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─ CAPÍTULO ─
UNO
❝GRADUACIÓN❞
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MIS PUPILAS SE MOVÍAN DE UN LADO A OTRO leyendo los párrafos en menos de cinco segundos entendiendo a la perfección lo que dictaba en el libro. A los pocos minutos cambié la hoja sin despegar mis ojos de la escritura.
Estaba tan absorta en mi lectura que nada podía hacer que elevará mi cabeza. A pesar de estar con mi vista en el libro podía saber lo que ocurre a mi alrededor, se puede decir que es una habilidad que desarrolle cuando te vuelves aficionada a la lectura.
Cuando menos me lo esperé, volví a cambiar la hoja pero mi sorpresa se escondió al notar que solo quedaba la pasta de la portada del libro que leía. Suspiré cerrando el libro con cuidado, a un libro se le trata mejor que a una rosa. No son para nada baratos.
Me levanté de la cama para dejar el libro en la repisa que instalé en mi habitación. Una repisa de tantas que tenía.
──Uno más a la colección. ─me dije a mí misma admirando mis libros.
Solté un bostezo mientras me estiraba. El sueño estaba por llegar y me sorprendí que haya terminado de leer el libro en poco tiempo si tomamos en cuenta que tenía casi quinientas hojas, recuerdo vagamente que eran las nueve cuando comencé a leerlo.
Sin pensar mucho me dejé caer de nueva cuenta a mi cama apagando la luz de mi mesa de noche. Cerré mis ojos dejándome llevar por la segunda cosa que amo; dormir. Primero los libros, hay prioridades.
Cuando caí en la oscuridad juró que no pasó ni un segundo cuando escuche la espantosa alarma resonar a mi lado indicando que ya era hora de levantarme.
Creo que no medí bien mi tiempo de lectura. Ahora tendré que levantarme para apagarla y comenzar otro día más.
──Qué fastidio.
De solo pensarlo me daba flojera, hacerlo era una tortura. Sin más que hacer, me dispuse a levantar mi trasero de mi estupenda cama para apagar mi alarma antes de que mamá comenzara a gritar. Era una pesadilla cuando lo hacía.
Giré mi cabeza mirando mi cama desatendida. Suspiré para comenzar arreglarla y dejarla intacta. Una vez hecho aquello tome mi ropa limpia junto a mi toalla. Salí de mi habitación notando a mi hermano abrir su puerta con una cara peor que la mía.
Pronto, en unos segundos ambos miramos la puerta del baño teniendo el mismo pensamiento.
──Ni lo pienses, enano. ─hablé caminando al baño. ──. Soy la mayor, por lo tanto seré la primera.
──De todos modos ni quería usarlo. ─me miró fastidiado regresando a su habitación, seguramente iba a usar el de invitados.
Cerré la puerta con seguro dejando mi ropa en su lugar. Me miré al espejo notando mi cara de pereza que acostumbro a tener. Sin darle tantas vueltas al asunto cepille mis dientes para atender mis necesidades básicas de todos los días. Una vez vestida, salí.
Regresé a mi cuarto cepillando mi cabello y cuando terminé tomé otro libro que aún no leía para bajar a la cocina. Mamá justo estaba sirviendo el desayuno.
──Saiko, puedes ir a levantar a tu padre. ─pidió madre antes de que me sentará. ──. Mande a tu hermano hace minutos, pero ninguno ha bajado.
──¿Qué tan importante es ir? ─cuestione.
──Saiko. ─me dio esa mirada que significa peligro.
──Ya qué. ─suspiré regresando por donde vine.
Con pereza subí las escaleras y caminé hasta llegar a la habitación de papá. Entre al ver la puerta abierta notando como papá dormía y junto a él estaba Shikamaru dormido por igual. Tal parece que llegó a despertarlo y terminó dormido.
──Papá es hora de levantarse. ─hablé mirando a ambos hombres.
Ninguno parecía escuchar.
Miré la hora notando que eran las 6:07 am, así que me tiré junto a ellos cerrando mis ojos sintiendo el sueño apoderarse de mi cuerpo hasta caer en la oscuridad.
