𝐈𝐈: CELESTIAL
25 D. C
ROCADRAGÓN
Al amanecer, después de haber pasado toda la noche con Nysha en su habitación decidió ir a montar a su dragón, Āksio.
Su hermoso dragón. Aveces le recordaba mucho a Balerion, la montura de su padre, pero eran muy diferentes en cuanto personalidades. Āeksio era tan temperamental como ella, aveces parecía que era más su otra mitad que el propio Maegor, con él cual había compartido vientre.
Su montura tenía dos esmeraldas como ojos, llenas de malicia, aveces su madre le decía que apesar de los distintos tonos en los ojos, ambos poseian la misma mirada, a esto Valaena sonrio orgullosa sin importarle que en vez de un cumplido era mas bien una preocupación de su madre, Valaena amaba demasiado a Āeksio por lo que en su honor usaba joyas del mismo tono de los ojos de su dragón y bordados en sus vestidos de él.
Para cuando llegó a su cueva sonrió al solo verlo, Āeksio se acercó apenas y la vió y la empujó ligeramente.
—¿Me has extrañado, eh? —dijo melosamente mientras le acariciaba el hocico, su frío corazón se calentaba al estar en la sola presencia de su montura. Āeksio soltó un chillido que ella interpretaba como un « Si, te extrañe con la vida » y sonrió para después subirse en la silla. No necesito decir nada para que emprendieron en vuelo.
Como amaba el aire limpio corriera por su rostro y agitara su cabello, pero no tanto como a Āeksio, ¡Dioses! Nada se comparaba a él y el amor que sentía. En vez de uno parecía que dos dragones bailaban en el cielo, ciertamente si eran dos, solo que ella estaba atrapada en su forma humana y Āeksio en su forma celestial.
Pasaron horas en el cielo pero para ambos apenas y fue un suspiro, con tristeza Valaena le pidió que bajaran y él con un chillido de decepción lo hizo.
Los guardianes ya los estaban esperando con unas cuantas ovejas junto con ellos, esa era la rutina que apesar de que su madre lo veía como malcrianza a su dragón ella lo veía como un consuelo para él, repondrá su corazón roto por la separación con llenarle el estómago de comida.
—Nos veremos mañana, mi vida— le beso el hocico y Āeksio apesar de su tristeza le dio un empujón antes de girarse y cazar las ovejas.
Valaena junto con los guardianes se apartaron y dejaron que Āeksio jugará con su comida para después devorarla.
Ella sonrió, ¡Qué juguetón era su vida!
Aegon había observado a su hija surcar los cielos todo el tiempo. Se había perdido el primer vuelo de su hija por estar en su fuerte.
Eso y entre otras cosas.
Pensó que tal vez ella no le daría importancia. Pensó que no se perdía casi nada.
Supuso que la conocía.
« No, no la conozco para nada » se dijo así mismo.
En la cena le había quedado claro, nunca pensó que su hija fuera capaz de alzarle la voz, y ciertamente tampoco capaz de amenazarlo.
Casi soltó la carcajada.
¡Su hija lo había amenazado, haciéndolo temblar! ¡A él! El señor dragón que conquisto seis de los siete reinos con fuego y sangre.
Dioses, y pensó que ella sería demasiado blanda para enfrentarse a la vida sin él.
Se le apretó el corazón.
Su hija era más que capaz de vivir una vida sin él y su protección, pero era él el que no podía estar una vida sin ella. Lo supo desde que la tuvo en sus brazos, tal vez una cura para su corazón roto por Rhaenys.
Valaena era su todo, un ser celestial que llego a su vida como su hija.
Y casi la perdía también, todo por algo tan vanal como lo era una alianza.
Nada en el reino valía ni una sola parte de su hija.
Suspiro y se dirigió a la entrada, esperando la llegada de su hija. Cuando finalmente la vió no puedo evitar sonreír al ver su aspecto.
Todo su cabello platinado estaba hecho un desastre y tenía polvo en su blanca piel, pero tenía las mejillas sonrojadas y una sonrisa de oreja a oreja. Cuando ella lo vió solo se ensancho su sonrisa y apuro el paso para darle un abrazo y beso en la mejilla.
—¿Dormiste bien, padre? — preguntó, como si nada de la noche anterior hubiera pasado, él lo dejó pasar, tampoco quería hablar de ello.
—Descanse, que es lo más que puedo pedir últimadamente.
