* • ° ▪︎ 05 ▪︎ ° • *
༄ ⁂ * • "A Message In The Moon"
—Ahg, no entiendo.
Estábamos en la habitación de Sophia, haciendo las tareas de la "escuela". Pero al igual que antes del apocalipsis, matemáticas me complicaba la vida.
—No es tan difícil, Ro. Primero divides aquí, y luego sumas esto—Sophia señaló mi cuaderno.
—¿Sabes que? Me rindo—Me deje caer en el piso, muy dramáticamente, sacandole una risa a Soph y Andrew.
—Hagamos un trato. Yo hago tu tarea de matemáticas, tu haces la mía de lengua.
—¡Hecho!
—¿Es en serio? ¿Y que hay de aprender?—Cuestiono Andrew.
—¿Quieres que te ayude también?—Respondió Sophia.
—¡Oh, si!
—¿Y que paso con el aprendizaje?—Pregunte esta vez yo, con una risa.
—Eso ya no importa.
Los tres reímos, antes de voltear a ver a Carl y Ron, que habían comenzaron a pelear por un ejercicio de matemáticas.
—¿Pueden parar de una vez? Son como perros y gatos—Me queje.
Llevaban toda la semana peleando por cosas ridículas, literalmente, cada vez que se veían discutían.
—Es que...
—¡Carl! Ya basta por favor.
—Esta bien—Agacho su cabeza como perrito regañado.
—Hola, Noah—Salude, avanzando por la comunidad.
—Hola, Ro.
—¿Adonde vas?—Pregunte, al verlo caminar con un vaso de agua en cada mano.
—A hablar con Reg. El fue quien diseño los muros, y ayudó a construirlos, quiero aprender a hacer eso. ¿Y tu? ¿Donde vas?
—A casa de una amiga. Ay, eso suena raro, ¿no?—Pregunte con una risa.
—Un poco, la verdad.
—Ojalá que te vaya bien con eso. Ya quiero verte ayudando a mejorar la comunidad.
Noah me sonrió, y seguí mi camino. Llegué a la casa que estaba buscando y di dos toques en la puerta. Unos segundos después, la puerta se abrió.
—Hola, Enid—Salude, con una sonrisa.
—¿Hola?—Frunció un poco el ceño—¿Necesitas algo?
—En realidad, no. Pero Daryl encontró estos cómics—Se los enseñe—hace unos días, y quería compartirlos con alguien. Y Carl y Soph están ocupados, y ni idea de donde está Andrew. Pensé que te gustaría.
—Eh...
—Solo si quieres, obviamente.
Parecía que la tome un poco por sorpresa, pero lo oculto rápidamente.
—Si, si, pasa.
Me guió a través de la casa, hasta la que supuse era su habitación. Aunque era fría y poco hogareña, como un hotel...como si solo fuera a quedarse por un tiempo.
Se sentó en un pequeño sofá que habia en una esquina, y yo me senté al lado de la cama, en el piso.
—¿Cuál quieres?—Pregunte, tendiendole los cómics.
Leímos toda la tarde, en silencio obviamente, pero fue genial pasar tiempo juntas. Mire por la ventana, viendo como el cielo se tornaba naranja y rosa.
—¡Mierda!—Exclame, poniéndome de pie.
—¿Que pasa?
—Se supone que debo cuidar de Judith. Lo había olvidado.
Comencé a recoger los cómics.
—¿Puedo ir contigo?—Pregunto Enid, muy tranquila.
—¿Eh?
—Es que Judith es muy tierna, me cae mejor que tu.
Oh, ahí esta la Enid que yo conozco.
—Vaya, que dulce eres—Comente, con sarcasmo—Pero si, no creo que papá tenga problema con eso.
Ambas salimos de la casa, encaminandonos a mi hogar. Pero me detuve al ver a todo mi grupo en el porche.
—¿Q-que sucede?—Pregunte, al ver que todos estaban tristes.
—Noah...—Soph se acercó a mi, negando con la cabeza.
—Ay. No, no...
—Y Tara esta en la enfermería.
Comencé a lagrimear. Hoy hablé con Noah, hablamos de sus ideas a futuro, nadie esperaría que ya no estaría con nosotros.
Enid dio un pasito hacia nosotras, y abrió la boca para decir algo pero la cerró de inmediato.
—Yo mejor me voy—Aviso, dándo la vuelta y huyendo.
Sophia me abrazó, y yo correspondi a eso. Recién en ese momento me permiti llorar.
Parece que no todo aquí es perfecto...
Despegue la mirada de la luna cuando escuche la puerta de mi habitación abrirse. Estaba sentada en el marco de la ventana, mirando la luna llena que se veía más hermosa esta noche.
—¿Rose?
—¿Andrew? ¿Que haces aquí?
—Venía a verte, Sophia me contó lo que paso.
—Estoy bien.
—Lo se. Pero puedo apuntar a una amiga, ¿no?—Se sentó a mi lado.
—Creo que si...¿Porque será que la luna brilla más cuando alguien se va?—Pregunte, volviendo a posar mi vista en aquel satélite natural.
—¿Porque lo dices?
—¿No lo has notado? La noche cuando mi mamá murió, la luna brillaba más que nunca. Cuando Beth murió, lo mismo. También cuando murió Hershel.
—Quiza...quiza son ellos, dándote un mensaje. Diciéndote que estarán bien.
—Me gusta...es mejor verlo así.
—¿Llevas mucho tiempo aquí? Hace frio, te enfermaras.
—Solo unos minutos más, por favor.
—Bien...¿quieres hablar de lo que paso?
—No, es solo que...Noah tenia planes, quería ayudar a mejorar la comunidad y ahora no podrá—Mi voz se quebró un poquito, incluso cuando había dejado de llorar hace horas—Y Tara, no sabemos si estará bien. Ya no quiero perder a nadie...
—A nosotros no nos perderás—Dijo Andrew, pasando su brazo por mis hombros.
—Eso no lo sabes.
—No te dejaremos, Ro. Te lo prometo, y se que Sophia lo prometeria también. Igual que Carl...Pero tu también debes prometerlo.
—Esta bien. Lo prometo—Sonreí un poco, dejando caer mi cabeza sobre su hombro.
Incluso los malos días pueden tener los mejores momentos. Y este era uno de esos.
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