Dilema 1
Jungkook no puede creer lo que acaba de hacer. De entre todos los presentes en la escena ¿en serio debía ser él quien reaccionara antes que el resto?
El pequeño cuerpo del chico Omega tiembla entre sus brazos, él no es consciente de la cantidad de feromonas de miedo que el pobre se encuentra soltando en ese momento. Jungkook es un simple Beta que, en un arranque de enojo por la injusticia que presenciaba, acaba de dejar tirado a un enorme Alfa, totalmente noqueado.
─¿Te encuentras bien?─ intenta que su voz no se quiebre al intentar hablar con el chico de cabello rosa. Los ojos del Omega suben lentamente para encontrarse con el Beta que le acababa de salvar de una posible violación.
─No...─ es un simple susurro que denota toda la angustia contenida, pero las pequeñas y cálidas manos del chico toman la de Jungkook, totalmente preocupado─. Eso se ve realmente mal.
Jungkook no había tenido tiempo de ver la mano con la cual había golpeado al Alfa, por lo que, cuando por fin se fija en el origen de su dolor, puede sentir que está a punto de salir corriendo para que le revisen en un hospital.
─Muchas gracias─ el Omega sonríe a duras penas, intentando mostrarse lo más agradecido que puede en medio de uno de los momentos más traumáticos que podría haberle tocado vivir.
─No es... nada─ Jungkook sube los hombros, intentando ocultar que el dolor de su mano se vuelve cada vez más insoportable. Está a punto de agregar algo más cuando ve como ese dulce chico se desvanece entre sus brazos─. No puede ser.
Las personas que presenciaban la escena por fin reaccionan, comenzando a acercarse y murmurando cuestiones irrelevantes, lo cual aturde a Jungkook, que no sabe ni qué dirección debe tomar para alejarse del terrible Alfa. Pasa entre los fisgones lo más rápido que puede mientras carga al Omega con las pocas fuerzas que le quedan vivas en los brazos.
Jungkook estaba completamente seguro de que esto no estaba entre sus planes. Salvar a un pequeño e indefenso Omega de las garras de un necesitado Alfa no se encontraba entre las acciones de caridad que el pelinegro tenía apuntadas en una libreta. No, no señor. Ahora probablemente era Beta muerto, porque uno no puede ir por la vida dando puñetazos a personas que se ven mil veces más rudas que uno mismo.
Demonología hindú, maldice en su mente, mientras corre en dirección a su apartamento, este Omega pesa demasiado.
Calles iluminadas por farolas amarillentas, animales callejeros, contenedores de basura y muchas personas después. Eso es lo que debe atravesar el chico para conseguir llegar al edificio donde se encuentra su trozo de hogar. Suspira de cansancio cuando, por fin, se encuentra dentro del elevador, marcando el número 6 del tablero pegado a la pared.
El calor embarga su cuerpo, dejando que el dulce y pequeño Omega (del cual no conoce ni el nombre) se mantenga tranquilo.
Cuando las puertas se abren de par en par, dejando salir a Jungkook al pasillo, este puede ver perfectamente como se abre la puerta de su apartamento, mostrando de forma inmediata el rojizo cabello de su mejor amigo, un Alfa realmente apuesto.
─¡Tae!─ puede jurar ver que su amigo es iluminado por un rayo blanco de luz, como si de un ángel se tratase─ ¡Ayúdame!
La sonrisa cuadrada del chico desaparece al instante cuando observa lo que Jungkook lleva en brazos, aunque de igual forma se acerca para ayudarlo a cargar al chico inconsciente.
─Kook, cuando te mandé a comprar la cena no me refería a este tipo de cena─ se queja Taehyung mientras deja que el peso del Omega caiga totalmente en sus brazos.
─¿No te va el canibalismo?─ pregunta, intentando sonar divertido, pero la expresión seria de Taehyung borra su sonrisa─ ¿Qué tiene de malo?
El pelirrojo sacude la cabeza antes de darse la vuelta y regresar a su apartamento, entra sin esperar a que el otro le ofrezca por lo menos una explicación. No se lo piensa dos veces antes de dejar al Omega tirado en la cama de su habitación.
─A veces olvido que eres un Beta─ es lo único que suelta Taehyung antes de reír, saca a Jungkook de la habitación para dirigirse a la diminuta sala de estar que posee su apartamento─. Jungkookie ¿Qué crees que haces? Acabas de traer a un Omega sin pareja que está en celo a la casa que compartes con un Alfa sin lazo.
Los ya de por sí grandes ojos de Jungkook se amplían por la impresión.
─¿Está en celo?─ ahora comprende muchas cosas.
─Comenzando la semana de celo─ recalca el pelirrojo─ ¿De dónde demonios lo sacaste?
Jungkook le ofrece la sonrisa más grande que tiene a su mejor amigo mientras sube lentamente la mano herida. Taehyung sonríe por igual, fijándose unos segundos en la hinchada mano antes de golpearla con la suya, provocando más dolor al pobre chico.
