1.10

CAPITULO DIEZ
IRSE

𑁍

ADRIANA

CONTARLE A ARE Y A los chicos sobre mi sueño de la otra noche y los mensajes que Monse y yo recibimos fue, creo, la mejor decisión que tomamos.

Y, bueno, ¿recuerdan que el hombre nos dejó algo en la cocina? Bueno, era un muñeco de Alex tejido, como los que hacía mi tía cuando estaba cuerda. Fue algo divertido pero aterrador a la vez.

Y Fede y Are se enojaron un poco por no contarnos antes lo que estaba pasando. Alexander estuvo bastante cortante conmigo toda una semana, solíamos hacer videollamadas casi todas las noches, pero toda esa semana no hablábamos. Solo me escribió un par de mensajes y me mandó un par de fotos de lo que hizo ese día. Nada más allá de eso.

Pero, las cosas entre Fede y mi mejor amiga fueron un poco peor. Tanto, que Monse había regresado a dormir a su habitación.

El día que eso pasó, Ian y yo los escuchamos; ya desde hace 3 noches, discutieron sobre la insistencia de Fede en saber si Monse sigue recibiendo mensajes.

La primera vez que los escuchamos pelear, yo estaba en mi habitación acariciando a Lenny; mi erizo, mientras veía una película. Yo no sabía que estaban discutiendo, hasta que Ian entró en mi habitación sin tocar.

Y cuando estaba por reclamarle, me hizo una señal de que guardara silencio y que escuchara. Traía ambos auriculares de los audífonos alámbricos puestos, por eso no había escuchado nada.

¡Federico, si este guey me vuelve a escribir, créeme, serás el primero en enterarte!—escuchamos que Monse le gritó al uruguayo.

¡Es que ya no sé si creerte! ¡Ya no sé si confiar en ustedes dos!

¡Teníamos miedo! ¡No sabíamos si las amenazas iban en serio! ¡Estaban jugando con nuestro cerebro!

¡Pero te pedí que si te volvía a escribir, me lo dijeras! ¡Y me lo ocultaste!

¡¿Cuántas veces te tengo que pedir perdón por eso?! ¡Adriana y yo nos esquivamos, lo sabemos! ¡Pero ellos se aprovecharon de nuestro miedo! ¡Se estaban aprovechando de que somos las más débiles y las más fáciles de meter miedo!

¿Y por qué no lo hicieron con Iván o Ian?—la mención del argentino hizo que este bajara la cabeza sabiendo a qué se refería.

En cierta parte, además de Monse y yo, Iván, Ian y Boom pueden llegar a ser blancos más fáciles. Por el hecho de que nos sugestionamos muy fácil y que cualquier cosa relacionada con el payaso y la casa de Fede, nos pone mal.

Su pelea acabó cuando Monse le gritó a Fede por última vez:

¡No lo sé, Federico!—se quedó unos segundos en silencio.—Sabes qué, no quiero seguir discutiendo contigo.

Con eso, Ian y yo escuchamos cómo mi amiga salía de la habitación del uruguayo dando un portazo que resonó por toda la casa, y entraba a la que supusimos que fue su habitación haciendo lo mismo.

El argentino y yo nos miramos fijamente durante un rato, dándome a entender que deberíamos hablar con ellos, a lo cual yo negué y me limité a responder:

Mañana hablaré con ella, por ahora déjala que se desahogue... y no te preocupes si escuchas algunas cosas romperse.

Después de eso, Ian salió de mi habitación y supuse que se dirigió a Fede, ya que escuché murmullos.

Para la sexta noche, Fede le pidió perdón a Monse y ella se lo concedió, pero se notaba que las cosas habían cambiado entre ellos. Y era evidente que seguían igual.

Y ahora, los chicos ya no querían dejarnos solas. Y cuando les conté que ya había comprado mi vuelo a Brasil, todos comenzaron a protestar diciendo que sería peligroso y que sería mejor que me quedara.

Se suponía que pasaría casi un mes y medio en Brasil, ya que hacía mucho que no veía a mi mamá y quería pasar tiempo con ella y mis hermanos, pero ahora tendré que retrasar mi viaje unas semanas, hasta el día de hoy, 15 de junio en la tarde, aprovechando que Fede se iría a Argentina unos días. Al menos así no tendría que ir sola al aeropuerto.

Y para agregarle más emoción al viaje, Alex vendría conmigo. Mi mamá se puso un poco triste cuando le dije que tendría que retrasar mi viaje, pero le duró poco, ya que cuando le dije que Alex vendría conmigo, se interesó tanto que no me dejó colgar hasta contarle todo sobre él.

