O3. have i known you 20 seconds or 20 years?

capítulo tres !

¿te he conocido por veinte segundos
o veinte años?

Camila

TREMENDO EL GLOW UP que metió Harry en la última peli ―dijo Franco con la vista puesta en la pantalla―. Estaría necesitando tips.

―Su mejor look es en el Príncipe Mestizo ―comenté―. Igual, ni en pedo podrías tener esa cara.

―Mal, yo soy más hot ―me reí. Ni en pedo era más hot que Daniel Radcliffe―. Encima se quedó con la hermana del amigo, metas. ―me mandó una nada disimulada mirada.

―No te vas a coger a Ramiro.

―Quién se lo quiere coger a Ramiro ―bufó―. ¿Álvaro sigue soltero?

―Peor que te cojas a Álvaro, tendrías que ser flashear paternidad.

―Yo los re quiero a los pibitos, me amarían ―aseguró―. Menos el más grande, bostero de mierda.

Asentí arrugando la nariz. Mi sobrino mayor, Lucas, era él único bostero existente entre los Bardel. Literalmente, el único.

Culpa de mi hermano por haberlo dejado tanto tiempo con la madre. Ahora lo teníamos que bancar en mi casa con la camiseta de Boca y sus streams de Davo.

―Eu, no hay más agua ―agitó el termo del mate, vacío, lo miré suplicante―. ¡Yo busqué hace rato! ¡Move el culo, vaga!

Le saqué el dedo del medio y agarré el terml con paja para caminar a la cocina a para poner el agua, mientras Franco le ponía pausa a la peli. Eso me pasa por salir de mi depresión e invitar gente a mi casa.

Habían pasado alrededor de tres semanas desde que volvimos de Calchin y todo continuaba bastante normal. Ramiro y Amelia volvieron a Italia, yo volví a quedarme sola en casa y la verdad no podía decir que la estaba pasando bomba. Estaba sobreviviendo.

Por alguna razón Rusher había dejado de buscarme y por alguna razón eso me hacía mal. El viernes pasado fue la última vez que lo vi, pero no hubieron discusiones de por medio, no hubo llanto y ni siquiera hubo una conversación. Buscó las últimas cosas que se le habían quedado en mi casa y se fue, sin decir nada más. Eso debería haberme proporcionado calma y tranquilidad, pero no lo hizo, no me sentí menos lastimada que antes ni tampoco me fue indiferente.

Lloré a mares apenas se fue, me sentía una tremenda boluda, llorar aún sabiendo que yo le había pedido que no vuelva a buscarme me hacía una boluda. Pero era algo que yo no tenía el alcance de controlar, así que en cuanto abandonó mi departamento, llamé a mi mejor amigo para llorar directamente en sus brazos.

Sabía que era lo mejor. Sabía que me iría mucho mejor sin él en mi vida. Pero me costaba tanto entenderlo, me costaba tanto dejar de amarlo.

Yo y las que no soltamos.

―¿Te comiste tu pollito, hijito de mí vida? ―le hablé con vos chillona a mi perrhijo, quien movió su colita con emoción apenas pronuncié pollito. Les juro que ese desagradecido ama más el pollo que cualquier cosa.

Traer a Ñoqui, mi hijo, a Capital fue de las mejores ideas que mi vieja pudo haber tenido. Al principio dude que fuera una buena idea, ya que no sabía si se aceptaban animales en el edificio, pero al hablar con el encargado me dijo que no había problema alguno, llevaba bastante tiempo viviendo ahí y le dejé bien en claro que cuando se trataba de mi mascota, era lo más responsable posible.

Ñoqui me acompaña desde los quince años, se llama así porque lo rescatamos un 29, día de ñoquis. A mi viejo nunca le habían gustado los perros y no fue fácil convencerlo, ya que me tendría que encargar yo totalmente sola, ya que ni Ramiro y Álvaro querían hacerse cargo de él. Mi papá al principio lo aceptó a la fuerza pero tengo actualmente la teoría que lo ama más que a mí.

Ñoqui era la única persona (no persona) que me había visto en todos mis modos. Me había acompañado en mis llantos interminables, celebrado conmigo y puedo decirles que somos los mejores durmiendo la siesta. Es y será el mejor compañero que me pudieron dar.

La verdad no sé si me acompaña siempre porque le doy pollo o porque me quiere. Sea como sea, me conformo con que se quede a mi lado.

