𝗢𝟭𝟲. 𝗍𝗁𝖺𝗇𝗄 𝗒𝗈𝗎
─ CAPITULO ─
DIECISÉIS
❝ GRACIAS ❞
• • •
──Odio... ¡a los bandidos del monte! ─escuche a Luffy decir seguramente recordando a los bandidos de la otra vez.
Él se encontraba sentado donde todos comen mientras yo estaba en una esquina apartada de ellos sentada con mi espalda recargada a la pared y a Murasame entre mis brazos cruzados.
──¡Cállate, mocoso! ¡Ya estamos cansados de la gente como tú! ─gritó Dadan. ──. ¡Sí no te gusta estar aquí, vete y muérete de hambre! ─yo solo quería ver desde lejos sus actitudes.
──Cálmate, jefa. ─le dijo uno de ellos. ──. Que su hermana nos mira feo. ─alcé una ceja al ver a todos mirarme.
Cerré mis ojos ignorando las miradas de terror de ellos, a los pocos segundos, sonreían nerviosamente mientras movía su mano en forma de saludo a mi dirección.
──Esto es muy poco. También quiero carne de esa. ─comentó Luffy terminando su porción de arroz mirando a Ace y a los demás comer carne.
──¡Está es carne de un Búfalo que Ace capturó! ─Dadan le acercó un trozo a Luffy quien babeaba por él, cuando le iba a morder, lo quitó haciendo que mordiera a la nada. ──. Él nos da algo y por eso podemos comer, los bandidos del monte no están en forma últimamente.
La vi expresar mientras soltaba un bocado al trozo de carne. Me molestaba un poco que mandarán a Ace a cazar para que todos comieran por igual.
──¡Mañana tendrás mucho trabajo! ─habló mirando a Luffy. ──. ¡Tendrás que limpiar, hacer la colada y limpiar nuestras armas! ¡También tendrás que robar y asesinar gente! ¡Y no debes contarle nada a Garp lo que haces aquí!
Solté una leve risa en mis adentros al escuchar eso último. Era más que claro que Garp mataría a Dadan si se enterara de lo que ponía hacer a sus nietos sin su consentimiento.
──Un bol de arroz y un vaso de agua al día. ─continuó hablando. ──. Eso es todo lo que te daremos. ¡Todo lo demás lo tienes que cazar o plantar tú mismo!
──¡Está bien! ─dijo como si no fuera nada.
Dadan cayó de espaldas al escucharlo aceptar sin rechistar.
──¿Estás de acuerdo? ¡Pensé que ibas a llorar!
──Mi abuelo me abandonó en la jungla. Puedo comer tantos gusanos, ranas, serpientes y setas como sea. ─solté un suspiro al conocer de antemano esa jungla.
También estuve en ella, de hecho fue ahí donde encontré mi fruta.
Solté un leve suspiró.
Me levanté del suelo colocando mi espada en mi cintura, esa acción relajo a los bandidos. Tome mi comida que ellos me dieron, estaba intacta no había probado bocado sabía que Luffy pediría más.
──Ten, Luffy. ─la deje a su frente. ──. Puedes comerte lo mío.
──¡¿En serio?! ─preguntó con un brillo en sus ojos.
──Claro. ─acaricié su cabeza.
──¡Gracias, Ann! ─sonreí ahora despeinando su cabello.
──Hmp. ─mire a Ace mirar a otro lado ante la acción que hice con Luffy.
──Para tener 10 años eres muy gruñón. ─me incliné para llegar a su nivel, él giró su cabeza mirando la sonrisa que le brindaba.
──Metete en tus problemas, anciana.
Cerré mis ojos manteniendo mi sonrisa mientras que sentía a Luffy retroceder con miedo.
