Días bipolares.

Así es, días bipolares.

Mathieu se ha portado aveces lindo y tierno, (el que solía ser) y aveces cuando no esta mi hermana o Sebastián, Mathieu aprovecha y empieza de modo celoso por Özil.

Empieza a dudar de mi. Y no lo culpo. Özil y yo nos vemos después del entrenamiento para que le de a Sebastián y pase tiempo con él.

Y una que otras veces Özil intenta que los tres pasemos tiempo, pero lo evito por Mathieu.

Oigo como la puerta de mi oficina suena e indico que pasen. Al verlo una rabia inmensa me invade.

-Podemos hablar?- pide el galés.

-No, en esta oficina solo se hablan sobre asuntos económicos- indico.

-Por favor, Carolina. Es sobre Elena- ruega.

-Ni te atrevas a decir su nombre!- sentencio.

-Pero...-

-Heriste sus sentimientos, Ramsey! Como por qué quieres hablar de Elena si nisiquiera te interesa???- cuestiono.

-Me arrepiento de haberlo hecho!!- me grita triste.

Lo miro sorprendida -Explícate-.

-Tu hermana me gustó cuando la vi, pero cuando nos conocimos estaba muy ebrio y le dije que nos viéramos en un cuarto, nos separamos y cuando otra se me acercó a besarme, pensé que era Elena- relata.

Lo miro desconfiada. A veces los futbolistas son muy arrogantes y egoístas.

-Debes creerme, Carolina- pide y se acerca a mi.

Lo alejo con un empujón -Yo soy a la que debes contarle esa historia. Si de verdad quieres conseguirla, deberás hacerlo por tu cuenta- aclaro.

Al galés se le forma una sonrisa de felicidad -Haré lo posible porque sea mía- afirma y se va feliz de mi oficina.

Ay no! No debí confiar en Ramsey, se que de alguna manera va a lastimar a Elena y eso jamás me lo perdonaré.

-Se puede?- Mesut toca la puerta y se deja ver.

-Si, claro- se que está aquí para volver a llevarse a nuestro hijo.

Esperen!!! Hablé en plural????

-Nos vamos, Carolina- Özil cargaba a Sebastián.

-Que se diviertan- digo natural.

-Volveré.... por ti- lo último lo dijo en un susurro.

Una punzada de electricidad recorre mi cuerpo cuando el alemán me dice eso.