O41. but i'm the mess that you wanted

capítulo cuarenta y uno !

soy un desastre,
pero soy el desastre que querías

31 DE OCTUBRE, 2022

Omnisciente

SI AL COMENZAR EL DÍA, le hubieran dicho a Camila que su vida tomaría un rumbo completamente al que se imaginó hace un par de horas, y le contaran con detalles en donde terminaría, lo más probable es que se hubiera cagado de risa en la cara de cualquiera que se lo hubiera asegurado.

Ahora, no podía evitar soltar risitas tontas ante las cosquillas que le causaba la respiración de Julián sobre su cuello.

El cordobes se aferraba a su cuerpo como si su vida dependiera de ello, acariciando cada rincón de sus muslos desnudos, mientras ella le tiraba levemente los rulos desordenados de su cabello, haciéndolo estremecer.

Él realmente no podía creerlo, no podía creer que alguna vez el perfume de Camila volvería a inundar sus fosas nasales, que sus labios volverían a encontrarse después de haber perdido su camino. Pero, incluso cuando en algún momento de su vida creyó haberla perdido para siempre, ahí estaba él; sintiendo como su cuerpo se elevaba al cielo cada vez que Camila volvía a besarlo.

Las zapatillas de ambos estaban desparramadas bajo el sofá, y el resto de su ropa estaba tirada alrededor del living de la casa de los Sabatini. Camila no podía sentirse más avergonzada, en ese living había crecido junto a Oriana cuando hacían pijamadas mientras veían High School Musical, y ahora el único recuerdo que divagaba en su mente era como veía frente al espejo de la cocina como la cabeza de Julián se enterraba entre sus piernas.

Una sonrisa inconsciente se le formaba a Camila en la cara mientras Julián le contaba sobre su temporada en el City estando separados. La yemas de los dedos de Julián se deslizaban con delicadeza sobre su espalda, como si entre sus brazos tendría a la reliquia más valiosa del mundo. Era un toque cuidadoso, con cariño, como tuviera miedo de romperla.

A Camila le encantaba.

―Pero bueno, supongo que ya va a llegar el momento que Pep me tome en cuenta... ―Julián suspiró, dejando en evidencia su frustración.

Camila hizo una mueca: ―. Está la posibilidad de mandarlo a matar, conozco a alguien. ―propuso sonriendo, Julián soltó una risa.

El futbolista volvió a acomodar a su chica en sus brazos para cubrirla mejor con la manta. Su mirada intensa lograba ponerlo demasiado nervioso, provocando que un rojo casi imperceptible se instale en sus mejillas.

―Deja de mirarme ―le pidió él, soltando una risita tímida.

―¿Por? ―lo molestó ella―. ¿Qué te haces el tímido? ―se burló, apretujando su mejilla izquierda.

―Déjame, soy tímido. ―Julián besó su nariz y escondió su cara caliente en el hueco de su cuello, sin dejar de abrazarla.

Camila rió negando. Tímido dice...

Paseó su mirada por el techo del living, sin poder borrar esa sonrisa de enamorada desde que Julián la besó por primera vez en el auto.

Sabía que lo de Julián no era solo atracción física, lo amaba. Él conocía cada parte de su cuerpo, sabía dónde tocar para provocar y donde hacerla llegar al placer definitivo. Julián tenía algo que la hacía sentir diferente, más allá de la historia que tenían, tenía algo que lo hacía destacar por sobre cualquiera. Quizás un factor importante era lo hermoso que era él.

Y es que, dios, su cuerpo esculpido, esas piernas enormes y musculosas, sus brazos tan fuertes que la abrazaban como si fuera lo más preciado del mundo, sus manos suaves y sus dedos largos... No había cosa de Julián que a Camila no le encantara.

¿Cómo es que siquiera había considerado vivir en una realidad sin él? Ahora entendía los insultos de Oriana, más allá de que no le gustaba darle la razón a nadie.

―¿Tenes hambre, flaqui? ―él le preguntó sobre su cuello, haciendo que Camila asienta con una mueca.

―Sí, encima que me cagaste el asado de mi viejo ―se quejó la morocha, Julián rascó su nuca avergonzado.

―Perdón ―el delantero besó su mejilla, posicionándose sobre ella y comenzar a bajar sus besos a lo largo de su cuello―. Si queres te lo puedo recompensar... ―murmuró, mientras su mano se escapaba disimuladamente debajo la manta para acercarse a su pecho.

