𝗢𝟭𝟱. 𝗁𝖺𝗋𝖽 𝗐𝗈𝗋𝗄

CAPÍTULO
QUINCE

❝TRABAJO ARDUO❞

• • •

      LEE ENSERIO ESTABA SUFRIENDO LOS EFECTOS de haber usado esa técnica. No podía hacerle frente a Gaara. Apreté con mis manos el barandal sabiendo que si seguía así iba a terminar muerto. 

──¡Lee! ─sorpresivamente, grité. 

Él me miró con suma atención. Sabía que mis palabras lo iban a romper internamente.

──Ríndete. ─sentencié con seriedad. ──. Si continúas con este encuentro morirás. 

──No puedo rendirme y tú lo sabes perfectamente. ─dijo, mirando hacía abajo respirando pausadamente.  

──No necesitas demostrar nada, tú ya eres un espléndido shinobi. ─confesé. ──. Tendrás más oportunidades en un futuro, solo tienes que rendirte.

──No lo suficiente. ─murmuró esquivando a duras penas la arena.

Mis palabras no lo hicieron cambiar de opinión y hacer que se rindiera. Los demás también sabían que lo mejor era rendirse ante un oponente como él. Fruncí mi ceño dejando salir mi sombra lista para tomarlo para sacarlo de allí.

──No lo hagas, Saiko. ─el sensei me tomó de mi cabeza. ──. Deja que Lee siga. Sabes que él no sabe rendirse.

──¡Lo va a matar! ─lo miré y por primera vez mi mirada expresaba molestia sorprendiendo a los presentes.

Temblaron cuando mi sombra se puso en modo de ataque.

──Hay cosas que no sabes de Lee, Saiko. ─dijo con suavidad para tranquilizarme, mirando a su pupilo. ──. Hemos estado trabajando en su taijutsu día y noche sin descanso. Confía en el fruto de su arduo trabajo. 

No sabía con certeza a lo que se refería con eso, pero estaba segura que no era nada bueno para su cuerpo. 

Cerré mis ojos recordando las tardes que lo veía golpear ese tronco sin descanso. Cada vez que lo rescataba de los niños que lo molestaban, cada vez que tenía que llevarle de comer porqué se le olvidaba. Las veces que le curaba sus heridas por las misiones y los golpes que Neji le dejaba. Sus lágrimas que mi suéter absorbía cuando lloraba en mis hombros por ser un don nadie. 

Me costaba creer que ya no era ese mismo niño llorón que se escondía en mi espalda.

Inhale airé para tranquilizarme y evitar un problema, no tengo buen historial cuando me molesto. Abrí mis ojos enfocando mi vista al frente para seguir viendo su encuentro. 

──No puede seguir. ─comentó Sakura preocupada. ──. Hágalo renunciar antes de que lo mate.

Sin embargo, nadie hizo caso a su petición. La sorpresa se instaló al ver cómo en segundos esquivo la arena con gran velocidad.

──Aún es capaz de moverse. ─Neji parecía impresionado, más no lo demostraba. 

Lee no parecía preocupado e incluso sonreía mientras esquivaba la arena. 

──Ahora es el turno de Gaara para correr. ─las miradas cayeron en Gai-sensei. ──. La Flor del Loto Primario de Konoha florece dos veces. 

──No, Gai, no lo habrás hecho. ─soltó Kakashi con voz preocupada.

──Sí, Kakashi, sí lo hice. ─dijo sin preocupación con cierto orgullo.

──Así que ese gennin... ese chico es capaz de abrir las Ocho Puertas Internas y usar el Loto Escondido. ─por su voz parecía impresionado. 

Tanto Neji como yo nos pusimos a pensar en sus palabras. Era claro que el sensei tenía un trato especial con Lee por su nula habilidad con el ninjutsu y genjutsu, además de que su taijutsu era un fracaso total. Puede que en sus entrenamientos le haya enseñado algo incluso más prohibido que el Loto Primario. 

──Entonces dime, ¿cuantas puertas internas puede abrir ahora? 

──Cinco puertas. 

Creó haber leído en alguna parte lo que eran las ocho puertas internas. Es un Kinjutsu exclusivo de Konoha que permite la apertura de las Ocho Puertas, para aumentar drásticamente las habilidades físicas de su usuario y ganar un poder abrumador muchas veces mayor al suyo. Puede incrementar diez veces o más la fuerza del usuario. 

Para hacer el Loto Primario, Lee abría la primera puerta. Para seguir con esa velocidad, abría la segunda. Y con todo eso Lee estaba muy fatigado, no imaginaría cómo terminaría si abriera alguna otra puerta. Sí se llegara abrir las ocho puertas la persona morirá.

