❥𝑴𝒂𝒓𝒂𝒗𝒊𝒍𝒍𝒐𝒔𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂🎋

— Miren, por esta pequeña belleza podemos llegar a un buen negocio ¿No creen? — aquel hombre tiro levemente de una cuerda, la cual estaba atada al cuello de una
niña —

— los escuchamos, nos serviría tenerla aquí, aunque aun tiene... ¿Cuantos dijo? — la mujer de cabello color lila platinado estaba viendo de pies a cabeza a la niña que tenía el hombre —

— eso es lo de menos aqui ¿No lo cree?

— disculpe, mi esposa pregunto cuántos años tiene la niña ¿Seria tan amable de responder su pregunta? — reprochó aquel joven de cabellos
Naranja —

— tiene 8 años — estaba algo molesto por la insistencia, pero estaria conforme mientras le pagarán bien —

— bien — la mujer se levanto para acercarse a la pequeña niña pelirroja — ¿Cual es tu nombre?

— Ta-takemi, señorita — hizo una leve reverencia como saludo, no queria moverse mucho por la cuerda en su
cuello —

— Bien takemi, desde ahora trabajas con nosotros — dijo y se levanto para agarrar la mano del hombre que sostenía la cuerda —
Seiscientos mil yenes — empezaría con algo pequeño, pero definitivamente se llevaria a la pelirroja, era bastante bonita, no iba a desperdiciar ese potencial —

— un millon — aplico fuerza en su agarre, no iba a soltar a la niña hasta que le den un precio conveniente —

— setecientos mil

— ocho mil quinientos, es la ultima oferta, señora

— hecho — dijo y le arrebato la cuerda, luego volvio a acercarse a la niña y quitó la cuerda de su cuello —
Me llamo Hatsumi, recuerda dirigirte con respeto cuando me hables ¿de acuerdo? Sigueme — dijo y paso adentro De la finca  junto con la niña, la cual se veia bastante
asustada —

— bien, gracias por su oferta, en seguida le traigo el dinero y luego podra irse ¿Cuando recogera a la pequeña? Recuerda que si ya la vendio, tendrán que pagar para tenerla otra vez

— eso me es incierto por el momento, solo deme el dinero y me ire... Aunque antes, tiene que decirle algo a su esposa

— de acuerdo... Y Digame ¿Que es?

¿Que hacia ahí? Facil, era eso o someterse a ser un conejillo de indias, no sabia porque le dieron a escoger pero ya habia estado en aquel distrito, creía que fue la mejor opción, Aunque ninguna de las dos lo fuera en realidad

Solo haría lo de antes, obedeceria todo lo que le ordenaran, memorizaria todo lo importante y solo aguantaria si es que Alguien queria satisfacer sus asquerosos deseos sexuales con el... O bueno, aqui era "ella"

¿Que mas le quedaba? Solo ser una prostituta mas y tratar de sobrevivir, al menos hasta que haya asegurado que su hermana y sus dos amigos esten a salvo.

— Eres muy linda, pero hace falta unos pequeños arreglos, estoy segura aqui tenemos lo indicado para ti

— Hatsumi, ven un momento — su esposo la habia llamado — es urgente

— ¿Hum? Bueno — miro a la pelirroja un momento — veamos... — miro alrededor hasta fijarse en un niño — ¡SAIKI! ¡VEN AQUI!

— ¿si Madre? — aquel chido peli-naranja se acercó casi al instante que La mujer lo llamo, aunque parecía algo cansado —

— Mira, cuida de Ella y enseñale todo el lugar, yo tengo que hablar con tu padre y elegir algunas cosas — empujo levemente a la pelirroja para que vaya con el menor —

— de acuerdo — habia fijado su vista en la niña, ya le era de esperar que fuera bonita como las demas —
Pues bueno, me puedes llamar Saiki ¿Como te llamas tu?