Camila negó rápidamente, dándole un pico en los labios, sabiendo a lo que él se refería. Pero el hambre que tenía era más grande que el deseo de tener el cuerpo del futbolista sobre ella nuevamente.

―Cebame unos mates mejor ―pidió con una sonrisita compradora, una a la que Julián no podía negarse.

El delantero se levantó del sofá, no sin antes darle un beso a su chica tomándola de la mejilla. Camila le correspondió con otro beso aún más intenso, lo besaba con tanta pasión que a él le hacía volar la cabeza.

Camila tenía un poder enorme sobre él, uno que ella ya había aprendido a comandar. Julián podía confirmar que era verdad lo que decía la gente, Camila aparentaba a ese tipo de mujeres que se ven tiernas, pero en otros contextos son absolutamente bravas y te arruinan la psiquis si así lo desean.

No podía ser de otra manera. Era la mujer de los sueños de cualquiera; compañera leal y una diosa en la cama. Julián sabía que no había perdido la cabeza por nada la primera vez que la conoció.

Una vez se separaron, se miraron a los ojos por unos segundos y Julián le dejó un último beso en los labios antes de dirigirse a la cocina, dispuesto a cebarle unos mates a la morocha. Camila, por su parte, se levantó del sofá y comenzó a vestirse con tranquilidad. Había elegido un outfit bastante tranquilo para el asado familiar, ocupando la camiseta de Ramiro del Juventus.

Pocas veces usaba camisetas de fútbol, después de separarse de Julián, se planteó a sí misma que no usaría ningún otra camiseta, a no ser que sea la de su hermano. Ni siquiera podía decir que hubiera sido capaz de usar alguna de Facundo, porque ninguna le brindaría aquella calidez como la de Álvarez lo hacía.

Ahora, no es algo de lo que tendría que preocuparse. Siendo sincera, no había nada en el mundo que la hiciera más feliz que tener la posibilidad de volver a usar algo que le pertenecía a él. Sabía que había tomado la decisión correcta.

―Te queda re linda esa camiseta. ―comentó Julián mirándola enamorado, mientras ella se sentaba en la banqueta de la cocina a la espera de los mates.

Camila sonrió sonrojada: ―. Regalo de Rama ―se encogió de hombros.

Julián limpió las palmas de sus manos con un repasador de por ahí y se acercó a Camila mientras esperaba que caliente el agua. Caminó hacia ella hasta que su abdomen desnudo se chocó con las rodillas de la morocha.

Él paseó sus manos por sus muslos internos para abrirse paso entre ellos y permitiendo acercarse más aún. El futbolista acarició con cariño su despeinado cabello, mientras ella rodeaba sus brazos por su cuello. Ambos se miraron con amor puro por un rato bastante largo, sin decir nada, al parecer no era necesario.

Camila lo sabía, la mirada de él trasmitia con inmensa seguridad que ella era la mujer que él amaba.

Julián besó suavemente sus labios mientras su fuerte brazo se amoldeaba a su cintura por debajo de la camiseta: ―. ¿No te parece que la 19 del City te quedaría mejor?

La actriz le dedicó una sonrisa dulce, ladeando la cabeza sonrojada. Aquel comentario había logrado que saque su lado vergonzoso que solo aparecía con Julián, como en aquel tiempo cuando él la veía con su camiseta y se le escapaba más que una guarangada que la hacía poner roja como un tomate.

―¿Vos decis? ―provocó burlona―. Yo quería la de Foden pero no la conseguí.

A Julián se le borró la sonrisa enamorada y rodó los ojos con fastidio ante su comentario.

―Da, no seas mala, flaquita ―él formó un puchero y escondió su cara en el hueco de su cuello.

Sus fuertes brazos no se le despegaron ni siquiera cuando el celular de ella sonó sobre la mesada. Julián soltó un leve gruñido, plantando un beso corto en el cuello de Camila antes de estirar su mano para bloquear su celular e ignorar las notificaciones. La morocha se enderezó más sobre la banqueta e hizo el intento de agarrar el celular, antes de que Julián la besara intensamente.

Camila sonrió entre besos pasando su mano por el cabello sedoso del chico. Julián la acercó más a ella aprisionando su cintura y no tardó en conectar sus caderas. Aún besándose, Camila sintió como la mano de Julián se escabullía por debajo de la camiseta, dejando toques insinuantes a lo largo de su espalda desnuda.