Valaena asintió.
—Pero el señor quería ser rey —le dijo con diversión, Aegon solo la empujó levemente.
—¿Te parecería bien volar juntos mañana al amanecer? —le preguntó el en cambio.
Valaena sonrió mostrando los dientes.
—¡Por su puesto que me encantaría!
Aegon no era el unico que veía a Valaena.
Maegor lo hacia, más amenudo de lo que debería.
Si, había sido gracioso la escena de ayer, pero una vez que todos se fueron las palabras se acentaron en su mente.
Valaena y Aenys se casarian.
El destruyó todo en su habitación.
Apretó la mandíbula mientras veía a su padre abrazar a Valaena, no por envidia a la relación de padre e hija, él sabía que Valaena estaba por encima de todo, así debía ser.
Él estaba enojado, su padre le había quitado a su otra mitad para dársela a su hermano mayor... ¡Le entrego su alma a Aenys!
Maegor estaba acostumbrado a que Aegon lo pasara por alto pero nunca pensó que su padre e incluso su madre se dejaran caer por la escena de manipulación que Valaena les montó en la cena.
¡Y ellos habían conquistado el continente! Que patéticos eran.
No conocían a su hermana en lo absoluto, ni ellos ni Aenys, por eso mismo solo él era digno de unir su vida una vez más con la de Valaena.
—Ese coraje te podría hacer daño—murmuró Nysha a su lado, ambos observando a Valaena y Aegon hablando y riendo—, y con el tiempo a otros.
Maegor gruñó.
—¿No se supone que amas a Valaena?—preguntó en cambio. Él sabía la relación que su hermana y ella tenían—. ¿No sientes coraje por el futuro?
Nysha sonrió.
—Aenys y tú podrán tener el cuerpo de Valaena—murmuró con veneno aún sabiendo el carácter de Maegor—, pero nunca tendrán su corazón.
Maegor soltó una carcajada.
—¿Tú eres estúpida?— le dijo de vuelta, igual e incluso con más veneno—. ¿Crees que Valaena tiene un corazón con el que pueda amar a alguien más?
Fue el turno de Nysha en gruñir.
—Por su puesto que lo tiene y lo sabes muy bien, pero te duele saber que jamás en su vida te pertenecerá, no del todo. En cambio el tuyo...—le sonrió acercándose a su rostro y posando una mano en su pecho justo encima de su corazón—, el tuyo siempre será de ella aún cuando ella no hizo nada por quererlo.
Maegor le aparto la mano de su pecho y tomo su rostro entre su mano, apretandolo.
—Estúpida bruja, olvidas con quien hablas.
Nysha se rió en su cara.
—Con él estúpido hermano de mi princesa.
Ambos sintieron un escalofrío en la piel, una ventisca fría los azotó, se giraron em la dirección de Valaena que ya los estaba observando con mirada gélida.
Tal vez observó solo a Maegor, este apretó la mandíbula y soltó a Nysha bruscamente, esta se volvió a reír.
Ambos volvieron a mirar en la dirección de Valaena pero esta volvió su atención en su padre.
Iba a tener problemas.
El día había empezado de maravilla pero como era de costumbre Maegor había arruinado su buen humor.
Ya podía ver las marcas de sus dedos en la piel de Nysha, eso la hizo sentir que explotaría en cualquier momento. Se despidió de su padre prometiendole que lo vería en la cena.
Fue en busca de Maegor pues el bastardo parecía que se estaba escondiendo de ella tan pronto como supo que tendría problemas. No tardo mucho en encontrarlo, para su disgusto estaba con Aenys y rodeados de gente.
« Idiota si cree que eso me detendrá » pensó.
Se acercó y no tardo mucho en darle una cachetada.
Aenys como los que los rodeaban se quedaron congelados.
—¡Te he dicho que a Nysha no la tocas!— le gritó, Maegor se tocaba su mejilla con impresión, no esperaba que le dolería tanto.
—Valaena...—susurró Aenys soprendido.
Ella gruñó.
—¡¿Te lo he dicho, verdad?!— le volvió a gritar.
—¡¿Y por que debería importarme?! Ella solo es una escl—lo volvió a golpear, esta vez con puño cerrado y en la nariz.
Algo se había roto, Aenys no sabia si fue la mano de Valaena o la nariz de Maegor, ciertamente no le interesaba, no tanto, se estaba poniendo nervioso pues todos estaban murmurando observando aún sin entender que decían sus hermanos.