— Ta-takemi, un gusto, saiki — y otro saludo fue lo que pronunció, también hizo una pequeña reverencia, en su mayoría habia estado callado todo el tiempo —

— bien... Primero te mostrare en dónde te quedaras, mi madre a veces me deja a criterio elegir esto segun la belleza de la chica... Bueno, sigueme —  tomo su mano y camino algo despacio, veía que la niña tenia miedo, ya le era normal ese tipo de comportamientos en ese lugar —

— d-disculpa ¿No qui-quisieras descansar? — habia notado al niño cansado desde que pudo verlo, y se preguntaba si estaba molestandolo, ella podia orientarse sola de ser necesario —

— ¿He? Si, pero tengo que cumplir la orden de mi madre ¿Y tu? Una chica tan bonita no deberia estar triste ¿Verdad?

No pudo evitar sonrojarse ante ese comentario, era cierto que cuando actuaba como una niña muchos lo halagaban, pero pocos lo hacian de corazón, y aquél niño peli-naranja lo habia hecho

— se ve que estuviste llorando ¿Puedo preguntar por qué? Aunque me imagino la respuesta

— c-creo que en parte es lo que te i-imaginas... Gracias... P-por lo que dijiste

— no hay de que Takemi-chan — habia sonreído un poco, la conversación le era agradable, y aquella pelirroja le transmitía una sensación de calma, algo que no muchas veces podrías tener en aquel lugar —

— eres muy amable Saiki-kun, gracias — sonrió algo timida, pero estaba mas calmada, al menos por ahora, lo estaba —

Ambos seguian caminando, esta vez hablaron mas fluidamente, conociéndose entre los dos, de vez en cuando el peli-naranja halagando la belleza de la pelirroja y sus buenos modales

Y aunque debía admitir que le gustaban los cumplidos por no ser solo palabras a medias, se sentia mal por, en si, estar engañando a su contrarió, el no era una niña, y tenia miedo de que pensaría si se llegara a enterar, sabia que los dueños de la casa ya lo debian saber y por eso estaban hablando, la anterior vez que estuvo en ese distrito paso algo similar, aunque esperaba no fuera igual, pues la vez anterior, cuándo se les informo despues de que lo compraran que era un niño, lo tenian solo como 'un recurso con el que ganar mas dinero facil"

Solo lo cuidaban cuando alguien lo compraba por un rato para pasar una "noche divertida" con el, despues solo lo tenian encerrado en una habitación algo pequeña, oscura y sucia, a penas y le daban de comer, recibía insultos de las demas chicas del lugar y golpes de algunas, también del personal que trabajaba ahí, algunos también llegaron a abusar de el en el transcurso del tiempo en el que se quedó ahí, ya habia perdido la cuenta de cuantas personas lo habían tocado o tomado sin su consentimiento, y por mas que tratara de deshacerse de esa sensación de asco y repugnancia de si mismo, no lo lograba.

— ¡Saiki! ¡Takemi! ¡Vengan aquí! — hablo desde atras la mujer peli-lila, parecía ligeramente enojada y frustrada —

— ¿He? ¡Claro! Ven, que se molesta si no acatas su orden al instante — cambio su rumbo para dirigirse a la mujer, aun sostenía la mano de la pelirroja asi que esta también lo seguia — Takemi ¿Estas bien? — pregunto al notar que ella volvia a temblar —

— s-si... So-solo me asuste por el llamado repentino... — sabia perfectamente de lo que se habia enterado la dueña de la casa, y por su expresión y tomo de vos, no necesitaba de su olfato para saber que le pasaría lo mismo que la anteriores vez que estubo en el distrito rojo —

— saiki, dejame sola con ella — dijo una vez tuvo a ambos niños frente a ella, haciéndo que Saiki suelte a la pelirroja para tomarla ella de la mano, aunque su agarre la lastimaba — puedes irte

— ... De acuerdo — miro a takemi una última vez y se despidió, Aunque cuándo se iba, se preguntaba que había Hecho la pelirroja en esos minutos que estuvo ahí para que su madre pareciera tan enojada con ella —

— con esa carita engañas a muchos ¿No es asi niño? — la mujer caminaba mientras lo sostenía del brazo, lo estaba lastimando pero no le importaba —