―¡Correte, Ñoqui! ―escuché como mi amigo se quejaba desde la pieza. No le presté mucha atención, sabía que tenían una mala de relación tio-sobrino, en defensa de mi hijo, Franco no sabe tirarle la pelota.

Cuando ya estaba el agua y le repuse la yerba al mate, me dirigí a la pieza otra vez. Viendo ahora como se habían cambiado las posiciones en la cama y mi hijo ocupaba gran parte de ella, dejando a Franco casi en la esquina.

―Da, boluda. ¿A vos no te parece abuso? ―dijo mi amigo intentando mover a Ñoqui, cosa imposible.

―Tiene más poder que vos. Déjalo ―indiqué, mientras me acomodaba en la cama junto a mi hijo con cuidado.

Franco empezó a cebar los mates cuando le entregué el termo y le puse play a la peli. Decidimos cambiar de categoría y de Harry Potter y el Príncipe Mestizo pasamos a Spiderman Far From Home.

Antes de ser facuamigos Franco se hacía él filósofo que miraba puras pelis basadas en hechos reales, hasta que me conoció a mi y lo introduje a la verdadera cinematografía; Universo Marvel y Harry Potter.

Ahora adivinen quién me pide todos los findes hacen maraton de Los Avengers o Harry Potter.

instagram !


| liaugartee ha respondido tu historia: sabes qn se parece a él? 🤭🤐

quién

JAJAJAJJAJAJA
tonta
déjame en paz

deja de hacertee
t encanta calchín

si, la verdad
muy lindo pueblo

el pueblo o el habitante?

ame déjame plis

dale una oportunidad camilín
es buen pibe, te lo digo yo
q me crié con él
date la oportunidad vos tmb
de conocer a otras personas !!!

si obvio
pero que sé yo

t juro q es buenito
de no ser así lo cuelgo del arco

nooo
q nos quedamos sin araña
mi viejo se mata

me prometes q vas a intentar seguir
adelante???
sin importar lo q digan los demás
los q realmente t queremos t queremos
ver bien
una salidita no le hace mal a nadiee

buenooo 🙄🙄
igual no tengo ni su número
no me da escribirle por ig

tranqui por ese lado

por

yo le pase tu num
me lo vas a agradecer😁😁

AMELIA QUE

―¡Conchuda! ―exclamé a los cuatro vientos, como si mi cuñada fuera escucharme hasta Italia.

Si, Julian era un re pibe y toda la bola, pero siempre había sido muy reservada y tímida con respecto al tema hombres y chamuyo. Había tenido muy pocos novios en mí vida y aún así, seguía siendo una boba en el sentido romántico. Cuando entraba en más confianza podía sentirme más suelta, pero me era imposible no estar incómoda si no tengo la suficiente confianza.

Por alguna extraña razón, Julian no me causaba esa incomodidad. Al contrario, me hizo sentir como si podía hablar de cualquier cosa sin ser juzgada, esperaba que él haya sentido esa comodidad conmigo también.

Pero aún siendo así. ¡No podía chamuyarlo ahora! Había perdido la costumbre.

―Bue, enferma. ¿Qué te hice yo? ―Franco me miró ofendido.

―No te digo a vos, estúpido ―sus facciones se relajaron―. ¿Podes creer que Amelia pasó mi número sin preguntarme? La mato.

―Una desubicada. ¿A quién se lo pasó?

―Si te digo no gritas ―lo amenace señalandolo―. Julian Álvarez.

―¿¡QUÉ!? ―gritó―. ¿¡Y qué esperas pelotuda!? ¡Ya sácate una fototeta!

―Sos un pelotudo.

―¡Y sí, boluda! Ya quisiera yo que le pasen mi número a Julian ―dijo con obviedad―. Bailaron cuarteto, compartieron un fernet y te dijo que estabas linda. Yo ya le hubiera entregado el orto.

―Me dijo que le gustaba mi vestido, no que estaba linda ―corregí.

―Es lo mismo, es un pibe tímido, no te iba a decir te quiero coger toda la noche tan directamente.

―No creo que me haya querido coger.

―Si, y yo me chupo el dedo.

―¡Te lo juro! Vos te das cuenta cuando alguien te quiere coger ―indiqué y asintió dándome la razón―. Yo no lo vi así. Quiero creer que no piensa con la pija como otros.

―Ah, tiraba indirectas ―rió mi amigo tomando el mate―. Che, ¿y del Rusher nino?

Negué: ―. Ayer hablé con Mauro, me dijo que estaba bajoneado y que no quiso salir a ningún lado.

