—Noah, tenemos algo que contarte.

—Y probablemente por lo que vamos a decirte —tomo un bocado de aire —. Decidas dejar de ser nuestro hijo.

—¿Qué pasa? —pregunta este curioso.

Estaba por hablar cuando Emmett pasa por la sala, y dice:

—¡Vives entre vampiros, pequeñin! —dice antes de bajar las escaleras e irse de la casa.

—Ah, me lo veía venir —dijo Noah alzando sus hombros

—¿Espera qué? —gritamos Jasper y yo al unísono.

—Sí, puedo tener seis años pero tampoco soy ciego para no darme cuenta de las cosas —dice Noah jugando con sus dedos —. No duermen, no desayunan, solamente salen cuando el día es nublado. Pero me es curioso que Diana y el tío Nico sí lo haga.

—Es porque no somos vampiros. Somos mitad dios y mitad humanos. Semidiós. —el niño me mira confundido, al parecer, no sabía qué era. Apenas tiene seis años —. Existen doce dioses en el Olimpo. El olimpo es donde habitan estos dioses.. ¿Sabes qué? Mejor te lo cuento después o mejor vemos Hércules de Disney.

El niño asiente no muy convencido. Jasper suelta una risa entre dientes.

—¿No nos tienes miedo? —pregunta el rubio. Noah niega ante su pregunta.

—Ustedes me dieron un hogar, no dejaron que muriera en aquel accidente. Si quisieran hacer daño ya lo hubieran hecho, ¿no? Son más humanos que vampiros.

Vaya, los padres de este niño si que supieron educarlo.

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Han pasado semanas desde que Bella ha llegado, ¡y Dioses! Parece que una muerta estuviera embarazada de 9 meses.

Su panza había crecido como si tuviera ya el bebé nueve meses. Antes era pálida pero ahora estaba aún más, estaba más delgada y sus ojeras superaba a las de Nico.

Desde que Bella ha llegado, Rosalie ha estado a la defensiva. Como ahora que Jacob ha llegado y se puso frente a Bella ocultándola de este.

—Déjalo, Rosalie. —le pide Bella.

Jacob se acercó pero Rosalie se lo volvió a impedir.

—Hasta ahí.

—¿Cuál es tu problema? —le pregunta Jacob.

Rosalie quedó en silencio para después hacerse a un lado y dejar pasar a Jacob. Se sentó frente a Bella, quien cubría su gran panza con una manta.

—Te ves terrible. —bromea Jacob.

—Sí. Qué gusto verte. —1le comenta Bella con una sonrisa. Este asiente levemente para después volver a mirar a Bella.

—¿Me dirás lo que te está pasando? —le pregunta. Esta suspira para después mirar a Rosalie.

—¿Rose, me podrías ayudar?

Rosalie asiente para después ayudar a levantar a Bella, la manta la dejó en el sofá dejando a la vista su gran barriga. Jacob se levanta sorprendido de su asiento, mira furioso a Edward y acercándose a él con reclamos.

—¡Tú hiciste esto! —Emmett lo agarra del hombro deteniéndolo.

—No sabíamos que eso pasaría. —le dice Carlisle. Jacob le quita bruscamente la mano de Emmett de su hombro para después voltearse y ver a Carlisle.

—¿Qué es?

—No estoy seguro. El ultrasonido no penetra el saco embrionario.

—Yo no puedo verlo, y ya no puedo ver el futuro de Bella.—dice Alice levantándose de su asiento conmigo más atrás.

—Ni Nico ni yo podemos sentir su aura.

—Hemos investigado leyendas, pero no hay mucho que ayude. —dice Carlisle —. Solo sabemos que crece muy rápido, y que es muy fuerte.

—¿Por qué no han hecho nada? ¡Saquenselo de adentro! —reclama Jacob.

—¡Esto no es asunto tuyo, perro! —exclama Rosalie furiosa.

—¡Rose! -le regaña Esme —. Estas peleas dañan a Bella.

—¡El feto daña a Bella! —dice Alice.

—¿Por qué no dices lo que es? ¡Bebé! ¡Es solo un bebé! —replocha Rosalie.

—Es posible. —dice Jasper detrás mío.

—Haz algo rápido. —le dice Jacob a Carlisle.

—No. —habla Bella ganándose toda nuestra atención —. No es la decisión de ninguno de ustedes.

—Jacob quiero hablar contigo. —dice Edward yéndose de la sala junto con el lobo.