O19. show me the places where others gave you scars

capítulo diecinueve !

muéstrame los lugares donde los demás te han dejado cicatrices

twitter !

Omnisciente

14 DE SEPTIEMBRE, 2021

¿DE VERDAD sólo tendrías hijos para hacerlos escuchar Taylor desde la panza?

Cuestionó Julián con la mirada puesta en la pantalla de su celular, provocando que su novia detenga los mimos que le proporcionaba en el pelo y lo mirara extrañada.

―¿Me estás stalkeando el twitter? ―el chico asintió, encogiendose de hombros―. Re fan.

―¿Por qué decis que no sos mí novia? ―Julián fingió ofenderse, mientras se le tiraba encima sin cuidado de aplastarla―. ¿Qué te haces la soltera vos? ―reclamó haciendo montoncito.

―Tengo una reputación que mantener ―se defendió―. Mirá si Enzope me stalkea y piensa que ya no estoy enamorada de él.

Julián chasqueó la lengua ofendido.

―El capi ni en pedo sabe usar twitter ―dijo, volviendo a acomodarse en la cama―. Y creo que es el único del plantel que no me dormiría a la novia.

―¿En serio? ―Camila fingió estar desilusionada, el delantero asintió con seguridad―. ¿Y sí le pregunto?

―Pregúntale ―contestó Julián con desinterés, mientras seguía leyendo las preguntas que su novia respondía en twitter―. ¡No, boluda!

Exclamó cuando vio a Camila agarrando su celular, dispuesta a buscar al capitán de River en instagram.

―Deja eso y dame bola, amoooor ―Camila resopló dejando el celular de lado, y dejando besitos alrededor del pecho de su novio.

―Mírala a la que tenía miedo, rogando por mi atención ―se burló él, provocando que Camila estire el elástico de su bóxer y lo golpee sobre su piel―. No te hagas la canchera porque después te andas quejando ―advirtió Julián bloqueando su celular.

―Te late re rápido el corazón ―comentó ella, con la oreja puesta en sus latidos desenfrenados cuando Julián la rodeó con sus fuertes brazos―. ¿Te descontrola el pulso tenerme cerca?

―La pija se me descontrola cuando estás cerca.

―¡Julián!

Camila le pegó en el pecho con la palma de su mano, riendo a la par de su pareja. Una parte muy escondida de su mente, la obligaba a admitir que le encantaba como Julián podía pasar de ser el novio más dulce del mundo a él último pajero de turno en cuestión de segundos.

Y eso era algo que solo se lo permitía a él, teniendo cuenta que ya tenía una camionada de pajeros en sus dm de instagram.

―Tengo hambre, amor ―Julián se quejó debajo de ella.

―Te dije que trajeras del fiambre alemán que sobró, zapallo ―protestó Camila―. Ahora no tenemos para comer.

―Quedaba re angurriento, boba.

―Angurriento es Álvaro que se llevó hasta las gaseosas que sobraron.

Julián soltó una risa: ―. ¿Queré' que haga panqueques?

―Siiiii ―la actriz sonrió emocionada.

Muchas opciones no tenían siendo las cuatro de la tarde y después de haber perdido muchas energías en el casamiento, y no precisamente bailando cuarteto.

―Pero vo' haces lo mates ―la sonrisa de Camila desvaneció―. Si no, no hago nada, siempre me cagas y termino haciendo todo yo.

―Y bue papito, acá es todo igualitario, por lavar un par de platos no se te van a caer las manos.

―¿Un par de platos? Chanta de mierda, si dejás todo sucio ahí hasta el viernes que yo llego y por un par de besos me haces lavarte todo.

―Y vos caes, pelotudo ―Camila se soltó de sus brazos para estirarse―. Quiero los panqueques con dulce de leche.

―Y yo quiero mate amargo ―su novia le mandó una mirada asesina―. O como lo quieras tomar vos, beba.

Camila se rió. Que gorbernado de mierda.

―Estás re heiter hoy, amor. ¿Ya no me querés más? ―ella negó en broma―. Bue, se nota, encima que en la madrugada literalmente me dijiste que terminemos.

―Lo único que te dije fue que no me abraces porque me daba calor, fantasma ―se burló levantándose de la cama.