Todo estaba tan tranquilo y cálido que nada podía despertarme de mi dulce sueño.
──¡DIJE QUE HA DESAYUNAR!
Los tres despertamos de golpe al escuchar el inmenso gritó de mamá frente a nosotros de brazos cruzados dejando ver su tan amado cucharón de cocina.
──Les dijes que despertaran a su padre no que les hicieran segunda y tercera. ─nos sermonio con su ceño fruncido. ──. Es increíble lo perezosos que son.
Qué fastidio. ─pensé al saber que diría si lo escuchara.
──Acaban de pensar "qué fastidio", ¿verdad? ─los tres nos quedamos helados, tal parece que no fui la única que lo pensó. ──. No habrá almuerzo.
Suspiré y juntando energías me levanté de la cama escuchando las quejas de mi madre hacía mi padre sobre hacernos dormir más. Baje las escaleras para comer mi desayuno, antes de poder agarrar los palillos sentí un golpe en mi mano.
──Espera a que baje tu padre. ─amenazó con su cucharón.
Mi hermano estaba cruzado de brazos esperando a nuestro viejo. Mamá se sentó y gracias al cielo papá apareció arreglado. Agradecimos la comida para comenzar a comer entre un silencio.
──Hoy es un día especial así que haré tu favorito, Saiko. ─interrumpió mamá con una leve sonrisa.
Miré a papá esperando a que me indicara que si era mi cumpleaños y se me olvidó o porque era importante el día. Mi hermano parecía igual de confundido que yo.
──Eh, ¿especial en qué sentido? ─cuestione después de unos segundos.
──¿Ya lo olvidaste? Hoy es tu graduación. ─recordó. ──. Hoy por fin te conviertes en Gennin.
Ahora lo entendía.
──¿Y qué tiene eso de especial? ─inquirí llevando un poco de arroz a mi boca.
──Qué cada vez estás creciendo más. ─un brillo surco sus ojos. ──. Ya tienes doce años. Cada año te conviertes en una hermosa mujer y en el futuro líder del Clan.
──Suena a problemas. ─comenté comiendo mi desayuno. ──. Odio los problemas. Son un fastidio.
──Te acostumbras, cariño.
La verdad me daba igual si soy o no la próxima heredera del Clan Nara. Papá nunca me presiona para que lo sea y mamá siempre habla de serlo, pero siempre me recordaba que si no quería serlo no había problema.
──¿Así que hoy te vas a graduar? ─preguntó mi hermano sin mucha emoción. ──. Eso sí que es un fastidio.
──Un fastidio que en dos años te va a tocar. ─le aclaré.
──Qué horror.
El resto del desayuno nos la pasamos escuchando lo que iba a ser mamá para comer por mi graduación. Cuando terminamos ayude a lavar los platos.
──Saiko, Shikamaru se les va hacer tarde. ─anunció madre mirando el reloj.
──Cierto. ─murmuré tomando mi libro. ──. Nos vemos después. ─me despedí de ellos.
──Adiós. ─escuche a mi hermano antes de salir.
Caminamos hacia la academia pasando por Chouji en el transcurso del camino.
──Esfuérzate hoy, Saiko. ─me animó la madre del mejor amigo de mi hermano.
──Gracias, Sra. Akimichi. ─agradecí siguiendo el camino.
Mientras mi hermano platicaba con Chouji yo me sumergía en mi lectura caminando detrás de ellos.
──¡Saiko! ─me hice a un lado escuchando como alguien caía al suelo de boca.
──Veo que tienes más energía de lo normal, Lee. ─comenté pasando por su lado. ──. ¿A qué se debe?
──¡Hoy nos graduamos y seremos Gennin! ─parecía que el golpe no le dolía. ──. ¿No estás emocionada?
──¿Debería? ─cuestione sin darle importancia.
──¡Por supuesto! ─expresó. ──. ¡Hoy estaremos a un paso más para convertirnos en jounin! ¡Y ser grandes ninjas! ─todo eso lo dijo mientras corría a mi alrededor parado de manos.
──Primero, ¿cuánto té con azúcar tomaste? ─pregunté al verlo más energético.
