━━ 𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗖𝗨𝗔𝗧𝗥𝗢: ¿Sueño?

Bada.

Me había dado una gripe de esas que te golpean tan fuerte como un trozo el doctor le dijo a mi madre que tenía las defensas bajas por el exceso de trabajo, me ordeno tres días de reposo, en la escuela ya tenía el permiso pues acompañaría a mis padres a un viaje de negocios, pero no contaban con que me pondría en tan mal estado.

Todas las extremidades me dolían, me ardía un poco la garganta además de que me la fiebre iba y venía. Mis padre no podían faltar a la reunión, así que le hablaron a la tía Jisoo para que viniera a cuidarme como si tuviera cinco años.

─Tu tía vendrá mañana, ahorita estamos viendo quién puede vigilarte mientras tanto.

─¿Crees que me escaparía de casa o algo así? ─tosí─. Madre no puedo ni levantarme de la cama, mucho menos irme fuera, solo estaré dormida, no me pasará nada si estoy así, me dejaste comida hecha y se usar un microondas.

─Ya le marqué a mis hermanos, pero también podrían hasta mañana ─mi padre entra a la habitación ya vestido para irse─. ¿Qué quieres hacer? Podemos seguir marcando en lo que vamos de camino al aeropuerto, ella se tomará el medicamento de las doce.

─No estoy tranquila.

─Se irá a la universidad pronto cariño, tómalo como una prueba para que te separes de ella y la dejes de ver como una pequeñita.

Mi padre me guiño un ojo y se llevó a mi madre por los hombros, yo me dejé caer en los brazos del medicamento, quería dormir, además de que no tenía apetito, era mejor estar en coma y no pensar nada, a sentirme mal físicamente, y avergonzada moralmente por lo que pasó ayer.

Desperté casi a tiempo para el medicamento, tenía algo de frío, pero estaba sudando algo, miré mi teléfono vibrar, le había quitado el sonido para despertarme por la paranoica de mi madre.

Mire la pantalla y era Yeri.

Preciosa, ¿Cómo estas? ¿Has sobrevivido a la gripe?

─En estos momentos solo me dedico a dormir, pero creo que la fiebre me volvió, iré a darme una ducha tibia.

Se escuchó un ligero forcejeo.

Mi madre dice que sudar es bueno para sacar la enfermedad, igual puedes meterte debajo de las cobijas y creer que estas en un sauna, también no tomes tanto medicamento si así ya eres algo lenta, drogada más, mejor come chocolate para las endorfinas y así.

Jungkook siempre con sus consejos extraños, se volvió a escuchar el forcejeo.

Existen mejores cosas para liberar endorfinas, tú tienes algo que te regale el año pasado que puede ayudarte.

¿Qué le regalaste? Yeri eres una enferma.

Se volvieron a pelear y me colgaron, mire hacia mi armario pensando en el regalo que Yeri me hizo, no lo había utilizado mucho, pues no tenía mucho tiempo de estar a solas. Obligue a mis pies a moverse, tome la caja de zapatos, mi madre no se metia con estos pues eran los de la escuela. Saque el consolador de un tamaño bastante considerable, me había dado una botella de lubricante, además de unos cuantos preservativos. Todo esto me lo regaló cuando le conté como me fue en mi primera vez tan decepcionante, el tipo solo gruñó, me lastimó y se corrió en dos minutos, dijo que nunca le había pasado y así, pero no queria saber del sexo después de eso. Así que Yeri me entrego esto con una nota de: "A este se le acaban las baterías, no tiene problemas de ser eficaz".

Si fue más práctico, más cuando el rostro que ponía a mis fantasías mientras me masturbaba era el de mi vecino, sabía como se veía cada músculo de su torso y eso era lo suficientemente estimulante, en verdad era un regalo práctico cuando tu madre no te dejaba ni respirar fuera de casa y me evitaba el estrés de mentirle para irme a citas que siempre terminaban en un fracaso.

Saque a mi amigo de la bolsa donde estaba resguardado, si sudar me ayudaría sería después de causarme un pequeño orgasmo, me arrastre de nuevo a la cama, puse la caja en el suelo pero me senté abriendome de piernas, todo me cuerpo estaba demasiado caliente y la anticipación a la intromisión del consolador me hizo mojar un poco, puse el botón de encendido, para estimular mi clítoris primero, la vibración se sentía deliciosa. Quité mi short del pijama junto con la ropa interior para sentirlo ahora sí de manera directa sobre mi piel, resbaló ya con mis jugos saliendo y logre introducirlo, solté el primer gemido, aprovecharía que nadie estaría en casa para ser algo ruidosa. La sensación de hormigueo en mi vientre me hacía olvidar que me dolían las extremidades, sentía el vapor caliente salir de mi boca con cada jadeo y el gemido.

