4
Max grazna mostrando sus colmillos al detalle. Mew permanece estático mirando a su hermano mayor con miedo, puede escuchar el palpitar de su corazón en sus oídos.
Chanon explota una granada de humo como ayuda a Mew. Una horda de humo blanco que empieza pequeña se esparce sobre ellos como nubes enormes hasta que el mismo Drácula se cubre los ojos con el antebrazo, la fabricación siéndole irritante a los ojos. Mew saca provecho de la ayuda al patear al vampiro de costado enviándolo directo al suelo donde cae boca abajo.
Se levanta él y corre fuera de la carpa junto a Chanon. —Gracias, amigo. — Agradece a todo pulmón para ser escuchado.
—A la orden, ¡solo no dejes de correr!
Mew sonríe al saber que Chanon le sigue la corriente justo como antes. Cuando eran amigos.
Siguiente día,
Viernes
Luego de la escuela, todos han ido a lugares seleccionados para hacer sus tareas, Gulf y Mew quedaron en ir a la casa del rubio quién ahora se encuentra en cortos color crema, una camiseta rosa pastel, sus pies cuelgan del mástil bajo el catre. Apoya la libreta sobre los muslos. Mew está sentado a su lado usando mahones, sandalias y una camiseta negra leyendo la historia del legendario Narciso en el móvil. No puede ni creer esta historia, es algo exagerada, morbosa, en cierta manera absurda.
—No me gusta esta historia. ¿Cómo puede alguien amarse tanto y no sentirse solo?
Gulf alza la mirada con una sonrisa expectante. Parpadea varias veces antes de volver a sacar su libreta de comunicación. Escribe algo ahí luego lo enseña frente su pecho.
—Agsí es como es. — Dice con pronunciaciones erróneas.
—Mm. Supongo que sí. ¿Qué vas a escribir?
—El’gh comienzo. — Baja la libretita bajo la mirada compasiva de Mew.
—No tienes que esforzarte en hablar por mí. — Consuela el antiguo Drácula dándole una oportunidad ahora que sabe la verdad. El rubio vuelve a mirarlo expectante. —Quiero aprender a hablar lenguaje de señas. — Mew gira por completo hacia él adaptando una pose taína.
—¿Pol qué? — Se toca el cuello un poco, incómodo, pero intenta pronunciar lo mejor posible. Fue hace recién que le compraron los implantes desde entonces está intentando aprender rápido a pronunciar las palabras.
—Me gustaría poder hablar contigo sea como sea, siempre que estés cómodo y no debas ejercer mucho trabajo, Gulf. — Simpatiza Drácula en una sonrisa labial. —De hoy en adelante estudiaré. ¡Practicaré luego contigo! ¡¿Sí?!
A Gulf le brillan los ojos y asiente pares de veces moviendo un puñito de arriba a abajo a la derecha.
Mew ríe observando ese puñito luego a él. Le parece asombrosamente tierno, ¿podía existir alguien así de tierno? El chico vuelve a dedicarse a la libreta comenzando a escribir. Se le acerca a Mew para dejarle ver lo que escribe. El pelinegro coloca un brazo tras ese rubio humilde, ejerce fuerza en el catre, entonces se acerca para mirar los escritos. Incluso su caligrafía parece ensueño, su letra cruza los límites del cursivo junto a lo normal, enlazando ambos estilos. Siempre ha escrito así incluso en la vida pasada.
—Un... — Va murmurando Gulf mientras escribe.
Mew, por casualidad, ve una mosca caminar sobre el catre hacia su mano. Entonces, en un intento de aplastar la mosca cuando abofetea, su cuerpo tumba a Gulf en la cama y Mew cae encima suyo. Aquella libreta con apuntes corre las páginas durante su caída. Los dos chicos se miran entre sí. Ambos sorprendidos. Están demasiado cerca. Justo como se conocieron en esta vida. El rubio vuelve a tener un rostro un poco asustado, pero llevadero.
Mew está espantado..., pero también luce llevadero.
—L--Lo siento, había un mosquito. Creo que lo atrapé, ¿ves? — Ríe nervioso Mew al enderezar su cuerpo. —Ay no, te enseñe algo asqueroso, — Sopla su mano para volar esos trocitos de mosca. —¡ya! — Recoge la libreta.
Gulf endereza su espalda, pensativo. No lo ha dejado de mirar desde entonces.
Toma las mejillas de Mew volteando ese rostro hacia él. Callado, pero teniendo los labios magullados en una delgada línea y los mofletes abultados con ojitos entrecerrados. Parece un espía ahora. ¿Cuál será su misión?
—¿Q--Qué? — Mew pregunta con los labios abultados.
—¿Te — Tiembla un poco la voz. —gusto?
Mew se le queda viendo al rostro. Analizando ese facial que le resulta tan hermoso, puede quedarse horas, días, noches y jamás se cansará. Pero no tiene en claro sus sentimientos desde luego que retrocede, —N--No, no, en serio. Fue por una mosca. Eres guapo, pero no me gustas, Gulf.
