★3. Katsuki Bakugo
﹝🏖️﹞
3.
—¡Yamada! ¡Mira! ¡ese es el carro del que te hablo! ¿no es lindo?
La de ojos color esmeralda miraba con entusiasmo en su rostro aquel auto sobresaliente color granada que pasaba al frente de sus pupilas dilatadas por la emoción. A rapidez, alzando polvo en su camino, reluciendo tan fulgente y brillante como recién salido de haberlo adquirido.
—Akiko...no se ve nada barato...
...
Bakugo Katsuki conducía aquel auto de alta gama, rojo resplandeciente que atraía la atención de la gente a su alrededor. Su brazo en la ventanilla reposando, sintiendo el viento fresco golpear su cara por la velocidad que le metía a su nave. Su ego y autoestima estaban por las nubes. No, más. El espacio.
El refrescante olor de la playa, tan tropical y caluroso ya se estaba sintiendo, cada vez más cerca. Las llantas del auto ya tocaban la arena, solo faltaba aparcarlo y dejar que alguien lo cuidara mientras ambos jovenes enamorados disfrutaban del lugar exuberante por sus merecidas vacaciones y San Valentín.
—Oye, ¿la pareja de hace rato no se te hizo conocida? porque a mí sí...
—No y no me importa. Vamos.
Tomó delicadamente la mano de su novia, concervando su semblante serio y tranquilo, dispuesto a tomar su tabla de surfear y gozar de las hermosas olas que pudo apreciar a la distancia. Eran grandes, o sea, perfectas para él y su tabla. Sin duda, hoy daría un espectáculo a todos esos extras de la playa que se encontraban pegando el trasero en sus sillas.
...
Estando sobre aquella tabla, dominando una gran ola. No había nada más obvio que su cara de felicidad al estar arriba de ella y de todos los demás, sintiéndose el rey del mundo, indestructible a cualquier cosa, dominando a todas aquellas personas que se encontraban en la arena y parecían tan pequeñas ahora mismo. Sentía el aire chocar directo a su rostro, su cabello se tiraba por atrás dejando ver su frente palida, al igual que todo su cuerpo que estaba a la intemperie a excepción de su parte baja.
—¡Cariño! ¡Te ves genial!
Su novia le subía su ego inconscientente desde la arena, contemplando lo sexy que se veía dominando esas olas, como tanto le gusta.
...
—¿Estas cansado? Vayamos por jugo.
No era necesario responder, con tal de reposar su mano en la espalda baja de su chica ya era suficiente para comenzar a caminar ambos hacia el rústico lugar donde ofrecían de comer y beber, los dos con una sonrisa en el rostro, sintiéndose vívidos en esos momentos, tan relajados y felices, juntos.
Ambos se sentaron en los bancos, esperando a que el hombre de lugar asome cabeza y los atienda.
—¿Cómo está, señorita? ¿Viene solita?
La voz de un chico desconocido para la fémina la dejó desconcertada, fijando su vista a un lado a aquél tipo que parecía tener intenciones raras.
—No, vengo con mi novio.
Y sin poder responder...
—¡Sácate de aquí, idiota! O te vuelo la jodida cabeza!
Bakugo enojado aparece, haciéndose para atrás de su banca para que el chico rubio de mechón negro lo vea y que sí, efectivamente, confirmarle que ÉL era su novio. El amor de su vida y protector.
—¡Ah! sí, claro bro, ¡lo siento!
Salió corriendo.
...
—Hey ¿Estás disfrutando tú también?...lo único que te he visto hacer desde que llegamos fue verme surfear...
Sin mirarla Bakugo suelta la pregunta, mientras acariciaba los pelillos del coco que tenía entre sus manos.
Pues ya les habían atendido después del alboroto que provocó el rubio baboso.
—Pues sí, ¿qué más se hace en la playa aparte de surfear, jugar con la arena y estar sentado?
—...