— l-lo siento, y-yo no... a mi me obligar- — por instinto se habia soltado como pudo y se agachó, cubriéndose inútilmente con sus brazos como si fuera un escudo ante el golpe que casi recibía, y a los que probablemente recibiría en unos minutos mas —

No se había equivocado, paso lo mismo que antes, insultos, golpes, rebajas, abusos, era todo lo que vivió en tan solo un día de haber estado ahí, y lo que tendría que pasar hasta que tenga que irse de ahí, aunque probablemente pasaría lo mismo cuando volviera con aquellos hombres que lo secuestraron en primer lugar

Aunque está vez, lo dejaron trabajando en todo lo posible en vez de encerrarlo, al menos era algo... Eso creía... Pero

Antes no veía todo lo que pasaba, estaba encerrado después de todo, lo unico que sabia era que no solo era el a quien vendían, eso lo hacia sentir mal al saber que mas mujeres o niñas sean sometidas a tales actos

Pero ahora que podia verlo con mas claridad... No le gustaba para nada

— m-me toco... d-dijo que "me i-iba a divertir" d-duele, es horrible ¡Aun siento sus manos! — aquella niña de unos 5 años lloraba y lloraba mientras abrazaba a la pelirroja, quien la habia encontrado ya
llorando — e-es mi culpa, n-no debi dejarlo ¿Verdad?

— perdón... no tenias que pasar por eso, no tenia porque hacerte eso... Escuchame, nunca sera tu culpa, nunca en tu vida pienses eso, no tienes la capacidad de defenderte, eres una niña inocente, no, no es tu culpa, no lo es, por favor, no digas que lo es — evitaba llorar por el bien de la pequeña, solo la abrazaba mientras acariciaba su cabeza suavemente, y aunque estaba siendo hipocrita, no le importaba con tal de hacer que esa niña inocente no pensará lo mismo que el —

— p-pero... — no fue capaz de seguir hablando, solo siguió llorando mientras se aferraba a la pelirroja, sentía que no debía molestarla, pero nunca habia tenido la gracia de tener una figura materna, algun familiar o amigo con el cual llorar por lo que le pasaba a tan temprana edad —

— tranquila, estoy aquí, llora hasta que sientas que te calmaras, hasta que sientas que podras hablar, o hasta que puedas sentirte mejor, no te dejare ¿Si? Si quieres preguntarme algo hazlo, si quieres decirme algo hazlo, si quieres que me quede contigo o me vaya, dimelo — seguía abrazando a la niña mientras le acariciaba la cabeza, despues de eso no dijo nada mas, no fue capaz pues también lloraba un poco, estaba seguro que la dueña de la casa lo golpearía por no hacer las tareas correspondientes, pero no podia dejar a la pequeña sola —

Queria brindarles a todas esas niñas que pasaban lo mismo que el, el consuelo y el abrazo que a el no le brindaron cuando lo tocaron, cuando lo golpearon, cuando abusaron de el hasta satisfacerse, sabia que no podia hacer nada para evitarlo, pues todo escapaba de sus manos, pero queria que vieran en el... O bueno, ella, Alguien a quien acudir, alguien en quien tener confianza, alguien con quien se sientan seguras de decir ll que sienten y llorar, donde puedan ir tieniendo la certeza de que les brindará el cariño que probablemente se les fue arrebatado o nunca lo tuvieron de parte de Alguien.

— ¡Takemi-san! ¡Takemi-san! — tres niñas se le habian acercado corriéndo, hasta parecían hacer una competencia por quien llegaba primero —

— ¿He? ¿¡he?! ¡niñas esperen tengan- — no termino antes de ser tumbada al piso por las tres "correcaminos" que venian hacia ella — cuidado... ¿Estan bien?

— ... ¡Estamos bien! — respondieron al unísono mientras sonreían —

— ¿Paso algo? — dijo mientras las ayudaba a pararse —

— ¿Puede peinarme? — dijo mientras le extendía un peine para cabello y un pequeño adorno —

— ¡Lea un cuento! — ella le extendió un libro —

— ¿Tiene dulces?

