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Kyome trota rápido a ellos y al llegar, hiperventila tanto por trotar como por una insaciable emoción. —Hermano, eres... Eres increíble.

—Disculpa, ¿“hermano”?

—Soy hijo de Lilith. Eres el último vía descendencia. Es un placer finalmente conocerte. — Le extiende su mano.

Mew sonríe mirando a su novio emocionado pues tiene la oportunidad de conocer a su familia. Su novio, en vez de emocionado, luce aturdido y poco confiado. Le toma la mano e igual la sacude. Aunque lento. Sin emociones ni confianza.

—Soy Kyome. Madre me ha enviado para darte una invitación.

Dejan de sacudir manos y el familiar saca de un bolsillo (tras el lateral de su chaqueta) una carta. Elegantemente se la ofrece sin eliminar su sonricita labial.

Poco a poco el moreno va tomando la carta hasta prestarle atención. Viendo cómo su madre ha escrito en cursivo su nombre. Abre tal y hay más escritura cursiva:

“Mi último hijo, me da gusto finalmente invitarte a nuestra cena en familia. Me costó años reunirlos a todos pero lo hemos logrado. Si estas interesado, ven a la Isla Meimar a partir del dos de enero.

Con amor y cariño, Lilith. ”

—Pero-- — Gulf iba a exclamar una duda sin embargo, al levantar su cabeza, ese hermano misterioso ya no está. Mew también mira a los alrededores buscándolo. Estuvieron demasiado distraídos leyendo la carta como para notar cuándo se fue.

—Gulf, conocerás finalmente a tu familia. ¿No es eso emocionante? — Dice Mew feliz por el moreno quien tiene una oportunidad de conocer a su familia.

—Me pregunto... Si eso realmente será bueno, Mew. — Apenado dice sin mucha emoción al respecto. Sonriendo labial a su novio pero el pesimismo sigue ahí. Tal desfallece sonrisa a una labial, aún mirándolo con amor e apoyo.

❘༻༺❘


  Kyome aparece por arte de magia en un elevador color oro junto a su hermosa hermana, Lara. Ella es una chica delgada de quijada cuadrada, labios carnosos, nariz delgada cual princesa y ojos redondos rasgados.

Ambos parados al lado del uno al otro.


—Nuestro hermano es muy guapo. — Sonríe enfermo Kyome mientras la chica rueda los ojos. Ella vistiendo una chaqueta cuero negra, camisilla anaranjada, pantalones cuero y botas.

—Ya te lo quieres follar, ¿Cómo has hecho con todos tus hermanos? O bueno, intentado.

—No es mi culpa que tengamos unos genes tan hermosos. Además de los gemelos Sinclar y Siami, a quienes no pude follar, me faltas tú. — Él tienta en su oído sonriendo cínico.

—Ten más respeto, hermano. Estamos en la isla. Madre esta aquí.

Lara, a pesar de reprenderlo, suena divertida e coqueta. No suena demandante.

—Pero estamos en el elevador. — Kyome plasma dos dedos contra el botón de emergencia rojo frente a ambos. Congelando el elevador. Sigue en el oído de su hermana desde atrás.

Ella sonríe adjuntando unas risas.

—Además. ¿Me ayudarás a poder follarme a Gulf? Porfis.

—Esta bien. — Suspira Lara dándose la vuelta. Ambos mirándose coquetos.

—Te ayudaré. En cambio más te vale hacerme sentir bien, hijo de perra.

Sonríen cínicos antes de que ella se avalanche a besarlo. Besandolo fuerte y deseosa. Él la abraza rasgando fervoroso el su chaqueta. Se besan de lado a lado.

Usando teletransportación, ella lo azota a la pared final del ascensor. Acorralandolo ahí.

Él sonríe. Gustandole ese método desafiante. —Úsalo otra vez. — Pide distanciando rostros.

Lara lo usa y para esta vez, aparecen cerca a las puertas (pared izquierda) pero ella ya no tiene puesta su chaqueta cuero. Durante la teletransportación él se la removió.

Se siguen besando ardientes como si no fueran hermanos. O tal vez eso aviva sus pasiones. Él le baja el cierre de sus pantalones y ella ayuda a bajarlos junto con sus bragas negras. Cuando los tiene fuera, él cubre todo su coño con una mano. Masajeando su clítoris en círculos dulces y desenfrenados.