Valaena volteó a verlo, notando sus nervios y observó a la gente que murmuraba y los veía curiosos.
—¡Largo!—les grito a todos, estos brincaron por el tono que uso, parecía el rugido de un dragón por lo que instintivamente se fueron rápidamente.
—Tú vuelves a intentar decir incluso a pensar esa palabra sobre Nysha y te corto la lengua—lo amenazó.
—¿Encerio la estas defendiendo? ¡¿A esa sucia bruja?!
Le volvió a pegar, esta vez con una patada en su estómago haciéndolo doblarse de dolor.
—¡No tendría que hacerlo si cerraras la boca por una vez en tu miserable existencia!
Maegor se rió secamente y observó a Aenys.
—Oh, pobre hermano, mira con la bestia con la que te casaras, no es tan bonita y encantadora cuando se pone así ¿verdad?
A Valaena le tembló el ojo, empezó a ver rojo, alzó su pierna para pisarle la cara a Maegor pero este sostuvo su talón y la jalo haciéndola caer, Maegor aprovecho y se cernio sobre ella tomándola del cuello.
—Maegor...—se acercó Aenys tratando de quitarlo de encima de Valaena pero este lo empujó haciendo que Aenys tropezar y caer.
Valaena había tenido suficiente, le enterró las uñas en el brazo haciendo que este sisear del dolor pero no la soltó, a Valaena le estaba empezando a faltar el aire, aprovechando la cercanía del rostro de Maegor sobre el suyo lo besó.
Maegor quedo sorprendido pero cedió rápido y empezó a mover sus labios sobre los de ella, sintiendo que tocaba el cielo en los labios de su gemela.
Valaena sonrió durante el besó antes de tomar el labio inferior de Maegor entre sus dientes y moder.
Maegor siseo y se alejó, Valaena lo empujó y se paro del suelo.
—¡Vuelves a hacer eso y te mataré, imbécil!
Se acercó a Aenys pero este tenía la mirada perdida mientras posaba su vista de ella a Maegor.
Maegor apesar del dolor y la sangre en su rostro sonrió triunfante, en vez de limpiarse la sangre con la manga de su camisa lo hizo con su lengua, saborenado el sabor a hierro, saboreando el besó de Valaena.
Valaena lo ignoró, tomó la mano de Aenys y se alejaron de Maegor.
Valaena se iba a casar con él.
Pero ella había besado a Maegor y justo en su cara.
No sabía por quién estar enojado.
¿Por Valaena? Quien fue la que empezó el beso aún cuando fue para sacarse de encima a Maegor.
¿Tal vez por Maegor? Quien fue el que la orillo a hacerlo. Quien a pesar de los golpes que Valaena le había dado había aceptado gustoso ese beso a pesar de saber como terminaría.
¿O por el mismo? Que no había podido defender a Valaena como se esperaba de un hermano y futuro esposo.
Era más fácil odiarse a si mismo que a otros.
—Lo siento...
Valaena frunció el ceño y mirntras acariciaba sus mejillas. Habían llegado a la habitación de Aenys hace tiempo solo que se habían quedado en silencio durante un rato.
—No, mi cielo. No me pidas disculpas por algo que no tiene nada que ver contigo.
Aenys se aparto de su tacto y se acercó al fuego de la chimenea, sentándose en la fría piedra.
—Nunca podré defenderte, no tengo la fuerza ni el carácter, no como Maegor e incluso no como tú.
Valaena se acercó y se sentó detrás de él, rodeo sus piernas alrededor de él y apoyo su rostro en la espalda de Aenys.
—No quiero nada de eso, solo a ti.
Aenys respiró temblorosamente y se recostó en el pecho de su hermana, Valaena se inclinó hacia atrás con ayuda de una mano la apoyo en su la piedra del sielo para que su hermano estuviera más cómodo.
Aenys observó a Valaena que veía el fuego.
Era hermosa, sin duda alguna. En la capital habían varias doncellas y damas, muy guapas, cada una tenía lo suyo, pero ninguna como su Valaena, ella era un ser celestial en todo sentido de la palabra.
Valaena posó su mirada en la de Aenys y le sonrió, a Aenys se le olvidó y dejó de existir todo.
—¿Me amas, sol de mi vida?
