Único

¿Quién fue el que invitó al otro? Aunque seguramente solo fue un modo de picarse, como tantas otras veces y los dos terminaron uniéndose al gimnasio donde sus novias ejercían para ponerse en forma y no dejar que la abundante comida les dieran unos kilos de más.

Lo de ellos tenían que ser eso: Un retó.

Las chicas primero les miraron con preocupación, luego rodaron los ojos y, finalmente, los dieron por perdidos para enfocarse en sus tareas de ejercicios.

Pero cuando terminaron su clase de Yoga y se asomaron con curiosidad a ver qué estaban haciendo, casi se les cae el mundo al suelo.

Jimin y Jungkook estaban sentados sobre las bicicletas estáticas. Pedaleando como si se les fuera el mundo mientras se lanzaban miradas de retó y enfadó.

Y joder, que si eso fue como enviar un mar de placer directo a ellas. Podían verse como dos idiotas pedaleando como si pudieran llegar al fin del mundo - que es lo que eran realmente.-, pero en ese momento, con las camisetas pegadas a su cuerpo, el sudor resbalando por su cuello y frente; y la forma en que sus labios se hinchaban o sus manos se cerraban sobre el volante...

Las puso a mil.

Y la sangré chorreo por sus narices como si fuera un mal moco en pleno resfriado.

💫

-Esperó que se dejen de tonterías. Están ya muy grandes, hediondos y peludos para hacer tantas estupideces.

Ambas se miraron tras esas palabras. La esperanza de que sus novios dejarán de discutir era como esperar que alguien les regalará un Prada, o cualquier otra firma de moda.
Suspiraron y cruzaron por la sala de pesas hasta su próxima clase de aeróbic.
Deteniéndose en secó cuando los vieron.

Sentados cada uno en una de las máquinas de pesas, flexionando sus cuerpos y remarcando la forma de sus músculos y sus torsos.
Volvían a mirarse con enfadó y rivalidad.

Las féminas se miraron con impaciencia y poniéndose coloradas al mismo instante, en que se fijaron en lo bien que resaltaba el pantalón de chándal en la entrepierna de cada uno.
En realidad, por entero era como una visión de una película a cámara lenta frente a sus ojos.

Se alejaron a toda prisa y metieron la cabeza en las máquinas de refresco y helados del lugar, ajenas al griterío que las responsables soltaron a diestro y siniestro.

💫

-¿Qué van a hacer ahora?

-Competir en la piscina, Rose. ¡Piscina! ¿Sabés lo que eso implica? Esos músculos marcados. El bañador pegándose a su trasero. Las piernas torneadas. Su piel. ¡Sus cabellos lisos y pegados a su rostro!

Rose jadeo al imaginárselo, mordiéndose en labio inferior. Empezó a abanicarse y cuando escucharon el chapoteo, sus ojos se desviaron hasta el agua, donde Jimin y Jungkook batallaban bajó el agua cual peces. Al salir a la par, el agua les chorreo por sus músculos y dejo sus pieles impregnadas de pequeñas gotas que se moría por lamer.

-Okey. Suficiente.-soltó Lisa.-Coge a tu chico, porque yo voy a follarme al mío hasta dejarlo secó.

Rose soltó una carcajada.

-Espera.-la detuvo.-No podemos. Ahora mismo están demasiado enfocados en ellos. Esperar a la noche, será mejor.

💫

Jimin dejó la mochila junto al recibidor y sintió el tirón en los músculos. Quería darse una ducha y acostarse nada más cenar.
Todavía no comprendía de dónde Rose sacaba tanta energía para ir al gimnasio, trabajar y todavía más; hacer las cosas de la casa. Él en esos momentos estaba muriéndose.

No había terminando de incorporarse, cuando la menor le saltó a los brazos, acorralándolo contra la pared y devorándole la boca en besos húmedos, profundos y a pasionales.

-Rosie.-chupón.-Tengo... que.-mordisco.-D-... Ducharme.-lametón.

Pero ella no le dejó. Se encargó de excitarlo hasta el punto en que terminaron haciéndolo en el mismo recibidor, en el sofá y hasta en la ducha.

No entendía que había sucedido, pero sí que durmió como un troncó las pocas dos horas que su chica le dejó.

💫

-Quiero entender al menos porque...

Lisa levantó la mirada desde su ingle para clavarla en él. Se apartó, lamiéndose los hinchados y rojizos labios mientras observaba a su novio con una sonrisa retorcida. Sólo le había permitido ducharse nada más llegar antes de amarrarlo a la cama sin darle tiempo para comprender. Jungkook se había quedado frito nada más poner la cabeza en la almohada, hasta que despertó con algo tirando de su ingle y la boca de su novia cubriéndole su extensión más traicionera.

-Es tu culpa. Sólo eso.

Y volvió a atacarle. El chico quiso protestar, pero tuvo que arquearse y jadear, mientras su simiente estallaba en la femenina boca explotando de puro placer.

💫

-¿Tú tampoco has podido dormir bien?

Jimin estaba con ojeras, sentado en un banco y con un buen café cargado mientras observaba al resto ejercitarse. Incluso su novia disfrutaba jugando con una pelota frente a un idiota que aseguraba que eso tornaría sus piernas.

-Sí. Alguien no me dejó.

El mayor encarnó una ceja y dio un sorbo a su propio café bien cargado.

-¿A ti también te atacó Rose?

-¿Eres idiota? .-espetó Jeon enarcando una ceja.

-Ah, no. Digo, Lisa. Perdón, el sueño no me deja coordinar bien.

-Sí.-respondió encogiéndose de hombros al momento que intentaba olvidarse del escalofrío que le recorrió el cuerpo tras el error de chica de su amigo.-Me atacó mientras dormía. Sólo he dormido una hora a lo sumó.

-Lo mismo, pero nada más entrar a casa. No sabía que las chicas tuvieran tanto aguanté. Generalmente, Rose es dé: tres y pus.

-Lisa también.-asintió.-Igual, estarán tomando vitaminas o algo.

Tiro el vaso de café a la papelera y le miró.

-¿Vamos hoy a la cinta de correr? Te patearé el culo incluso sin estar cansado.

Jimin nunca decía que no a un retó.

-Vamos. Te destruiré.

-Ya veremos.

Ajenos a las miradas de dos chicas, ambos se pusieron a correr y sudar la gota gorda. Sin darse cuenta, de nuevo, que esa noche quizás no volverían a pegar un ojo.


🍃🌺🍃

Momo 🍑💞

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