―Ah bueno ―dijo Julián viendo como su novia se levantaba semi desnuda a buscar ropa―. Ahora me dieron ganas de comer otra cosa.

―Cortala con la pajereada y levántate a cocinar mientras me baño. ―le tiró una almohada.

―Re machista ―espetó el futbolista por lo bajo, mientras se levantaba de la cama para ponerse un pantalón.

Camila terminó de elegir su ropa que solo usaba en casa mientras Julián se encargaba de ir a la cocina a preparar los panqueques. Saludando a Ñoqui con una pequeña caricia en la cabeza, la actriz se dirigió al baño con su celular en mano, porque no era una buena ducha sin su playlist de Taylor.

Dos all too well después, en los que Camila disfrutó de una descontracturante ducha caliente (con agua casi hirviendo), realizó su típica rutina de skincare y, por supuesto, de la mano de este; bastantes fotos y beboteo en el baño.

La actriz rió mientras se secaba el pelo cuando escuchó desde el baño a Julián, cantando Razón de Los Caligares en la cocina.

Nunca su corta vida creyó tener al amor de su vida haciéndole panqueques en la cocina, para después acurrucarse en el sillón con el equipo de mate mirando alguna película para recuperar las fuerzas perdidas en el casamiento de su hermano la noche anterior. Lo más loco, era que en cierto momento de su vida le parecía imposible que estaría haciendo eso con Julián, y ni mucho menos llegó a imaginar que el amor de su vida terminaría siendo él y no quien ella creía.

Llegó a la conclusión que las vueltas de la vida era lo más loco que podría pasarle, pero que quizás todo ese dolor que sintió en el pasado fue necesario para llegar hasta ese momento. Era lindo despertarse todos los días al lado de alguien que sabes que no te va a lastimar, y que, al igual que vos, se acuesta pensando en lo mucho que te ama, y se levanta decidido a recordartelo.

El viaje fue infernal, pero me llevó al paraíso. Dijo su amiga más personal.

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| juliaanalvarez ha respondido a tu historia: Culona de mierda deja de bebotear y vení que se enfrían los panqueques hdp

Culona de mierda deja de bebotear
y vení que se enfrían los panqueques
hdp

buee eso nomas me vas a decir?
falleció el romance 💔

Si sabes que te veo un pixel de
la piel y se me pone re dura
Pero hace mate y vení
Ahre porque hablaban por ig
si estas en el baño y yo en
la cocina 😂

jakejwjfjaj mal
pero por ese emoji de viejo choto
vas a tomar el primer mate

―¿Comemos en la pieza o en el sillón? ―preguntó Julián cuando Camila llegó a la cocina―. Mira la pinta que tiene esto ―halagó mirando la torre de panqueques que él mismo había hecho.

―Yo podría gorrearte pero sin vos me moriría de hambre ―razonó Camila riendo―. Comamos en el sillón porque Ñoqui se pone pesado.

―No digas así, pobrecito. Estás celosa porque me quiere más a mi ―el futbolista se arrodilló a la altura de Ñoqui, quien aparecía somnoliento en la cocina―. ¿Miramos Casi Angeles?

―¿La de mirar películas nuevas no la sabes? ―Julián hizo berrinche―. Pero amor, hace como tres semanas que estamos mirando CA y nos quedan como dos temporadas todavía.

―¿Y qué tiene? Yo la quiero mirar igual ―el delantero se cruzó de brazos―, es que estabas re chiquita amor, me da ternura. ―se acercó a ella, abrazándola por la cintura mientras Camila ponía a calentar el agua―. Además quiero llegar a la parte que Mar deja al salame de Thiago y se pone de novia con Simón.

―Peter te cuelga si se entera que sos team Simón. ―la morocha rió ante las cosquillas que le causaba la respiración de Julián en su cuello.

―Ni Peter es team Thiago, amor. Alto tarado es.

Su novia asintió dándole la razón.

Una vez el mate bien preparado y los panqueques rebalsando de dulce de leche, la pareja se dirigió al sillón acompañados de Ñoqui, para luego agarrar el control y poner el capitulo en el que se habían quedado.