Enfoqué mi mirada en mi mejor amigo, viendo como cerraba sus ojos concentrándose en su siguiente ataque. 

──No sé a qué crees que estás jugando ahora. ─habló Gaara mirando a Lee. ──. Pero esté encuentro se acabó para ti.

──Tienes razón. ─dijo Lee. ──. Se acabó. De alguna u otra forma... ¡no voy a ser el único que pierda!

La sorpresa de todos era inminente al ver cómo su cuerpo desprendía un inmenso chakra mientras que su piel se tornaba rojiza, como si su temperatura aumentara constantemente. 

Abrió la cuarta puerta logrando alcanzar una velocidad mejor que la anterior asentando un golpe en la mandíbula de Gaara. 

──Estaba preocupada por Lee, pero... ¿debería preocuparme por Gaara? ─murmuré sintiendo a mi sombra proteger una parte de mi cuerpo para que la tierra que el chakra, que Lee levantaba, no me cayera. 

El golpe fue tanto que lo envió hacía el techo y ante tal velocidad, la arena no podía protegerlo. Así que su escudo de arena había sufrido severas grietas. 

──Gaara. ─susurré al ver como Lee comenzó a darle una serie de patadas por todo el lugar intentando romper el cascarón de arena. 

Me costaba seguirle el ritmo por tal velocidad e incluso Neji que estaba con el Byakugan no podía.

──¿Enserio es Lee? ─murmuró el castaño siendo yo la única en escucharlo. 

Ambos estábamos igual de impresionados.

──Ahora quién va a matar a quien, Saiko. ─habló el sensei recibiendo una mirada no tan amistosa mía. 

Regresé a ver el encuentro. 

──Uno más y terminaremos. ─aseguró mi compañero, note como sus músculos comenzaban a contraerse.

Y fue entonces que Lee abrió la quinta puerta. 

Gaara parecía más que asombrado por tal fuerza que un "don nadie" había desatado. Neji estaba igual que el pelirrojo, no creyendo lo que veía. Y ni hablar del público presente.

Un inmenso golpe fue lo que recibió, pero no cayó al suelo pues Lee lo tomó de su ropa. 

──Su armadura no resistirá. ─dije al ver lo agrietada que estaba. 

Lee lo jaló de su ropa usando el Loto Escondido en Gaara. Una inmensa ola de tierra se presentó, la sombra se encargó de protegerme mientras los demás se cubrían con sus antebrazos. 

Entre todo el polvo logré ver como la calabaza se convertía en arena. Y una leve teoria surcó mi mente de inmediato.

Lee estaba peor que antes, ni siquiera podía abrir sus ojos por completo por usar aquella técnica. Pronto el polvo se dispersó dejando ver a Gaara siendo su arena quien amortiguó el impacto... tal y como lo pensé.

La mayoría se sorprendió.

Gaara poco a poco levantó su mano sin dejar de mirar a Lee malherido. Esté intentó levantarse, pero era inútil. La arena se dirigía a él hasta tomar su brazo y pierna izquierda. 

──Sabaku Kyū. ─cerró su puño. Ataúd de Arena.

El inmenso gritó de Lee resonó por todo el lugar para verlo caer inconsciente al suelo. Aún con eso, Gaara no se detenía, la arena iba directo a él. 

──Ahora muere... 

──¡Gaara, detente! ─grité y sorpresivamente se detuvo a escasos centímetros de acabar con él. ──. Es suficiente, ganaste. Y me alegro por ti. 

Su mirada se enfocaba únicamente en mí, siendo observados por todos. Sus compañeros parecían los más sorprendidos de que él me hiciera caso a la primera. 

Gai-sensei bajo llegando hacía su preciado pupilo dando una mirada al chico por haberlo intentado matar.

Gaara tomó su cabeza, como si algo lo atormentaba.  

──Sí fallo... ¿por qué salvarlo? ─preguntó sin entender porqué recibio esa mirada al haber dejado a Lee en esa condición.

──Porque él es... es mi alumno. ─aclaró mirando al chico inconsciente. ──. Y también porque es una persona valiosa para mí. 

Aquello no parecía ser un sentimiento que Gaara haya experimentado. Su expresión al igual que las de su equipo lo demostraba. El pelirrojo se repuso sin ninguna dificultad y sin ninguna herida molesto por aquello.

──Yo me largo. 

El encuentro terminó en el momento que mis palabras fueron escuchadas por él. Me alegraba que se haya detenido a tiempo.