―¿Queres mi opinión? ―me preguntó y asentí―. Está actuando como la mayoría de las veces que se peleaban. Le duraba dos, tres días hasta que venía, un beso y un abrazo y listo, problema solucionado ―dijo con seguridad―. Y recordemos que todas esas veces había sido él quien se había mandado una cagada.

Asentí, mientras la mueca de tristeza se iba apoderando de mi cara y los recuerdos de aquellas noches llorando por él volvieron a producirse en mi mente.

Sabía que él pensaba que así sería, que dentro de poco lo llamaría y se "solucionaría" todo, así como él quería. Pero no, estaba realmente equivocado.

Yo no iba a volver a perdonarlo. No quería perdonarlo.

Y eso era que él debía entender, por las buenas o por las malas. Se lo iba a dejar en claro las veces que sean necesarias.

Decidí (después de 25 minutos de película) prestarle atención a la compu y no dejar que mis pensamientos intrusivos se me la bajen. La película terminó más de dos horas después, con los dos aplaudiendo emocionados en el final. La panza me dolía de tanto mate y tantas risa en medio de la película.

A eso de las seis y media, mientras Franco tomaba la decisión más difícil de su vida (decidir qué comíamos para la merienda) y yo limpiaba un poco la cocina y ordenaba, mi celular vibró tres veces seguidas.

No dudé en maldecir en cuanto agarré el celu, mi guilty pleasure siempre había sido limpiar (especialmente cuando escuchaba música) y si había algo que no gustaba era que me molestaran cuando me ponía a limpiar mi casa después de horas motivandome psicológicamente para hacerlo.

Eyy
Cómo estás?
Soy Juli 😁
Le pedí tu número a Ame porque
no me daba escribirte por Instagram
Jajaja

julii
bieen, vos??
| Le pedí tu número a Ame porque
no me daba escribirte por Instagram
jajsjajs tranqui
estás en baires?

Sii
Concentrando
Jugamos la semana que viene
Vos estás acá??

sii también
en casa

Haces algo ahora?
Te invito un café 😁
Bah, si querés salir a algún lado
O podes venir a casa
Digo porque por ahí nos ven y piensan
cualquier cosa
O sea no tiene nada de malo que nos vean
No es que me avergüence
No me avergüenza

jajsjajsja tranqui juli
si entiendo
pero no importa
si queres vamos a algún lado

Pero no te quiero causar bardo

noo ni ahí
q digan lo q quieran
no me importa mucho ya

Segura?

sii
no se le niega una merienda a nadie 😆

Buenísimo entonces
Te busco en media hora?
Tengo que ir a mi depto y cambiarme

dalee
te espero <3

😄
seen

―¡PIDAMOS ALFAJORES! ―gritó Franco corriendo desesperado hacia a mi.

―¿Tanto para alfajores? ―dije rodando los ojos―. Igual, pinchó la merienda. Ayúdame a elegir mi outfit.

―¿Cuál es ocasión? ―preguntó mientras caminábamos a mi closet.

―¿Qué te pondrías para tomar un café con Julian Álvarez?

○ ○ ○

omnisciente

―¿Cómo que solo tienen medialunas dulces? ―se quejó Julian mientras se alejaba el mesero que acababa de tomar su orden.

―Team medialunas saladas forever ―asintió Camila―. Igual te iba a caer pesadito con el café.

―Un permitido no me va a matar.

La rubia rió.

Si bien no habían elegido el lugar más escondido de las cámaras para tomarse un café, dentro de todo ninguno de los dos habían recibido más que miradas de impresión de reojo. Tampoco tenían la necesidad salir a escondidas como si estuvieran robando, no había nada ilegal en dos amigos saliendo a tomar un café.

Por lo que ahí estaban, esperando que el pedido de ambos llegase mientras conversaban.

―No nos vamos nomas porque pasan buena música ―dijo Camila, escuchando Drag me down de One Direction en los parlantes del local.

¿Uan Direcshion? ―la rubia rió asintiendo―. Nunca entendí por qué se separaron. Lo único que me acuerdo es de las loquitas llorando por los pasillos del colegio.

Camila rió: ―. No me burlo porque fui una de ellas. ―observó detenidamemte el paisaje a través de los grandes ventanales―. Contame un poco de vos, que no sé mucho ―dijo la rubia, tomando el café que acababa de llegar.

Mentira, había stalkeado su instagram desde su primer publicación hasta a la última.