Obviamente Julián no le iba a confesar a Camila que esa era la tercera vez que veía Casi Angeles, ni que las dos veces anteriores, en su adolescencia, miraba la novela a solas, completamente enamorado de la ternura que emanaba la Camila de ocho años.

Esperanza Mía y Abzurdah también eran otros ejemplos. Al menos con la novela interpretada por Lali tenía una excusa, decía que su mamá le obligaba a verla aunque nadie sabía que Mariana dejó de insistirle después del segundo capitulo y él solo se sentaba frente a la tele para ver especialmente a Camila. Los recuerdos que sus hermanos usaban más para gastarlo (en especial frente a Camila) era la manera en que el Julián de 14 años se enojaba cuando el personaje de Camila y su interés amoroso tenían escenas juntos.

Replicandole a su mamá, en secreto, que quien debería estar en su lugar, era él.

Estaba seguro que el Juli de catorce años caería desmayado si se enterara que tenía a Camila entre sus brazos acurrucada contra él.

―Ayer me llamó Santiago Mitre ―le comentó Camila tomando el mate―. Me quiere para hacer un peli.

―¿Sí? ―Julián la miró atento―. ¿Y qué onda?

―Y, lo estoy pensando, capaz me mande al casting ―respondió dudosa―. Igual tengo hasta noviembre con la novela así que voy a ver.

―¿De qué trata la peli?

Argentina, 1985 se llama ―contó, con una pizca de emoción bastante notoria―. Es de un grupo de abogados que llevan a juicio a los de la dictadura militar.

―¡Amor, es buenísimo! ―exclamó Juli, el doble de emocionado―. Como lo vas a dudar, tonta.

―Dudo más que me den el papel a que me postule ―confesó, con inseguridad―. No sé igual, es mucha disponibilidad horaria, me da paja estar lejos de mi familia.

―¿Por tus viejos decis? No es un viaje tan largo, y seguro te vienen a visitar ellos ―alentó con optimismo.

―Qué lento que sos, Julián, tenes suerte que estoy enamorada de vos ―se rió robandole un pico―. Estoy hablando de vos y Ñoqui. Ustedes son mi familia.

La cara de Julián se calentó a más no poder y se avergonzó de sí mismo por no haber caído. Al no encontrar las palabras perfectas para describir lo mucho que lo amaba, porque ni siquiera las palabras alcanzaban, depositó un delicado beso en sus labios para seguir viendo la tele.

―Bueno, pero eso es lo de menos amor, sabes que a Ñoqui lo cuido yo y que si me tengo que escapar del entrenamiento para verte quince minutos lo voy a hacer ―recalcó con una sonrisa.

Camila le sonrió, dándole un beso en su mejilla para después prepararle otro panqueque.

A medida de que la novela seguía avanzando, Camila se reía de la exageradas actuaciones y de lo antiguo que se veía todo. Aún así, los dos se habían enganchado bastante e incluso compartían comentarios al respecto.

Camila, con un poco de nostalgia, le contaba a Julián anécdotas del rodaje, como era la relación con sus compañeros y repetía los diálogos que se acordaba. A Julián le encantaba escucharla hablar de lo que tanto amaba, la manera en que le brillaban los ojitos cuando decía "¿Sabes como lo hicimos eso?".

―Cada linda con cada salame ―dijo Camila al ver las actitudes tóxicas de Thiago.

―Pero Mar es una boluda también. ¿Cómo no se va con Simón cuando Thiago la trata así? ―Julián se frustó, causándole risa―. Me hace acordar a alguien...

Camila se sintió ofendida por la mirada nada disimulada que le mandó Julián, claramente en broma, pero se ofendió igual.

―Anda a cagar.

―Te estoy jodiendo, amor ―Juli besó su cuello―. Pero igual, ¿por qué estabas con él si te trataba mal?

―Qué pesado que sos, nene. Me parece que quien se enamoró de Thomas fuiste vos, no lo soltas más ―replicó burlona, pero el gesto de Julián no cambiaba, insistiendo en hablar del tema―. ¿En serio queres hablar de coso?

Julián asintió con seguridad, haciendo que Camila resople y se acomode en el sillón, lista para responder sus preguntas.