Mamá no sabía que vivía con Fede e Ian, ella cree que vivo con Monse en un departamento. Mentirle a mi madre y no poder contarle sobre lo que está pasando me duele. Por eso, no sé cómo le haré para no derrumbarme enfrente de ella y mis hermanos.

Ocho días habían pasado desde que los chicos taparon, como Dios les dio a entender, el túnel. No puedo decir que estaba cien por ciento tranquila, pero saber que, al menos, ya había una barrera entre ellos y nosotros, me tranquilizaba un poco.

Pero también, me daba un poco de inseguridad el hecho de que en estos ocho días no haya pasado nada relacionado con los payasos y los hombres con túnicas. No sé si tapar esa entrada era desde el principio la solución para que se detuvieran, por un tiempo al menos, o simplemente nos estaban dejando en paz temporalmente.

Que realmente, ninguna de las cosas descarta el hecho de que, de alguna u otra forma, sepan cada cosa que hacemos. El hecho de que sepan que mi tía hacía ese tipo de muñecos era sospechoso, ya que eso solo lo sabían Monse y Alexander.

A Monse se lo conté hace años, cuando me preguntó por la muñeca que estaba en mi cama, pero a Are se lo conté recientemente cuando estábamos hablando en la cocina. Ese hecho  me hace sospechar que nos tienen vigilados, de alguna forma.

Aún no sé cuál ni cómo, y me da miedo averiguarlo.

Por ahora, o por lo menos de aquí en lo que Fede termina de grabar, solo me preocuparé, junto con Iván y Monse, en que ni Max, ni Alan, ni Carlitos y ni _____ salgan lastimados por las cosas raras que Fede e Ian les puedan poner.

El video se trataba de que el último en salir de las albercas inflables se llevaba diez mil pesos mexicanos. Aunque ya necesitábamos algo de diversión, no podía evitar sentirme tensa.

Ver a los chicos divertirse y hacer pendejadas aliviaba un poco la tensión que sentía. Pero no podía evitar que, de vez en cuando, volteara hacia la ventana donde está el túnel y me quedara viendo, esperando que pasara algo.

Aún sentía esa sensación de que en algún momento alguien o algo iba a salir de ahí o yo qué sé. No he tenido sueños o, como yo los llamo, visiones. Lo más raro que soñé fue que estaba en una cita con Alex y se me empezaban a caer los dientes. Que, según internet, está relacionado con situaciones que generan estrés o ansiedad.

Más allá de eso, no he soñado nada relacionado con los payasos. Y, para ser sincera, me angustia un poco. Desde que Monse y yo llegamos a casa de Fede, que fue unas pocas semanas después de que compraran a DinDon, no había noche que no soñara cosas raras o que sintiera que me observaban.

Al principio, simplemente eran sueños donde yo estaba sola en lugares aleatorios y corría mientras una risa, la misma que la de la mujer payaso de mi sueño, resonaba por todos lados.

Y semanas antes de entrar al túnel y de saber que estaba ahí, soñaba cosas al estilo Alicia en el País de Las Maravillas o Coraline. Soñaba con una puerta diminuta y en cuanto la abría, alguna fuerza misteriosa me jalaba hacia adentro, haciéndome caer y cuando estaba por llegar al suelo, despertaba. Y mientras caía, solo podía escuchar las aterradoras voces de MiniMini y Azazel, la estúpida risa de la mujer y su voz susurrando mi nombre o un Adri.

Despertaba todas las noches sudando o respirando con rapidez. Y, en algunas ocasiones, llegaba a despertar a los chicos y tenían que ir a mi habitación para que despertara y me tranquilizara. Pero, realmente, no lo hacía y terminaba quedándome despierta haciendo cualquier cosa hasta que el sol saliera.

Por suerte, o desgracia, ahora que ya no tengo mis visiones, he podido descansar y ya no estoy cansada a medio día. Y, por eso, decidí ayudar a Fede con su video.

Alan y Carlitos fueron los primeros en perder, solo quedaban Max y _____. Que, para su último reto, Max le tocó Coca Cola con Mentos y a _____, hielos.

Pero, al final, terminó ganando Max.

En cuanto _____ salió de la alberca, fui rápido hacia ella para envolverla con una toalla, Monse hizo lo mismo con Max, solo que ella solo la entregó en la mano para que se envolviera solo.

