Me desperté por unas suaves a caricias en mi brazo. al abrir los ojos pude ver que el dueño de todo eso era Jasper.

—Lo siento. No quería despertarte. —se disculpa el vampiro.

—Tranquilo, pero sigue lo estás haciendo. —esta suelta una de sus bellas carcajadas. Cierro los ojos dejándome guiar por sus a caricias.

—Diana... —abro los ojos viéndolo con atención —, ¿algún día querrías casarte conmigo?

Su pregunta me dejó sorprendida, ¿será que me está proponiendo matrimonio? No lo creo, conociendo a Jasper él preferiría llevar las cosas despacio —al igual que yo —, y apenas llevamos casi un año de ser novios. Sería muy temprano y apenas tengo 19 años.

—¿Qué quieres decir con eso, Jazz?

—Algún día tú envejecerás y morirás, en cambio tú me verás aun siendo joven. No formarás una familia por mi culpa. Literalmente te estoy dando a elegir, si casarte conmigo algún día o tener una vida normal.

—Nunca mi vida fue normal y muy bien lo sabes. Y, sabes, tengo algo por contarte. Solo deja que me bañe, me cambie y vamos al acantilado, allí te contaré todo. —Agarro un poco de ropa antes de meterme al baño.

Después de unos minutos de bañarme y de cambiarme, salí. Jasper me esperaba sentado en la cama, cosa que ya se encontraba organizada.

—Lo iba a hacer yo cuando saliera del baño. —reprocho. Este se encontraba frente mío a los segundos.

—Pues, ya lo hice yo. —esta planta un beso en mis labios —. ¿Qué te parece si hacemos una carrera? A ver quién llega primero.

Este sonríe aceptando la propuesta. Unas sombras comienzan a rodearme y a los segundos ya me encontraba en el acantilado. Jasper llegó.

—¡Ja! ¡Gané! —Y bueno, hice mi típico baile de victoria. Jasper solo se reía.

—Solamente te dejé ganar. Soy caballeroso. —dice sentándose en el acantilado.

—Sí, claro. —imito su acción. Tengo vértigo, pero Jasper me está ayudando a superarlo trayéndome a este hermoso lugar. Vale la pena.

—¿Y bien, ¿qué me querías decir? —Miro a sus hermosos ojos dorados quienes me miraban como si fuera la cosa más interesante en el mundo. Suelto un suspiro, lo primordial en una relación es tener confianza y ser sinceros, ¿no?

—Después de lo que pasó con Bella y James, tuve un encuentro con Hades. Quería que me dijera la verdad, no era normal en mí que de la nada mandara a volar a dos personas (vampiros), así que le pedí que me dijera la verdad, pero no quiso. Hice un trato con él, que si yo lograba descubrir la verdad él me daría un perro del inframundo.

—¿Y qué pidió él? —su curiosidad aumentaba.

—Que terminara contigo.