Un silencioso suspenso quedó rondando en el ambiente entre ellos. Ella mirando a su acompañente espectante a una respuesta y él mirando hacia su coco vacío, con la palabra en la punta de la lengua. Ambos lo pensaban, lo intuían y querían...
—Coger...
Bakugo respondió.
...
—¿Qué carajos? ¿Dónde está mi tabla?...la había dejado justo aquí
Bakugo y _____ habían regresado a las afueras de esa pequeña cabaña que se usaba para cambiar de ropa y guardar cosas, dispuestos a disfrutar ambos al mismo tiempo, literalmente juntos y siendo uno solo en el mundo.
—Te robaron...
—Hijueput-
...
Ambos buscaban por todos lados. Preguntaban a la gente de alrededor pero no tenían la mínima pista. Bakugo estaba más histérico de lo normal, frustrado por haber perdido su tabla como un perfecto idiota. Juraba que si encontraba a esa lacra le arrancaría la cabeza, pero antes, le metería una jodida estrella de mar en la trompa para que se la comiera.
—¡Joder!...
Perdía la esperanza. Su cuerpo se sentía acalorado y la sensación de pisar arena y sentirla por todos lados de sus piernas y dedos lo frustraba aún más.
—¡Bakugo! ¡Mira! !Es esa! ¡Ese chico de ahí!
_____ emocionada por haberla encontrado va a dar las buenas noticias, provocando que bakugo quite su mala cara y vaya a salvar a su segundo gran amor —después de su novia—
—¡Hey, tú! ¡Imbécil! ¡¿Qué carajo haces con mi tabla!? ¿ah? ¡¿Quieres que te muela las bolas, idiota?!
El rubio de mechón negro se pone pálido, su corazón palpitaba a todo dar y la piel se le ponía de gallina. Dios, como se aguantaba para no orinarse encima.
—¡Pe-perdoname, viejo! so-solo la había tomado prestada! no-no te espantes! ja-jamás te-te robaría, viejo!
Excusas, excusas, excusas. Bakugo solo se acercaba a él con ganas de despellejarlo y tirarlo al mar salado.
Y como el otro rubio es tan bueno corriendo, no hizo más que repetir aquella acción en la que era tan bueno. Sin pensarlo dos veces, a toda velocidad, dejando a aquella chica a la que le hablaba desconcertada por lo sucedido, analizando la situación.
—Fua, ese chico es rápido. Que problemático... —Habló ____, con sus manos sobre su cintura viendo a la distancia como se alejaba levantando arena, digno de una caricatura.
—Dios, te juro que ese imbécil me acaba de joder ¡el día! ¡Qué mierda!...quiero un cigarrillo...
Se dejó caer bruscamente en la arena, cayendo sentado con los brazos cruzados debajo de sus pectorales. Sus cejas juntas, la vena que brotaba en su frente, eran la clara muestra de lo enojado que estaba. Quería explotar.
—Cariño... aún tenemos algo pendiente. —masajea sus fuertes y tensos hombros poniéndose de cuclillas detrás de él, abriendo sus pierna, juntandolas en su amplia espalda, bajando sus delicadas manos hasta los pezones del contrario, peñizcandolos suavemente para provocarlo mientras daba un caminito de besos en su nuca. Sabe que le gusta.
—Olvida a ese chico y concéntrate en mi...mi niño.
Bueno, al menos no todo era mierda.
especial de San Valentín (atrasado)
esta se podría considerar como una parte del escenario de Denki Kaminari, como dando contexto de una mejor forma a la situación que le pasó a él en el one shot anterior.
en fin.
la pareja del principio es una referencia a unos...¿ocs? xd la verdad es que me salieron de la nada en el momento que escribía un one shot para el type de bakugo (que fue donde los utilicé) está en el décimo (10) type de bakugo, ahí hay datos de ellos y así, x.
en fin.
Imagen de referencia de esa parejita
gracias por leer!
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