Julian suspiró pensativo: ―. Déjame inventar algo para parecerte más interesante.

―Sos La Araña, imposible que no seas interesante.

El chico sonrió avergonzado.

―A ver, juego en River desde los 18, soy de Calchin y me gusta el fernet ―dijo lo más resumido posible.

―Te faltó decir que sos un bailarin profesional de cuarteto.

―Eso normalmente lo cuento en la segunda salida. ―ambos rieron.

―Ah, ¿va a haber segunda salida?

―Segunda, tercera, cuantas vo' quieras ―Camila le dio una sonrisa ladeada―. Yo tampoco sé mucho sobre vo'.

La rubia se alzó de hombros.

―Actúo desde los 7, soy de Quilmes y también me gusta el fernet ―Julian fingió sorpresa―. ¿Viste? Somos almas gemelas parece.

―Ya so' casi una cordobesa, te falta aprender a andar a caballo.

―Y hablar como vos.

―¿Cómo hablo yo? ―preguntó Álvarez, con su acento cordobés muy marcado.

―Así, chistoso.

―¿Te está' burlando de mi acento? ―el jugador fingió indignación.

―Poquito ―respondió la rubia mientras sonreía y hacía una seña con sus dedos.

Julian la miró sonriente, mientras intentaba que su mirada se mantenga en sus ojos y no se desvíe a sus carnosos labios. O al menos, sin que ella se de cuenta.

―¿Esa es la que me decía' que te gustaba? ―señaló la funda de su celular, el cual mostraba su foto de Taylor en el Reputation Tour―. ¿Teilor?

Camila asintió feliz.

―¿La conoces?

―Escuché un par de canciones después que me dijiste ―contestó con los cachetes rojos―. No le entiendo nada, pero la melodía es pegadiza.

Capaz era algo boludo, seguramente lo era. Pero el hecho que Julian haya escuchado a Taylor por ella le daba algo en el pecho. Ni siquiera Thomas, quien sabía que le gustaba más que nadie, había sido capaz de escuchar ni una sola canción de Taylor sin ella presente.

Ignoró las cosquillas que estaba sintiendo en la panza, asumiendo que era por la temperatura del café.

―Yo la amo ―afirmó la chica―. Me muero el día que venga a Argentina.

―¿Nunca vino? ―Bardel negó―. Que paja, por eso a mi me gustan artistas de acá, no tengo que esperar a que vayan a ningún lado.

―Verdad que hablo con el mayor fan de Los Caligaris.

―Con Los Caligaris no, che ―amenazó falsamente―. Tienen canciones piolas. ¿Nunca escuchaste? ―Camila dijo que no―. So' una vende patria. Te falta cultura argentina.

―Qué bardero. ―molestó la rubia.

―Y sí, ¿como no te va' a saber la de "Vos sos esa linda razón ―cantó en voz bajita― por la que volví a sonreír" ―observó como Camila lo miraba con gracia, dando a entender que nunca había escuchado aquella canción―. Bue, para la segunda salida vamo' a escuchar toda su discográfica.

―Entonces vos tenes que escuchar la de Taylor también ―propuso―. Mira que una vez que me pedis que hable de Taylor no me para nadie.

―Me parece justo. Anda eligiendo las mejore' canciones.

―Tenemos documentales y todo, así que anda preparándote.

Hablaron de bastantes cosas en el lapso que terminaban su café junto a las medialunas, estaban realmente interesados en el otro que ni siquiera notaron que habían terminado de comer hace rato y bastante gente ya había abandonado el café.

Camila hasta ese momento había aprendido muchas cosas sobre Julian; Cómo eran sus entrenamientos en River, como se llevaba con sus compañeros, qué le gustaba comer y no dejó pasar su fascinación que tenía por Spiderman, destacando orgullosamente el hecho que llevaba el apodo de La Araña y el festejo que hacía cuando metía algún gol.

Una cosa llegó a la otra y terminaron hablando (por alguna razón) sobre el pasado. Comenzaron tocando el tema de los recuerdos tiernos de la infancia hasta relaciones pasadas.

Camila no podía creer que Julian le había dicho que varias veces lo habían gorreado. Si bien como dice el dicho de la muerte y de los cuernos no se salva nadie, le parecía ilógico pensar como podían engañar a alguien como él. Tan caballero, carismático y humilde.

Tan hot también. Pero eso solo pensó para no zarparse.