―¿Estás para otra ronda? ―susurró ella, dejando rasguños leves sobre la espalda de su chico.

Julián jadeó sobre su boca, y puso aún más resistencia sobre su cintura, apoyando sin mucho esfuerzo su bulto entre medio de sus piernas.

―Con vos estoy como para diez. ―confesó en un susurro, acercando su boca a su oído, Camila sonrió emocionada y estuvo apunto de besarlo antes de que él la tomara de la nuca, obligandola a mirarlo a los ojos―. Pero antes necesito que hablemos.

La actriz bufó con frustración. Sabía que llegaría aquel momento, solo lo estaba retrasando lo mayor posible, porque no sabía que era lo que podría pasar después.

No era algo tan fácil como declararse y volver, ambos sabían que no podrían armar nada sano si no mantenían lo primordial de su relación: la comunicación. Por más que así lo quisieran, lamentablemente no podían cojer e ignorar sus problemas, como si ya no fueran suficientes.

Pero ambos al menos estaban de acuerdo en algo, querían volver a estar juntos. Ninguno soportaría estar sin él otro otra vez.

Ahora, Camila tenía que luchar con los fantasmas que la atormentaban, y encontrar la manera más efectiva para poder expresarle eso que sentía a Julián.

―Flaqui...

Julián la rodeó sobre los hombros, formando un cálido abrazo y proporcionándole el calor que ella justo necesitaba. No uno producto de una fiebre o del clima de Buenos Aires, era aquel calor familiar que solo podía encontrar en él y que fue especialmente creada para ahuyentar sus peores pesadillas.

Camila disfrutó la cálida sensación del cuerpo de Julián contra el suyo, nada había cambiado; era exactamente el mismo amor y la misma dulzura que cuando eran novios. Julián se separó levemente de ella y la miró a los ojos, buscando alivianar esa ansiedad que se comenzaba a apoderar de su pecho, sabía que esa conversación definiría por completo su futuro, y él no sabía si iba a poder soportar el dolor que le causaría el rechazo de Camila otra vez.

No obstante, Camila tenía bien en claro que ella no quería dejar que se le escape otra vez. No teniéndolo frente a sus ojos.

―Después, Juli, tomemos mate ahora ―intentó safarze de sus brazos con incomodidad. Julián no se lo permitió, no iba a dejar que Camila siga tonteando con lo suyo.

Aquella charla era algo que tenía que pasar, y, aunque lo odiaba, Julián estaba ahí para darle el comienzo.

―Gorda, cortala con eso, por favor. ―manifestó Julián con frustración.

―¿Qué la corte con qué?

―Con evitarme, necesito que pongas de tu parte para que podamos enfrentar esto. ―Camila se quedó en silencio―. Cami, nosotros somos grandes, por una vez al menos quiero que intentes resolver los quilombos en los que te metes. Si fui a buscarte y traigo este tema es porque quiero que lo charlemos, quiero saber que es lo que vamos a hacer porque te juro que no pienso conformarme con un "vamos viendo". 

Julián, los dos sabemos que es lo que va a pasar ―acotó ella, dejando salir todo ese temor que le causaba la situación―. Somos los dos unos inmaduros que no pueden resolver sus problemas. Por más amor que nos tengamos vamos a dejar todo así porque somos así.

―No tiene porque serlo, Cami. ―insistió él, completamente negado a rendirse―. Cada una de las cosas que te dije fueron verdad, flaquita. Yo necesito que entiendas que lo que me pasa, que me cuentes vos lo que te pasa ―acarició sus manos con cariño―. No quiero que se repita la historia, no quiero guardarme la cantidad de cosas que tengo para decirte.

―A ver, decime entonces ―saltó ella, a la defensiva, ya harta de la situación.

Julián resopló cansado: ―. ¿Podes bajar un cambio? No me gusta que me trates mal ―pidió, Camila esquivó su mirada, sintiéndose un poco mal―. ¿Ves que no se puede hablar con vos?

Él la conocía a la perfección, sabía que ella estaba actuando así para buscar que él se rinda. La entendía, entendía que quisiera escapar de esa situación agobiante y que le aterraba volver a entregarse a él con cuerpo y alma, pero él siempre había tenido en claro que estaba ahí para entregarse junto a ella, por más difícil que fuera.

