─ CAPITULO ─
VEINTE

❝ PROPUESTA ❞

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Cómo era normal, después de hacer el desayuno para todos, decidí hacer una limpieza profunda a la cabaña regresando al color que era naturalmente. Claramente no lo hice sola, los bandidos fueron muy generosos al ofrecer su ayuda cuando se los pedí.

Amenazando sus vidas con Murasame en mis manos.

──Gracias al cielo, hemos terminado. ─agradecí bajando el pañuelo de mi nariz hasta dejarlo en mi cuello.

Claramente tenía que tener protección para evitar que el polvo o alguna bacteria entrara en mi sistema. Aunque no lo parecía y suene muy dramático, uno nunca sabe las bacterias que hay en los lugares pocos higiénicos, y aquello podía ocasionar enfermedades.

──Ya pueden descansar, chicos. Buen trabajo. ─felicité a los bandidos.

Giré mi cabeza observando a todos acostados en el suelo respirando con dificultad, parecía que estaban al borde de la muerte. Llevé mi mano a mis labios escondiendo una pequeña risa ante la escena que tenía al frente, desde mi punto de vista era graciosa.

──No sé porque el cansancio, si la que terminó limpiando todo fui yo. ─una de mis manos se coloco en mi cintura mientras que la otra sostenía la escoba. ──. Ustedes solo sacaban las bolsas de la basura. ─les recordé inclinando levemente mi cabeza a un lado.

──T-tú... m-mocosa... ─balbuceo Dadan a duras penas. ──. ¿Q-qué no v-ves... que no e-estamos en forma? 

Solté un leve suspiró.

──Deberían de hacer algo productivo en lugar de estar todo el día sentados bebiendo sake y fumando. ─declaré negando con mi cabeza. ──. Por el momento, es mejor que descansen. 

Escuche sus leves murmullos felices. 

──Me daré un baño para ir a ver dónde se encuentran los enanos. ─anuncié entrando a la cabaña dejando la escoba en su lugar. 

Tomé otro de mis vestidos junto a mi ropa interior y una toalla para adentrarme a la pequeña habitación en donde me di un relajante baño. En menos de treinta minutos ya estaba cepillando mi ondulada y oscura cabellera.

──¡Ya me voy, regreso al rato! ─grité saliendo de la cabaña.

──¡Sería genial que no regresaras! ─escuche el gritó de Dadan.

──¡Yo también te quiero! ─solté una leve risa.

Camine por los árboles esperando encontrar alguna señal que me indique donde se podrían esconder los tres demonios que tengo de hermanos. Estaba comenzando a creer que no los encontraría hasta que escuche un fuerte grito. 

──¡Cuando cumplan 10 años les patearé el trasero! 

No tenía necesidad de ver a la persona para saber que el gritó era de Luffy. Camine hacía aquella dirección encontrando a los tres pequeños.

──Para ese entonces nosotros tendremos 13 años. ─escuche la voz de Ace.

──Hasta que los encuentro. ─hablé saliendo de entre los árboles. 

──¡Ann! ─expresaron feliz de verme, unos lo expresaban más que otros para no arruinar su faceta de chico malo. 

──Los estuve buscando por un buen tiempo. ─comenté sonriendo al verlos acercarse a mi. ──. ¿Qué tanto hacían? ─preguntó sintiendo a Luffy abalanzarse a mis brazos.

──Estábamos teniendo nuestras peleas del día. ─contestó Luffy inocentemente.

──¿Peleas? ─cuestioné.

Ace y Sabo miraron de mala manera a Luffy por haber dicho aquello. 

──Luffy, acordamos no decirle nada a Ann. ─regañó Ace soltando un golpe al otro azabache. ──. Y aléjate de ella. 

Me pareció un poco divertido ver como lo alejaba de mis brazos intentando no mostrar sus celos de hermano.

──¡Ace, cabrón! ─el más pequeño lo miró mal. 

──Lo sentimos, Ann. ─miré a Sabo, quien se disculpaba deteniendo la pelea de los azabaches. ──. No queríamos decirte porque nos daba miedo que nos regañes.

──¿Eso les preocupaba? ─pregunté teniendo como respuesta un leve "si". ──. No debería. Se que están creciendo y no siempre los protegeré, así que no me molesta que tengan "peleas", al contrario, eso los ayudará para un futuro. ─les pellizque la nariz a cada uno. ──. Además, nunca me enojaría con ustedes. 

Sonreí cerrando mis ojos mientras sentía el viento jugar con mis oscuros cabellos. 

──¡Les dije que no se enojaría! ─gritó Luffy mirando a los otros dos.

──Tenías razón, creo que te debo una disculpa. ─me sorprendía lo maduro que Sabo podía ser.

──Tsk. ─Ace se cruzó de brazos mirando a otro lado. 

No pude evitar sonreír felizmente al ver a mis pequeños, parecía que cada día se llevaban mejor y eso me agradaba. Sabo llevaba casi una semana desde comenzó a vivir en la cabaña y para mi ya era como otro hermano más.

──Ann. ─mis ojos se posaron en los de Luffy. ──. ¡Pelea conmigo! ─dijo decidido. 

