─ CAPITULO ─
UNO

❝ PELIRROJO ❞

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Los rayos del sol entraban por la ventana de mi habitación dando directamente en mis ojos causando que abriera mis largas pestañas. Hice una ligera mueca de incomodidad al no sentir lo suave de mi cama, sino el duro suelo. Por alguna extraña razón me encontraba en el suelo en lugar de estar acostada en mi habitual cama.

"Luffy"

Pensé. Sabia de ante mano que él era el único que me podría haber tirado de mi cama, es una de las cosas que odio cuando se duerme conmigo.

Solté un suspiro seguido de un bostezo estirando mis brazos una vez que me levante del duro suelo. Mi espalda dolía, pero que se le puede hacer. Mire el reloj que marcaba las seis con veintiocho minutos, Makino abre a las ocho por lo tanto tengo tiempo de sobra para asear la casa.

Como todos los días hago, limpio la pequeña, pero acogedora casa donde vivo con mi hermano. Ya era algo natural que la deje impecable en cuestión de minutos. Al terminar me di una ducha muy refrescante y tranquila, aún tenía tiempo de sobra, me vestí con mi ropa típica para cuando voy a mi "trabajo" si es que cazar piratas lo es.

Hice el desayuno, mayormente hago para casi una familia de cinco integrantes, no voy a mentir, Luffy y yo somos muy tragones. No tuve necesidad de gritar para que el azabache bajara, esté incluso ya se encontraba  comiendo lo que había al frente suyo.

Por suerte ya había comido mi parte. 

──Cuando acabes de comer quiero que vayas y te des un baño. ─hablé mientras cocinaba lo último. ──. Te deje la ropa encima de la cama de tu habitación.

Finalicé colocando el ultimo plato de comida, el cual consistia en un gran trozo de carne.

──¡¡Carne!!

Sus ojos brillaron al ver tan delicioso manjar ignorando por completo mis palabras.

──Hoy te recuerdo que te quedaras con Makino.

Le recordé, pero él estaba en las nubes mientras comía sin parar, posiblemente me escucho, posiblemente solo me haya ignorado por comer su tan preciada carne.

──Así que no te tardes bañandote, ¿entendiste?

──Mhsi hnmemthebde. ─solté un suspiro traduciendo eso a "si entendí".

Creo que soy la única por el momento que lo conoce demasiado bien para lograr entenderlo. 

Solté un leve suspiro.

Fui a mi habitación para asear mi cama que estaba desatendida. Al paso de los minutos escuche el agua caer en el cuarto del baño dando indicios de que el pequeño chango si se esta bañando. Camine de nuevo a la cocina lavando los platos que Luffy había dejado cuando termino su desayuno.

El reloj marco las ocho con nueve y mi katana se encontraba en mi cintura y la casa impecable. Ayude a vestir al azabachr, quien estaba encantado de que yo lo hiciera en lugar de hacerlo él. Una vez listo salimos de la casa directo a la taberna de la peliverde, el cual no estaba tan lejos de donde vivo.

──¡Luffy no corras! ─grite al verlo correr despavorido. ──. Te vas a caer y te vas a lasti–... ─me quedé en silencio en cuanto choco con una persona cayendo de trasero al suelo. ──... mar. ─termine la frase una vez que este se quedo en el suelo.

Solté un suspiro apresurando mi paso para ayudarlo, pero el hombre con el que anteriormente había chocado mi hermano, lo ayudo.    

──Lo siento no te vi, ¿te encuentras bien, pequeño? ─escuche que le preguntó, pero Luffy lo miró enojado.

──¡Por tu culpa me caí, cabrón! ─le gritó.

Una gota resbaló por mi cabeza al escucharlo.

──Luffy. ─le hable regañandolo, él me miro de reojo. ──. ¿Cuantas veces te he dicho que no le hables así a las personas? ─este contó con sus dedos unos segundos.

──Muchas. ─dijo con su sonrisa.

Rodé mis ojos agachandome para sacudir la tierra de su ropa.

──Lamento la forma con la que lo trato. ─me disculpe con el hombre sin mirarle. ──. Y gracias por ayudarlo.

──No te preocupes por esas cosas. De pequeño era parece–...

Levanté mi mirada observando al hombre a menos de un metro de mí. No era alguien del pueblo y menos conocido, posiblemente este de visita. Su cabello era de un lindo color rojo, lo que me llamo mi atención fue una cicatriz de tres lineas pasar por su ojo izquierdo y un sombrero de paja.

──¡Shanks! ─gritó de goloe.

Alcé una ceja ante el repentino nombre. Él me miraba impresionado más encima no sabia con certeza porque.

──¿Shanks? ¿Ese es tu nombre? ─pregunté al ver que no decía nada más que mirarme con una sonrisa tonta.

──¡Sí! ¿Cómo lo sabes? ─preguntó confundido.

Incline mi cabeza a un lado ante esa pregunta reteniendo alguna risa. Unas risas se escucharon detrás de su espalda, eran algunos hombres que miraban divertidos la escena.

──¿De qué se ríen? ─preguntó entre molesto y con vergüenza. 

──De lo estúpido que parece enfrente de la señorita. ─respondió un hombre alto de cabello negro fumando de su cigarro. 

──Cierto, capitán. ─el pelirrojo miro a otro pero este era más bajo que el anterior, en su mano se podía ver un trozo de carne. ──. Le gritó su nombre y se quedo callado después ella pregunto si ese era su nombre y usted pregunta qué como lo sabe.

La cara del pelirrojo era de un rojo vivo que competía con su cabello mientras miraba a su amigos, quienes no paraba de reír de la anterior escena. Sin poder evitarlo, solté una pequeña risa atrayendo la atención de ellos.

──Me disculpo una vez más por lo de hace rato. ─tome la mano de Luffy quien se enfocaba en tener su dedo dentro de su nariz. ──. Me tengo que ir, fue divertido conocerte, Shanks y caballeros. ─mire a lo demás mientras pasaba por sus lados. ──. Espero y disfruten su estancia en la Villa Foosha.

Dije con una pequeña sonrisa antes de avanzar más y dejarlos atrás. Lo último que vi fue a todos sus amigos que estaban tratando de llamar la atención del pelirrojo, quien cayó al suelo probablemente desmayado.

Shanks. Presiento que nos volveremos a ver en más de una ocasión. ─inconscientemente sonreí sin saber porque razón.

──Ann. ─mire a Luffy.

──¿Qué pasa, Luffy? ─pregunte preocupada de ver su rostro.

──Me duele mi trasero, ¿me compras un helado para aliviar el dolor? ─negué con una sonrisa al saber que sacaría aprovecho de esa situación. 

──Solo por esta vez, Luffy.

──Shishishishi. ─soltó su risa con una sonrisa tan caracteristica de él.

Este enano saca aprovecho de todo.