—¡Agh! — Ella gime sobre su rostro con un mechón de cabello cubriendo mitad de su cara.

Él sonríe. —La hermosa Lara. Siempre supe que querías que te cogiera.

—No seas tan hablador. — Gruñe ella sujetándose a su nuca, desesperada por tenerlo dentro.

—¿No te gusta oír la verdad? — Él interroga.

❘༻༺❘

En unos minutos, estando ambos en su momento más candente: Él cargandola consigo ya introducido y ella sujetada a sus hombros sin nada excepto medias.

Las puertas del elevador se separan.

—Ya reparamos el problema--— Va informando la hermosa Lilith, primera mujer en pisar terreno humano.

Una mujer delgada de ojos avellanos, labios carnosos y cabello largo. Se queda atónita ante la escena.

—M--Madre... — Kyome expresa asustado. Regresando los pies de su hermana al suelo, quién se avergüenza y los pechos se cubre con un brazo.

Los mira seria a ambos. Le desagrada esto del incesto. No le gusta ni un ápice. Mucho menos que ya ha reprendido a su hijo centenares de veces por esto pero siempre vuelve a lo mismo. Pasa de mirar a su hija fémina con más que repudio.

—No me sorprende. — Habla ella con autoridad mientras él se cabizbaja cubriéndose su parte. Todo un niño avergonzado en cuerpo adulto. Es como si fuera un perro con el rabo entre las patas. Muy lejos no va esa imagen. Por supuesto que él le tiene miedo si su madre es tan poderosa como para eliminarlo sin dejar rastro alguno. Será como si jamás hubiese existido ni siquiera en el álbum familiar.

Paulatinamente, Lilith deposita cada paso, cortando distancias con su avergonzado hijo. Su aroma siendo vehemente a las fosas nasales ajenas. Él mira no más que una sola vez y vuelve a mirar al suelo. Temblando del miedo.

Ella acerca sus rostros con moderada distancia para encorvar su nuca y fingir bajar la cabeza a que se miren a los ojos. Sus ojos conectan como ella quiere y Kyome entiende el mensaje: “Sigue los míos o ya verás”. Sigue los tortuosos ojos avellanos de su madre hasta que enderezan rostros al unísono.

—Métete esto bien a la cabeza, Kyome, si te veo otra vez cometiendo esta barbaridad — Agrieta los dientes ella mencionando la última palabra. Él traga grueso restándole otra opción más que mirar. —desaparecerás como polvo en el aire y nadie jamás habrá oído de ti. ¿Entendido?

—Entendido, madre.

—En-ten- dido.

—Sí, madre. Sí.

Lilith voltea dando unos tres pasos para irse. Lara a una esquina sigue jadeante solo que ahora mirandola con muchísimo miedo. Casi similar al de Kyome. Ambos sienten sus corazones querer abandonar sus gargantas cuando ella comete otra pausa. Ahora de espaldas.

Hay un breve silencio de nuevo.

Solo silencio.

—¿Mamá?

Kyome pregunta pero tan pronto ella voltea, le agarra el pene con una mano y de
un solo apretón lo estalla en trocitos de carne. Sangre salpicada tanto en las paredes como gotas enormes encima de Lara quién se horroriza.

El chico de espejismos pega un grito ensordecedor. Cae sobre sus rodillas aún gritando y cubriéndose esa área con ambas manos.

Su madre, teniendo gotas sangrientas por el rostro, humedece los labios con la lengua. Indiferente a todo. —Solo por si acaso. — Dice ella antes de darse la vuelta, yéndose.

Ignorando los lamentos de un hijo y las miradas clementes de una hija.

❘༻༺❘

Gulf y Mew, en cambio, se la estaban pasando bien. Habían llegado a la casa del moreno hacen unos veinte minutos atrás así que ahora cenaban en la mesa familiar bajo un candelabro color oro cálido. Un horroroso tapiz amarillo cubriendo las paredes, un tapete espantoso amarillo bajo la mesa decorada con tulipanes rojos. Exótico. Pero tal vez demasiado.

La puerta a la derecha conduce a la sala de estar. No es una casa muy grande sino simple, súper normal.

