xxviii. capture the Flag

Todo el campamento estaba en espera del Júpiter, uno más ansiosos que otros, claramente algunos no lo estaban, pero sí porque hoy es viernes. Y los viernes se realizado el tan famoso juego Capturar la bandera. Consiste en que entre los campistas nos dividimos en dos equipos y cada quien deberá proteger su bandera del equipo atacante. Ambos equipos ocultan su bandera en algún lugar visible del bosque, pero a la vez difícil de acceder y fácil de defender. Para ganar, se necesita capturar la bandera del rival y llevarla hasta al otro lado del río que divide el bosque, que actúa como frontera de ambos equipos. Y Quirón, el director de actividades, actúa como médico en caso de que haya algún herido y también como árbitro del juego.

Y cómo hoy llegan los del Campamento Júpiter, competimos contra ellos. A lo lejos pude ver el Campamento Romano, encabezado por Reyna Ramírez—Arellano junto con Frank Zhang, Jason Grace y Hazel Levesque.

Estaba que corría a los brazos de mi media hermana y ella a mí, Nico estaba igual que yo, pero este lo disimulaba con su rostro todo serio.

Después de que Quirón diera su típica charla, Hazel corrió a los brazos de nosotros para después estar en un profundo abrazo de tres.

¡Diana! ¡Nico! se separa de nosotros . ¡Los extrañé demasiado!

Y nosotros a ti. le digo. Mi mirada se pone en su novio asiático, Frank . ¡Cuñis!

Me tiro a los brazos de Frank quién inmediatamente me correspondió, me separo de él, y bromeo:

¡Qué grande estás! ¿Te sigues comiendo las espinacas? pregunto con referencia al programa de Popeye, si comes espinacas grande y fuerte te volverás.

Después de años sigues sin aburrirte diciéndome eso. dice con una sonrisa burlona en su rostro.

Y tú sin saber quién es Popeye. Qué horror contigo, cuñis. ruedo los ojos y miro a Jason, quién había sido recibido por los brazos de su novia.

¡Sombritas! grita el hijo de Júpiter mientras me aplastaba entre sus brazos.
Me aplastas, Rayitos. digo tratando de buscar oxígeno. Este me suelta y tomo una gran bocada de aire.

¡Cielos, Jason! ¡Casi me dejas sin mejor amiga! exclama Leo.

Exagerado. murmura Jason.

╰──ིੑ🍃


Ha llegado el atardecer y cada campista, tanto como el Mestizo como el de Júpiter, portaban sus armas. Los capitanes de cada equipo ocultaban la bandera de su equipo.

Los capitanes de cada cabaña armamos un excelente plan y muy estratégico. La cabaña de Atenea, Hermes y Afrodita protegían la bandera mientras que Ares, Hefesto, Apolo y Dionisio vigilaban el perímetro. El resto íbamos por la bandera de el de Júpiter.

Caminaba con pasos sigilosos en medio del bosque, ya me faltaba poco para llegar al río que dividía a los dos equipos. Nosotros estábamos en el lado izquierdo y ellos en el derecho.

Al parecer, era la primera en llegar a la frontera. No sentía restos de otro campista por estos lados. Paso el río con cuidado y buscando algún romano por allí.

Entré nuevamente al bosque y antes de que diera otro paso varios romanos me rodearon, entre esos se encontraba la copia enfermiza de Will Solace.

¡Octavio, tiempo sin verte mi querido amigo! grito mientras seguía amenazándolos con mi espada.

¡Es Octavian! chilla este mientras me amenazaba con sus dagas.

Da lo mismo. Octavio, Octavian son casi iguales.

Este me gruñe para que después los romanos me atacarán, me defendía con mis dos armas. Látigo y espada.

Agarro un romano con mi látigo y lo lanzo al río. A los segundos aparecen más campistas griegos, entre ellos reconocí al hijo de Hécate, que recién acaba de llegar por lo que escuché. Este se encontraba en shock.

¡Hijo de Hécate! grito mientras detenía el ataque del romano. Este me mira . ¡No te quedes allí esperando bus y ve por la bandera! ¡Nosotros te cuidaremos la espalda!

Este asiente para después salir corriendo, un romano iba a ir detrás de él, pero mi látigo se enrolla en todo su tobillo, tiro de este y cae al suelo.

Iba deteniendo a cada romano que se le cruzara, cuidando de su espalda. Llegamos a un terreno donde pude ver la bandera roja enterrada en el suelo, estaba a pocos metros de nosotros. El problema, rodeado de muchos romanos.
¡Genial, ya me doy por muerto! exclama el hijo de Hécate.

Haz avanzado como veinte niveles, y conmigo cuidándote la maldita espalda.

Este rueda los ojos para que segundos después los romanos atacaran. El hijo de Hécate parecía una rata por lo que sabía muy bien escabullirse de los romanos. Me deslizo por el suelo pasando por las piernas de un romano, al levantarme lo empujo por su espalda y este choca con otro.

¡Wuju! ¡Hace tiempo que no hago esto! chillo.

Haz derrotado como treinta de los mejores romanos, pero aún falto yo. A ver si me derrotas, Diana. Me volteo viendo al dueño de la voz, era Jason con su espada en alto.

La traición, primo. entrecierro los ojos.

No fue traición, sabes que pertenezco al Campamento Júpi... Ah, ya entendí. hace una mueca —. No ganarás, prima

Así comenzó una batalla entre Jason y yo, era un poco amistosa por lo que ninguno de los dos quería hacerle daño al otro. Escucho unos gritos de victoria, me volteo y veo al hijo de Hécate alzar la bandera roja.

¡En tu trasero, Jason! grito mientras hacia mi típico baile de victoria, Jason rueda los ojos para después decir:

Sí, bueno, ya basta. Me das pena ajena.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top