Tienen el mismo sueño, pero van en diferente camino

(Algunos sucesos van acorde al manga otros no, no llevan cierta cronología)



.No, no fue por casualidad, ni si quiera ellos sabían que pasaría, el amor esta tan idealizado que se piensa que proviene del destino, que nuestra pareja ya esta "destinada" para nosotros. Que gracioso, si te lo pones a pensar suena raro, tipo ¿hay algún código secreto para saber quien es? o solamente por la atracción y ese deseo; lo confundes. 

Para el caso de Mitsuya, ni interesado estaba, cuando tenía trece años llevó a sus hermanas al festival de verano Azabu. Que geniales. él pensó.  Ran Haitani, le había dado una mirada de reojo, sólo un instante. Ni recordaría esa cara, imaginó. 

Pero justo así empezó todo. Meses después de la pelea con Black Dragons, se volvieron a encontrar, no, no fue por otra pelea. Mana y Luna habían pescado una gripe a principios del año, cuando el invierno daba lo ultimo que tenía,  la calentura no se les bajaba ni con lo que el doctor les había recetado, Mitsuya preocupado salió a buscar otro medicamento, recorría sin darse cuenta todo el pasillo desesperado, y apurado en regresar, no quería dejarlas solas demasiado tiempo. 

"Cuando mi hermano se enfermaba le doy este" Dijo el de cabello trenzado. 

Ran Haitani se había detenido en el pasillo necesitaba algunos curitas, hace unos minutos le habían dado pelea a una pequeña pandilla de treinta. Hasta que vio al de cabello cobrizo angustiado leyendo todos los medicamentos, la cara que Ran también había experimentado cuando Rindou se enfermaba. 

Mitsuya dudo unos minutos en responder, leyó el medicamento e intuyo que si era el que más les convenía para sus hermanas. 

"Te debo una gracias" Mitsuya se le alivio la cara y se fue directo al mostrador. Si, Takashi no le había dado tanta importancia a ese suceso, lo único era que estaba agradecido, el medicamento sirvió para sus hermanas y eso le basto.



.Días después, un subordinado de los Haitani mando a llamar a Mitsuya al salir de la escuela. No, no lo golpearían. 

Ran estaba interesado en los trajes de la Touman desde el octubre del año pasado, una nueva pandilla se estaba formando y los ni loco usaría los mismos trajes que todos. 

"Mitsuya escuche que confeccionas trajes" Ran le decía, pero no, no lo había escuchado, lo investigo. 

El peli lila, recordaba la cara de quién le ayudo a principios de año. No se opuso a la petición de Ran; sólo serían dos trajes. 

"Necesito tomar sus medidas" Mitsuya estaba viendo a Ran pero su mente estaba en que necesitaría recortar sus tempos y dejar huecos para los trajes. 

Esa misma tarde Ran y Rindou se presentaron en la casa de Takashi, si Mitsuya odio eso, pero no quería que en la escuela Peh hiciera escandolo ni mucho menos las chicas de su club. Pasó una hora en medir al de lentes, si bien Ran jamas se separaba de Rindou, una llamada del lider lo sacaría de la casa de Mitsuya.

"Lo bueno que mediste a él primero" dijo Ran cuando sintió la cinta métrica recorrer su brazo entintado. 

Mitsuya colocó la cinta en su cuello tocaba muy apenas con las yemas de sus dedos la piel de Ran,  una de sus manos se quedo recargada en sus clavículas y la otra bajo a anotar la medida antes de que se le olvidara.

"¿Tienes un diseño en mente?" su cara se alzo al no escuchar respuesta, Ran lo miraba, los ojos lilas de este y la forma de sus ojos lo atraparon, mientras Ran le juzgaba el aburrido tonno de su cabello y pensaba en que las grecas de sus cejas eran geniales, se quedaron así unos segundos. 

"Si no es así puedo hacerles uno" Mitsuya no le bajaba la mirada, y su mano seguía recargada en su cuerpo, no era un momento de tensión pero por unos instantes se sintió así. 

Ran intimida si te ve directamente a los ojos. Takashi pensó. 

Mitsuya tiene largas pestañas. Ran pensó separándose de él.

"Tengo el diseño, préstame un cuaderno" Mientras Ran se ponía  de nuevo la sudadera, el peli lila iba por el cuaderno de bocetos. 

La muñeca de Ran dibujaba y trazaba lo que tenía en mente con todo el detalle en la ropa. Mitsuya se asombraba por lo bueno que era haciendo el esquema, cómo si se tratará de un boceto de algún diseñador. 