Valaena lo miró con tanta intensidad que lo empezó a poner nerviso mientras que con su mano derecha empezaba a acariciarle el rostro.
—Aenys...—murmuró su nombre de una manera que hizo que todo su cuerpo empezara a sentir escalofríos—, mi cielo—Valena empezó a acariciar su mandíbula y cuello con las puntas de sus dedos, su tacto era tan ligero como intenso–, mi amor—Aenys se puso tenso mientras cerraba los ojos y se inclinaba a su toque—, por su puesto que te amo.
Valaena dejo sus caricias a su rostro y cuello y empezó con sus labios. Aenys abrió los ojos y observó como Valaena se mordía sus propios labios mientras que, con su mirada amatista veía con deseo sus labios.
—¿Tú me amas, mi cielo?—le murmuró, sin dejarle de acariciar sus labios.
Aanys no tardo en responder.
—Con todo mi ser—murmuró, su voz salio ronca, lo que hizo que a Valaena le fallara los pensamientos. Aenys alzó su mano, le acaricio el rostro y cuello, tal como lo había hecho ella con él—. Cada día que despierto, cada respiración, cada latido de mi corazón, todo es por tí.
Valaena sintió su estómago raro, como su respiración se volvía más pesada, como su corazón latía rápido y fuertemente.
Dejo de acariciarle los labios y tomó su rostro con su mano libre, inclinó su cabeza y sin poder resistirse más, lo besó.
Aenys se sorprendió, debió alejarse pero no pudo, no quería.
En cambio, apesar de que el beso que Valaena le ofrecía era tierno, él quería más, él quería todo de ella, así que profundizó el beso esta vez fue Valaena la que se sorprendió pero igualo la intensidad que Aenys había interpuesto en el beso. Separó sus labios, dejando que ambas lenguas chocarán entre sí para que junto a sus labios empezarán un beso aún más profundo. Valaena inclinaba más su rostro y cuerpo a Aenys que empezaba a sentir calor por todo su cuerpo, abandono los labios de Valaena para empezar a besar su cuello, ella soltó un suspiro tembloroso mientras inclinaba su rostro a un lado para darle más libertad a su cuello.
Aenys sonreía contra el cuello de Valaena cada que esta soltaba un suspiro pero cuando los suspiros temblorosos se convirtieron en gemidos supo que estaba perdido. Valaena volvió a tomar su rostro para volver a besarlo, con más intensidad si eso era posible, antes esto Aenys perdió el control, se aparto de ella y se sentó por completo, ahora estando frente a ella, la observó, su rostro sonrojado, labios inchados y respiración agitada.
Sonrió y la tomó por la cintura, levantándola para sentarla sobre su regazo. Valaena enrollo sus piernas alrededor de la cadera de Aenys, provocando que uno sintiera el calor del otro.
Aenys fue el que empezó el beso esta vez, sus lenguas y labios luchaban entre sí, aveces chocaban dientes debido a la intensidad del besó. Él volvió a atacar su cuello y hombros mientras que ella gemia y movía sus caderas encima de él, en un movimiento Aenys gimió profundamente, se convirtió rápidamente en el sonido favorito de Valaena y se empeño en sacarle más.
—Valaena...—gimió contra su cuello—, detente.
No lo hizo.
Todo lo contrario. Sus movimientos se volvieron lentos pero profundos, aún cuando era una tortura para ella encontró un profundo placer en ese ritmo.
Aenys volvió a atacar sus labios, Valaena se tragaba sus gemidos y Aenys los de ella.
—Aenys...—gimió Valaena.
Él no pudo más y con un rápido movimiento la acostó sobre la piedra, quedando sobre ella, Valaena por su parte no deshizo el agarre de sus piernas sobre la cadera de Aenys, usando la fuerza de sus piernas lo atrajo más hacía ella, Aenys se empezó a mover, creando más fricción entre sus sexos.
Se deseaban pero no podían cruzar esa línea, todavía no. No por eso significaba que no podían disfrutarse el uno con el otro.
Valaena en un movimiento, giró a Aenys ahora quedando ella encima de él. Él le sonrió mientras le acariciaba los muslos, ella puso ambos manos en su torso mientras empezaba a moverse, buscando su placer y el de él, mientras lo buscaba no pudo dejar de ver a Aenys que se arqueaba y le apretaba su cintura, a Valaena le encanta la manera en que su cuello se arqueba dejando ver el pequeño bulto en su cuello, sus movimientos se hicieron más rápidos sintiendo ya el tirón en su estómago.
