Les recomiendo que estén cómodas y con tiempo de sobra, se preparen un buen té o cualquier bebida porque este capítulo cuenta con 1700 palabras, es decir, este capítulo es muy largo.

―Y, bien, Jasper. He oído que participaste en la Guerra Civil, ¿es cierto? ―Hades se limpia el resto de la comida con la servilleta para después dejarla sobre la mesa y apoyar los brazos en la mesa.

―Sí, señor. Fui uno de los mejores a muy pesar de mi edad. ―dice Jasper siendo respetuoso.

―Y, tú, Alice. escuché que fuiste la causa para que Jasper llegará a Diana

Bien, volvamos hace cuatro horas atrás para que entiendan que está pasando, y como terminamos con el rey del inframundo en una cena.

•Cuatro horas atrás•

Salí de la casa de mi madre, había hecho una visita junto con Nico. Este había llegado hace dos días de su luna de miel.

Cuando una gran nube negra se posa frente a nosotros, sacamos nuestras armas y apuntamos a la nube con estás.

La nube comenzó a desaparecer dejando a la vista a Hades en su forma humana.

― ¿Qué haces acá? ―le pregunté guardando las armas.

― ¿No deberías de estar en el inframundo? ―Nico se cruza de brazos y arqueó una ceja.

―También es un gusto verlos, hijos. ¿Dónde está su madre? ―pregunta Hades haciéndonos a un lado para dirigirse a la puerta de la casa.

― ¿No se supone que tienes prohibido subir? ―le pregunté yendo detrás de él junto con Nico.

A este no le importó nada y entró a la casa como pedro por su casa. Se encontró con mi madre justo cuando ella salía de la cocina.

― ¡Janisse! ¡Tiempo sin verte! ―exclama este con un poco de alegría.

― ¿Hades? ¿Qué haces acá? ―le preguntó extrañada.

― ¿Es que acaso nadie me quiere acá o qué? ¿Y, no puedo ver a mis hijos? ―él siempre subía por alguna razón, no como Zeus o Poseidón. ―Bueno, solamente subí es porque quería conocer a Casper y Alicia.

―Es Alice y Jasper. ―le corrige Nico refunfuñando.

―Como sea. No dejaré que los príncipe y princesa del inframundo se casen con cualquier persona. Debo conocerlos. Deben de tener mi aprobación.

―Pudiste conocerlos en la boda de Nico. ―le digo.

―Pude. Pero ese día hubo problemas en el inframundo y no pude subir. ―me responde.

―Si, como siempre. Primero tus problemas infernales antes que tu familia, como raro. ―Responde sarcásticamente Nico.

Hades rueda los ojos.

―Díganle a Jace y a Anna que tendremos una cena familiar en Seattle. Quiero conocerlos, les guste o no. ―dice Hades antes de darse la vuelta e irse.

Sabíamos que Hades pronunciaba mal los nombres a propósito, para molestar a Nico y a mí. Tiene buena memoria con respecto a los nombres.

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Terminaba de arreglarme para la cena, Jasper y Alice estaban un poco nerviosos, aunque el rubio lo disimulaba. Si se preguntan, Noah irá. Pues, tiene que conocer a su abuelo adoptivo ¿no?

― ¡Será cool conocer al mismísimo Dios del inframundo! ―grita Noah entrando de golpe al cuarto, se había puesto muy guapo para esta ocasión ― ¡Y de paso que sea mi abuelo adoptivo!

―Eso no dice Jasper. ―le digo entre risas.

―Estoy solamente nervioso, ¿okey, cariño? ―refunfuñando me dice. Claro, no había sonado tan brusco como lo estoy narrando. Ya saben cómo es Jasper, lo dijo de manera calmada.

― ¿jamás conociste a Hades en persona? ―Jasper negó ante la pregunta de Noah.

―Los dioses tienen prohibido bajar o subir a la tierra por sus hijos, los pueden volver más humano y sería un peligro para ellos. ―le explica Jasper a Noah. Me comienzo a poner las joyas mientras los escuchaba conversar.

―Qué ley tan ridícula. ―murmura Noah.

―Lo es, pero entre todos los padres dioses, Hades es el mejor al igual que Apolo, Hefestos y Hermes. ―le digo ―o eso me dijo Will, Leo y los Stoll. ―susurro lo último.

― ¿Y por qué no bajaron al inframundo para que Jasper conociera a Hades? ―Noah era un niño muy curioso.

―Por lo que me contó Diana, solamente existen dos formas de bajar al inframundo: Por las perlas de Perséfone ó a través de un viaje de sombras. Y como los vampiros somos cuerpos casi sin almas, a través de un viaje de sombras podrían robar nuestros cuerpos y poseerlos. ―le explica Jasper.

― ¿Y qué pasa con las perlas de Perséfone? ―volvió a preguntar Noah.

―Las perlas de Perséfone son muy difíciles de conseguir. La última vez que la vi fue para mostrar la inocencia de Percy ante Zeus, quien lo culpó de robar su rayo. ―le respondo.

―Algún día debería de contarme todas tus misiones. ―me dice Noah con un brillo en sus ojos.

Jasper y yo nos reímos, agarro mi cartera para después levantarme y acercarme a ellos.

―Será después, ya se nos está haciendo tarde para irnos.

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Al llegar al restaurante, muy lujoso, por cierto. Los cinco nos ponemos frente al recepcionista.

―Disculpe, venimos en nombre de Hades Xanthopoulos. ―dijo Nico. Yo trataba de no reírme por el apellido.

