Mew permanece callado, se piensa la propuesta por demasiado tiempo cuando la primera vez que despertó en este cuerpo, no se lo hubiera pensado dos veces y en las noches soñaba con ser convertido en vampiro. Pero ahora todo es diferente, es como si la divinidad le hubiera hecho pasar todo esto como una lección para saber qué se siente ser humano y lo bonito de ellos. Ya no tiene palabras al respecto, solo quiere seguir viviendo esta infinita belleza hasta el final: cuando le crezcan canas y sienta su cuerpo no responder a los mandatos del cerebro. Quiere vivirlo todo.

—Yo no creo ser merecedor de ese puesto, hermano, pero conozco de alguien que sí podría. — Mira gentil a Fluke. Fluke mira atrás suyo para ver si su líder busca a alguien más, pero no hay nadie, entonces vuelve a mirar a Mew.
No capta el mensaje.

—Espera, Drac, ¡¿yo?! — Fluke exclama.

Mew asiente paciente y bondadoso. —Pero yo no... Yo... Drac. — Vuelve a lloriquear como bebito, sus pupilas dilatandose hasta acaparar toda la retina blanca con lágrimas al borde. —¡No quiero que nos abandones! ¿Cómo nos valdremos nosotros mismos? Gemini y yo somos dos, pero nuestros cerebros no funcionan mejor.

—Oigan, oigan, ¿desde cuándo no pueden cuidarse solos? Se han cuidado de mi hermano mayor que es una bestia, sin ofender, Max. — Se toma una pequeña pausa para mirar al hermano mayor.

—Perdonado.

—Ustedes dos son lo mejor que puede existir en este mundo y lo mejor que cualquiera podría tener, no lo duden. Pueden cuidar a la civilización humana mejor que nosotros.

Los vampiros se miran entonces sonríen.

—Para ser Drácula deberemos darle de nuestra sangre a Fluke con ayuda del mago Chanon en un ritual.

—Avísame cuándo lo haremos y ahí estaré. — Anuncia Max, sonriente. Los chicos todos abrazan a Mew pese los quejidos de este.

—Chicos, mis brazos... — Les recuerda, pero suspira rendido al verlos permanecer en el abrazo. Recuesta la cabeza para mirar arriba al arbusto del árbol e incluso más allá.

A los tres días, Mew aceptó ir a la fiesta con ambos brazos enyesados, ropa cotidiana puesta. Su progenitora lo dejó frente la casa no sin antes añadir una advertencia: —¡Ten cuidado, hijo! Pasaré por ti a las doce.

—Dale mamá, no te preocupes. — Sonríe Mew asintiendo en su dirección conforme se aleja a la fiesta que desde ya el patio brilla en luces neones púrpura.

Las personas bailan. Todas centradas en su propio mundo sin notar al chico. Quiénes único lo notan son Los Mean Boys, Bible y Nanon teniendo a sus compañeros amorosos a sus laterales (Nico y Euro) e incluso estos también saludan al chico. Mew les sonríe, pero sigue caminando. Buscando a por ese rubio que desde el día uno captó su atención.

Unos pequeños toquecitos de dedos le son hechos en un hombro y Mew voltea. Inmediatamente sonríe viendo a Gulf sonriente. Ese tierno chico viste una chaqueta blanca de hombreras azules, mahones hasta los tobillos, tenis y una camiseta. Juega con sus dedos nervioso.

•¿Aún • No • Te • Gustó? •

Mew reduce su sonrisa a una labial. Completamente paciente. Mirándolo con un amor de décadas porque, literalmente, lo ha amado desde épocas atrás.

—Gulf. — Tiernamente llama. Entonces, por más heridos que sus brazos estén, indica:

•Te Amo•

En una sola mano.

Gulf se sonroja tanto que entre sus miradas imaginan a todas las demás personas pasar en cámara lenta en lugar de cómo se supone. Todos van y vienen hasta que estos dos se arrastran mutuamente hacia sí. Mew baja un poco su cabeza. Ambos cierran los ojos expectantes y aún con sus narices rozando, Mew deposita un beso en su mejilla izquierda, robándole una pequeña risa. Él mismo ríe bajito.
Retomando lo serio, se dirige a los labios que lo esperan y un beso sellan. Todo suave, lento. Mew no espera a más y deposita un segundo, robándole la respiración al moreno quién gustoso responde.