―Mi última relación fue como hace ocho mese' ―contó el chico―. No me engañó pero era muy tóxico todo. Era muy paranoica y yo me dejaba manipular, era medio boludo ―admitió con un poco de vergüenza―. María Emilia se llamaba, era mi amiga de Calchin, Ame la conoce.

―Tiene nombre de forra ―aseguró Camila haciéndolo reír. Recordaba perfectamente a la María Emilia de Quilmes, su compañera de curso quien parecía alimentarse de sus humillaciones y vivía por molestarla en todo momento.

―¿Y vo'? Bueno, ya sé lo que pasó con... ―Julian no se atrevió a nombrarlo, pero era obvio a quien se refería.

Camila se dio cuenta que por primera vez en todo ese tiempo no había pensado en Thomas y hasta se había olvidado completamente que toda la Argentina sabía de su separación con el cantante.

―No tuve muchos novios tampoco, tuve uno solo en Quilmes, pero fue novio de pendeja, igual le tengo cariño ―recordó con nostalgia―. Y nada, después conocí a Thomas.

―¿Estuviste con él hace mucho?

―Lo conocí a los 19, y bueno, de ahí seguimos ―explicó sin muchos ánimos.

Julian notó rápidamente el cambio de su estado de ánimo, por lo que prefirió dejar de lado el tema.

―¿Quere' que vayamo' yendo? ―propuso el jugador―. Está lindo el día, podemo' caminar un rato.

Camila asintió un poco más animada, a los segundos llamaron al mozo por la cuenta.

―¿Qué hace'? ―le dijo Julian viendo como ella sacaba su billetera―. No, pago yo.

―No, Juli, yo pago lo mío ―Julian negó con seriedad.

―¿Cómo te voy a invitar a tomar algo y hacerte pagar? Pago yo ―Camila estaba apunto de protestar, pero Julian la chistó―. No me haga' enojar rubia, dale, vamo' ―dijo con la voz demandante y estrechando su mano, para ayudarla a levantarse de la silla, algo que hizo que el corazón de Camila latiera con rapidez.

Camila sonrió tomando su mano, agarrando sus cosas para ir hacia la caja para pagar todo lo que habían consumido.

El mozo que los había atendido recientemente se acercó a ambos con timidez, pidiendo por favor si le podían firmar una servilleta, ya que anteriormente no le había dado el valor para pedirlo. Los dos aceptaron sin problema, firmando la servilleta y agradeciendo al chico por la buena atención.

Una vez estaba todo pagado salieron a caminar por las calles de Puerto Madero, con sus manos rozando de a poquito cada vez que caminaban. Mientras más caminaban, inconscientemente más se acercaban el uno al otro.

―Ponete ahí que te saco una foto ―dijo Julian, señalando un lugar donde habían arbustos aesthetic.

―Qué se vea lo aesthetic.

Julian la miró confundido: ―. ¿Qué se vea lo qué? ―rió, enfocando la cámara hacia la rubia.

Camila sonrió felizmente, mientras el chico sacaba varias fotos de distintos ángulos. Julian suspiró con nerviosismo al verla posar con esa hermosa sonrisa.

Qué hermosa que e' la culia'.

Camila le arrebató el celular para ver las fotos, haciendo zoom en su cara para ver si no había salido tan demacrada como últimamente sentía que se veía cuando le sacaban una foto.

―Un filtro y estamos ―asintió la rubia.

¿Aestetik? ―imitó Julian con voz chillona.

Antes de seguir caminando, un perrito moviendo su colita con felicidad miraba hacia los dos jóvenes jadeando de felicidad, Camila se acercó a él casi de inmediato, agachandose a su altura.

―¿Y vos? ―acarició por debajo de sus orejas, el perro movió más su colita.

―Me parece que lo tene' enamorado ―dijo Julian al ver como el golden miraba a la chica con los ojos brillantes.

―Sos muy hermoso ―le dijo Camila al perro con vos de nena, cosa que hizo que Julian la mirara enternecido―. Y no tenes dueño parece ―acarició su cabeza con delicadeza.

Julian se acercó a él con intenciones de acariciarlo también, pero el perro fue más rápido y antes de que pudiera siquiera tocarlo, gruñó con locura haciendo sobresaltar a ambos.

―Ah, a mí no me queres ―asumió el chico con indignación―. Un hijo de puta, seguro so' bostero.

Camila rió sacando el celular de su bolsillo, para sacarle una linda foto al tierno perrito.

