𝗢𝟭𝟱. 𝗆𝗒 𝖻𝗋𝗈𝗍𝗁𝖾𝗋

CAPITULO
QUINCE

MI HERMANO

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Rodé mis ojos por décima vez ante las palabras del anciano.

──Te lo deje a tu cuidado. ¡¿Y qué es lo que encuentro?! A mi nieto de goma y diciendo estupideces. 

Lo ignore como lo he estado haciendo en todo el camino cargando una mochila con ropa de Luffy y mía sin saber con certeza a dónde nos lleva.

──¡Ya te lo he dicho, abuelo! ¡¡Voy a ser el rey de los piratas!! ─dijo Luffy mientras Garp lo cargaba de la mejilla después de que este provocara que un árbol lo golpeara.

──¡¡¡Por encima de mi cadáver!!! ─gritó. ──. ¡Primero te comes una Akuma no mi, y ahora no dejas de hablar de esa tontería! ¡¡No sé que estuviste cuidando, Ann!! ─y de nuevo rodé mis ojos. 

──Yo lo cuido y lo ayudó en el camino que él eligió. Si tanto quieres que sea un Marine cuídalo tú. ─dije cruzando mis brazos mirando a otro lado.

──¡Maldita, mocosa! ─apretó su puño. ──. ¡¡Tanto Luffy como Ace serán los mejores Marines que ha habido!! 

En cuanto dijo ese nombre lo miré con una gran confusión. Ese nombre era el que mi hermano menor iba a tener, pero cuando Garp me llevó con su hijo me dijo que él murió al igual que mamá.

──¿Qué dijiste? ─él me miró de reojo. 

──Luego hablamos, Ann. ─dijo seriamente. 

──¡¡Owww!! ¡Mierda! ─exclamó Luffy de dolor. ──. ¡Sí soy de goma, ¿por qué me duele?! ¡¡Déjame, abuelo!! ¡¡Se supone que solo los golpes de Ann duelen!!

──¡Esto es culpa mía por dejarlos en la aldea Windmill! ─se dijo a sí mismo.

──¡Ann, dile que me deje! ─me pidió con lágrimas en los ojos.

──Maldito anciano, deja a Luffy en paz. ─le di un manotazo a su mano haciendo que soltara a Luffy, antes de que cayera al suelo lo tomé.

──¡¡Abuelo!! ¡Dime abuelo, mocosa! ─y con eso sentí un chichón saliendo de mi cabeza ante su golpe. 

──Maldito anciano. ─susurré mirando a otro lado mientras él ahora llevaba a Luffy de la ropa. 

Mire a lo lejos una cabaña, ni siquiera sabía que personas vivían aquí. 


──¡¡Dadan!! ¡Ven aquí! ─gritó el viejo tocando la puerta. 

La puerta se abrió dejando ver a una señora grande que parecía más hombre. Detrás de ella había dos personas más, los tres miraban a mi abuelo con nervios. 

──¡¡G-garp-san!! ¡Deme un respiró! ¡No puedo tenerlo mucho más! ¡Llévatelo de aquí! ─alcé una ceja ante la forma con la que se expresaba del niño que cuidaba. 

Su mirada cayó en mi, en el momento que vieron mi semblante serio con mis brazos cruzados se tensaron y echaron para atrás. 

──¡Es idéntica a él! ─expresaron los tres. ──. P-pero... ¡¿por qué?! ─y fue ahora que miraron a Luffy caminar a unos metros de nosotros. ──. ¿Qué? ¡¿Quién es ese mocoso?! ¡¿Otros más?! Tus... ¡¿Tus nietos?! 

──De acuerdo... entonces elige qué prefieres, ¿vivir el resto de tu vida entre barrotes o criar al chico? ─preguntó Garp. ──. ¡He pasado por alto tantos crímenes tuyos como estrellas hay en el cielo! 

──Bueno, no quiero que me capturen, pero a veces creo que la prisión será mejor que esto. ─dijo la señora con el nombre de Dadan. ──. ¡Ya tengo las manos llenas con Ace y ahora quieres que me ocupe de su hermana perdida y tu nieto! ¡¡Seguro que estos dos serán un estorbo como el otro!! ─le di una mala mirada haciendo que se echara para atrás. 

──Mira, ella es Ann. No tienes que preocuparte por cuidarla, ustedes tienen que preocuparse de ella ya que es una cazadora de piratas y bandidos. ─el cigarro que tenía en su boca se cayó de abrir tanto su boca asustada de lo que soy. ──. Lamentable por eso no puede pasar mucho tiempo con Luffy así que lo tienes que cuidar y a cambio ella les pagará. ─lo mire de reojo alzando una ceja.

──¡¡Ah!! ¡Un escupitajo! ¡Qué asco! ─escuchamos a Luffy exclamar detrás nuestro. ──. ¡¡Hey!! ¡¿Quién eres tú?! ─moví mi cabeza a la dirección en la que Luffy miraba. 

Mi corazón dejó de latir en cuanto miré aquellos ojos azabaches, eran tan fríos y sin brillo mirando de mala manera a Luffy. Su cabellos igual que sus ojos y esas pecas como las mías, solo me hacían querer caminar hacía él para darle un abrazo y nunca soltarlo. Y ahí comprendí que Garp me mintió, que mi pequeño hermano no murió y que la promesa que le hice a mi padre todavía puedo cumplirla. 

Quise acercarme, pero la mano de Garp me lo impidió. Lo miré de reojo y él a mi y con esa mirada entendí que nuestra plática no sería bonita. 

──Hola, Ace. ─lo saludo el mayor.

