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༄ ⁂ * • "Make New Friends"

Mire a través de la ventana. Los muros de aquella comunidad ya se alcanzaban a ver en el horizonte.

Estaba nerviosa, debo admitir que no era buena haciendo amigos. Y dudo mucho que haya mejorado tras años hablando con las mismas diez personas. Volví a mi asiento, junto a Sophia, y apoye mi cabeza en su hombro.

—¿Crees que hayan chicos de nuestra edad?—Pregunto, apoyando su mejilla sobre mi cabeza.

—No lo se...espero que si.

—Yo espero que no. No quiero tener que hacer nuevos amigos.

—Oye, se supone que la antisocial soy yo—Bromee.

—Es que...¿y si les caemos mal? Al menos yo siempre fui la rara de mi escuela.

—Si les caemos mal, se los podemos dar a los caminantes.

—Buena idea—Chocamos los cinco, justo cuando la casa rodante se ponía en marcha otra vez.

—Wooow—Murmure, al tiempo que las puertas de Alexandria se abrían.

Parecía un barrio como los de antes, como su el apocalipsis se hubiera quedado fuera de esas murallas.

Aunque...algunos de los ciudadanos nos miraba raro, como si tuviéramos la peste o algo así. Y bueno, mi papá tampoco es que se viera muy serio, digo, estaba todo sucio, sosteniéndo un arma, y la vez cargando a Judith. La verdad es que deba algo de risa.

—Hola—Salude, entrando a una especie de estudio.

Nos habían dicho que debíamos tener un "entrevista" con la líder, para asegurarse de no se que cosa.

—Hola, pasa—Dijo la líder. Era una mujer un poco mayor, pero que se veía muy amable y dulce—Puedes sentarte si quieres—Señaló al pequeño sofá que estaba allí.

—Este lugar es hermoso.

—Oh, gracias. Ha sido mucho trabajo y esfuerzo—Escribió algo en su libreta—¿Te molesta si grabo la entrevista?

—No, no. Este lugar es increíble, digo, tienen electricidad...

—Créeme que ha sido difícil. Comencemos, tengo entendido que tus hermanos y tu padre vienen contigo, ¿que hay del resto de tu familia?

—Uh...ellos son mi familia, todo el grupo, aunque sean de otra sangre. Pero creo que no estaba preguntando eso...mi mamá murió dando a luz a Judith, hace un tiempo.

—Lo siento mucho...¿Crees que se adaptarán al lugar?

—No lo se—Frunci un poco el ceño—Este lugar es increíble, pero es muy distinto a donde hemos estado antes.

—De seguro que lo harán—Hizo una pausa—Uh, olvide tu nombre...

—Es Rosalie, pero nadie me llama asi—Le sonreí—Prefiero Rose, o Ro.

—Esta bien.

Aaron y Eric nos llevaron hasta las casas vacías que quedaban en la comunidad, para que nos pusiéramos cómodos.

—Las duchas funcionan y tienen agua caliente—Explico Aaron.

—¡Yo primero!—Exclame, corriendo a las escaleras hacia el baño.

—¡No! ¡Yo primero!—Se quejo Carl, siguiendome.

Pero yo era más rápida, así que me asome desde la puerta del baño y le saqué la lengua.

—Perdiste Carlitos—Me burle, antes de cerrar la puerta.

Extrañaba muchísimo tomar una ducha con agua caliente, así que no tarde nada en meterme bajo la regadera.

La tierra y la mugre que cubría mi cuerpo se fue con el agua, e incluso mis uñas quedaron limpias. Salí y me envolví en la toalla.

Cuando me mire en el espejo, vi a otra chica casi completamente diferente. Mi piel era pálida, demasiado para mi gusto, y mi cabello oscuro era demasiado largo. Me cambié de ropa, por algo limpio, y volví a la sala de estar. Pero no había nadie.

De seguro se habían ido a bañar, o a dormir un poco, no lo sé. Pero estaba sola, y no sabia que hacer.

Comencé a revisar los muebles de la casa, no había muchas cosas. Algunos libros, marcos para fotos, y un par de velas aromáticas. Recordé algo que había guardado en mi mochila, por lo que fui a buscarla.

Era una foto de mi familia: mamá, papá, Carl y yo. Por obvias razones Judith no salía en la foto, pero me gustaba tenerla para que ella pudiera ver a mamá. La coloque en uno de los marcos y la dejé sobre un mesón.

—Es bonita, recuerdo ese dia—Murmuró Carl, apareciendo detrás de mi, con nuestra hermanita en brazos.

—¿Porque eres tan silencioso?—Cuestione—Me asustaste, estúpido.

—¡Ey! No me llames así—Me dio un golpecito en el brazo—Debes cuidar de Judith—Me dijo, entregandome a la bebé.

—¿Porque?—Hize un puchero, y Jude me dio un golpecito en la cara—¿Porque me golpean? Lo aprendió de ti, Carl.

—Por favor, Ro, me quiero bañar.

—Esta bien, pero tu le cambiarás los pañales.

—Uhg, esta bien.

El se fue, y me quedé a solas con Judith, que miraba la foto y extendía sus brazos para alcanzarla. Quizá sentía una conexión con mamá, o solo nos reconocía a nosotros. Porque, para ser sincera, Jude había creado una conexión muy cercana con Michonne, así que...

Alguien llamó a la puerta.

Fui a abrir, y me encontré de frente con una mujer rubia.

—Hola—Saludo con una sonrisa—Traje algunas cosas—Añadio enseñándome la canasta que llevaba en las manos.

—Muchas gracias—Dije.

—¿Esta tu papá?

—Uh, no...esta duchandose. Pero puedes venir más tarde—Explique—Le avisare que viniste.

—Gracias...eh...

—Rose

—Soy Jessie—Dijo, antes de darse la vuelta para irse.

—Jessie, espera—Me miro—No quiero ser confianzuda, pero...¿habrá alguien que pueda ayudarme a cortar mi cabello?

—Yo puedo. Antes de todo esto era estilista—Me sonrió.

—¿Enserió? De veras te lo agradecería mucho.

—No hay problema.

—¿Sabes? Tengo un hijo de ti edad. Más tarde, quizá, puedas ir a juntarte con el y sus amigos—Me contó Jessie, mientras cortaba de a poco mi cabello.

—Claro, aunque mi hermano, Carl, es más sociable que yo, así que probablemente el hará más amigos.

—Oh, tu también los harás. De seguro que te llevaras bien con Enid.

—¿Enid?—Pregunte.

—La única adolescente de la comunidad, se alegrara de tener dos nuevas amigas.

—Y a Sophia y a mi también. Créeme que estoy harta de solo hablar con adultos...sin ofender.