──¡No lo sé! ¡Muchas!
──Y segundo, sinceramente eso de convertirme en gennin o no, no es algo que me emocione.
──¡Tú siempre tan serena!
Tuve que escuchar sus gritos de emoción sobre el día de hoy todo el camino a la academia. Por suerte cuando llegamos su tono de voz bajó un poco. Mi hermano se perdió por la academia mientras nosotros nos dirigimos a nuestro respectivo salón donde se encontraban la mayoría.
──¡Saiko! ¡Lee! ─nos llamó alguien.
──¡Oh, Tenten! ─el chico fue corriendo hacía ella.
Yo como una persona normal y civilizada camine sin dejar de leer mi libro. Tomé asiento en mí mismo lugar de todos los años.
──¿Ansiosa o emocionada? ─preguntó la castaña.
──Aburrida. ─contesté.
──Me encanta la energía que posees, Saiko. ─soltó con sarcasmo.
Bostecé recargando mi mejilla en la palma de mi mano siguiendo con mi profunda lectura. Había más alboroto de lo normal por ser un día "especial" para nuestra generación. Pronto, el ruido cesó una vez que el sensei entró a la sala.
──Normalmente les diría una biblia completa, pero eso es muy cansado. ─habló el sensei mirando a sus alumnos. ──. Así que comencemos con el examen final.
Los murmullos ansiosos y nerviosos comenzaron a presentarse.
──Cuando menciona su nombre procederán al cuarto de exámenes, el examen final será el Bushin no Jutsu.
Muchos comenzaron a quejarse y con miedo y nerviosismo comenzaron a practicar el jutsu. Instintivamente bajé mi libro para prestar atención en mi mejor amigo de infancia. Él no parecía nervioso o al menos así lo sentía al verlo hacer lagartijas.
──¿Seguro que podrás con esto? ─pregunté al conocer su inexistente habilidad con el ninjutsu y genjutsu. ──. No te juzgaré si te retiras.
──¡Nada de eso, Saiko! ─gritó siguiendo con su ejercicio. ──. ¡Jamás me rendiré! ¡Sí no soy capaz de hacer el jutsu daré 500 vueltas a la cancha como compensación!
Su determinación parecía jamás ceder a pesar de los grandes obstáculos que la vida le otorgaba.
──Y me preocupaba por nada. ─me dije a mí misma regresando mi atención al libro.
Leía cualquier género literario que encontraba, casi nunca leía libros sobre jutsus o algo por el estilo. Prefería los libros de suspenso o misterio antes que los demás. Eran muy pocos los libros que logran sorprenderme en la trama, casi siempre lograba descifrar el misterio.
──Nara Saiko. ─llamaron después de casi una hora.
──¡Suerte, Saiko! ─dijo Tenten al ser la única con la que me llevaba que aún no hacía la prueba.
──Qué fastidio. ─susurré.
Cerré mi libro para caminar hacía el salón donde se encontraba el sensei con otros dos compañeros suyos. Aunque no estaba presente sabía que el Hokage observaba el examen.
──Para pasar deberás realizar mínimo tres réplicas exactas de ti. ─informó el sensei.
──Sí puedes hacer más, sería excelente. ─agregó su compañero.
──Bien, puedes empezar.
Hice los sellos correspondientes creando dos réplicas idénticas a mi. Los adultos estaban por decir algo, pero se callaron cuando notaron como un clon de sombra se iba formando a un lado mío.
Esté era un clon literalmente de sombra.
──Eso fue excelente. ─felicitó el sensei. ──. Adelante, puedes tomar tu banda de regulación.
──No olvides llevar una fotografía para tu registro ninja. ─informó el mayor. ──. Y dentro de una semana será la orientación en donde se te asignará a tu equipo.
Asentí con mi cabeza en modo de que supieran que lo entendían. Me acerqué a la mesa tomando el protector para dirigirme hacia la puerta.
Supongo que ahora era Gennin.
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NARA SAIKO
. tiene 12-13 años en este tiempo. cuando comiencen los exámenes tendrá 14-15 años.
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