──El ganador del encuentro es... 

La sorpresa de todos se instaló al ver como Lee se había puesto de pie a pesar de sus graves heridas. Ni siquiera estaba consciente y aún así estaba listo para seguir peleando. Gaara dio media vuelta dispuesta a terminar con él. Solté un leve suspiró para aparecer frente a él impidiendo que diera un paso más. 

──¿Por qué lo proteges tanto? ─preguntó fríamente mirando mis ojos.

──Porque es lo que una amiga hace, ¿no? ─dije sin pensar y sin mucha expresión.

Su mirada más fría que el hielo se clavó en mí como kunais. Parecía más molesto que antes y parecía que iba atacar en cualquier momento para terminar con la vida de mi mejor amigo. Ante eso, hice un domo de sombras impidiendo que los demás observarán lo que haría. 

Tomé su rostro entre mis manos para depositar un pequeño beso en su frente. Su cuerpo se tenso ante mi tacto, pero poco a poco se fue calmando. 

Esto no debería ser legal. ─pensé alejandome de él sin siquiera verlo a los ojos.

Sin decir nada deshice el domo apareciendo a un lado del Hyuga, quien junto a los demás observaban a Gai-sensei llorar al ver a su pupilo en esas condiciones. 

Pues solo se mantenía de pie gracias a su fuerza de voluntad. 

──El ganador es... Gaara. ─se anunció lo obvio. 

El pelirrojo aún estaba en un pequeño transe después de haberle dado esa muestra de afecto. Me miró de reojo antes de dirigirse hacía su equipo más relajado que antes.

Pronto los médicos llegaron a revisar a mi compañero.

──Usted es su sensei, ¿no? ─preguntaron. 

──Así es, ¿qué pasa? 

──¿Podría venir conmigo? ─le pidió apartándose. 

Eso me daba mucha curiosidad, ¿qué vio en Lee para poner esa mala cara? Me concentré en escuchar lo que el médico decía acerca de algunas fracturas de huesos y músculos desgarrados en todo su cuerpo. Lo que significa que le esperaba una difícil y larga rehabilitación. 

──Pero, temo que eso no es lo peor. ─siguió hablando. ──. Su brazo y pierna izquierda sufrieron un daño masivo. 

Seguramente era a causa de la presión que la arena genero.

──Lo siento, se lo mucho que significa para ambos, pero no volverá a pelear. ─soltó el médico. ──. Sus días como shinobi se acabaron. 

Cerré mis ojos soltando un leve suspiró. Por lo menos no terminó muerto, eso era lo peor... pero no sabía cómo lo iba a tomar Lee. 

──Lo hiciste bien, Lee. ─dije en voz baja viendo como se lo llevaban. 

Hoy había demostrado a todos que no se necesitaba ningún ninjutsu o genjutsu para ser un espléndido ninja. Demostró que el trabajo arduo puede estar al nivel del talento natural.

──El destino para quien nace como peón, es quedarse como peón. ─miré de reojo a Neji por sus estupideces.

──No te lanzo una silla por respeto a ella. ─dije mirando a mi compañero fríamente.

──Sabes que digo la verdad, Nara. ─me miró de reojo. ──. No hay mentiras en mis palabras.

──Algún día Neji, alguien te quitará esa venda que te impide ver la realidad. ─suspiré, regresando mi atención al frente. ──. Una realidad que ni con tu Byakugan puedes ver. 

──Hmp. ─fue lo único que dijo.

Supongo que esto ya estaba por terminar, sólo quedaba un encuentro. 

──Oye, tú. ─giré mi cabeza al escuchar a alguien acercarse. ──. ¿Cómo hiciste para que Gaara te hiciera caso? ─preguntó el compañero del nombrado.

──No sé a qué te refieres. ─cruce mis brazos mirando a Gaara del otro lado, quien permanecía mirando a nuestra dirección. ──. Simplemente él sólo lo hizo.

──Me es imposible creerte, ¿sabes? ─lo miré de reojo, también observaba a su compañero con cierto temblor. ──. Ni siquiera nos escucha a Temari ni a mí a pesar de ser sus hermanos mayores.

Me sorprendí un poco, pero lo oculté. Ninguno de los tres se parecían, eso sí que fue una sorpresa. También se aclaraba que los tres eran de diferentes edades, siendo Gaara el menor. 

──Supongo que si dejaran de mirarlo con tanto miedo y lo tratarán como a un hermano, tal vez escuche a su hermano mayor. 

Parece ser que dí en el punto.

Su mirada lo demostró.

• • •

.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top