Y, en cuanto Fede cortó la grabación, les dije a todos los presentes que iría a hacer mis maletas. E, inmediatamente, Monse y _____ se giraron hacia mí como si fueran el exorcista.

—Yo... iré con ella.—le informó mi mejor amiga a Fede.

—Yo... ¿puedo darme un baño rápido en tu cuarto y cambiarme?—me preguntó _____, con la voz algo temblorosa.

—Claro.—asentí hacia las dos.

Ambas chicas me siguieron hasta mi habitación, con Monse y yo cuidando que la chica más joven no se resbalara por las escaleras al subirlas descalzas. En cuanto entramos, Monse se dejó caer de espaldas sobre mi cama y _____ dejó su mochila con sus cosas junto a mi amiga y se dirigió a mi baño, dejándonos a mi amiga y a mí solas.

Monse y yo no habíamos hablado mucho desde que le contamos a los chicos lo de los mensajes, solo habíamos intercambiado un par de "buenos días" o "¿me pasas eso, por favor?", nada más allá de eso.

Por eso, me extrañó un poco que realmente me acompañara. Pero no me quejo. Monse es de gran ayuda a la hora de hacer maletas.

Y eso fue lo que hicimos los siguientes 30 minutos en los que _____ se terminó de bañar. Cuando ella salió de mi baño, ya vestida y con su cabello mojado, Monse y yo estábamos acomodando los pares de zapatos que llevaría.

Cuando dirigí mi mirada a la más joven, esta estaba junto a la jaula de Lenny, tratando de llamar la atención de este para que se acercara.

—¿Y quién va a cuidar a Lenny?—me preguntó, cuando se dio cuenta de que la estaba mirando.

—El plan era que Monse lo cuidara...—hice una pausa mientras me acercaba a mi escritorio para recoger algunos lápices de colores que había regados por ahí.—pero como se va a ir con Fede a Argentina, estaba pensado en que alguno de ustedes podría cuidarlo.

—Y las tres aquí...—Monse nos señaló a mí y a _____.—sabemos que nuestra mejor opción eres tú.—mi amiga se giró hacia la más joven y la señaló.

—No es que no confíe en los chicos, pero...—levanté los hombros, mientras metía los lápices de colores con las demás cosas que tenía en la lapicera.

—¿Ni siquiera en Are?—la pregunta hizo que detuviera mi caminata y me girara hacia ella.

Pero antes de que pudiera contestar, Monse se adelantó.

—Alexander se irá con ella.—dijo mientras pasaba junto a la más joven, en dirección a mi vestidor.

_____ me miró con confusión ante la confesión de Monse. Y en cuanto vio que mi cara se sonrojaba, sus ojos se abrieron de par en par mientras yo evitaba su mirada mirando hacia donde estaba la mochila que usaría y llevaría en el avión.

—¡¿Estás saliendo con Are?!—preguntó sorprendida, haciendo que Monse soltara una ruidosa risa desde mi vestidor.

Yo fingí que no la había escuchado y comencé a guardar cosas en mi mochila. Pero _____ seguía esperando una respuesta, con más ansias por mi reacción.

—Ella no lo llamaría 'saliendo'—le dijo Monse a la más joven, pasando por su lado, con mis cosas de aseo personal en la mano.—Pero, si los vieras, dirías que están saliendo.

Realmente, Alex y yo no le teníamos un nombre a lo que estábamos teniendo. Simplemente éramos... dos personas que se hablan y se tratan con más cariño del habitual y se besan... de vez.... en cuando.

Me aclaré la garganta en un vago intento de calmar mis nervios, mientras metía mi laptop en la mochila.

—Técnicamente, no me ha pedido que sea su novia, pero...—no pude terminar de hablar porque Monse me interrumpió.

—Pero se besan y duermen en la misma cama.

Y ahora sí sentí como se me ponía roja, mientras _____ me miraba, de nuevo, con los ojos abiertos de par en par. Yo me tapé la cara con ambas manos, mientras escuchaba las risillas juguetonas de Monse y _____.

Que cesaron, gracias a unos golpes en mi puerta. Las tres nos miramos, y antes de que yo pudiera reaccionar, Monse se dirigió a la puerta y la abrió, revelando a Fede. Monse se tensó un poco, y ambos se miraron fijamente a los ojos lo que parecía una eternidad, pero el uruguayo se aclaró la garganta intentado disminuir la tensión.

—¿Podemos...—hizo una pausa, para soltar un largo y tenso suspiro.—podemos hablar?

Monse se giró hacia nosotras, pero su mirada se detuvo en mí. Yo le asentí con la cabeza, haciendo que ella soltara un suspiro y le asintiera con la cabeza.