Más allá de estar reviviendo los recuerdos de recién, la Camila completamente en negación se había apoderado de su cuerpo otra vez. Quería decírselo, quería gritarle que le aterraba que volvieran a estar juntos porque sentía que estaban condenados a fracasar, pero la mirada suplicante de Julián la hacía arrepentirse de cualquier cosa.

Luchaba contra él, y ella misma.

―Cami, vos sos la persona que más amo en el mundo, no puedo dejarte ir. ―la morocha lo miró fijamente―. Te perdí una vez y dos no van a haber, no sé si entendes que antes de perderte otra vez me corto las piernas.

A Camila se le escapó una risa: ―. Tarado, no digas eso.

Julián sonrió, tomándola de las mejillas.

―Es la única verdad que hay, flaquita. Vos no tenes una idea de lo que seguis causando en mi, no hay manera que pueda olvidarte, no hay forma de arrancarte de mi porque estas enterrada en lo más profundo de mi ser, ya directamente sos parte de mí.

Camila cerró los ojos, odiaba ser tan sensible, pero la seguridad con la que él hablaba la estaba llevando al llanto desconsolado.

―Amor, yo te conozco mejor que nadie, sé que tenes miedo, pero date cuenta que me tenes acá, parando frente a vos entregándote mi corazón y dispuesto a ayudarte a enfrentar cada uno de tus miedos. ―acarició su cabello con dulzura―. Espero que eso sea suficiente para que entiendas que no te estoy mintiendo, Cami, te juro que hasta me arrancaría el corazón con la mano y te lo daría para que me creas.

―Sos un fantasma de mierda, Julián Álvarez, pero te amo por eso. ―ella unió sus labios, afirmando sus manos alrededor de su cuello, provocandole mariposas en el estómago―. Perdón Juli, yo sé que soy una loca insegura con millones de quilombos pero estoy intentando cambiar.

El futbolista negó con la cabeza mientras apretaba sus muslos desnudos robandole suspiros, y separándose para tomar un poco de aire.

―Vos podrás caer en un psiquiátrico que yo te juro que te voy a amar igual. ―aseguró, haciéndola reír―. Perdón flaquita, sé que también te causé mucho dolor.

Camila suspiró, aunque por un segundo revivió aquel dolor, ella no quería recordarlo. Solo quería parchar las heridas viejas con nuevos momentos compartidos.

―Lo importante es que es algo que se puede curar y podemos crear nuevos recuerdos.

Sus labios se juntaron una vez más, pero esta vez era diferente, sabían que no iban a volver a cometer los mismos errores, que ambos trabajarían para amarse de la manera más sana posible.

Y esta vez, iba en serio.

Las manos de la actriz se movieron hacia la nuca del chico, mientras sus labios se movían en una perfecta coordinación. Camila se entretuvo jugando con los rulos de Julián por un largo tiempo, intentando no perder la cabeza por completo cuando la mano izquierda del jugador se deslizó con lentitud por su muslo.

Lo único que se escuchaba en la casa por los próximos minutos fue la respiración agitada y los gemidos entrecortados de Camila, mientras que Julián separaba lo suficiente sus muslos con su mano derecha, con la izquierda moviéndose a un ritmo constante contra su intimidad.

Camila escondió su cara en el cuello del futbolista, maldiciendo por lo bajo ante la sobreestimulación que estaba sintiendo.

Julián tomó su cara entre sus manos y la besó con lentitud, intentando, aunque sea, demostrarle una mínima cantidad de todo el amor que le tenía. Sus labios se movieron con pasión y suavidad, provocando un guerra eterna entre sus lenguas.

―No me digas que arrugaste, flaquita hermosa. ―dijo con una sonrisa lasciva al separarse.

Justo cuando la actriz estuvo apunto de responder, tiró su cabeza hacia atrás cuando una embestida de los dedos de Julián hizo que sus piernas temblaran.

Julián sonrió de manera arrogante: ―. No tenes una idea de lo que extrañé tocarte. ―murmuró en su oído, causándole escalofríos, mientras formulaba círculos sobre su clítoris con sus dedos.

Camila soltó un gemido bastante alto y le apretó el antebrazo, sentía que estaba apunto de acabar, provocando una sonrisa aún más satisfactoria en Julián, quien disfrutaba los gemidos que resonaban en su oído.

