Pedido de: Areline_Sama
Espero te guste. Perdón el retraso.

﹝🍺﹞

5.

El olor de aquella discoteca era evidente a cerveza y alcohol, cigarrillo y entre otros.

Poco agradable para algunas personas que estaban sentadas o arrimadas a las paredes con cara de haber olido un pedo. "Quizás fueron obligados a venir" supuso la mujer que había entrado junto a su buena amiga extrovertida y centro de fiesta, Mina Ashido.

Nunca fue de su gusto ese tipo de lugares —aunque ya era una experta en cada uno, pues Mina la trae casi siempre— El ambiente fiestero y el olor era algo que le desagradaba bastante a decir verdad, demostrando indiferencia a aquellas personas que bailaban restregandose entre sí y a aquellos que tomaban. Su único motivo para venir no fue nada menos que...ser obligada por su animada amiga, sí, como todos los demás que parecían odiar sus vidas.

—¡Vamos ____! ¡Anímate!... ¡Mira! ¡Allá está Jiro!

La de hebras rosadas por otro lado, estaba muy emocionada. Cuándo no, si estaba en su mundo y lugar preferido.

Tironeo de la blusa negra que traía la peli ____ para llevarla donde su otra buena amiga que había avisado haberse adelantado a el lugar donde ahora era la DJ de la discoteca ¿Cómo? ¿Por qué? Hay una respuesta para eso:
Denki Kaminari.

—¡Jiro! ¡¿Qué haces ahí!? —Mina gritaba para que la contraria pudiera oírla, captando la atención de la pelimorada al escucharla después de unos segundos.

—¿¡No me ves!? ¡Soy la dj! jaja

Se veía feliz.

—¡Fua! entonces diviértete! ¡te ves genial! —Mina como siempre halagando, y cómo no, si la contraria se veía bastante bien con aquellos colores neones que la vestían y las luces ayudaban bastante a resaltar eso. Era la estrella del show.

—¡Gracias Mina!

Una noche larga sería.

...

—Hmm~ ¡_____! ¿Ya viste a los chicos de aquí? no estan nada mal. —Su risita y mirada cómplice lo decían todo. Hoy follo amiga.

Era de esperarse de pocos minutos para que desapareciera a restregarse con un chico a bailar o a por un motel terminar. Odiaba que la dejara sola y mucho más estando en lugares como estos. Ya le es imposible llevar una cuenta de las veces que lo ha hecho.

No tenía nada qué hacer y se sentía abrumada por tanta gente, y el olor a alcohol inundando sus fosas nasales no ayudaba.

¡No volveré acompañarla después de esto! —se miente, sí la acompañaría— Se dijo en su cabeza con semblante enojado, recordando a la gente que había visto al entrar por primera vez al lugar sofocante.

Ahora soy parte de ellos...

La imagen de aquel pelinegro que conoció en una discoteca volvió a su cabeza.

Y como bien dicen, si piensas constantemente en alguien, podría aparecer justo en frente de tus narices.

Y justo eso pasó.

—¡Hey! Hola

Un tipo alto, musculoso, de cabello largo y sonrisa peculiarmente grande la había saludado —y asustado a la vez— saliendo de la nada en su campo de visión al abrir sus ojos.

No puede ser...

—¿Tú otra vez?

...

Flash back:

En un banco color rojo era espectante de lo que pasaba frente a sus ojos. Decenas de personas bailando sin parar y a un rubio con mechón negro como dj que parecía salir de su lugar a veces para irse a bailar con alguna chica.

—¡Hola, linda!

Un pelinegro apuesto la había espantado.

¿Que debería hacer ahora? ¿Decir hola también? ¿Alejarse de un posible asesino o violador? ¿¡Por qué su mamá jamás la preparo para ésto!?

Su interacción con hombres fue casi nula toda su vida a excepción de su padre. Estudiar en un colegio para chicas no ayudaba tampoco, conociendo únicamente mujeres en toda su vida, sin hermanos, primos, tíos... además, el sujeto era lindo. No, eso no tranquilizaba la situación.