―Te llevaría conmigo pero en casa no estarían muy contentos ―dijo con una mueca―. Sos muy lindo, si la vida así lo quiere nos volveremos a encontrar ―Julian la miró riendo―. Chau, hermoso.

―Chau, bostero ―se despidió Julian.

Los dos retomaron su camino, y Camila sintió como su celular vibraba en su mano.

me parece una falta de respeto
q te estés comiendo la zanahoria de
julian álvarez y yo me tenga q quedar
con la bolsa de pulgas esta

ubícate pendejo de mierda
mi hijo no te hizo nada
y no me estoy comiendo la zanahoria
de nadie
me estaba sacando fotos aesthetic

foto sexo?

que

bno no me importa lo que estén
haciendo volvé!!!!
me siento solo 😔😔
(traeme gomitas)

ajjsjaja safa
tratalo bien a mi hijo

ok así quedamos putita
ya vas a necesitar niñero
cuando te comas de verdad la
zanahoria de la araña 😠😠

tengo más amigos

AH OK
SI ME ROBO ALGUNAS DE TUS PERTENECIAS
NO ME LAS VENGAS A PEDIR

devolvele su pato a ñoqui por dios franco
estamos paseando con juli
en un rato voy

|estamos paseando con juli
sexo?

🙄🙄

―Ya me están reclamando en casa ―comentó Camila bloqueando su celular―. Mi amigo Franco se está quedando con mi hijo y...

―¿Hijo? ―Julian se puso blanco como un papel.

―Si, mi hijo hermoso ―le mostró el fondo de pantalla al desbloquearlo, su hermoso retriever negro. Julian sintió como le volvía el alma al cuerpo.

―Muy bonito ―asintió el futbolista.

―¿Vos no tenes mascotas?

Julian negó.

―Llevan mucho cuidado y no creo que pueda yo solo, así que no, pero me re gustaría ―confesó con una sonrisa.

―Si algún día decidis tener uno, vas a ver que te cambian la vida. Ñoqui me cambió la vida para bien.

―¿Ñoqui? ―Julian contuvo su risa.

―Lo adoptamos un 29... ¡No te rías! ―exclamó pegándole con su cartera, cuando Julian trataba de reírse en silencio para que ella no se diera cuenta.

Alvarez la guió hacia donde estaba estacionado su auto, por suerte no habían caminado tan lejos de donde estaba su vehículo, y, para su buena suerte, no le costó mucho convencer a Camila para que la deje alcanzarla hasta su casa.

La rubia no estaba en su derecho de quejarse, si no era por él tendría que conseguirse un uber ya que prefería esperar media hora por uno antes de aprender a manejar. No había cosa que le aterraba más que la autopista.

―Ramiro varias veces me ha querido enseñar a manejar, pero no me tiene paciencia y me hace llorar ―contó la rubia, Julian sonrió con la vista en la calle―. Y tampoco tengo auto, así que...

―¿Quere' que te compre uno? ―jodió Julian.

―Dale, ¿me dejas elegirlo?

―El que vo' quieras, reina, yo te lo compro ―dijo con una sonrisita chamuyera, Camila sonrió como tonta.

―Qué chamuyero me saliste ―le pellizcó la mejilla con delicadeza―. Igual me gusta que me lleven, soy buena copiloto, ¿o no?

Julian asintió con la cabeza y Camila se dedicó a mirar por la ventana, mientras la conversación proseguía. El departamento de la rubia no estaba tan lejos de donde habían tomado su café, por lo que mientras charlaban el viaje se hizo mucho más corto, en cuanto menos se lo esperaban, Julian ya había detenido el auto frente a su casa.

―Ramiro es un bruto manejando, capaz te tome como conductor personal ―habló Camila, desabrochandose el cinturón de seguridad.

―A su servicio cuando me necesite ―le siguió el juego y le regaló una sonrisa que estaba empezando a encantarle.

Cerró sus ojos, evadiendo sus pensamientos por un momento.

―Me la pasé re bien, Juli. Ojalá nos volvamos a ver.

―Yo también, Cami. ¿Nos mantenemos en contacto? ―Camila asintió y le dio un beso rápido en el cachete, para después abrir la puerta del auto.

Julian la observó detenidamente cerrar la puerta y saludarlo con la mano. Espero a que entre a su casa para arrancar y dirigirse a la suya, con una sonrisa plasmada en la cara.

¿Y ahora cómo voy a hacer para sacarte de mi cabeza, culia'?

🕸

instagram!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top