Despues de decir todas sus peticiones las tres niñas se miraron entre sí, se miraban juzgadoramente

— podria hacer todo si gustan, no pelen — rio un poco mientras agarraba el peine y el libro — tengo unos cuantos dulces que me dio un Saiki-san ¿Lo recuerdan?

— ¿El cabeza de zanahoria? — pregunto una de las niñas y las otras dos empezaron a reir —

— ¡Ji-jin! No lo llames asi... Si, bueno, al menos lo recuerdan — rio algo nervioso, más cuando vio a cierto peli-naranja atras de las niñas—

— asi que cabeza de zanahoria, escuinclas — el nombrado se habia acercado detras de las niñas —

— ¡Saiki-san era broma!

— ¡Un fantasma! — la pequeña jin habia saltado a los brazos de la pelirroja al asustarse por la repentina aparición de saiki —
¡Takemi-san nos va a poseer!

— no creo que saiki-san sepa de brujeria — dijo mientras cargaba con algo de dificultad a jin —

— jin eres una bruta — dijo la otra niña — y tu Himari ¡pareces la hermana de Saiki-san! Su cabello es igual, también igual al señor Tsutaro

— Sami no digas esas palabras por favor — dijo bajando a jin —

— lo siento Takemi-san

— Un poco mas y me llaman ratero ¿No es asi Jin? ¿sami? Miren a himari, aprendan de ella — dijo mientras le daba leves golpesitos en la cabeza a la ultima nombrada —

— Saiki-san, con todo respeto, parece drogadicto — dijo la pequeña peli-naranja alejándose de el y yendo al lado de la pelirroja —

Las tres niñas abrazaron a la pelirroja la cual sonreía bastante nerviosa, mientras que el peli-naranja se quedo en blanco

— se nota el favoritismo

— si — respondieron las tres niñas al unisono —

— bueno niñas, me robo a su madre unos minutos — dijo y fue en frente de ellas —

— ¿Que?

Las tres niñas habían soltado a Takemi para cruzarse de brazos, obviamente no estaban dispuestas a esa petición

— ¡Linda noche! — dijo y las rodeo para cargar a la pelirroja y alejarse corriéndo, obviamente con cuidado de no chocar a otras mujeres —

— ¡VUELVA AQUI CABEZA DE ZANAHORIA!

Y mientras Se armaba una porque persecusión de obviamente el peli-naranja gano, la pelirroja aun estaba tratando de procesar lo que había pasado

— listo, ya nos siguen — dijo y bajo con cuidado a la chica y le acomodo un poco su cabello —

— ¿Que fue eso saiki-san?

— ya te dije que no es necesario los honoríficos, Saiki esta bien, al menos cuando no este mi madre... A y pues, solo queria estar contigo

— esto- bueno, supongo que si esta bien ¿Y por que no nos quedamos con las niñas? Es que querían que pasara tiempo con ellas

— bueno es que aparte- solo sigueme y veras

— esta bien

— Espera espera — el peli-naranja habia tapado los ojos de la pelirroja — ahora sí

— ¿q-que es? — debía admitir que se había asustado — ¿Por qué debes taparme los ojos?

— ¿Confías en mi? — esperaba que la respuesta fuera afirmativa, Aunque si era negativa solo la soltaría, no haría nada que ella no quiera o le
incomode —

— .... E-esta bien, confío en ti — no habia detectado malicia alguna, asi que confiaría en el —

— ¡Bien! Vamos, con cuidado, tu solo camina recto hasta que yo te diga que te detengas

El chico empezó a guiarlo con cuidado, no sabia a donde iban obviamente, pero como cualquier otro niño pequeño, surgio curiosidad en el, aunque eso no quitaba el miedo que tenía por si era algo malo y se habia equivocado al confiar en el peli-naranja todo este tiempo, como muchas veces ya habia pasado con otras personas

— detente aqui Takemi-chan — dijo y se detuvo cuándo la chica también lo había hecho —

— ¿Ya puedo ver?

