🌼Capítulo 23
Me despierto y ya es de noche, el cuarto está sumido en completa oscuridad. De repente recuerdo lo que tenía que hacer hoy a la noche: averiguar el secreto que oculta Edwin. Debe haber una explicación para que tenga pasaportes falsos, algo serio tuvo que haber pasado... ellos son una familia de bien.
Como puedo me deshago de los brazos de mi novio y voy al baño a arreglarme para poder salir a perseguirlo. Agarro mi celular y son las diez y cuarto. Uf, justo a tiempo. En un par de minutos me visto y salgo de la habitación. Supongo que todavía no ha salido, así que será mejor salir yo primero y esconderme en algún lugar allí fuera, hasta que Edwin salga. Toda la casa está a oscuras, deben estar durmiendo, así que en silencio voy hasta la puerta; al salir me escondo detrás de una planta, cerca de la entrada.
Espero varios minutos ahí sentada hasta que lo veo cruzar la puerta, mira para todos lados y cierra con mucho cuidado de no hacer ruido. Camina por el pasto y empieza a ir por la calle, es entonces cuando decido comenzar a caminar agachada para no perderle el rastro. La calle tiene muy poca luz de los faroles, y para mi suerte hay varios árboles donde puedo esconderme. Él está media cuadra más adelantado que yo, no tengo que perderle el rastro. Jamás mira para atrás, solo a los lados, y su confianza en sí mismo es lo que me permite seguirlo sin tanto esfuerzo. En un momento me tropiezo con la raíz sobresalida de un árbol, y me quedo tiesa en mi lugar, agarrándome fuerte del tronco del árbol, espero que no me haya escuchado.
Hay una línea recta de arbustos perfectamente podados, y decido que esconderme detrás de esta; será mejor que ir detrás de cada árbol, pudiendo ser vista en los momentos que estos no me cubren. Estamos en la segunda cuadra lejos de la casa, y en la esquina veo un auto rojo con las luces apagadas. Por los agujeros de los arbustos veo a Edwin y otro hombre más bien petiso, no veo su rostro pero no es alguien tan mayor. Me intento acercar lo más posible, pero sin traspasar estas plantas. Estoy casi frente a ellos, solo tres o cuatro metros nos separan.
—Aquí está todo, lamento que te hayan descubierto —veo que Edwin le entrega una bolsa, con lo que debe ser el pasaporte.
—Dijiste que borrarías la filmación de las cámaras.
—No es tan fácil, tienen doble almacenamiento, bastante que saliste de la cárcel sin un rasguño.
¡¿Qué?! ¿Cárcel? ¿Acaso eso significa lo que creo? ¿Puede que estén ligados con la muerte de Annabelle? Pero... no puede ser ¿Por qué? ¿Qué está pasando? Siento que el corazón se me va a salir del pecho.
Ring... ring...
Escucho una vibración y cómo comienza a sonar la musiquita del tono de llamada de mi celular. Con mis manos temblando saco mi celular y pego la salida de sonido a mi cuerpo, para que se apacigue el mismo. La oportuna de Tania me está llamando.
—¿Quién está ahí? —logro apagar el sonido, pero esto es una muy mala señal, ya escucharon.
Comienzo a caminar rápido en la dirección en la que vine, aún agachada y cubierta por la línea de arbustos. Decido ponerme la capucha de la campera para cubrir mi pelo, que podría ser reconocible. Al llegar al final de los arbustos, lo único que me queda es correr esas dos cuadras de vuelta a la casa, quizá si me escondo no me atrapen, y no creo que Edwin sospeche que soy yo. Como no hay tanta luz en la calle camino a paso veloz contra las vallas de las casas.
—¡Ey! ¿Quién está ahí?
Me doy vuelta, tapando mi cara con mi brazo, y siguen estando en la esquina de antes, solo que ahora rodearon los arbustos y están donde yo estaba hace tan solo unos segundos. Me largo a correr en dirección a la casa, cuando miro hacia atrás no los veo. Saco las llaves de la casa con más nervios que precisión, pero logro cerrarla sin hacer mucho ruido. Escucho el ruido de un motor y es el auto rojo del señor, que sigue de largo, deben estar buscándome.
