𓄸 08. 𝐭𝐚𝐥𝐤 𝐭𝐨 𝐦𝐞
Tragó grueso, con el corazón acelerado al doblar la esquina de la zona común. Miró nerviosa a sus amigos, que estaban sentados alrededor de las mesas y la instaron a enfrentarse al rubio enfadado.
─Bakugo─ Soltó rápidamente, colocándose torpemente detrás de él.
─¿Qué?─ Espetó él, sin molestarse siquiera en darse la vuelta y mirarla a la cara. Le quedó claro que ya no solo se escondía de ella, sino que huía.
─¿Podemos hablar?─ Ella preguntó con calma, jugueteando con el dobladillo de su chaqueta. Él se quedó pensativo un momento, reflexionando sobre lo que había decidido ignorar en los últimos días.
El rubio maldecía cada noche todo lo que se movía, mirando al techo de su dormitorio. Incapaz de dormir por el dolor constante en su corazón, y por no poder pasar tiempo con ella.
─Por favor...─ Insistió.
Un silencio ensordecedor rodeó la habitación, todo el mundo estaba quieto.
Ella se quedó sorprendida, y sintió como si el tiempo se hubiera detenido junto con la rotación de la tierra.
Antes de que se diera cuenta, él ya se había escapado de su alcance una vez más, dejando los huevos fritos en la sartén, demasiado cocidos. Ella apagó lentamente el fuego mientras el olor a quemado impregnaba el aire que respiraba.
Un suspiro tembloroso salió de sus labios, antes de dar un paso hacia atrás y dirigirse directamente a su dormitorio. No iba a dejarle marchar, no de nuevo.
Mala suerte para ti, Bakugo Katsuki, nunca voy dejar de perseguirte por muy lejos que corras.
La chica golpeó a su puerta, gritando su nombre, esperando a que contestara.
Pero nunca lo hizo.
Supuso que él no saldría pronto, así que en lugar de ir a clase, se quedó allí, sentada de espaldas a la puerta.
Era como una escena cliché de una película romántica, en la que la chica y el chico se sientan a ambos lados de la puerta, esperando a que el otro diga algo.
Ella supuso que el chico no querría oír ninguna de las tonterías cursis que se le habían ocurrido, así que se quedó callada. Él tenía que salir en algún momento, ¿no?
El rubio sólo quería que le dejara en paz, pero ya sabía que estaba deseando lo imposible.
─Kats...─ Dijo en voz baja después de una eternidad. Cuando dijo su nombre, su mente se nubló de culpa.
¿Desde cuándo Bakugo Katsuki huía de sus problemas?
Siempre los afrontaba de frente, sin preocuparse por el resultado.
Entonces, ¿por qué? ¿por qué todo es tan diferente en cuanto ella está involucrada? ¿por qué no se atreve a tener una conversación con ella? ahora no había nadie más, sólo ellos dos, así que era la oportunidad perfecta.
─Jim...─
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top