Gulf se decepciona un poco, sin embargo, solo preguntó para asegurarse de modo que toma la contestación bien. Sonríe grato para volver a escribir. Mew suspira aliviado, pues se puso muy nervioso. Demasiado.
Nico, la ilusionista del yaoi, está en una cafetería vistiendo un beanie gris, un traje morado color pastel, zapatillas marrones y medias cortas moradas. Su cabello risado sobre los hombros. Está un poco molesta que su compañero sea Bible, pues mientras ella escribe él mira a las personas. Usa una sudadera gris, mahones, tenis y unas gafas de sol anaranjadas que degradan a negro.
—Yo haré la introducción, pero tú haces la secuencia y el tercer párrafo, luego yo hago el cuarto y quinto. — Bufa llenando con aire sus mofletitos. Mirando únicamente su laptop.
—No hay problema. — Bible se quita los espejuelos. Deposita estos en la mesa. Tiene una paz incapaz de ser removida. Solo mastica el aire varias veces haciendo un sonido chicloso con los labios hasta volver a mirar a la nada. —¿Es eso un pergamino de Pintor Nocturno en tu laptop?
Nico agranda los ojos. Lo mira incapaz de creérselo. —¿Cómo lo sabes? — Acaricia el pergamino toda infantil.
—Me lo leí. También sé que tienes a BJ Alex a la izquierda, a la derecha tienes Belleza Sadistica, todas son buenas novelas.
—¡¿Eres un fundashi (Chico fanático del yaoi)?! — Pregunta Nico emocionada.
—Algo por el estilo. Leo algunos porque sus tramas son interesantes y los dibujos hermosos. No seré homosexual, pero sé apreciar el arte. Espero que no te moleste.
—¡¿Bromeas?! Es lo mejor que he podido escuchar a un chico decir. — Se emociona tanto que chilla inconscientemente. Luego se cubre la boquita mirando a su alrededor por si alguien la vio. Nadie les presta atención. Bible ríe por lo tierna que le parece. —¿Por qué nunca me dijiste en la escuela?
—Rápido dirían que soy gay. Prefiero que tú lo sepas mejor.
—Aww, ¿por qué me gusta ver chicos?
—Porque no tienes amigos.
Ella forma un puchero injusto, pero no desagradada y vuelve a sonreír. —Bien. Tu secreto estará a salvo conmigo, Bible. ¿Sabes? Pensé que eras una persona horrenda por molestar a otras, pero puede que debajo de esa horrible apariencia, haya alguien bueno.
—Eres sincera como una navaja.
Nico guiña un ojo volviendo a su laptop. —Lo sé. — Ríe malvada encorvado su lenguita fuera de la boca sobre los dientes superiores y meneando la cabeza de lado a lado. Bible vuelve a reír.
Mientras cosas buenas suceden en el entorno humano, Max solo piensa en su hermano. Él vive en un castillo negro moderno. No hay vista hacia adentro pues todas las persianas son igualmente negras por más alta que sea la torre.
Se encuentra sentado en el trono mientras la inmortal Rakmuk, anda sentada en el brazo del mueble usando su hombro como soporte. Ella ahora en ropas modernas, pero de negro.
—¿Recuerdas a ese chico rubio al que maldejiste para que en esta vida no tuviera voz? — Recuenta Max.
—Sí lo recuerdo. — Ella endereza la cabeza volteando a verlo atenta, lista para escuchar a su rey.
—Está vivo. Aquí en esta vida. Lo olí en mi hermano.
—¿Lo maldigo?
—No. Estoy bastante seguro que si esos dos están ahí... Entonces también está... — Entre cierra los ojos mirando enfrente.
Lunes
Mew va caminando a la escuela todo feliz. Contento porque el fin de semana se la pasó estudiando lenguaje de señas. Quiere ver a Gulf para enseñarle. Justo llegando a la entrada de la escuela ve al rubio parado a una distancia fenomenal.
Sonríe a punto de llamarlo por su nombre cuando al estar más cerca, nota que está hablando con una chica. Una chica cuyo recuerdo cruza la cabeza del antiguo Dracúla.
Él deja de sonreír.
—¡Mi prometido... Gulf! — Recuerda una horrorizada voz suplicar mientras Mew robaba de su sangre en un bosque sobre magnolias blancas. La chica abría la boca incontables veces, pero a la quinta vez ya no tenía voz. Solo dejó caer lágrimas.
Mew arruga el entrecejo pues esa estudiante pareció ser la prometida del cazador. Ella está aquí.
Él decepciona el rostro un poco. Decayendo toda emoción.
*N/A: ¡Ella está aquí! 😱😱💖 ¿Habrán celitos? 😏😏🤭🤭 Espero les haya gustado este capitulito lleno de ternura y amor~, Qué piensan, ¡¿Se enamorará Gulf de quién una vez fue su prometida o podrá Mew impedirlo?! Nos leemos, cuídense muchito😘*
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top