En verdad lo estaba pasando bien. Si hubiera leído los mensajes de mi madre y quitado el teléfono en vibración, Kim Namjoon no estaría ahora en mi puerta viéndome masturbar. Arrojé el consolador y me cubrí con la sabana casi hasta el pecho.

Puede ser la fiebre, ya estoy alucinando, quería decir algo, pero los labios me temblaban, él camino lento hasta el aparato que no dejaba de vibrar en el suelo, el cosolador aún brillaba por mis fluidos en el, y mi vecino lo tomó como si nada.

─¿Qué... Qué... Qué hace aquí?

─Tu madre me pidió vigilar que te tomarás el medicamento ─giró con curiosidad el objeto, su aura tan tranquila me estaba alterando─. Te marqué en un par de ocasiones, pero no contestaste así que vine a mirar que estuvieras bien y, ¿Cuál fue mi sorpresa? ─lamió el consolador, esto hizo que el calor volviera─. No estás portándote bien.

─Yo... Yo...

Se acercó hasta la cama, apagando el aparato se agachó hasta quedar cerca de mi rostro entre la fiebre y lo exitada que me encontraba y tenerlo tan cerca me desmayare.

─¿Y en quién pensabas mientras lo hacías? Las niñas bien portada no hacen estas cosas Bada, ¿Qué pensaría tu madre si sabe que su tierna hija hace estás cosas?

Entonces una especie de interruptor se encendió en mi, mi madre debería de dejarme en paz de una vez, estoy demasiado cansada por culpa de ella, por lo que mi placer personal no le permitiría que me lo quitara. Me había molestado solo de pensarlo.

─Igual solo vine a ver que te tomarás tus medicamentos y...

─Mi madre no debe controlar todo lo que hago, así que mi placer sexual no debe de importarle, no soy una niña ya.

Una media sonrisa se dibujo en su rostro, mi respiración era algo errática, entre la fiebre y todas las otras emociones me hacían exhalar por la boca, tenía miedo, vergüenza, furia y deseo, todo al mismo tiempo.

Extendí mi mano.

─Déjeme correrme y me tomaré el maldito medicamento ─me regreso el consolador.

─Pero mi deber es vigilarte ─tomo la silla de mi escritorio y se sentó frente a mí cama─. Así que supervisare hasta que te tomes el medicamento.

─Eso no es muy educado de su parte ─se encogió de hombros─. No crea que no lo haré .

No sé de dónde estaba saliendo este valor, pero me gustaba.

─Cuento con que lo hagas.

Quité la sabana de mi, me acomodé en la orilla de la cama con las piernas abiertas hacia él, las flexione para poderme sostener, encendí el consolador y lo mentí de nuevo en mi interior, está vez la sensación fue más fuerte, él me observaba atento de lo que hacía, mientras el aparato entraba y salía de mi interior con sonidos húmedos, nunca me habia visto tan mojada, mi propia lubricación se escurría hasta la parte trasera.

El hormigueo cada vez era más intenso, entonces me topé con su mirada, sus pupilas estaban dilatadas y se notaba la lujuria en ellos, gemí sin reparos, no necesitaba imaginarmelo para estimularme, pues lo tenia frente a mi.

─Namjoon ─me atreví a gemirlo.

─No juegues con mi paciencia Bada ─dijo entre dientes─. Habrá consecuencias.

Su voz gruesa me arruino, el vibrador pego justo en dónde faltaba para poder llegar al orgasmos, yo quería saber las consecuencias.

─¡Namjoon! ─gemí mientras los espamos en mi vientre me atacaban, dejando mi mamo mojada y mi curpo aún más lánguido de lo que sentía anteriormente.

─En verdad no eres una buena niña Bada.

Lo observé tomar un vaso con agua y el medicamento, saco la pastilla.

─Abre la boca.

Desde está posición él quedaba por encima de mi, haciendo este acto algo muy sucio. Saque la lengua sin dejar de mirarlo, el metió la pastilla para seguido darme el agua, bebí, pero él me hizo derramar algo de líquido sobre mi camisa.

