🌼Capítulo 17
Bajamos y no hay nadie en la casa, ni sus padres ni mi hermana, mirando su celular me avisa que sus padres han salido con Sue al cine y me parecen condenadamente dulces. Los adoro demasiado.
—Son tan buenos tus padres —digo sonriente, me encanta que consientan a Sue como una hija más.
—Lo son —Tahiel lleva en su hombro una mochila para la playa, donde mete algunas galletas y bebidas en ella antes de salir.
En el auto él pone canciones a todo volumen y para mi suerte son en español, bajamos las ventanas y me siento como en una película. Saco un brazo para afuera mientras pasamos a gran velocidad por las calles hasta pasar por la calle frente a la playa, hay muchas palmeras y un sol radiante que ya me genera mucho calor. Busca un lugar para estacionar, y cruzamos la calle rápido cuando no pasan autos.
—¿Quieres surfear? —pregunta cuando al entrar vemos un puesto de alquiler de tablas de surf y trajes.
—¿Crees que tengo la habilidad motriz para surfear? —lo miro sorprendida, levantando mis cejas. Creo que me comería una león antes de que pudiera tener equilibrio en una de esas tablas.
—Quizá tú no, pero yo sí —se dirige al señor que las vende— ¿Qué tal? Me podría dar la más grande por favor.
—¿No usarás un traje? —le pregunto cuando comenzamos a caminar, llevando la tabla.
—No hace falta, tengo práctica y conozco las olas como la palma de mi mano —lo veo sonreír abiertamente y me late el corazón a mil—. Así que no te preocupes, estarás a salvo.
—¿Qué, yo? No surfearé, moriría —empiezo a entrar en pánico.
—No hay tiburones acá, si eso te asusta. Puedes sentarte en la tabla y yo me paro —lo miro dudosa, esto va a salir muy mal.
—Si muero es tu culpa —me cruzo de brazos y camino delante de él.
—Bonitas piernas —me sonrojo y me quedo en mi lugar para esperarlo. Cuando camina unos pasos delante de mí le hago una zancadilla y cae a la arena mientras me río por mi plan malévolo.
—Viste lo que estas piernas pueden hacer —Tahi me mira molesto y en un movimiento de manos mueve mis piernas y caigo de golpe sobre él— ¡Tahiel!
—La venganza es dulce —dice riendo antes de plantarme un casto beso en los labios—. Vamos, arriba que las olas están perfectas.
—Espero que no nos ahogues.
—¿Tan poca confianza me tienes? —pregunta ofendido.
—Ver para creer —levanto mis manos inocentemente.
Tahiel empieza a sacarse la remera y chancletas y las acomoda dentro de la mochila.
—Tu turno —dice con una mirada pervertida y puedo sentir mis mejillas calentarse.
Me saco la blusa mirándolo a los ojos, y de a poco bajo mi pollera hasta quedar en bikini, o más bien, en ropa interior. Por unos segundos se contiene, pero luego mira todo menos mi rostro.
—Mis ojos están aquí arriba —me cruzo de brazos, sintiéndome desnuda ante él.
—Disculpa, es que soy bizco —me río de su mala excusa y él saca un bote de protector solar— ¿Serías tan amable?
Me lo extiende y pongo bastante en mis manos, se da la vuelta y comienzo a aplicar protector por sus hombros y espalda. Lo hago de una manera lenta y tortuosa, rozando y masajeando con mis dedos su increíble cuerpo; al terminar lo rodeo para aplicar sobre su pecho y abdomen levemente marcados. Ciertamente no debí decirle nada sobre su mirada en mi cuerpo si estoy haciendo exactamente lo mismo, y manoseándolo sin descaro alguno. Bajo mi mano hasta su abdomen, luego su vientre bajo y elevo mi vista a su rostro cuando llego al límite con su traje de baño.
—Dione, suficiente protector en esa parte —me reprocha y dejo de acariciar esa zona con una sonrisa inocente—. Mi turno.
—Aún me faltan tus piernas —lo freno y me arrodillo ante él, mi cara queda a la altura de su traje de baño, lo miro a los ojos con una sonrisa y continúo actuando como si ignorara el efecto que le provoco con esta posición.
Luego es su turno y lo hace sorprendentemente rápido por todas las zonas hasta que llega a mis piernas y pasa sus manos llenas de crema por mis glúteos.
