Los cuatro estábamos comiendo, Sebastián dormía en su cuarto.

-Así que, Mathieu, cómo te fue?- pregunta mi madre.

A mi mamá le cae mucho mejor Mathieu que los otros novios futbolistas que he tenido. Sabe que Mesut es el padre de mi hijo, pero ni quiere oír el nombre del alemán.

-Apenas fue mi primer día, sra. Duran, pero gracias. Me fue bien, a decir verdad- relata Mathieu.

-Y a ti, cariño? Cómo fue tu día?- pregunta mi madre.

Mathieu se me queda viendo algo nervioso, -Uh, bien. Mucho trabajo por delante- comento.

-Y qué te tocó hacer?- pregunta Elena.

-Nada interesante. Solo arreglé un salario de un futbolista- resto importancia.

-De quién?- pregunta Mathieu.

-Aaron Ramsey- respondo viendo a mi hermana, se que a ella le gusta el galés.

-De verdad?! Ramsey!! Y cómo es??- pregunta Elena desesperada.

-Elena! Aún estas muy chica para pensar en citas- regaña mi madre.

Mi hermanita hace un puchero y seguimos comiendo. Pasan las horas y Mathieu me recuerda que hay que prepararse para la fiesta.

-Oh cierto- dije.

-Segura de que irás?- pregunta.

-Si, por qué no?- pregunto.

-Ya sabes, Özil- recuerda.

-Ah! Pff. Solo fue una leve concecuencia- digo.

-Ok, esta bien. Ya le dije a tu mamá que si podía cuidar de Sebastián. Ella accedió- informa.

-Me parece perfecto- me quita una responsabilidad.

-Puedo ir con ustedes?- pregunta Elena.

-Oh no! Mamá no te dará permiso- advierto.

-De hecho, acabo de preguntarle, me dejo ir!!!!- chilla.

-Lo siento, pero no vas- digo. No dejaré que le pase lo mismo que me pasó a Elena.

-Ah! Por favor! Prometo cuidarme- insiste.

-Elena. No quiero que te pase lo mismo que yo- confieso.

-Porfa, es más: no me acostaré con alguien- dice.

-Vamos, jolie, deja que vaya, para que conozca el ambiente- sugiere Mathieu.

Puta madre. -Bien, pero te cuidas- advierto.

-Si! Te lo prometo! Será genial!- celebra mi hermana.

-Te digo, Mathieu. Solo va porque quiere ver a Aaron Ramsey- explico.