Hoy Mathieu haría su debut con el Arsenal en contra del Manchester City para poder ganar el Community Shield en el estadio Wembley.

Estos últimos días han sido inseguros, Mathieu, por un lado, ya no seguía siendo el mismo. Özil cada vez que lo veía me miraba enojado.

Lo único bueno que rescato es que mi hermana decidió quedarse un tiempo en Londres, pero aún la veía triste por el asunto de Ramsey.

No asistí al partido por andar administrando el dinero recaudado por la venta de camisas, las que más vendían eran las de Alexis Sánchez, Lukas Podolski y Mesut Özil para mi sorpresa.

-Cómo sigues?- mi hermana y mi hijo están aquí. Le digo todo lo que me pasa a Elena.

-He estado mejor- sonrío dolida. -Tu?-

-Estaría mejor si siguiera viendo a Ramsey de otra manera- se lamenta.

No le dije de la sorpresa que involucra a Chambers, quería que mi hermana se alegrara, pero el británico no le ha hablado.

-No has hablado con su padre?- Elena señala a Sebastián.

-Creo que sigue enojado por lo de la otra noche- digo desanimada.

-Decía, a lo mejor te anima un poco- me mira divertida.

-No me interesa convivir con él ahora. Debe odiarme en estos momentos- explico.

-No tanto como Debuchy- señala.

-Ay Dios! Mathieu- me cubro mi cara con mis manos.

-Ya, Caro- mi hermana me consola -Ese alemán tiene la culpa, para mi que trata de alejarte de Debuchy para que estés con él- sugiere.

Una rabia inmensa me invade. Por andar lamentando todo este tiempo, ni se había pasado por la cabeza que todo podría estar planeado por Özil.

-Ese pinche alemán va a ver!!!- digo con rabia.

-Hey hey! Niños acá- advierte Elena.

Termino de administrar el dinero y me levanto con todo el coraje.

-El equipo no debe de tardar en llegar. Me cuidas a Seb?- le pido a Elena.

-No quiero que vayas a hacer otra estupidez- pide.

-Oye! Mi hijo te puede escuchar!- la regaño y salgo de mi oficina.