𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 5.     
𝐕𝐈𝐒𝐈𝐎́𝐍

—¿Por qué tan feliz? —me pregunta mi madre entrando en mi habitación con una enorme sonrisa en su rostro. —Desde que llegaste tienes esa enorme sonrisa.

—No, por nada. —le digo mientras veía el cuaderno de Jasper y luchando para que la dislexia me dejase así sea copiar una palabra.

—¿De quién es ese cuaderno? —me pregunta mi madre sentándose a un lado mío mientras veía el cuaderno.

—Mi nuevo compañero de asiento, se dio cuenta que sufro de dislexia y me prestó su cuaderno.

—Pero vaya letra que tiene, es muy hermosa. Se parece a la letra de mi abuelo, por lo que escuché en esa época era muy exigente eso de la caligrafía.

—Lo sé, pero la bendita dislexia no me deja apreciarla bien. ¡Solo he podido escribir una clase de diez! —suelto un suspiro—, aquí me llevaré toda la noche.

—Te ayudaría hija, pero también tengo trabajo por hacer. Estos estadounidenses piden más de lo que pensé. —las dos nos reímos ante eso.

—No te preocupes, solo necesitaré como veinte pastillas para el dolor de cabeza y concentración. Tengo esperanza de que tarde o temprano la dislexia colaborará.

—Para ser hija del Dios del Inframundo eres diferente a los hijos de este.

—No sé si lo dices por mi físico o mi personalidad.

Después de unos minutos de estar hablando con mi madre esta se levanta para irse, yo continué pasando el cuaderno.

Cuando dieron las tres de la mañana, terminé todo. Dejé a un lado todo para después tirarme sobre la cama, quedé dormida en menos de diez minutos por lo cansada que me encontraba.

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—¡Mierda! ¡Voy tarde! —agarro todos mis cuadernos para después meterlo en mi mochila junto con un poco de Ambrosia y Néctar. Me aseguro de que mi pulsera/arma se encontrara en mi muñeca y sí se encontraba.

Bajo las escaleras corriendo para después llegar a la cocina y ver a mi madre también apresurada.

—¡También voy tarde! ¡Toma, cómprate lo que quieras camino a la escuela! ¡Te amo, cariño, cuídate de los monstruos! —grita saliendo de la casa, guardo el dinero para después salir de la casa sin antes asegurarla. Abro la cochera y la moto de mi madre ya no se encontraba.

Sí, ella me regaló su auto día después de que llegara su preciada motocicleta.

Arranco como nunca hacia la escuela, a toda velocidad sin importarme las multas que me pondrían después. Al llegar a la escuela, noto como aún había estudiantes llegando. Como locos, pero llegando.

Estaciono rápido, pero procurando de rayar ningún otro auto. Salgo corriendo del auto para después ponerle segundo.

—¡Bruta! —me auto insulto al ver que dejé mi mochila dentro del auto.

Abro el auto para después sacar la mochila y ponerle el seguro. Entro corriendo a la escuela y los pasillos estaban casi vacíos. Entro a la primera clase que era español, el profesor ya estaba dando clases. Toco la puerta tratando de ponerme seria, este me abre un poco enojado.

—Disculpe señorita Jones. Pero está llegando tarde, otra vez.

—Disculpe, es que mi perro se enfermó porque se tragó una mata. —miento. Gracias a los dioses soy buena mintiendo.

—Lastima por su perro, pero esto que sea la última vez. —dice haciéndome pasar. Así lo hago.

Llego al lado de Jasper y este me mira curioso y el profesor continuo con la clase. Suelto un suspiro para después abrir mi bolso y sacar el cuaderno de Jasper y tendérselo.

—Gracias por prestármelo. Y, por cierto, tienes una linda letra. —este la acepta para después formarle una diminuta sonrisa cuando nuestras manos chocaron, sus manos eran frías. Más que las de mi medio hermano.

—Gracias. —agradece para después poner su cuaderno sobre la mesa.

—Y tus manos son demasiadas heladas. ¿No tienes frío? —este niega ante mi pregunta para después encogerme de hombros y prestarle atención a la clase.

A los segundos unas imágenes pasan por mi cabeza, eran dos chicos, una mujer y el otro hombre, estaban por besarse, pero vuelvo al presente.

¿Qué me había pasado?

Nota de autora: (07/06/2023)

Dejo esta nota para aclararles que hice esta historia en 2020 cuando tenía 14 años, una pre-adolescente en plena pandemia y cuarentena así que les pido el favor que tengan consideración por las incoherencias que podrán encontrar en la historia, así como vacíos en trama, mala ortografía y redacción, relleno. Era tan solo una niña y principiante en las novelas así que la historia así que no esperen mucho de esta historia, pero si gustan pueden pasar por mis historias actuales donde tendrán una mejor versión de esta autora.

Posdata: subiré capítulos de a poco por unos problemillas que tuve, pero no, no la estoy editando actualmente.

XOXO, Rochelle.