"Woow, esos detalles lucen geniales, me agrada la idea de las letras, pero para mejor vista sería..." Mitsuya se acercó a Ran y trazo las letras sin dañar el boceto, Ran miraba las manos de Takashi, la manera en tomar el lápiz y en el cuidado de no afectar al boceto. 

"Tienes talento, me encantaría verlos ya" Ran tomo la libreta sonriendo. 

"Me gusta el estilo"  dijeron al unísono, sorprendidos se miraron. 

Mitsuya se sentía extraño, a excepción de las chicas del club y los cumplidos de su mejor amigo, la sensación de que a alguien más le interese lo mismo que él, es cómo estar en una misma sincronía, compartir los mismos gustos, un latido de emoción se apoderaron de Mitsuya. 

"También tienes talento, dibujas muy bien ¿Quieres echarle un vistazo a mis demas bocetos?" Sonreía. 

Ran se sentía de la misma manera, no aún no de la manera romántica, a veces se siente lo mismo  cuando sabes que también a otra persona le apasiona lo que a ti, esa instantánea felicidad de hablar sin limitantes. Se pasaron el resto de la tarde compartiendo ideas, re dibujando, hablando de algunos diseñadores, de las horribles pasarelas.

Tenían el mismo sueño...

Pero iban en diferente camino.

.Unas semanas pasaron, Ran se escapaba en las juntas sólo para ir a la casa de Mitsuya y aprender la confección, le gustaba cortar las telas porque usar hilo y aguja aún era un reto, ese día los trajes estaban listos y mientras Ran terminaba de darle los mínimos detalles, Mitsuya preparaba la cena. 

"¿Cenas con nosotros?" Mitsuya le pregunto al que cortaba los hilos de las letras bordadas la imagen de este era tierno. esa palabra paso por su mente, Ran se veía cómo si fuera él mismo, sonreía, pero no de una manera ególatra cómo solía hacerlo. Esa sonrisa era de felicidad pura, estaba haciendo lo que en verdad le gusta. 

Y Mitsuya sintio un piquetito en el corazón al presenciar la verdadera naturaleza detrás de capas de superioridad de Ran Haitani. 

Ran volteo a verlo sonriendo, no no era un logró con demasiado reconocimiento sólo usar tijeras y recortar hilos. Pero Ran así lo sintió, si su padre machista lo viera de seguro se volvía a morir. 

"Si, deja acabo esto" Ran regreso su vista a su trabajo. 

Ran no se sentía a la defensa estando con Mitsuya y hacer lo que le gustaba, eso era una de las ventajas de compartir lo que te gusta con alguien; no te sientes juzgado. 

No sólo compartían un mismo sueño, ni el excelente gusto por la moda, si no también el complejo de hermano mayor. Ran pregunto si podía ponerle un poco de su deliciosa cena a su hermano. Mitsuya no se negó, los gastos de los trajes él los había pagado y le dio dinero de más. 

"Y bien los trajes estan listos..." Ran decía al pisar un paso afuera de la casa de Mitsuya. Sentía un leve piquete en el corazón, en el fondo no quería dejar de venir y en su voz se le notaba, pero no lo admitiría ni aunque estuviera en su lecho de muerte.

"Me quedaron encantadores, no sé ni por qué vine" Ran decía de manera burlona. 

Volvió a ser el mismo. pensó mitsuya riéndose. "No hubieras podido ni coser un botón

Le siguío el juego, sus bromas pesadas de Ran sólo pasaban cuando estaba fuera de la casa de él. 

"Vuelve cuando quieras" Mitsuya acertó cuando Ran alzo la vista e intento sonreír, si Ran aún era muy dificil cuando estaba en el exterior. 

"Ni quién quiera venir, si vengo solo será para que Mana y Luna me trenzen el cabello" Dio media vuelta y camino para la calle. 

Si vendrá. Mitsuya entró a su casa sintiéndose más aliviado.
Muy en el fondo no quería que Ran dejara de venir.

"Mira" Mana traía una foto en la mano. 

"Te la daré si compras un helado"

Mitsuya veía con más detalle la foto sonriendo con un leve ardor en las mejillas. 
Ese día llegó cansado de la escuela, y mientras trabajaban en el suelo con los trajes el sueño le ganó.

¿Estas sonriendo?

¿Por qué sonríes? 


La foto en cuestión.

[No soy propietario de la imagen, créditos al autor]

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