||Mesut Özil||

Me molestó que Debuchy haya jalado muy mal a Carolina. Se veía furioso por la mentira que eché.

No era mi intención provocar a Debuchy, solo era para molestar a Carolina, pero lo he arruinado.

-Tu no tienes el derecho de decirme como tratar a mi petite amie- se interpone el francés.

Ambos nos miramos feroz, me entran unas ganas de golpearlo, no tiene porqué tratar así a mi schatz.

-Estás bien?- pregunto de verdad preocupado a Carolina.

Ella asiente asustada, y me doy cuenta de algo: ese Debuchy la trae asustada desde la fiesta.

Algo en mi hace que me ponga fuerte y sensible a la vez. Prometo proteger a Carolina de Debuchy, y no me importa que el francés se enfurezca más conmigo, el maldito las va a pagar por tratarla así.

-Ahora si te preocupas por ella, eh?- reta el francés.

-Siempre lo hice y nunca dejaré de hacerlo- digo firme.

Debuchy me mira confiado -Busca a Sebastián. Nos vamos, Lina- ordena y se aleja de mi.

Este toma a Carolina fuerte y le susurra algo, los ojos de mein mexikanisches Mädchen siguen expresando temor y ella se aleja de nosotros.

-Qué hölle le dijiste?- cuestiono.

-No te importa. Y más te vale alejarte de ella- amenaza.

-O qué? Se cómo la has tratado estas semanas, y me sorprende de ti. Pensé que eras mejor que eso. Pero te dejas manipular tan fácil con una mentira- me burlo.

-Oh ya veo- deduce -Mira, haremos esto: aléjate de Lina o ella se aleja de ti por las malas- me amenaza peor.

Me pongo alerta. De qué será capaz de hacerle a meine Carolina? No! No lo hará, no mientras yo esté presente.

Veo de reojo a Carolina y nuestro hijo, acompañados de su hermana. Sebastián se le iluminan los ojos en cuanto me ve.

-Papá...- balbucea mi hijo.