Mew ladea la cabeza y Gulf entra la lengua. Domina los besos, sujetando las mejillas del más alto. Hasta distanciarse para respirar. Ambos sonriendo sin abrir los ojos ni despegarse del uno al otro.

—Haría más que besarte, — Ronronea Mew. —pero me temo que no puedo ahora mismo. — Abre los ojos durante la promesa.

Gulf niega, feliz. Seguro de que habrá más tiempo para eso.

Conforme los días pasaron, Mew comenzó a olvidar que alguna vez fue el rey vampiro y olvidó los grandes amigos del pasado así también a sus fieles sirvientes. Ser humano tuvo poder sobre él y ahora solo era la reencarnación del comienzo: Mew. Un chico adolescente sobreviviendo a la escuela.

Ahora, recuperado de los brazos y en un día en el que su madre trabaja, Mew está en su cama junto a Gulf. Practicando esa necesidad humana de besar.

Mew lo acuesta en la cama consigo encima. El chico apoya ambas pies en la cama para alzar su parte inferior y frotarse con él. Desesperado por tener lo suyo mas no teniendo miedo a mostrarlo, la actitud de un chico que sabe perfectamente lo que quiere. Relame sus dientes superiores en una sonrisa mirando caliente a Mew.

Mew sonríe. —Alguien está siendo travieso. — Recalca. Gulf desploma la parte inferior entre risas y Mew se desviste.

Gulf escanea bien ese cuerpo. Gustandole lo que ve. Sonríe ladino. También se sienta para quitarse su camisa. Tras hacerlo peina para atrás su cabello rubio.

Al pelinegro le gusta lo que ve, es hermoso. Lo vuelve a acostar en la cama trazando besos por todo su cuerpo. El chico le baja los pantalones junto los bóxers suavemente hasta dejarlo sin nada.

Suavemente cierra la intimidad en un puño para bombearlo sin perder de vista al chico rubio. Gulf gime, no del todo bajo el efecto afrodisíaco de la naturaleza, pero sí sintiendo una quemazón en el estómago exquisita. No duele, más bien se siente rica.

Mew entra la cabeza entre sus piernas para dar una lamida. Todo sin dejar de masturbar.

—Ah.— Gime un poco más alto mirando sobre el pecho la erótica escena de su novio. Este, sin quitarle la mirada, le hace una falacia. Ojos bajo cejas ligeramente fruncidas no en enojo ni confusión, pero seducción. Lo engaña tirando la cabeza para atrás como si fuese a parar, pero relame la cabeza del pene en círculos y vuelve a succionarlo.

Gulf estira ambas manos para cerrar hebras de cabello en ellas y apretar.

A la hora de hacerlo, Mew tiene cuidado.

Escucha los gemidos del moreno cerca sus oídos y sabe que está a gusto. Le dejan saber que está bien.

A Gulf le gusta lo que siente. La atención que Mew le dedica.

—¿Estás bien? ¿Cómo te sientes?

Gulf, fija los ojos en él, vagamente. Alza un poco la cabeza dejándole saber que quiere ser besado y Mew le cumple el deseo.

El rubio sonríe mediante los besos, hasta dejar caer una lágrima de felicidad.

Ya no les espera una vida de tragedia, todo lo contrario, les espera una vida llena de alegrías y oportunidades.

FIN

*N/A: 😭KUWAAAA ¿Qué les pareció? Es una historia cortita, pero espero que les haya gustado💖 Mew ahora puede disfruta de una vida humana junto a su cazador🌸 Fluke vendría siendo el nuevo Drácula para el mundo vampírico ayyy. Siendo sincera, no me siento confiada con la escena del smut pq admito que la historia es tan y tan cute, llena de trama que no pensé en lo sexual. ¿Nos leemos en otra novelita? Como siempre y tal vez ya se cansen de esto, pero no puedo evitar agradecerles una tras otra por darme la oportunidad. No se imaginan cuánto significa para mí y cuanta felicidad me da leer sus comentarios. Cuídense muchito, lxs quiero! 💖💖