—Perdón, puse bastante, tengo que esparcirlo —lo miro con la boca abierta ante su atrevimiento y él continúa "esparciéndolo" con una sonrisa pícara.
—Bueno, te pasas Tahiel —le doy un suave manotazo a sus brazos y él se aleja riendo.
—Te lo dije, la venganza es dulce, Carrot.
Y sin más me agarra la mano y caminamos hacia la orilla como si no hubiera existido esa tensión de hace unos segundos.
De a poco vamos entrando al agua, con frío al principio pero se me pasa rápido. Veo la espalda de Tahiel, y cómo sus músculos se contraen mientras lleva la tabla con un brazo. Dios, me atrae demasiado...
—Ven, siéntate en la punta de la tabla —salgo de mi nube y sigo sus órdenes, con sus brazos me ayuda.
Se recuesta sobre la tabla boca abajo y con ayuda de sus brazos nos vamos metiendo más dentro del agua, pequeñas olas comienzan a aparecer, y de un momento a otro lo veo poniéndose de pie.
—Olé no te caigas —agarro su pierna para joderlo, pero se mantiene firme, haciendo equilibrio mientras las olas lentamente nos llevan.
—Si me caigo caes conmigo —amenaza y saco la mano riendo.
Decido no molestarlo más por el momento y me quedo sentada mirando cómo distribuye su peso en la tabla para tener un mejor equilibrio y movernos mejor por las olas.
—Vaya, que buena vista —digo con una sonrisa embobada.
Desde mi lugar sentada puedo ver su cuerpo moviéndose, contrayéndose, sus músculos siendo resaltados por el sol, las gotas de agua que caen por su cuerpo y su hermoso pelo húmedo. La cara de concentración que tiene es única, y cada unos segundos vuelve a buscar mi mirada con una sonrisa demasiado tierna.
—Ponte de pie, con cuidado —él me tiende sus manos y rápidamente me levanto.
Quedo pegada a su pecho, y de repente aparece una ola bastante grande en comparación a las demás, Tahi agarra mi cintura con un brazo y con el otro mantiene el equilibrio, hace movimientos zigzag con la tabla y entramos en una ola, quedando encerrados en la misma. Por el miedo pierdo el equilibrio, y me muevo bruscamente, haciéndonos caer al agua justo antes de que la ola rompa. El agua está congelada al entrar, y necesito salir urgente para tomar aire, Tahiel me agarra de la muñeca y ambos comenzamos a nadar para salir a la superficie.
—Eso fue increíble —digo al salir, luego de recuperar el aliento.
—¿De verdad? Te recuerdo que hace un segundo te asustaste tanto que nos tiraste —ríe y lo miro con los ojos entrecerrados.
—Detalles —le resto importancia— ¿Y la tabla?
La buscamos con la mirada y está en la orilla, así que nadamos para buscarla y dejarla en la arena mientras nadamos un poco sin esta.
—Debo admitir que tienes un gran talento para surfear —rodeo su cuello con mis brazos—, y también para dibujar... ¿Hay algo que hagas mal?
—No soy bueno cocinando.
—Algo tenías que tener —sonrío y nos quedamos mirando por unos segundos—. Te ves condenadamente sexy.
—¿A sí? —junta nuestras narices y agarra mis glúteos para que rodee su cintura— Eres increíblemente hermosa.
Agarro su pelo entre mis manos y lo atraigo hacia mí, sus labios mojados besan los míos, tienen un gusto salado por el agua. Pasa sus manos por mi espalda y yo por sus hombros y pecho, siento su piel contra la mía y no es suficiente, necesito más. A pesar de que ahora haya algo de frío me siento demasiado caliente...
—Ta-hi-el —intento decir entre besos—, vámonos a tu casa.
Se separa de mí y muerdo mi labio, me mira con una ceja alzada y asiento, dándole a entender con mi mirada eso que tanto cree.
—Vamos a un hotel mejor.
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Mmm bueeeno como dice Shakira: Llegó el momentooo caen las murallasss XD
Hola holaa ¿Cómo están? Ya saben lo que pasará, a que sí 🔥🔥😌
¿Cómo quieren que sea? Hot o soft jsjaja acataré sus órdenes 🤭
Las amoo, ojalá les haya gustado💘💕 no olviden votar que me ayudan mucho, graciass!
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