— espera... Avanza cuatro pasos mas — diji y empezo a contar — uno... Dos... Tres... Cuatro! — retiro sus manos para que la pelirroja pueda ver donde se encontraba —

La habitación donde se encontraban era considerablemente espaciosa he iluminada, tenia unas dos ventanas con unas cortinas rojas con decorados de flores y tonos dorados, a un lado había un futón con dos peluches medianos, una lampara y en frente una estantería con unos libros y lindos adornos, un pequeño florero y un tazon pequeño con algunos dulces,  al otro lado habia un tocador tradicional japones y contra la pared un ropero

— wou, es bellísimo ¿De quien es?

— tuyo, desde ahora en adelante — sonrió al notar que le habia gustado la sorpresa — taran!

— ¿He? ¿Espera como? Pero yo no...

— Digamos que tengo algo de autoridad especial que mi madre no tiene... El verdadero dueño de la casa es solo mi padre, y si yo lo quiero, tu tendras esta habitación, no permitire que sigas durmiendo entre los utensilios de limpieza y la oscuridad

— Saiki... Gracias, pero no puedo aceptarlo, es demasiado para alguien tan simple como yo, ademas no quiero meterte en problema — le habia fascinado la sorpresa, y la habitación le parecía muy linda, pero no creía merecer tal cosas, también estaba preocupado por si esto le traía consecuencias al peli-naranja —

— ¿Bromeas? Takemi eres una chica muy hermosa, no solo en apariencia si no también tus sentimientos y personalidad son de lo mas hermoso y preciado que podría tener este mundo, desde que llegaste no ha sido facil para ti pero eso no te ha impedido el cuidar de las niñas de aqui, ellas hasta te ven como una figura materna a la cual acudir siempre, con la cual sentirse amadas y seguras, y se que eso no te lo dieron a ti... Takemi no eres una simple persona, eres maravillosa en todos los aspectos posibles — tomo sus manos y le sonrió, el no decía mas que la verdad —

— Saiki yo... Eso no... Gracias... pero te equivocaste de persona — empezó a llorar, sabia que el solo hecho de que lo llame como una chica estaba mal, habia mentido todo el tiempo que estuvo ahí, y lo odiaba, odiaba mentir, se odiaba el mismo, pareciera que la unica persona en el mundo que podia odiar era a si mismo y Nadie más — Saiki perdón — quito sus manos del agarré y salió corriendo de ahí, todo lo que dijo fue algo tan lindo pero a la vez una imagen erronea que el peli-naranja tenia de el —

— ¡Takemi espera! — empezó a seguirla, maldecia el hecho de que ahora mas personas esten en el camino, se preguntaba a que se refería la pelirroja o que habia hecho mal ¿Que se habia equivocado de persona? Empezaba a pensar en que habia vivido la chica a sus cortos 8 años para tener tan poca autoestima y un despreció hacia si misma —

No supo como, pero ignoro los gritos de su madre cuando empezo a salir de la finca, solo queria seguir a Takemi, empezaba a preocuparse, era plena noche y estar sola en un lugar como ese siendo una niña indefensa no era la mejor opción del mundo

— ¡Takemi! ¿¡Donde estas?! — ya había perdido de vista a la pelirroja entre la multitud —
Maldición... ¿Esto es mi culpa...? ¿Dije algo malo? — replanteo sus acciones y palabras, no encontraba nada malo en ellas —
¡Takemi por favor ven es peligroso!

Busco y busco entre todas las personas, entre todos los callejones, no vio rastro alguno de la pelirroja, no supo cuanto tiempo ya llevaba afuera, empezaba a rendirse de buscarla, era probable que alguna persona se la hubiera llevado si no la encontraba, lo que mas temía era que le hubieran hecho algo y luego asesinado en ese  transcurso de tiempo

Solo le quedaba revisar las tiendas y unos callejones mas, decidió irse por los callejones, era la opción mas eficaz hasta el momento.

