceptarlo.

Los hombros de la mujer caen, igual que ceden sus rodillas, dejándola caer patéticamente al suelo frente a Taehyung. Una verdadera súplica desesperada.

─Respóndeme─ suplica─. Eres un Alfa y sabes lo que las leyendas de los destinados dicen... Si tú te niegas a ser uno con mi hijo él va a...

─No lo digas─ le corta el muchacho─. Ni siquiera lo pienses─ Taehyung también se arrodilla, quedando frente al cuerpo de la mujer─. Solo necesito un poco de tiempo para planear qué decirle a Jungkook, yo no puedo dejarlo, yo lo...

─Necesito que lo hagas rápido, no quiero perder a mi hijo─ la cabeza de la mujer se levanta, ofreciéndole la mirada más desesperada que Taehyung jamás en su vida había contemplado.

Su corazón se aprieta, doliendo por la impotencia, su rostro se gira para observar al Omega sentado a sus espaldas, tiritando por el miedo y el llanto.

─Nunca lo rechazo─ le cuenta─, nunca lo hago, sé que en las leyendas siempre dicen que al más mínimo rechazo un lobo Omega puede morir de tristeza, pero le juro que no hice nada de eso después de comprender que él era mí Destinado. No sé por qué hoy despertó y no dejó de llorar hasta que vió a...

─Taehyung─ Karrell le apresa por ambos hombros, obligando al Alfa a verla a los ojos, que nuevamente eran de un marrón normal─. Alguien quiere que su hijo de una de Jimin, alguien quiere obligarme a darles a Jimin.

Los ojos rojos del Alfa no tardan en aparecer de nuevo.

Este es un capítulo algo tenso ¿Qué les parece? ¿Ya saben quién es el Alfa al que quieren unir a Jimin?

Estoy a una semana de comenzar el tercer semestre de la universidad y no me siento preparada mentalmente TuT pero ya tengo un horario para ir escribiendo en publicando los capítulos una vez a la semana.

¡En fin, que intentaré apegarme lo más que pueda al horario para no dejarles tanto tiempo con interrogantes!

Muchas gracias por leer y comentar, ¡amo ver el apoyo que muestran en esta historia!

Clearke Al Poder

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top