—Aenys...
Eso lo avivó, le tomó el rostro y la volvió a besar, Valaena se trago hasta el último gemido de Aenys, que fue el más grande y ruidoso de todos. Para cuando ambos terminaron, tenían la respiración agitada, Valaena se dejó caer sobre el pecho de Aenys y empezó a reírse.
—Eres tan hermoso—le dijo sobre su pecho, sabía que estaría sonrojado—. Te veías celestial.
Aenys la apretó: —Que mentirosa.
—No miento—se ofendió falsamente, apoyo su mentón en su pecho y lo observó—. Eres hermoso, no por nada esa perra te quería para ella.
Aenys sabía a quien se refería y solo se rió.
—Tal vez solo quería la corona y no a mí.
—Eso no se cierto—le murmuró—. Eres lo que todas quisieran tener como esposo, no solo por la corona, eres atractivo, amable, un jinete de dragón, pero Aenys, si te dije que te veías celestial fue por que era verdad.
Aenys la miro finalmente, quería saber más, Valaena sonrió por eso, tal vez se saldría otra vez con la suya. Se volvió a sentar en su regazo, dejando otra vez a Aenys debajo de ella, a su completa merced.
—Tus labios—los acarició e hizo presión para que Aenys los lamiera, una vez que lo hizo se los llevó a la boca, lamiendolos también—, no podía dejar de verlos, queriendo que me besaras todo el cuerpo con ellos.
Se movió ligeramente y Aenys suspiro.
—Y esos suspiros—volvió a moverse para que volviera a suspirar—, esos suspiros hacían que mi piel se calentara.
Valaena se inclinó y beso su cuello.
—Y este cuello—lo besó y lamio—, solo lo quería moder y apretar mientras te montaba.
Aenys se sorprendió por eso, se estaba volviendo a poner duro debajo de ella y por eso ella continuó.
—Y tú cabello—acaricio los rizos de Aenys, tan suaves y largos —, quería jalarlo, enroscar mis dedos en el imaginándome lo bien que se vería este lindo cabello si tu cabeza estuviera entre mis piernas.
Esto ultimo provocó que Aenys soltara un gemido.
—¿Ahora me crees? —le preguntó—. Si no fueras celestial no me hubiera imaginado y deseado que todo lo que te dije fuera una realidad.
—¿Y por qué no?—preguntó Aenys, él estaba dispuesto a hacerlo y ciertamente ella igual, pero si no se detenían ahora no podrían parar y acabaría mal.
Valaena tomó su rostro, sus respiraciones mezclándose: —Sí seran una realidad, pero no ahora.
—¿Por qué?
—Solo quiero que me beses—le murmuró sobre sus labios—. Besame hasta que me harté.
Y lo hizo.
Había pasado unas cuantas horas con Aenys encerrada en su habitación, poniéndose al corriente, besándose y tocandose uno al otro. Para cuando tuvieron que despedirse del otro Valaena se dirigió a su habitación, necesitaba un baño con agua fría para bajar un poco la temperatura de su cuerpo, en la habitación se encontró com Nyshaz que parecía aburrida por la espera.
Nysha la vió llegar y se acercó, queriéndola besarla pero Valaena la esquivó, apenada.
La pelinegra frunció el ceño.
—¿Qué pasa?
—No es nada, corazón—le tomó las manos y las acaricio, frunció el ceño meintas veía las ligeras marcas en sus mejillas—, solo que... siento lo de Maegor, le he dicho que no se metiera contigo innumerables veces...
—No te preocupes—la calmó, sabiendo en parte que eso no era la razón por la que le negó el beso—. Aveces tengo la culpa de esos arrebatos.
—Aún así no tiene derecho...
—Ya, Valaena, déjalo pasar—le sonrió—. Mejor cuéntame ¿qué hiciste para mandar a Maegor con el maestre?
Valaena sonrio y la guió para sentarse en el balcón.
—No pude soportar que te pusiers las manos encima y apenas me despedí de padre fui a buscarlo—empezó a contarle, aunque sonaba divertida había tensión en su voz—, lo encontré en el patio, rodeado de gente y con Aenys, el estúpido pensó que eso me iba a detener en hacerle una escena pero es eso, un estúpido, apenas lo vi y le di una cachetada, pero corazón—se quejó—, mi hermano no sabe callarse y se ganó un golpe en la nariz, creo que por eso su presencia con el maestre.