─Muy mal Bada, ahora debemos de quitarte esa ropa húmeda y meterte a dar un baño.

Saco la camisa sobre mis brazos exponiendo mi cuerpo totalmente, se agachó a tomar algo de la caja del consolador y luego me cargo con facilidad hasta el baño, mientras abría la regadera me dejo sentada en la taza para él quitarse la camisa y el pantalón de chándal junto con su bóxer, cuando su erección salió abrí los ojos, mi consolador era demasiado pequeño comparado con eso estaba tan firme que casi subía hasta su estómago.

─Bien pequeña Bada, el agua está regulada, pasemos al baño.

Noté un empaque metálico en el suelo, cuando me alzo de nuevo está vez se clavo en mi, no hubo nada de sutileza estaba enteramente dentro, me aferre a su espalda, arañando tan fuerte como mis dedos permitían, cuando entramos al agua, empezó a moverme sobre su miembro, estaba tan llena, y tan sensible.

─Dios, señor Kim...

─¿Señor? Si hace un momento me decías Namjoon ─gruño en mi boca cuando volvió a bajarme─. Eres demasiado estrecha, no logro entrar todo.

─Me va a desgarrar.

─No lo creo pequeña, solo es cuestión de que te adaptes, ahora ─me bajó más─. ¿Cómo es que me llamo?

─Namjoon ─gemí además de intentar aferrarme más a su espalda, una parte de mi quería empujarlo pues pensabas que era demasiado, otra quería que se metiera aún más recordándome que esto no era un sueño─. Más...

─Bajare tu pierna, me dices si no puedes sostenerte.

Cuando mi pie toco el suelo, me le tembló un poco, pero él seguía sujetándome de la cintura con una de sus manos.

─Estoy bien.

─Por el momento.

Dejo una de mis piernas alzadas y empezó a moverse cada vez más rápido, miré hacia abajo y casi entraba en su totalidad aquel monstruoso miembro, sentía el frío de la pared en mi espalda.

─Bada mírame ─levanté la cabeza─. Voy a besarte.

Presionó sus labios contra los míos y su lengua invadió mi boca, el hormigueo en mi vientre se hizo cada vez más notorio, mis pechos se pegaron a su torso musculoso cuando tomo mi boca, ni en mis malditos sueños este se sentía tan bien, me tembló la pierna de nuevo.

─Voy a caerme.

Me alzo de nuevo tomando mis muslos, mi espalda contra la pared le sirvió de apoyo para embestir un poco más haciéndome correr mientras me aferraba a su cuello. Sentí como se hizo más ancho dentro de mi antes de liberarse. Su respiración se empezó a calmar, salió de mí y noté como retiro el preservativo, agradecía a Yeri internamente por mi regalo.

Me ayudo a terminar de bañarme, yo salí antes, me coloqué una pijama limpia y me quedé encima de mi cama esperando a que saliera del baño. Se había puesto de nuevo la ropa que traía, solo se secaba el cabellos mientras caminaba hasta sentarse en la orilla de mi cama.

─¿Estás bien? ─asentí con la cabeza─. ¿Te sientes culpable?

─Un poco, es extraño.

─Yo no me siento culpable ─se acercó─. Eso es lo peor, no siento culpa alguna, de hecho quiero volverlo hacer, pero la decisión es tuya ahora.

─Siento bastante atracción física hacia ti, pero técnicamente acabo de acostarme con un extraño, nada más hablas con mis padres, mierda, mis padres.

─Ellos no tienen porque enterarse, sería un secreto entre los dos si eso te preocupa, además no soy un extraño, me has observado mucho tiempo como para serlo.

Sentí que la sangre se me fue hacía los pies, me daba más nervios el hecho de que él sabía que lo espiaba, a lo que acabábamos de hacer.

─Tranquila, igual te dejare pensarlo, creo que es más complicado para ti, seca tu cabello y regresa a dormir, regula tu temperatura, te llamaré más tarde para tu siguiente medicamento.

Se levantó de la cama y camino hacia la salida.

─¡No te vayas! ─se giró hacia mi─. Mi tía no viene hasta mañana, y no quiero estar sola

─Creí que ya no querías que te tratarán como una niña ─iba a abrir mi boca, pero levantó la mano─. Debo salir, iré a cambiarme y regreso, además de pasar a la farmacia, ya no tienes más preservativos.

Miau jajsj

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