Los progenitores del moreno sentados a la izquierda mientras que la pareja (sin sus chaquetas puestas) a la derecha. Todos comiendo de una selección de platos deliciosa. Ni hablar del cerdo que ya llevaban por la mitad.

—Mm.— Mew gime gustoso engrasandose la boca mientras le sonríe a esos amables progenitores. —Debo decir que su comida, sra. Kanawut, está excelente.

—Aws, gracias Mew. No me endulces tanto que me matarás con diabetes. — Ríe ella tras una manita toda tierna.

—Mejor morir azucarado que ¡sin nada de azúcar! — Bromea Mew entonces todos ríen. Mayormente los progenitores riendo fuerte. Gulf ríe mirándolos con cariño. Él andaba arrancando un pedazo de carne así que se lo da de comer a su novio.

—Ten. Para que los dejes comer y tú también comas.

—Mm~.— Gime su novio aceptandolo dulcemente mientras los progenitores siguen riendo aún más con lo que dijo el hijo.

—Oye, hijo, tratalo mejor. Es tu novio. — Reprende la mamá usando su dulce voz y entrecerrandole los ojitos divertida.

—Lo dice la que no me trata mejor que eso. — El esposo cómicamente añade sabiendo la mirada diabólica que recibiría de su esposa. Esta lo mira mal aguantando todas sus ganas de reír y eso se puede notar por más sellados que estén sus labios en una delgada línea.

Él ríe cabizbajo al igual ella.

—Te doy mucho amor.— Ella le besa una mejilla aferrándose a su otra mejilla disponible con una mano. Él voltea cálido hacia ella. Ambos mirándose como si fueran los adolescentes enamorados de hace una vez.

—Y eso es solo una de las muchas cosas que me gustan de ti. — Él dice amandola por completo.

Gulf e Mew observan encariñados. Si su relación llega lejos desean que sea así como la de estos progenitores.

—¡Y despedimos el año en 1!— Anuncia la presentadora en televisión.

—¡Oh por Dios! ¡Debemos apurarnos!— Anuncia sra. Kanawut retrocediendo con todo y silla entusiasmada. Así mismo se levantan todos para dirigirse a la sala de estar corriendo. Sonrientes e animados.

—¡Dos! — Ven ahora a una televisora demasiado entusiasmada en el televisor brincando frente a la cámara e a muchas personas. Una porción enorme. Reunida atrás de ella rodeando una fuente de agua dorada pero enfocados en sus seres amados.

El progenitor Kanawut camina bien recogidito de piernas como alguien con demasía edad suficiente y descuelga el muérdago de la puerta principal para regresar a los novios y ponerlo arriba de sus cabezas.

Solo la esposa lo nota así que antes del entusiasmado «¡3!» voltea al moreno y ambos novios ven el muérdago. Sonríen en grande inesperados. Entonces bajo el entusiasmo de los felices progenitores, Gulf lo toma de las manos y un cálido beso planta en su murcielaguito.

Ambos cerrando sus ojos y dejándose llevar. No lo apasionan ni lo intensifican. Solo permanecen así sin moverse pero conectando labios.

—¡Oh! Está ocurriendo un milagro en Tailandia. ¿Están siendo testigos de esto, televidentes? — Dejan atrás el beso para mirar la televisión.

Todos en la pantalla están impactados pues copos de nieve están cayendo. En Tailandia. Un país en el que nunca cae nieve.

Los progenitores y la pareja miran extrañados la puerta de la casa que se quedó abierta y efectivamente ven que está cayendo nieve. Algo impresionante pero como conocedores de lo sobrenatural saben que esto debe ser obra de una persona... Es la única capaz de controlar todo un clima. O capaz de crearlo.

Lilith.

De un momento feliz, Gulf pasa a tensarse, entrecerrando los ojos sintiendo que a pesar de que esa mujer hizo nevar por “bien” e “consideración” a los civiles... A él no le agrada. Ni una pizca.
























*N/A: ¡Siguiente cap iremos a la isla! 😱💕 Los padres de Gulf son una chulería ¿a que sí? Espero les haya gustado este cap. ¿Vieron que Kyome es incestuoso? Quería sorprenderlos con eso. Otro cap que siento tuvo porciones de bastante contenido & lo que nos falta 😉❤ Tengan un@ bonit@ tarde, día u noche*

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