—Adiós...

Se levantó de su asiento y en caminata rápida se alejaba, dejando al joven apuesto con la palabra en la boca.

—Guau, no esperaba que te rechazará así de rápido. —Lo abraza del hombro a su amigo, risueño y mofandose de la suerte del contrario apareciendo de la nada de donde estaba oculto.

—Callate Kaminari... —Su mirada se mantenía en aquella mujer que se alejaba de su campo de visión hasta que desapareció entre la multitud. Eso no se lo esperaba para nada.

—¿No irás a hablarle otra vez? —Kaminari volvía hablar, alentando a su colega caído apretando su hombro a la vez.

—Claro que iré, solo que...¿qué debería decirle ahora?

No es como si nunca hubiera estado con una chica, de hecho, es bastante bueno coqueteando con ellas, pero nunca había sido rechazado tan rápido por una.

Esto no era nada más que un reto que debía superar, así como en los videojuegos que jugaba con kaminari y kirishima. Pan comido ¿No?

—Jajaja mi querido amigo... dejamelo a mi

—¿¡Qué!? Yo la vi primero, búscate tú a otra, viejo -Sero lo miró molesto. Sabe que a veces Kaminari se le sale lo picaflor pero no podía meterse con la chica de otro, eso no, jamás, ¡Dañaría el código de mejores amigos! o "masculinidad" que mencionaba Kirishima.

—¿¡QUÉ!? ¡No hermano! Me refiero a darte consejos....

—¡Aaaah!...lo siento jaja

Se ganó su sape por menso.

A la distancia logra verla después de subirse a una mesa de plástico para mejor visibilidad. Se veía sofocada, soltó una risita por eso.

A ella y a su amiga de tez rosada las había visto entrar por las puertas de madera de aquella discoteca y de primera instancia, no parecía muy contenta por pasar el rato con su amiga en ese lugar, llamando su atención por ese hecho. Él se encargaría de animarla si su amiga no lo conseguía, se propuso cuando las vió. Una hermosa chica aburrida, sentada en una esquina, era algo que no quería presenciar.

Toma camino hacia aquella chica cautelosamente, con una sonrisa ladina en el rostro.

—Nena como tú ya no hay ¿hm?

Su corazón pega un brinco del susto por las palabras repentinas cerca de su oído. Su rostro voltea a verlo y...otra vez él...

—Hola, me presento, soy Sero Hanta ¿Cómo te llamas?

Parecía relajado, arrimando el torso de su brazo en la pared, sonriendo confianzudo y coqueto, con algunos cabellos rebeldes en su rostro.

—_____...

No estaba mal decirle su nombre a un desconocido ¿verdad?
Se sentía abrumada, nerviosa, quería huir de el tipo y del lugar pero tampoco quería quedar como idiota en frente del sujeto apuesto ¿y si realmente no es un asesino y solo quiere ser su amigo?¿por qué se acercaba tanto? ¿por qué a ella?

Muchas preguntas pocas respuestas.

—¿Quieres bailar _____? la música está buena

Podía con tan solo escucharlo sentirlo tan relajado y eso aún así la ponía nerviosa, le sonreía en todo momento y eso solo lo hacía verse más encantador ¡Dios! ¿bailar? ¿con él? ¿juntos?
No, jamás. Siempre le ha dado vergüenza bailar, cualquier tipo de danza que tenga que llevar pareja nunca participaba en reuniones familiares o escolares, y mucho menos ahora y con un chico.

«Joder, semejante tipo tuvo que fijarse en mi ahora» -Su cabeza hablaba sola, como casi siempre.

A buscar excusas, no hay de otra.

—Yo....tengo novio

«Ya con eso se irá, seguro»

«¿Me ve cara de tonto?»