Voy escaleras arriba, entro en la habitación de Tahiel, en diez segundos me vuelvo a sacar la ropa y me escabullo entre las sábanas con él. Mi respiración está demasiado agitada, mi cuerpo está temblando y mi corazón va a explotar. Siento un dolor en el pecho por la traición ¿Cómo puede ser que mi suegro haya estado involucrado en la muerte de mi madre? ¿En qué momento? ¿Por qué? Joder, esto es una locura, no puede ser cierto, pero es que todo conecta.
—Mmm —Tahiel se remueve y me busca con sus brazos para abrazarme por la cintura.
Escucho pasos en el pasillo, debe ser Edwin, de repente el pestillo de la puerta se mueve y cierro los ojos asustada. Él abre la puerta por unos diez segundos que parecen interminables, y luego la cierra. Suelto el aire que estaba conteniendo... eso estuvo muy cerca.
Al día siguiente me despierto con muy pocas horas de sueño, me pasé toda la noche pensando en qué hacer, quisiera acusarlo con la policía, pero carezco de pruebas, más que mi testimonio, que será inútil. Alguien que tiene tanto dinero, y tanto poder como para conseguir pasaportes falsos, y dejar que alguien salga intacto de la cárcel luego de cometer un asesinato... nada de esto me huele bien, y no puedo decirle esto a Tahiel ¿Qué carajos le diría? Jamás me creería.
—Buen día mi reina —escucho a Tahiel desperezándose en la cama.
—Tahi, hola —me sacó de mis pensamientos abruptamente, no sé cómo actuar con él ahora que descubrí la verdad—. Te ves precioso.
Le doy un beso en los labios y él sonríe, tiene los ojos achinados por el sueño, se ve sumamente guapo... lástima que su padre es un asesino.
Nos bañamos y bajamos a desayunar, en la mesa están Sue, Jazmín y Edwin leyendo un periódico.
—Buenos días —saludo a todos y voy a la cocina a ayudar a Tahiel a llevar comida para nosotros.
Al estar ahí saco mi celular y le respondo a Tania, ayer lo olvidé por completo, ella era el último de mis problemas.
Yo: Tania, de verdad perdón por dejarte colgada estos días. Tengo algo muy importante que conversar contigo ¿Hoy puedes?
Me envía un audio al segundo así que subo el volumen. Pregunta dónde nos encontramos y qué es lo que pasó.
Yo: Descubrí algo muy importante sobre la muerte de mi madre... luego te cuento con detalles.
—¿Está todo bien? —me pregunta Tahi cerrando la heladera.
—Ajá, solo quedaba con Tania después del trabajo, hace mucho no la veo.
—Eso es genial, qué disfrutes —sonríe y me da un beso en la cabeza.
Vamos a la mesa con todos, yo quedo enfrentada con Edwin y al lado de mi hermana. Mi suegra y Tahi empiezan a hablar de algo trivial, y solo me puedo concentrar en el bowl de cereales que tengo en frente. De repente mi celular comienza a sonar, jodida mierda, es Tania, qué pasa, no hablaré con ella ahora. Simplemente no puedo con Edwin aquí...
—Siento que escuché ese sonido de timbre en algún lado —dice Edwin.
Sí, es una canción en español, mi favorita, definitivamente no es el simple sonido que tienen todos... oh mierda. Eso solo puede significar una cosa, y no es nada bueno.
Edwin reconoció el sonido de llamada de mi celular.
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Amoressss cómo andan? Sí sí mil perdones por desaparecerr, empecé la universidad y ya estoy a mil de nuevo, espero sepan entender...
Qué creen que va a pasar? Los leooo
Gracias por llegar hasta aquíi, no olviden comentar que me encanta leerlos❤❤❤
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