──¿Anciana? ─mi voz era tranquila y dulce, algo que sin duda desconcertó a todos fue ver como mi semblante cambió a uno oscuro. ──. ¿Te parezco una anciana? ¿Eh? ─pregunté pellizcando su oreja. ──. Que sea la última vez que me llamas así, Ace. ¿Está entendido? ─este no respondió. ──. No te escucho. ─acerque su cara a mi rostro. ──. Pregunte que sí entendiste.
──S-sí... ─murmuró.
──¿Sí qué?
──Que si entendí. ─lo solté. ──. Maldita anciana. ─murmuró tomando su oreja y ante eso le di un pequeño golpe en la cabeza causando un chichón.
──Si sigues así mañana no desayunarás carne. ─me miró de reojo. ──. Y sí. Tengo planeado cazar algo para hacer el desayuno. ─despeiné su cabello sonriendo. ──. Ahora no estarás solo, Ace. Me tendrás a mi y a Luffy, y aunque no quieras eso... nunca es tarde para conocernos. ─le susurré limpiando con una servilleta los restos de comida en su mejilla. ──. Y si no quieres eso, me conformaré con saber que estás bien. ─para su sorpresa total terminé de hablar depositando un dulce beso en su frente.
Me levanté caminando hacia la puerta, antes de salir miré al pequeño azabache llevar una mano a su frente y a los segundos pude ver una pequeña casi nula sonrisa acompañado de un leve sonrojo.
Quise caminar un poco por el bosque para despejar mi mente. Tenía pensado levantarme antes que todos para cazar algún animal y preparé el desayuno, no quiero que Ace cargue con eso. Tampoco tenía pensado en decirle nada a Dadan ante sus "cuidados". Ella ha cuidado a Ace desde pequeño y me siento en deuda con ella y es por eso que no quiero llevarle la contraria, puedo ayudarle en lo que necesite, si eso le quita algunas cosas de encima, por mi esta mejor.
[ • • • ]
Ya habían pasado algunas horas desde que salí de la cabaña sin decir nada.
Al regresar observe las luces apagadas indicando que ya se habían dormido, sabía que Luffy no se preocupa por mi, ya que sabe que no me pasara nada malo. Después de buscar en todas las puertas encontré donde se encontraba Luffy dormido, a pesar de que era el desnudo suelo, él dormía como si fuera lo más suave del mundo y claro no dejemos de lado sus ronquidos.
──Diablos. ─susurré negando con mi cabeza con una sonrisa. ──. Nunca cambias, Luffy. ─mi vista se enfocó en un pequeño despierto que miraba la puerta donde me encontraba, como si estuviera esperando algo. ──. ¿No puedes dormir, Ace? ¿O será que te preocupabas por mí?
──No tienes tanta suerte. Los ronquidos de tu torpe hermano no me dejan dormir. ─dijo mirando a otro lado cruzando sus brazos.
──Te puedo asegurar que si eso fuera cierto significa que no has dormido en años ante los ronquidos de Dadan y los demás. ─me crucé de brazos recargando mi peso en el marco de la puerta.
──Hmp. ─miro a otro lado sin decir nada.
──Siendo honesta eres el segundo que se preocupa cuando salgo sin decir nada. ─confesé tomando la mochila que era de Luffy sacando una almohada con su manta. ──. Y ese pequeño detalle me encanta. ─coloque la almohada debajo de la cabeza de Luffy cubriendo su cuerpo con la manta.
──¿Segundo?
──Así es. ─la imagen de cierto pelirrojo invadió mi mente. ──. Será mejor que duermas. ─saque otra almohada. ──. Ten, creo que te viene mejor que a mi.
──No la necesito. ─se acostó dándome la espalda.
──Si tu lo dices.
Me acosté y sin que él se lo esperaba lo tomé haciendo que su cabeza se acostara en mis pechos mientras le daba suaves caricias en su cabello.
──¡Oye! ─intentó apartarse, pero no lo dejó.
──Dulces sueños, pequeño. ─besé su frente y con eso dejo de forcejear.
Poco a poco se fue quedando dormido.