―Juli... ―jadeó la morocha, mientras él disfrutaba verla llevar al limite, y no pararía hasta hacerlo.

―Preciosa, mira lo perfecta que sos ―Julián depositó un beso en su cuello, completamente enamorado ante la imagen de Camila con la respiración agitada y el pelo desarreglado, embelesada bajo su toque―. No sabes las ganas que tengo de...

―Julián espera ―detuvo los movimientos de su mano al escuchar algo que la distrajo. Julián se detuvo al instante y la miró preocupado.

―¿Qué pasó?

Camila se movió de la banqueta y tomó su celular al haberlo escuchado vibrar varias veces, como anteriormente también había oído. Miró las notificaciones con los labios apretados, bajo la mirada atenta de Julián.

La morocha suspiró, eran mensajes de Facundo. 

―Voy ir haciendo los mates ―Julián sonrió, para evitar formar un momento incómodo―. Vos habla tranquila.

Camila se lo agradeció y caminó hacia el sofá para tomar asiento. Estaba nerviosa. Sabía que tenía que prepararse para las peores puteadas por parte de Facundo porque se lo merecía, merecía que él la desprecie no solo por haberle roto el corazón, sino también por mala amiga.

Y eso era lo que la hacía sentir peor, saber que no merecía la compasión de Facundo ni un día más de su amistad. Para ella era triste, de no haber tomado las decisiones equivocadas, su amistad con Facu sería otra, incluso, Julián y él podrían haberse llevado bien.

―¿Todo bien? ―cuestionó Julián con curiosidad, principalmente al ver como Camila le sonreía con alivio al teléfono―. ¿Facundo está bien?

Camila asintió, sintiendo como esa molestia en el pecho comenzaba a descontraerse de a poco.

―Sí, me escribió para que vaya a buscar a Ñoqui a su casa ―explicó, comenzando a ponerse la ropa.

Julián asintio en silencio mientras tomaba el mate. Sabía que ya estaría metiendo la pata si dejara en evidencia su descontento por Colidio, pero era algo inevitable, porque literalmente el día anterior Camila y él estaban a nada de haber dado un paso más para su relación.

Y peor aún, que sería él quien hubiera tomado su lugar si Oriana y Camila no le hubieran abierto los ojos.

―¿Vas a ir? ―Julián le envío una mirada neutral, mientras Camila se ponía las zapatillas.

―Sí, ¿no queres reencontrarte con tu hijo? ―el futbolista sonrió, a Ñoqui también lo había extrañado muchísimo.

El delantero se acercó a ella a paso lento, y una vez estuvo frente a ella, escondió un mechon de pelo detrás de su oreja.

―¿Qué pasa? ―preguntó ella, ladeando la cabeza levemente. No era boluda, su cambio de actitud ante la mención de Facundo fue demasiado notoria, pero ella no haría ningún comentario si él no quería hacerlo por su cuenta.

―No vayas. ―pidió él, con las mejillas rosadas y una sonrisa tierna―. Después vemos como lo buscamos a Ñoqui, pero quédate conmigo ahora ―propuso, abrazándola por la cadera―. Quédate conmigo y déjame demostrarte lo mucho que te extrañé, las veces que sean necesarias.

Camila formuló una pequeña sonrisa, era una propuesta tentativa, pero no podía fallarle dos veces a Facundo.

―Demostramelo de otra manera ―dijo la morocha, Julián la miró con confusión―. Acompáñame a lo de Facu, veni conmigo y demostrame que podemos formar algo sano, sin importar las personas que interfirieron en nuestro pasado.

Tuvo que admitir que le temía a la respuesta de Julián, le aterraba la idea de que él no aceptara y que volvieran varios escalones para atrás.

Sin embargo, una sonrisa pequeña fue suficiente para hacerle saber que desde ahora, lo único que harían, sería avanzar.

Él tomó su mano y comenzó a prepararse. Totalmente dispuesto a hacer lo que su chica creía mejor. Ahora que la tenía de vuelta, no volvería a dejar que ningún error suyo vuelva a arruinar su relación.

Estaban de vuelta, más fuertes que nunca.

| a.bardel ha respondido a tu historia: Ah bueno vos queres matar a mi viejo de un infarto

| orianasabatini ha respondido a tu historia: Por el bien de tu integridad espero que laves mis sábanas!!!