──¡Ace, has vuelto! ─habló la señora. 

Él miró nuestra dirección en cuanto me miró por primera vez suavizó su mirada y yo por mi parte le sonreí con mis ojos cristalizados. Realmente quería abrazarlo.

──Ese es Ace, tiene 3 años más que tú. ─le habló a Luffy que estaba echando humo por la nariz de lo enojado que estaba. ──. ¡Vas a vivir con él, así que será mejor que se lleven bien! 

──¡¿Ya lo des por hecho?! ─ante el grito de Dadan, Garp levantó su puño. ──. ¿Q-qué...? ─y se escuchó el golpe de uno de sus tantos puños de amor. ──. ¡Me ocuparé de él! ─expresó nerviosa. 

──Bien. ─me miró. ──. Caminemos un poco, Ann. ─lo mire de reojo. 

──Claro. 

Lo seguí después de que comenzará a caminar. 

──¡Ann! ─mire a Luffy que se acercó a mi. 

──¿Qué sucede, Luffy? ─pregunte sorprendiendo a los bandidos ante mi dulce tono de voz. 

──¡Él me escupió sin motivo alguno! ¡¡Dile algo!! ─sonreí quitando el resto de baba que tenía en su mejilla. 

──Luffy, solo es un poco de baba no pasa nada. 

──Pero, Ann–

──Seguramente no fue con mala intención, tal vez no se fijó a donde escupía. ─le di un pequeño toque en su nariz. 

──¡¿Qué esperas, mocosa?! 

──¡Ya voy, maldito viejo! ─le grité volviendo con mi semblante frío.

──¡Abuelo! ¡Soy tu abuelo! 

──Sí, ajá, lo que digas. ─rodé mis ojos perdiéndome entre los árboles. 

Ya habíamos caminado por unos minutos hasta que nos detuvimos en cuanto llegamos a una colina donde podía ver el agua del océano.

──¿Por qué? ─hable con mi voz entre cortada después de un gran silencio. ──. ¿Por qué me mentiste, Garp? ─él solo se cruzó de brazos mirando el agua. ──. ¿Por qué me dijiste que mi hermano había muerto esa noche? 

──Porque creí que tenerlos separados era lo mejor. Así el Gobierno no se diera cuenta que eran ustedes los hijos de Roger, si los llegaran a ver algún día. 

──No sabes cuánto lloré y sufrir por eso. Me culpé día y noche de ser la peor hermana del mundo. Me sentía una escoria por haber roto la promesa que le hice a mi padre. ─hablé tratando de no golpearlo. 

──Lo entiendo. Pero quiero que tu entiendas que era lo mejor. 

──¡¡Ni una mierda!! ─grité sin poder contenerlo. ──. ¡Me importa un carajo saber si era o no lo mejor! ¡Me separaste de mi hermano menor sabiendo que yo era su única familia! ¡Y aunque no te guste él es sangre de mi sangre! Y estoy orgullosa de llevarla en mis venas. ─aclaré mirando sus ojos. ──. Y no sé qué fue lo que le dijiste sobre mis padres o sobre mi, pero te juro que si le dijiste algo que haga que odie a su propia hermana... no te lo perdonaré, Garp.

──Tranquila. ─me miró por unos segundos. ──. Él sabe quienes fueron sus padres y cómo es que sobrevivió aun teniendo esa sangre. Solo le dije que su hermana mayor murió por ser hija del Rey de los Piratas. 

──No me sorprende que le hayas mentido. Si lo hiciste conmigo. ─dije con sorna. ──. Pero, ahora él sabrá que fue mentira, que sigo viva. Pretendo decirle la verda–

──No. ─me interrumpió.  

──¿Qué? 

──No le dirás nada. ─entre cerré mis ojos. ──. Deja que crea que eres solamente la hermana de Luffy. 

──¡Por Dios, Garp! ¡Si nos parecemos! ¡¿En serio crees que él no se dará cuenta?! ─pregunté enfurecida. ──. ¡Y me importa una mierda lo que digas! ¡No dejaré solo a mi hermano, no de nuevo! Ahora tengo otra razón por la cual viviré felizmente esta jodida vida. 

──Ya te lo dije, Ann. No quiero llegar y que él mocoso me reclame por mentirle sobre su hermana muerta. ─se dio media vuelta caminando por un lado mío. ──. No me hagas mandarte con Dragon lejos de los dos. 

──Di todo lo que quieras. Tus palabras no me impedirán alejarme de mis hermanos. ─lo encaré. ──. No tengo miedo, Garp. Porqué se que él lo descubrirá sin tener que decirle nada. 

──Ya no tenemos nada de qué hablar. ─evadió el tema. ──. Te seguiré mandando dinero, pero esta vez cada mes. Los veré después. ─lo miré irse perdiéndose entre los árboles. 

Y con eso me deje caer de rodillas soltando todas mis lágrimas que se alojaban en mi pecho. No podía reprimirlas. Eran de felicidad y a la vez de tristeza. Feliz porqué mi hermanito está vivo y aún estoy a tiempo de conocerlo, pero suelto lágrimas de tristeza porque me duele no haber estado con él en estos 10 años. 

Sentí un par de ojos observarme entre los árboles, pero no le di importancia, posiblemente era un animal. 

──Papá... te prometo que cuidaré a Ace con mi vida. ─cerré mis ojos limpiando mis lágrimas mientras el viento despeinaba mi cabello. ──. Lo prometo. 


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Dato curioso, en los capítulos siguientes y este los estaré escribiendo basándome en el Manga.

Espero y no les molesta.

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