— ¡Takemi! ¡Takemi! — gritaba su nombre para ver si lo escuchaba, aunque dudaba si iría con el o no, en primer lugar habia huido de el —

Tuvo que salir de aquel callejón para ir por otros, pero cuando se iba a desviar logro escuchar el sonido de llantos que fueron callados casi al instante, por ende siguió el sonido

Camino hasta dar la vuelta al callejon, los llantos cada vez se escuchaban mas, asi que apresuró su pasó, hasta que se encontró con la escena que mas temía

La pelirroja estaba con el cabello desordenado, el kimono que llevaba estaba manchado y mal puesto, como si se lo hubieran sacado y luego vuelto a poner asi cómo así, se encontraba llorando, tenia una de sus manos en su boca la cual reprimia los sonidos de su llanto 

— ¡Takemi! ¿Estas bien? — se acercó a la pelirroja para revisarla, ya sabia lo que había pasado, y obviamente no le gustaba —
Takemi, tranquil... — nunca le había visto su cuerpo ahora que recordaba, siempre que le cambiaban los kimonos veía que solo su madre y a veces su padre iban a vestirla ¿Por que su padre? Takemi era una niña... Esa era una duda que tenia, pero parecía que ahora tenia una respuesta — Take-... ¿Estas bien? — no sabia si ese era su verdadero nombre
ahora —

— Perdón, perdón perdón perdón no debí mentirte, no debí correr, no debi salir, no debi asustarme, todo esto es mi culpa, todo lo que dijiste sobre mi es mentira — se cubría con sus propios brazos mientras lloraba y hablaba — todo esto es mi culpa, siempre lo es, perdón, perdón de verdad perd- — hubiera seguido disculpándose de no ser por el abrazo del peli-naranja, sentía que no merecía que lo consolaran, pero ya no podía con todo, era solo un niño que cargaba con mas de lo que podía soportar —

— tranquilo, estoy aqui... No te dejare solo ¿Como te llamas? Tu verdadero nombre...

— Ta-takeo... — uso sus manos para limpiar sus lagrimas y dejar de llorar —

— Bien, takeo... Tranquilo, no me separare de ti, todo esta bien ahora ¿Si? Se que no puedo hacer nada para que dejen de tocarte o que abusen de ti, es algo que esta fuera de mis manos en un lugar como este donde esa es su función... Pero, Takeo, tratare de hacer lo posible por ti, porque tu eres una maravillosa persona que no merece nada de esto, nunca lo olvides ¿Si?

— p-pero yo... — miraba algo confundido al peli-naranja, pensaba que lo iba a odiar, repudiar o molestar desde que supiera que era en realidad un chico, pensaba que le iba a decir que solo era una puta que engañaba a los hombres con su apariencia tan femenina o que se burlaría de eso, no esperaba esa respuesta —

— ¿Que? ¿Esperabas que mi visión de ti cambiara?  Escuchame bien, chico o chica, no cambia la maravillosa persona que eres, no se por qué te hicieron pasar como una niña, pero se que fue en contra de tu voluntad e incluso si no lo fue, eso no cambiara nunca la perspectivas que Tengo yo o las niñas sobre ti

El pelirrojo solo volvio a llorar, apoyandose en el pecho del peli-naranja, Siempre habia llorado solo, siempre era quien tenia que ser el fuerte, casi nunca mostraba cuan vulnerable era en realidad

— tranquilo, todo sera igual que hasta ahora, no dire nada hasta que quieras contarle a las niñas ¿Esta bien? Ten siempre en cuenta que Siempre te voy a apoyar, no importa que... — aunque sus sentimientos ahora eran un completó caos, prefirió apoyar al pelirrojo en vez de ponerse a pensar en que sentía ahora con respecto a el, ese sentimiento que no podia describir siempre que estaba con ell... El, siempre que lo vió reir y sonreír... Seguía siendo lo mismo, no importaba que en realidad fuera un chico —

Para el, seguiría siendo la maravillosa persona que cautivo su corazon, y para las niñas que el tanto amaba y cuidaba, seguiría siendo la figura materna que nunca tuvieron o que perdieron

Aquel chico pelirrojo de nombré Takeo siempre seria esa, maravillosa persona

¿Que hago escribiendo esto en vez de terminar el especial del cumpleaños de suchimi o la historia de haru?

Efectivamente, no tengo ni la mas palida idea😻👍

¿Notaron que el nombre de "himari" aparecio aqui verdad?

Ya se explicara eso en otros capítulos 👍

En fin, nos vemos cuidense:3

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