──No te pienso dejar, Ace. ─susurré abrazando con firmeza su pequeño cuerpo. ──. Lo juró.
[ • • • ]
──¡Wow! ─expresaron al mirar toda la comida que había hecho.
Si antes hacía mucha comida ahora tendré que hacer el triple después de todo, no es fácil alimentar a un D., y ahora menos que somos tres juntos.
──¡¡Meshi!! ─solté una risa al ver a Luffy venir corriendo directo a comer como siempre acostumbraba.
──Sí, Luffy es comida para ti y para todos así que mídete, ¿quieres? Que no porqué sea más comida significa que es más para ti. ─él ya iba por el segundo plato. ──. Ni para que gasto saliva. ─susurré sentándome en medio de los dos azabaches.
──¿En serio es también para nosotros? ─preguntó Dadan mirando la comida.
──Sí, pero será mejor que coman rápido porqué Luffy come mucho. ─todos miraban como estaba por acabar su tercer plato mientras yo empezaba el primero. ──. Come lo que quieras, Ace. Preparé para que ustedes dos comieran bien. ─le sonreí y con eso él se sirvió aunque no lo parezca está disfrutando esto.
──Ann, creo que ahora tengo que cazar por mi cuenta. ─mire de reojo a Luffy.
──¿En serio? ─pregunte dejando mi quinto plato dejando sorprendido a los presentes. ──. Eso significa que a partir de hoy tendrás que estar solo afuera en el bosque, ¿lo entiendes?
──Eso lo sé, Ann. ─me miró sonriendo. ──¡Si voy a ser un pirata, tengo que ser capaz de hacer eso!
Mi sonrisa se ensanchó ante sus palabras.
──Entonces estás por tu cuenta, ¿no? ─lo mire de reojo.
──¡Hai!
Cerré mis ojos soltando una risa, sabía que iba a estar bien si logro sobrevivir en una jungla no creo que le pase algo malo y menos ahora que es de goma.
──¿A dónde va Ace?
Miramos al azabache salir de la cabaña y detrás de él Luffy lo seguía corriendo.
──Espera, ¡¿a dónde vas tú?! ─le gritó Dadan.
──¿Acabas de decir... pirata? ─preguntó uno de los bandidos nervioso, me supongo que porqué Garp es Marine y que su nieto quiere ser pirata lo desconcertó.
──¡Míralo! Es muy fuerte. ¡Por eso no me hace gracia ocuparme de los nietos de Garp! ─gritó Dadan histérica.
──¡Cálmate, jefa!
Yo por mi parte bebía mi sake siguiendo con mi sexto plato.
──¡¿Todavía sigues comiendo?! ─gritó sin creerlo. ──. ¡¿Ese es mi sake?!
──Corrección: "era tu sake". ─le di un gran trago.
──¡Mocosa! ─solo sonreí. ──. ¿No irás detrás de tu hermano?
──No me preocupa. Se que los dos saben cuidarse. ─mi voz cambió a una seria. ──. Dadan. ─la llamé. ──. Quiero darte las gracias por haber cuidado a Ace todos estos años. Y lamento todo lo que ha causado y si quieres puedo pagarte. Si yo desde un principio hubiera sabido que mi hermano estaba con vida con gusto me hubiera hecho cargo de él.
El silencio reino. Sentía algunas miradas sorprendidas, pero no la de ella.
──Mientras no me robes mi sake, no me debes nada, mocosa. ─sonreí levemente. ──. Y aunque no lo haya cuidado por voluntad propia... no fue tan malo como pensé.
Bebí lo último del sake.
──¡¿Qué te dije de mi sake?!
──Lo siento, lo siento. ─me disculpé con una pequeña sonrisa mirando a otro lado. ──. Diablos. Sí, Shanks estuviera aquí ya me había quitado el sake. ─reí al recordarlo.
Puedo aprovechar su ausencia.
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