||Carolina Duran||

Me causa ternura ver a Mesut con Sebastián, por primera vez se me quita la preocupación que cargo todos los días. Los contemplaba con una sonrisa.

-Oh meine junge- le decía a nuestro hijo.

Elena me da un codazo para que vea a Debuchy, y este estaba más que enojado, le daban celos ver a Özil con Sebastián.

Me dio pendiente aquello, así que alejé a Sebastián rápido de su padre provocando que mi corazón se rompa, y dejando a un alemán confundido.

-Será mejor irnos- apresuro.

-Es lo mejor- Mathieu carga a mi hijo.

Mi hijo peleaba por estar en los brazos de su padre. Ni siquiera los he dejado estar juntos a ambos. Así que me armo de valor y me acerco a Mathieu.

-Deja que Sebastián pase tiempo con Özil, mi hijo quiere pasar más tiempo con él- cuido mis palabras.

Mathieu como que la piensa. -No seas payaso, Debuchy! Mi sobrino nunca ha estado con este- señala a Özil -Déjalo-

-Bien, pero yo voy y lo recojo- acepta.

Con cierto rencor, Mathieu entrega a mi hijo con su padre y este sonríe -Hola de nuevo- dice tierno.

-Ya, vámonos- apresura Mathieu para que Elena y yo fuéramos a su carro.

Mathieu manejaba, mi hermana estaba en el celular y yo pensaba.

No dejaba de pensar en la escena que acabo de ver. Mesut si se veía muy feliz cuando vio a nuestro hijo. Y a mi me causó unas ganas de que mi vida fuera diferente.

A lo mejor Mesut no era un idiota después de todo, siento que hubiera sido un grandioso padre.

Por qué decidí alejarme de él?????

Llegamos en lo menos esperado y Mathieu le pide a Elena que salga para que nos de tiempo a solas.

-A eso le llamas estar alejada de Özil?- regaña.

-Dónde quedó mi tierno Mathieu Debuchy??- digo triste y salgo del carro.