No entendía la indiferencia de la joven. Olía bien, y eso que se lo preguntó a Bakugo, no tenía nada de malo su ropa y de cara no creía ser tan feo. ¿Por qué no pasarla genial? No es como si le haya dicho que lo acompañe a la cama ni mucho menos.

—No te-

—Lo siento, tengo que irme...

Unas simples palabras y bastaba. Ahora caminaba a paso rápido hacia la salida. Huir del lugar sería su misión ahora y nadie la podía detener. Mina estaría bien, ella siempre lo está.

—Guou, que chica... -Ahora era un pelirrojo el que colgaba de su hombro, observando a la chica que se iba tal cual como el otro hacía.

—Tranquilo viejo, aún hay cerveza, puedes desahogarte sin problema —Kaminari se incluye, abrazabdo a su amigo por el otro hombro molestando ya el pelinegro por tanto peso.

—Callate Kaminari. Decirle "nena como tu ya no hay" no sirvió de nada, idiota...

—¿Yo que iba saber que la chica a la que te fijaste iba hacer muy picky picky? Es tú problema...

Fin del flash back.

...

Pasaron los días y Mina le seguía insistiendo para volver a ese lugar donde ella expresaba con felicidad y emoción haber encontrado a el amor de su vida.

Si, si, como todos a los que se ha cogido.

Volver no quería, ya le había dicho que odiaba esos lugares pero la imágen del tipo pelinegro seguía rondando su cabeza. Persiguiendola incluso ahí. No quería saber nada de él, de el lugar ni de nada, un mejor plan sonaba simplemente quedar en casa comiendo chocolates ¿verdad?

....

—¡Hey! hola

El mundo los quería juntos, oh si.

«No puede ser....»

—¿Tú otra vez?

—¡El mismo! jaja ¿Por qué han venido más tarde de lo normal? falta media hora y cierrar la discoteca.

—Hm...mi amiga tuvo unos problemas y se le hizo tarde

—Deberías decir "se nos hizo tarde" vienes con ella, es lo más lógico —Sero la observaba risueño, como siempre.

—Yo solo le hago compañía porque soy su hermana mayor. Odio estos lugares

—Hmmm... interesante ¿Y por qué ahora si me hablas?

Su cara se cubrió de colores rojizos, tenía razón, es la primera vez que tienen una conversación. Incómodo.

—Amm...no sé. La otra vez parecías más un acosador que una persona normal.

—Jajaja perdón por eso... —Verla rojita hizo que su corazón rebote a montón. Realmente era linda, no era un sueño. Quería de una buena vez decirle que le encanta y no se le complique mucho.

—Entonces...¿Quieres bailar?

«Y dale con eso»

—No, yo no bailo

—Le sonríe divertido. —¿Tú novio te lo prohíbe?

—....no, solo que...

Ok, quería salir de ahí. Esto le estaba incomodabdo bastante. Sus excusas pasadas lo único que consiguieron fue hacerla quedar como una tonta.

—No importa...¿Conversar? eso te parece más cómodo?

—Si, por favor...

...

—¡Te lo dije! ¡Que viva el amor!
Mina, como toda una fanática y empedernida de busca pareja a sus amigos expresa su emoción por esta próxima parejita mientras miraba de lejos.

Dos cabezas ¡No! ¡Tres! estaban observando a el pelinegro y a la peli ____.

—Callate, todo esto se debe a mi. Sero la conquistó con el poder de las palabras que le enseñé —Su pecho inflo y habló orgulloso, con una mini lagrimita regando en su ojo.

—De hecho, Sero fue el que lo hizo todo... —Kirishima comentó lo lógico.

—¡Deberíamos apostar si Sero hoy se la tira a la-

—¡Mierda callense! Me pudre escucharlos.. —Bakugo furioso, con ganas de partir pitos y una concha no era la mejor combinación si seguían hablando.

—Que amargado..

—¿¡QUÉ CARAJO DIJISTE IMBÉCIL!?

fin.

espero te guste <3

bye