─¿Golpeaste a un chico malo, bebé?─ le pregunta irónicamente.
─Golpeé a un Alfa... Y lo dejé en el suelo─ admite el chico, inflando el pecho de forma vanidosa.
La expresión de Taehyung en ningún momento muestra sorpresa, más bien se torna en una orgullosa.
─¡Así se hace!─ lo felicita─. Te dije que eras fuerte.
Jungkook está a punto de gritar de frustración, de no ser porque el grito se lo arrebata una voz más dulce que proviene de la habitación del chico frente a él.
No duda al levantarse del sillón para correr en dirección al grito, abriendo la puerta de golpe para poder observar al asustado Omega que se hace una bola entre las sábanas del Alfa, buscando más de ese fuerte olor. Taehyung llega hasta su lado arrugando la nariz, tapándola para evadir el fuerte olor a caramelo que desprende ese tierno Omega.
Jungkook no comprende lo que ocurre en ese momento, por lo que se acerca al chico para tocar su cabeza y llamar su atención, el de cabello rosado se descubre el rostro para contemplar con las pupilas dilatadas a su salvador, aspira fuertemente intentando descubrir el verdadero olor que posee el chico, pero se encuentra solo con el fuerte olor de un Alfa, lo que le hace fruncir el ceño mientras siente como su lubricante natural comienza a hacer presencia.
Dándose un poco de impulso logra llegar a Jungkook, pasando los delgados brazos alrededor de su cuello para guiarlo a unirse a su cuerpo. No le deja pensar un segundo más, porque el Omega ya se encuentra repartiendo besos a lo largo de su cuello, soltando ligeros jadeos. Jungkook puede sentir como todo vibra bajo su piel y el calor se apodera de él.
─Suficiente, Omega─ no tiene que ser un genio para saber que esa era la voz de mando de su mejor amigo, que deja temblando al chico pelirrosa mientras se aleja a regañadientes de un aturdido Jungkook─. Quieto.
─¡Taehyung, no uses la voz de mando con él!─ lo regaña Jungkook, levantándose para darle un golpe en el estómago con su mano buena─. Lo estás asustando.
─No pienso quedarme a ver como te seduce un simple... Omega─ suelta, chasqueando la lengua.
─No seas un bruto, está en celo... Necesita supresores.
Taehyung suspira pesadamente.
─No te dejarás hacer mientras voy a la farmacia ¿Verdad, bebé?─ y aunque la pregunta va dirigida a Jungkook, la mirada de Taehyung se queda en el tembloroso cuerpo del Omega.
Jungkook gira los ojos.
─No, no, me tomó por sorpresa, solo vamos a ayudar- Jungkook para al reparar en un dato importante- Espera... Tú, eres un Alfa ¿Por qué no estás vuelto loco por su olor a celo?─ la pregunta de Jungkook hace reír de nuevo a Taehyung, mostrando esa sonrisa cuadrada tan llamativa.
─No es mi tipo─ se excusa, saliendo de la habitación─. Déjalo allí, seguro querrá quedarse donde hay olor a Alfa- y, al abrir la puerta, sentencia-. Hoy dormiré contigo.
Jungkook escucha la puerta ser cerrada en el justo momento en que unos cortos sollozos comienzan, voltea a ver como el Omega se cubre el rostro con sus pequeñas y regordetas manos.
Lindo, piensa Jungkook mientras vuelve a acercarse, sentándose en la orilla de la cama para observarlo mejor.
Son pocas las lágrimas que logran rodar por su rostro, ya que el pelirrosa destruye la mayor cantidad posible con sus dedos, dejando al chico frente a él totalmente idiotizado con su imagen. Se lamenta no poder levantarse a tomar su cámara para robarse ese momento.
─¿Cuál es tu nombre?─ pregunta en un susurro mientras quita las manos del chico para apreciar su lloroso rostro.
El Omega debe tragar y respirar profundamente para poder responder de forma entrecortada.
─Park Jimin─ contesta, mientras una lágrima termina de hacer su recorrido hasta la barbilla del chico.
─¿Y por qué lloras, Jimin?─ Jungkook le brinda caricias, desde las bonitas mejillas del chico para secar sus lágrimas, hasta su cabello, logrando peinarlo un poco─ ¿TaeTae te asustó?
Aunque es un Beta, él sabe perfectamente lo que debe hacer para calmar a un Omega, por lo que de forma lenta lleva al chico hasta su pecho, abrazándolo de forma tranquila, lo cual hace suspirar a Jimin.
─Ese Alfa ¿es tu pareja?─ pregunta.
Jungkook ríe.
─Soy un Beta, no puedo tener pareja, mucho menos a un Alfa. Taehyung es mi mejor amigo.
La sonrisa del chico se muestra de nuevo, esta vez más calmada.
¿Quién lo diría? Un Beta que mima a un Omega en celo no es algo que se ve todos los días.
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