🕸

🕸

16 DE NOVIEMBRE, 2022

● ○ ○

○ ● ○

le gusta a lisandromartinezzz, philfoden y 1,648,112 más.

juliaanalvarez Vamos Argentina! 🇦🇷

Todos juntos 💪

Ver los 5,435 comentarios.

camilabardel a esa dupla damela siempreeee 😍🇦🇷
| juliaanalvarez Te amo mi chiquita 🤍

kunaguero La arañitaaaaa q pica 😅

ramirobardel___ El gol fue para mi? 🥰
| juliaanalvarez Obvio

facucolidio Una que me mire como vos a Leo 😭
| juliaanalvarez Ya te llegará la indicada amigo 😂
| anti_boti Hermanos de tetas (por no decir otra cosa)

rodridepaul Adentro que llueve Araña 👏👏👏

emiliafferrero Vamos Juli! 🇦🇷🤍

aguspupich 😍😍😍

a.bardel Que goleador 😍
| juliaanalvarez 🤩

soydelmillo Te entiendo Julian yo también la perdonaría

liaugartee 🤍💙🤍

enzojfernandez Mi 9 😍😍😍
| gonzalo_montiel29 Re de cornuda
| enzojfernandez Noooo lo que te dijo @camilabardel
| camilabardel 🙁

🕸

20 DE NOVIEMBRE, 2022

| jackgrealish ha respondido a tu historia: Cuteee

| orianasabatini ha respondido a tu historia: EXIGO FOTOS Y VIDEOS DE TUS COMOAÑEROS EN ESPECIAL DE SAM

| juliaanalvarez ha respondido a tu historia: Hermosa mía 🤍🤍

Hermosa mía 🤍🤍

HOLA AMOR
CIMO ESTAS
ESTAS NEVRIOSO?????
yo ni juego y ya me duele la panza

Jajajajajaja
Hola bebé
Si más o menos
Ya conseguiste donde
ver el partido?

siiiii
hay un bar acá a la vuelta
donde lo van a pasar
voy a ir con Sam
Y SUKI
Y ROBERT PATTINSON
AMOR ENTENDES
QUE VOY A MIRAR EL PSRTIDO
CON EDWARD CULLEN

Queeeeee
Me jodes
Ni en mis sueños más falopas
me iba a imaginar a mi mujer
mirando un partido mio con un
vampiro 😂
Decile que es un capo

sam es fan tuyo

Hincha del City?

siii ajajjsjdjqjd

YA LE MANDO UNA CAMISETA
Camila me vas a hacer infartar
Deja de trabajar con gente tan conocida
Igual todavía no cumpliste mi sueño
de conseguirme un saludo de
Los Caligaris 💔

el día que yo vea a taylor
te consigo un saludo de los caligaris

Tampoco la pavada

BUE
lacra asquerosa
cuando vea a taylor
te vas a morir de la envidia

Mentira amor
Si la vas a conocer ❤️
Y vas a cantar mi canción con ella

EL OTRO DIA ME SALIÓ
UN EDIT CON ESA CANCIOOON
yo sabía que no era la única loca
q decía q el spider boy era para vos
encima después me salió un edit de messi
con yoyok
me puse a llorar

No me sorprende
Boluda mal si te pones a
llorar con un edit de Messi

callate idiota
que te haces
si cuando te convocaron
me mandaste una foto llorando

Bueee son cosas distintas 🤬
Bueno mí amor te dejo
Te amo mucho
Cuídate
Ojo con chapar mucho
Y si ganamos te hago un hijo
❤️❤️❤️

suerte gordooo
yo te amo más
no me guampees con enzo por
favor

Por qué con Enzo?

no sé
vi en tw q escribieron un fanfic
de él y vos
donde yo era la villana

Qué es un fanfic?

uf larga historia
te amo mi amor mucha suerte
🤍🤍🤍🤍

Yo más ❤️

☆☆☆

HOLI

creo que este es el capitulo más poronga q hice pero no importa ya el siguiente empieza el mundial (al fin) 💋

en realidad este capitulo es más que nada para que vean que mi novio facundo no era malo y solo quería amor 💔💔💔💔 PIDANLE PERDON

en fin el domingo me voy a Chile así que voy a ver si me hago un tiempo para actualizar

90 votos, 40 comentarios y empieza la recta final 😭😭

gracias por leer <3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top