Solo faltaban unas horas para que mi vuelo y el de Fede y Monse saliera, así que era mejor que ellos dos hablaran antes.

_____ y yo nos habíamos quedado en un silencio, no tenso, pero ambas sentíamos la necesidad de romper. Y antes de que yo pudiera decir algo, ella se adelantó.

—¿Entonces yo cuidaré de Lenny?—me preguntó la más joven, mientras se acercaba a mi cama para poder acomodar las cosas que tenía en su mochila.

—Solo si tú quieres.—me apresuré a decirle. No quería que se sintiera obligada.

—¡Claro que quiero!—me exclamó ofendida, haciendo que yo soltara una pequeña risa por la emoción que sentía.—Solo deja le aviso a mis papás, ahora vuelvo.

_____ tomó su teléfono y comenzó a deslizar por este mientras se dirigía a la puerta. Y mientras la más joven salió de mi habitación, cerré mi maleta y la bajé al suelo.

Cuando estaba por disponerme a seguir los pasos de la más joven, me vi interrumpida por la presencia de un chico rizado de lentes que llevaba 8 días sin ver, parado debajo del marco de la puerta con las manos en las bolsas del pantalón y la capucha de su sudadera puesta.

Ambos nos miramos por algunos segundos sin decir nada. Y cuando Are abrió la boca para decir algo, me apresuré hacia él para abrazarlo.

En ese momento no me importaba nada, solo quería volver a sentir la calidez de sus brazos.

Alex se sorprendió por mi repentina acción y no hizo nada al principio, pero después de unos segundos, no dudó en envolver sus brazos alrededor de mí y acercarme más a su cuerpo.

—Perdóname...—me susurró al oído, apretándome más contra su cuerpo.

—Está bien. No estoy enojada contigo.

Are me separó un poco de su cuerpo y pasó una de sus manos de mi cintura a mi cara, y comenzó a acariciarla lentamente. Volver a sentir su tacto hizo que mi corazón latiera con felicidad

—No debí comportarme así.—sonaba arrepentido y parecía que estaba apunto de llorar.—Yo...

—Ey.—lo interrumpí y tomé su cara entre mis manos, haciendo que me mirara, ya que había estado mirando nuestros zapatos todo el rato.—Está bien, estabas enojado. Monse y yo no debimos ocultarles lo que estaba pasando. Yo debería estar pidiéndote perdón. Y no estoy molesta.—me apresuré a decir lo último, sabiendo que me preguntaría, aunque ya se lo había dicho.

Ver a Alex soltar un suspiro de alivio me hizo reír, y eso provocó que él sonriera.

Cuando mi risa cesó, ambos nos miramos a los ojos. Y antes de que pudiera darme cuenta, Are tomó con ambas manos mi cara e hizo que nuestros labios se unieran.

Tardé unos segundos en reaccionar, pero le devolví el beso con gusto y felicidad. A diferencia de los anteriores, este era más apasionado, no subido de tono.

Are bajó sus manos a mi cintura y me pegó de nuevo a su cuerpo. Él llevaba el control del beso, y cada vez que intentaba separarme para tomar aire, él volvía a besarme.

Había extrañado sentir sus labios sobre los míos, así que no lo culpaba por no querer separarse. Y justo, cuando Alex comenzó a besar mi mejilla, alguien nos interrumpió.

—¡No coman pan en frente de los pobres!—grito Yankee, desde detrás de nosotros.

Y con todo el dolor de nuestras almas, nos tuvimos que separar. Ambos bajamos la cabeza algo avergonzados, antes de reírnos por el comentario de _____.

—¡Cuidado donde pones las manos, Arenovitz!

Pero, toda mi diversión se fue cuando Max gritó: '¡Vivan los novios!' Mi cerebro regresó a la conversación que había tenido con Monse y _____ y a los días anteriores cuando mi cerebro se le daba preguntarse si algún día Alexander me pediría ser su novia.

Pero luego mi cerebro se encargaba de recordarme que la situación que estábamos pasando no era la mejor. Tal vez, cuando las cosas se tranquilicen, si es que algún día lo hacen, Are y yo podamos hablar de una relación.

Lo que me hizo regresar a la realidad fue el sonido de una puerta siendo cerrada, seguido de la voz de Ian.

—¡¿Ustedes están saliendo?! —preguntó nuestro amigo argentino, poniendo la cara de sorprendido más falsa que he visto.