──¿Eh? ─los mayores miraban incrédulos a Luffy. 

──No tendrás oportunidad contra ella. ─habló Sabo. ──. Ni siquiera ganaste ninguno de nuestros encuentros, menos podrás con ella.

──Sabo tiene razón. ─dijo mi hermano. ──. Solo Sabo y yo podemos con ella, no, incluso creo que solo yo podía con ella. ─aclaró orgullosamente.

──¡Oye! ─el rubio lo miró. ──. ¡Solo me ganaste por dos puntos! 

──Pero te gané, ¿no?

Antes de que siguieran con su discusión, sin poder evitarlo, solté una risa llamando su atención.

──Chicos, en verdad son una ternura. ─dije cuando deje de reír. ──. No quiero romper sus ilusiones, pero ni siquiera ustedes tres juntos podrán tocarme un cabello. 

Sonreí, pero no era una sonrisa de gentileza, sino con un pequeño toque de ego en ella. Quería ver sus reacciones.

──Dudo mucho que sea cierto. ─contradijo Ace. ──. No has visto cómo peleamos. Así que no sabes si realmente no podemos tomar uno de tus cabellos.

──Estoy con Ace. No puede simplemente decir que somos débiles sin vernos en acción. ─aclaró Sabo con confianza en sí mismo.

──Ann, ya no soy él misma de hace meses. ─dijo Luffy con seriedad. ──. He entrenado mucho para vencerte y hoy estoy seguro que lo haré. 

──Oh, ya veo. ─miré el brillo en sus ojos, claramente les toque su ego y se sienten mal por, prácticamente, llamarles "débiles". ──. ¿Qué les parece que les haga una propuesta? 

──¿Propuesta? ─preguntaron los tres.

──Si entre los tres logran tomar aunque sea uno de mis cabellos, como compensación los llevaré a cenar a un lugar que acaban de abrir. ─propuse. ──. He escuchado que es un buen restaurante y está en medio del mar.

──¡¿Saldremos de la isla?! ─preguntaron entusiasmados.

──Sí, solo si logran quitarme un cabello, claro está. ─aclaré mirando a los tres. ──. Entonces, ¿qué dicen?

Los tres se miraron entre ellos por unos segundos y sin pensarlo mucho, sonrieron en grande.

──¡Aceptamos! ─gritaron al unísono.

Mi sonrisa se presentó.

──En ese caso. ─me levanté de donde estaba de cuclillas. ──. Que comience la pelea.

Cerré mis ojos para escuchar y sentir los movimientos que los tres hacían. No tenía necesidad de abrirlos para esquivar los golpes que me daban.

──Imposible...

──Tenía los ojos cerrados y esquivó los golpes de Ace. 

──¡Maldición, se hizo más fuerte!

Solté una risa ante el comentario de Luffy, no era que me hiciera más fuerte, era que ahora estaba un poco más seria que cuando "peleaba" con él. Aunque diga que estaba seria, no era mucha la diferencia. 

──¿Eso es todo? ─pregunté abriendo mis ojos esquivando sin mucha preocupación el golpe de Ace. ──. Creí que les apasionaba ir a ese restaurante a comer.

──¡No me subestimes! ─gritó Ace perdiendo su paciencia para venir directo a mi.

Antes de que llegara a mí, di una voltereta sin manos pasando por encima de él llegando a su espalda impresionando a los chicos por mi maniobra. 

──Te tengo. ─lo levanté de su camisa. ──. Creo que aún les falta tiempo para tener una buena pelea conmigo.

Hice mi cabeza para atrás observando la cabellera negra de Luffy pasar por en medio nuestro, antes de que se golpeara contra el árbol, lo tomé de su camisa con mi otra mano. 

──¡Casi lo tenía! ─exclamó frustrado.

──No estabas ni cerca, idiota. ─le regañó Ace cruzando sus brazos. 

En un rápido movimiento, coloqué a Luffy de espaldas con Ace para sujetarlos con una mano logrando detener la tubería del rubio. En un parpadeo para él, ya estaba colgando de su ropa gracias a mi mano. 

──Me atrapaste, Ann. ─sonrió rascando su cabeza nervioso.

──Tal vez no lograron el cometido, pero estoy orgullosa de verlos esforzarse y ayudarse entre los tres para intentar conseguirlo. ─los abracé a los tres felizmente.

Hasta que sentí tres pequeñas punzadas en mi cabeza. Me separé de ellos notando sus enormes sonrisas mientras sujetaban un cabello en sus manos cada uno.

──Nunca dijiste que se terminó, ¿o sí? ─preguntó Ace sonriendo con un leve toque de orgullo. 

──Al final sabíamos que no podíamos hacerlo sino teníamos algo de tu propia ayuda. 

──Shishishishi~ ¡te ganamos, Ann! ─soltó Luffy riendo. 

Cerré mis ojos soltando una leve risa. Estos niños son una sorpresa absoluta al momento de pelear. 

──Entonces, vamos a cenar. ─aclaré dejando a los tres en el suelo.

──¡Sí! ─gritaron felices.

Pd: me equivé y lo publique en lugar guárdalo y publicarlo cuando tenga más capítulos ;-; así que una disculpa por no ser el mejor capitulo.