―Síganme, por acá por favor― dijo el recepcionista guiándonos a la mesa donde se encontraba mi padre mirando a los lados con indiferencia y mi madre tomando una copa de vino.

A medida que nos íbamos acercando Jasper iba apretando mi mano cada vez más fuerte y hasta podía jurar que estaba temblando, Noah veía todo de manera emocionada y daba saltitos.

― Jasper, cariño, si sigues apretando mi mano así de fuerte me la vas a romper― le susurré con una sonrisa burlona por lo nervioso que estaba, o sea, no todos los días tienes una cena con el Dios del inframundo.

Cuando llegamos hasta la mesa, él se levantó con una sonrisa y extendiendo los brazos a los lados dándonos la bienvenida.

― ¡Bienvenidos mis pequeñas sanguijuelas! ― exclamó llamando la atención de todas las personas y mi madre lo miraba tratando de taparse la cara con su mano por la vergüenza. Noah era el más emocionado y soltó un pequeño grito acompañado de una reverencia de manera torpe.

― ¡No puedo creer que tendré una cena con Hades! Eres el mejor dios de todos, en serio y no solo porque seas mi abuelo adoptivo, siempre te he considerado el mejor de todos cuando leía libros de la mitología griega, oh bueno, cuando Diana me hizo leerlos ― exclamaba él de lo más emocionado, Hades lo miraba con una sonrisa en su rostro.

― Ya me cae bien este niño, ven siéntate a mi lado ― dijo Hades mirando a Noah con orgullo, Noah no esperó más y cuando vimos, ya estaba sentado esperando la comida agarrando una cucharada con una sonrisa que hasta a mí me da miedito.

― Así que estas son las parejas de mis hijos ― dijo Hades mirando a Alice y Jasper con seriedad, ellos hicieron una reverencia disimulada ante la mirada de los comensales, Jasper fue el primero en hablar.

― Buenas noches señor Hades, me presento, soy Jasper Hale ― dijo él con su espalda recta y sus manos descansando atrás, postura digna de un mayor, seguidamente habló Alice.

―- Soy Alice Cullen señor, mucho gusto en conocerlo ― dijo ella con una hermosa sonrisa agarrada de la mano de Nico.

―- El placer es mío conocerlos finalmente ― dijo Hades mirándolos con una pequeña sonrisa en su rostro ― Siéntense, por favor ― señaló hacía la mesa donde estaban mi madre y Noah esperándonos, ella se levantó a saludarnos con un abrazo a cada uno, pasamos a sentarnos para que segundos después llegara el mesero a tomarnos la orden.

―- Les pido una sincera disculpa por no asistir a su boda, tuve unos inconvenientes de última hora en el Inframundo ― dijo Hades mirando a Alice y Nico, era evidente la mirada de ira en los ojos de Nico, mientras Alice aceptó sus disculpas.

― Para ti siempre va a ser primero tu trabajo que tus hijos o evitar su muerte ― dice él rencorosamente, Alice agarró su mano tratando de tranquilizarlo, funcionó en cierta parte, pero aun así seguía mirándolo de mala manera.

―- Ya basta Nico ― dijo Janisse mirando mal a Nico.

―- No Janisse, déjalo. Tiene derecho a estar molesto, y a eso vine a hablarles aparte de conocerlos, no pude asistir a su boda porque estuve hablando con Thanatos para su regalo de bodas, el cual me costó mucho conseguirlo, por cierto, pero ese no es el punto. Mi regalo de bodas es la inmortalidad de Nico sin necesidad de ser vampiro y para Alice, su propia línea de modas como socia de Afrodita ― hace una mueca al decir el nombre de la diosa, todos quedamos mirándolo impresionados al decir eso para que segundos después Alice pegara un grito llamando la atención de todo el restaurante.

Alice se levantó para ir a abrazarlo, pero Hades la paró diciendo "Sin abrazos", ella asintió de manera emocionada, Nico estaba en una especie de shock momentáneo, no sé qué le había hecho Perséfone, pero sí que lo había cambiado desde que lo vi por última vez.

― Wow Hades, eso es asombroso! ― dijo Janisse aun sorprendida, Jasper y yo nos mirábamos las caras asombrados sin poder creerlo.

―- ¿Pero no tendrías problemas con Zeus por eso? ―- pregunté aun con duda

―- Valdrá la pena para no tener a Nico vagando por los pasillos del Inframundo o en el Río Estigio ― dijo Hades encogiéndose de hombros sin importancia.

―- Gracias pa-papá ― murmuró Nico, Hades soltó una pequeña sonrisa ante eso y luego llegó el mesero con nuestras comidas. Comenzamos a comer menos Jasper y Alice

―Y, bien, Jasper. He oído que participaste en la Guerra Civil, ¿es cierto? ―Hades se limpia el resto de la comida con la servilleta para después dejarla sobre la mesa y apoyar los brazos en la mesa.

―Sí, señor. Fui uno de los mejores a muy pesar de mi edad. ―dice Jasper siendo respetuoso.

―Y, tú Alice, escuché que fuiste la causa para que Jasper llegará a Diana ― Alice suelta una pequeña risa ante eso

―- Así es señor, soy vidente y lo vi junto a Diana mucho antes de encontrarlo, yo solo di un empujoncito.

―- Te agradezco por eso, tener a Diana y Nico en el Inframundo es tedioso ―- Nico y yo levantamos una ceja ante eso, Hades se ríe y sigue comiendo, en ese momento habló mi madre.

―- Hades quiere conocer al resto de los Cullen antes de irse, así que iremos mañana a verlos.

Los cuatro nos miramos las caras asustados ante eso y Noah muriéndose de la risa.