―Bueno, que sé yo ―la morocha se encogió de hombros―. No es que siempre me trató mal, cuando nos conocimos era re bueno conmigo. Los primeros meses fueron re piola, él se mudó conmigo al poco tiempo de ponernos de novios y creo que ahí empezaron los problemas ―admitió relamiendo los labios―. Él se rayaba bastante y yo fingía demencia. Onda, a veces golpeaba las cosas cuando se enojaba o gritaba re esquizo, pero yo me hacía la boluda ―contó con algo de vergüenza―. Lo tenía bastante normalizado, porque sentia que era mí culpa, y lo pensaba en mí mente y decía tipo: Y sí, como no se va a enojar, como voy a salir a bailar sola si lo tengo a él para que me acompañe.

Julián frunció los labios, formando una mueca.

―Después de un día para el otro empezó a ser el novio del año. Me llevaba a donde quería, me acompañaba a grabar, me hacía regalos y me cocinaba cosas ricas, y ahí yo dije acá hay gato encerrado ―rieron―. Al primero que le conté mis sospechas fue a Franco, y literalmente me dijo en la cara sos alta cornuda, amiga.

―Qué máquina Franco ―Julián rió―. Lo amo.

―Me rompió tanto las pelotas para que hagamos una joda acá en casa hasta que un día le dije que si. Me arrepentí al ratito, porque no hay nada que odie más que personas que no conozco en mí casa ―el delantero asintió entendiendo―. La invitó a ella, Agustina se llamaba. Ella nunca me había dado buena espina, y yo se le dije, pero bue, yo siempre era la loca y desconfiada ―frunció el entrecejo―. Y ese día los agarré justito, de repente desapareció y cuando lo fui a buscar, estaba con ella.

Suspiró, desganada.

―Me negó todo, aunque literalmente lo acababa de ver con mis ojos ―negó con la cabeza, mientras trenzaba uno de los mechones que caía por su cara―. Ahí le terminé enseguida, no lo quise ver más. Nunca me había dolido tanto el corazón, le tuve que pedir a mi mamá que me venga a acompañar porque sentía que ni me podía levantar de la cama. Me dolió un montón lo que me hizo, y, aunque ya lo superé, por ahí me maquina la cabeza y duele un poco todavía.

En lo único que podía pensar Julián era en que como era posible que alguien podría hacerle tanto daño a ella. Era increíble lo madura que era, la manera en que explicaba las experiencias vividas en carne y hueso y, aún así, su esencia no cambiaba.

A pesar de las cosas que le habían pasado, Camila seguía siendo la misma de siempre. Aquella mujer talentosa y humilde que siempre brilló por sí misma, y nunca tuvo que reflejarse en los demás para hacerlo.

―Así con tu momento más humilde ―Camila soltó una carcajada ante el comentario de su novio―. Y eso que en la tele decían que la infiel eras vos.

La morocha rió negando: ―. Me acuerdo que tenía amantes nuevos todos los fines de semana, encima habían algunos que no los conocía ni su papá pero se me armaba alto escándalo porque me contestaban una historia.

―Y bueno amor, sos la más linda de la Argentina, uno tiene que acostumbrarse a esas cosas.

―Bua, pero te creo si decis esas cosas de... No sé, Celeste Cid, o la China Suarez ―dijo con obviedad―. Encima Thomas se re hacía el ofendido como si no tuviera a miles de pibas colgandose de él, pero eso a mí me chupaba un huevo y eso le calentaba más todavía ―rió―. Vos no te rías que sos peor.

―¿Yo? ―cuestionó Julián, indignado―. ¿Por qué?

―Es obvio, bebé. La cantidad de pibas que se te deben tirar.

―Ah, pero es distinto, yo no les contesto ―indicó.

―Y bueno, por eso. Yo no me hago mala sangre por esas cosas ―le dio un último sorbo al mate―. No me voy a poner a pelear con una random porque te quiere chupar la pija.

―¡Camila! ―retó, golpeando levemente su hombro―. No seas guaranga.

―Es la verdad ―suspiró desinteresada―. Uh, viste pelotudo, por tirarle hate a mi ex ya nos perdimos la mitad del capitulo.

Julián la abrazó por los hombros, dejando repetidos besos en su mejilla mientras Camila atrasaba el capitulo de lo que se habían perdido. Ñoqui los interrumpió, subiéndose al sillón para entrometerse entre los dos y ponerse cómodo en las piernas de Julián.