Nysha se rió y Valaena se unió en la risa.
—¿Qué más?
Valaena rodó los ojos: —Seguía sin callarse y le dio una patada en el estómago, el pobre cayó al suelo del dolor—trono los labios—, ahí empezaron los problemas, el idiota me dijo algo a Aenys y me enojo, le iba a patear la cara pero me tomó el tobillo y me hizo caer también.
« Maldito perro » pensó.
—Se subió encima mío y pues, fue Maegor siendo Maegor—dijo con desdén, no era la primera vez que había pasado algo como eso—, lo tuve que besar y moder para que me soltara.
—¿Y Aenys?
—Mi pobre hermano estaba enojado por que no me lo pudo quitar de encima y por el beso—suspiró pesadamente—, lo tuve que llevar a su habitación...
—¿Sí?
Valaena asintió, nunca le mentiria, no a ella. Le contó lo que pasó, dejando pasar uno que otro detalle, no por vergüenza ni por que a Nysha le importara, se guardaría unas cosas para ella.
Nysha asintió, no era celosa, no con hombres, sería malo si fuera con otra mujer, ahí si le armaría una gran escena.
—Aenys me cae mejor que Maegor.
—A mí también—le dijo sinceramente—. Y eso que Maegor es mi gemelo, supongo que es la parte mala de la que yo no tengo mucha.
—Y el carece de tu parte buena.
—Supongo que así funcionan los gemelos.
Nysha se levantó y alejó, Valaena empezó a escuchar como daba órdenes a las criadas para que empezarán a llenar la tina mientras ella misma empezaba a buscar las cosas para el baño. Para cuando las dejaron una vez más solas Nysha empezó a desvestirla.
Valaena la observó: —Toma este baño conmigo.
Nysha detuvo sus movimientos y la miró un momento para después asentir, fue turno de Valaena para empezarla a desvestirla, para cuando ambas estuvieron desnudas se sumergieron en la gran tina, con Nysha apoyando su espalda en el pecho de Valaena, que paseaba sus dedos sobre el pecho de Nysha.
—Te amo.
La pelinegra sonrió. Amaba que le dijera esas palabras de la nada.
—Te amo, mi corazón de fuego.
Muy buenos días, tardes, noches, gente bella 😙.
❪ mi cara todo el tiempo mientras escribía el cap, se me salió de las manos ❫
R
esumen del capítulo.
✨️ Valaena y su haren ✨️
No se quien quiero ser, si Valaena para estar con esos tres o unos de esos tres para estar con Valaena 🫠.
Al principio no tenía planeado que nada de lo que pasó paaara pero también al principio no tenía planeado nada, así que supongo que gane al terminar el cap en un día ( unas horas más bien )😉.
Vamos avanzando 💪.
Les voy a ser sincera, se me olvido las edades de Aenys, Maegor y Valaena en este fic, y no las anote así que supongamos que Valaena (también Maegor) anda de unos 15-16 años y Aenys 18-19.
( creo que así iban )
Y si, aquí Valaena odia a muerte a Alyssa.
En otras cosas, específicamente en
Aenys × Valaena, les voy a hacer sincera, estaba gritando como loca por esas interacciones y era yo la que las estaba escribiendo, y eso que no copularon de verdad, solo se fajearon 💋.
Y sobre la relcion de esos dos tengo unas cosas que decir:
NO TE ENTIENDO VALAENA, NADA DE NADITA.
COMO VAS A JUGAR CON ESE PAN DE DIOS PARA IRTE A JUGAR CON EL ANTICRISTO DE TU GEMELO.
simple no te entiendo 😔.
❪ yo cada que me acuerdo lo que haré con esos dos ❫
Y sobre el anticristo de Maegor, si hubiera una canción que le quedara a ellos dos seria Ultraviolence de Lana del Rey.
Literalmente:
" me pego y se sintió como amor verdadero "
Maegor vv, checa ese ceremonia tuyo que de tanto golpe que te dio tu hermana se te jodio.
❪ nysha y yo cada que vemos que maegor se deja pegar por valaena por placer ❫
Medicate vv.
OJO: cada que se use la cursiva es que habland en valyrio.
En fin, ¡no se olviden de votar y comentar!
Besos.
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