—No te hagas el pendejo. Bien sabías que estos dos ya llevaban bastante tiempo dándose sus besos —dijo Carlitos, mientras, supuse, bajaba las escaleras.

Alex y yo compartimos unas últimas risas antes de que él me diera un último beso, esta vez corto, y se separara de mí, dando un paso hacia atrás.

—¡Chicos, es hora de irnos! —nos gritó Fede desde el piso de abajo.

No iba a negar que estaba bastante nerviosa, no solo por el hecho de no saber qué iba a pasar, sino también por el hecho de saber que, después de mucho tiempo, les presentaría un chico.

Es un buen momento para mencionar que tengo 3 hermanos. Los 3 son hombres. Gael, David y Samuel. Gael es 5 años mayor que yo y David y Samuel, los mellizos, son 3 años menores que yo. Luego les hablaré de ellos.

Are me ayudó a bajar mi maleta al piso de abajo, mientras yo terminaba de preparar y le daba unas rápidas instrucciones a _____ sobre el cuidado que debería tener con Lenny.

Y mientras le explicaba, tomé rápidamente la primera sudadera que vi; que para variar, le pertenecía a Alex, antes de tomar mi mochila y colgármela en el hombro.

Cuando la más joven salió de mi habitación con la jaula de Lenny y estaba dispuesta a cerrar con llave la puerta de mi habitación, me giré hacia esta, dándole una última repasada pensando si no se me olvidaba nada. Al mismo tiempo, una loca idea llegó a mi cabeza. Comencé a sacar fotos de cada rincón de mi habitación.

Realmente no tenía una explicación sólida para decirle por qué lo hice. Pero algo dentro de mí me decía que debía hacerlo.

Cuando terminé, ahora sí, cerré la puerta de la habitación con llave y me dirigí al piso de abajo donde estaban todos esperándome.

—¿Lista?—me preguntó Fede, a lo cual solté un suspiro y le asentí con la cabeza.

Todos salimos de la casa de Fede cuando este nos dijo que Ale, el papá de Carlitos y Max, ya estaba afuera esperándonos. Iván y Boom llevarían a los chicos a los departamentos, mientras que Ale nos llevaría a Fede, Monse, Alex y a mí hasta el aeropuerto.

Decidí que trataría de descansar un poco antes de llegar al aeropuerto, así que, en cuanto Ale puso en marcha el auto, recosté mi cabeza sobre el hombro de Alex, y al instante sentí cómo él me daba un beso y recostaba su cabeza sobre la mía.

Estaba a punto de quedarme dormida cuando sentí que mi teléfono vibraba un par de veces en el bolsillo de mi pantalón, señal de que había recibido un mensaje. Pero la verdad es que estaba bastante cansada, así que decidí que lo vería después.

Por ahora, solo quería descansar un poco antes de tener que hacerlo en los incómodos asientos del avión. Serían 9 horas de vuelo y no estaba dispuesta a tener que levantarme con dolor de cuello, aunque todos sabemos que terminaría usando a Arenovitz como almohada.

Solo espero que todo salga bien y que nada malo pase.

¿Por qué no son capaces de mandar a personas a Argentina y Brasil solo para vigilarnos, verdad? .




















































Número Desconocido

Tu y tu amiga no se toman en serio
los mensajes, cierto??

No se preocupen, pronto aprenderán
que lo que decimos no es broma...

Les deje nos regalitos en sus camas,
espero les gusten ;) este es el tuyo...






























Al final si lo subí hoy SJJSJSJSJJSJD






No soy fan del final, but... y sentí que le metí mucho relleno 😔 una disculpa por eso y por la tardanza. Pero me costo un poco organizar todas la ideas que mi mente retorcida creaba.




Y A veces se me olvida que Monse tiene 18 y Fede, al tiempo de la historia, 28 💀






Pero bueno, gracias por los 14k de lectores, (mientras escribía esto edité el número de lectores como 3 veces xd) mi numero favorito, los tkm, gracias por darle la oportunidad a esta humilde escritora. <3





Nos vemos en el acto dos próximamente :D me daré un tiempo para descansar y aclarar mis ideas antes de comenzar a escribir.






Y es muy buen momento para sacarme a tres personajes de lo más abstracto de mi mente que nunca voy a volver a mencionar pero me gusta ponerles cara xd:




GAEL RUIZ
riccardo mandolini

DAVID RUIZ
mirko trovato

SAMUEL RUIZ
finn wolfhard




















Y solo puedo describir el acto dos como: Alguien se va a morir :D


































No es cierto JSSJJSJSJSJDJ




















































O si?

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