―Qué plomo que sos, eh ―Ñoqui la miró, embeselado con las caricias de Julián―. Es mío tu papá.

Ñoqui estiró más su cuerpo a lo largo de las piernas de Julián, como si hubiera entendido las palabras de su mamá y ahora estuviera marcando territorio.

―Él quiere amor nomas ―Julián sonrió, rascándole la pancita.

―Es así con vos solamente ―comentó suspirando―. A Thomas lo odiaba. Le rompía las medias, le ladraba apenas lo veía y le meaba los zapatos ―dijo, riéndose.

―¿Posta? ―preguntó sorprendido, a la vez, inflando el pecho de orgullo―. Qué raro, yo cuando me quedé con él no se portó mal ni nada, ni se sentía.

―Conmigo tampoco es así, con mis papás o mis hermanos menos ―hizo una mueca―. Era como que sabía identificar las cosas de él y las hacía mierda ―recordó entre risas―. Sabía que era un zángano antes que cualquiera.

Camila se acercó a su cabecita, dejandole un besito corto, haciendo que Ñoqui se levante y le bese la cara exageradamente, en señal de cariño.

―¿Te puedo preguntar algo? ―preguntó Julián y su novia asintió al instante―. ¿Te ibas de viaje con él?

―¿Y eso que tiene que ver? ―Camila dijo, extrañada.

Julián se encogió de hombros: ―. No sé, es que a vos te gusta viajar. ¿Te llevaba de viaje?

―Por ahí lo acompañaba cuando cantaba en otra parte, pero siempre me aburría ―su mirada se iluminó, recordando algo en específico―. Una vez... ―pausó― Nada.

―Dale, decime ―Camila negó instantáneamente, haciendo a Julián bufar―. Dale, boluda. ¿Qué?

―Nada, nada ―Julián le sacudió el brazo, insistiendo―. Es que si te digo, te vas a enojar.

―¿Cómo me voy a enojar, boba? Decime.

―No vale enojarse ―lo señaló amenazante y Julián la animó a hablar―. Una vez fuimos a Manchester, a ver un partido del United.

―Bueeee.

Al segundo de haber prometido no indignarse, Julián deshizo el abrazo con indignación, y se levantó para irse a la cocina, agarrando el plato de panqueques ahora vacío y el termo con el agua casi fría.

―Bue, se enojaba ―Camila lo siguió hasta la cocina, mientras Julián dejaba las cosas en la mesada―. Julián, ¿sos tonto? ¿Cómo te vas a enojar por esa boludez?

―Vos sos tonta. ¿Cómo vas a ir a ver un partido del United sin mí? ―reclamó, haciendo puchero del enojo―. Igual del otro boludo no esperaba nada.

―Sí ni te conocía, pelotudo ―aclaró con obviedad―. Además vos ni hinchas por el United.

―Bueno pero igual, encima yo te quería llevar a Inglaterra algún día ―bufó, comenzando a lavar el plato manchado de dulce de leche.

―Y llévame, boludo.

―¿No queres que lo lleve al otro gusano también y vamos a la cancha del United?

Exageró el gesto, haciéndola reír.

―Sí te hace sentir mejor, ese día nos peleamos ―contó―. Y ya desde ese día mi viejo le hizo la cruz.

―¿No fue antes, en el cumpleaños de tu primo Benja, que cayó con la camiseta de Boca? ―cuestionó confundido.

―¿Y vos como sabes eso?

―Yo hablo muchas cosas con tu viejo, amor. ―contestó Julián y soltó un suspiro dramático cuando Camila lo abrazó por detrás―. No, salí, sigo enojado.

―Daaale Juli ―Camila repartió besos en su ancha espalda―. Mírame que te quiero dar besitos.

Julián se contracturó bajo su tacto, por más enojado que esté (más ahora que era un enojo fingido) nunca le negaría un beso a la mujer de su vida.

―Uno chiquito noma'.

Julián le clavó un beso mordiéndole el labio inferior con fuerza. La mano derecha en la parte trasera de su cuello dominó por completo el beso, y la izquierda, más juguetón, le agarró la cola apretando tan fuerte que la hizo quejar.

Entre beso y beso se fueron dirigiendo al living, para ir directo al sillón. La mano de Julián subió hasta su cadera para agarrarla con fuerza y rozar sus intimidades sobre la ropa, Camila gimió en respuesta y su novio separó sus bocas un par de segundos para respirar.

―¿Ñoqui? ―preguntó Camila, con la respiración agitada.

―En el patio.

Retomando sus acciones, Camila cayó de espaldas en el sofá para que después Julián se acaricie las tetas sobre el corpiño, mientras que comenzaba a mover sus caderas.

―Qué hermosa que sos ―le dijo, dejandole un último beso en los labios para empezar a bajar esos besos por todo si cuerpo.

Dejando marcas por las mordidas en sj estómago, Julián procede a bajarle el pantalón de pijama dejando besos cortos en sus muslos. El delantero se acerca a su cara nuevamente y besándola con pasión, su dedo índice se empeña en comenzar a tocarla por encima de la ropa interior.

Camila gimió sobre sus labios, sin separarse del todo. Los movimientos de Julián son más pronunciados y acelerados. El chico suelta una risa, separándose apenas, para mirarla burlón.

―Zarpada que sos, apenas te estoy tocando.

La actriz ni siquiera tuvo ánimos de putearlo, estaba demasiado perdida bajo el toque de Julián. Por lo que vuelve a unir sus labios en un necesitado beso.

Si había algo que había que admitir, era que ambos se tenían unas ganas increíbles. Si en ese momento estaban en el sillón, era de pura casualidad. No hay lugar del departamento donde no hayan intimado.

―Sácate la ropa ―le dijo Julián entre beso, Camila negó.

―Sacamela vos.

Quien rompió el beso fue Julián, para después bajar por completo hasta su intimidad. Sacandole la ropa interior por completo y levantando la pierna derecha para subirla a su hombro, Camila gime desde lo más profundo de su garganta cuando siente su lengua húmeda por completo.

Sin despegar la mirada del otro, Camila sintió como tocaba el cielo bajo cada movimiento que realizaba Julián. La punta de su lengua estimulaba su clítoris a su antojo, y dos de sus dedos la tocaban con rudeza. Sus dedos hacían magia, al igual que su lengua. La morocha sintió como ese nudo en su vientre comenzaba a descontraerse de a poco, aun más con la respiración pesada de Julián chocando con si parte intima, causándole escalofríos.

Sus manos se encontraron en su nuca para mover sus caderas inconscientemente contra su lengua. Julián ocupó las suyas para mantener sus piernas abiertas.

―Julián ―jadeó agitada, sus ojos se volvieron a encontrar, el delantero siguió con su trabajo de comerla.

Bastaron un par de segundos para llegara su culminación. Camila dejó caer sus piernas exhausta mientras Julián no dejaba ningún rastro de su liberación en el sillón.

El riverplatense le dejó un último beso en sus muslos para levantarse de nuevo y besarla con cariño. La morocha, acalorada y colorada, le siguió el beso aferrando sus brazos a su cuello.

―Feliz primer mes, flaquita ―Julián le sonrió, dejando besos en su cuello―. Te habías olvidado.

Camila sonrió inocente, dándole otro besito: ―. Por muchos más, gordo.

―¿Siesta?

Propuso Julián, abrazándola cariñosamente para luego acostarse en el sillón. Camila asintió riendo, refugiandose en esos fuertes brazos que siempre la hacían sentir como en casa.

Aunque ya sabía que él iba a despertarse a mitad de la siesta para que ella lo abrace más fuerte.

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hola me extrañaron?

capítulo empalagoso para justificar mi desaparición 🥰

es que insomnio 🤝 inspiración de madrugada 🤝 playlist de taylor 🤝 yo

gracias a las hermanas que me apoyaron en mi delulu y dejaron preguntitas 🤗🤗

de recompensa, les dejo una primicia...

los rumores son ciertos, hermanas, estoy perdidamente enamorada de matías recalt y se viene fanfic. (acá es donde se emocionan)

en fin, 65 votos, +20 comentarios y nos vamos acercando a la recta final 😭

gracias por leer ❤️‍🔥

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