—— THE SUMMONER OF THE MOON ——

—Lo se, estoy estupendo para mi edad.— Sonrió con prepotencia Jasper mientras un guardia inspeccionada su documentación para cerciorarse de que se trataba de él.

—Yo le veo mayor.— Repuso el hombre haciendo que el moreno le mirase con una expresión de pocos amigos, mientras Safiye reprimia una carcajada bajo su capa al ver la expresión de su amigo.

—Safiye embarca con Tomiris antes de que alguien pueda reconocerla y esconderos en la bodega, nos reuniremos con vosotras más tarde.— La ordenó Kaz haciendo que ambas se apresurasen a entrar en el esquife para a continuación sentarse en la oscuridad de la bodega, la cual era iluminada por una tenue luz que Tomiris se había encargado de invocar para que aquel lugar resultara ser menos siniestro de lo que de por sí ya era.

—Tomar.— Dijo Mal mientras se acercaba a ellas y del interior de su abrigo sacaba dos armas. —Ten he conseguido colar el arco como me pediste y una espada.— Las indicó mientras la daba a cada una su arma, haciendo que Safiye se colocará el arco a la espalda junto al carcaj, mientras que Tomiris se ajustaba el viejo cinturón con la vaina en la cintura.

—Perfecto, no tengo tanta facilidad para esconderlo como si fueran cuchillos o armas.— Sonrió Safiye mientras se apoyaba en una de las vigas de la bodega y se cruzaba de brazos hasta que llegara el momento de actuar.

—¿Habéis conseguido ver a Alina?— Preguntó Mal esperanzado de que hubiera sido así, de que la menor de las hermanas supiera que no estaba sola en aquellos momentos, que ellos estaban allí para ayudarla y salvarla, para poder alejarla de lo que fuera que Kirigan tuviera planeado en su retorcida mente.

—No, nosotras hemos subido cuando no había nadie. No conviene que reconozcan a la invocadora de la luna.— Respondió la arquera haciendo que Tomiris mantuviera la mirada al frente, la primera vez que atravesó la sombra no se sentía tan incómoda en aquellos momentos, era como si una parte de ella no se sintiera bien. Y aquello solo la hacía pensar en aquel poder de oscuridad que tenía, ¿y si aquella sensación venía provocado por lo que Katerina le hizo a Aleksander?

—¿Crees que Alina estará bien?— La invocadora habló por primera vez, mostrando en su tono la preocupación que sentía por el simple hecho de que la pudiera pasar algo a su hermana.

—Seguro que sí, ahora solo hace falta esperar a que nos toque.— La intento tranquilizar Mal, mejor que nadie él entendía su temor, pero también sabía que el temor de Tomiris venía provocado por todo lo que conocía de Aleksander y de lo que era capaz de hacer con tal de obtener todo cuanto ansiaba y codiciaba.

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—¿Estas bien?— Preguntó Inej mirando a Tomiris la cual parecía haber palidecido en el momento en el que el esquife se había puesto en marcha.

—La última vez que estuvimos dentro de la sombra las cosas no fueron demasiado bien.— Murmuró mientras se tensaba y agarraba con fuerza su arma, alertando a todos de la proximidad de la sombra.

—¿Puedes sentir a los Volkra?— Preguntó Safiye con curiosidad buscando cualquier oportunidad para no pensar en todos y cada uno de los susurros que quería mantener alejados de su mente.

—Más que sentirlos..., siento su oscuridad y su dolor. La primera vez pensé que era miedo, por entrar aquí, pero ahora que se toda la conexión que hay...— Empezó a decir con temor en sus palabras, haciendo que todos se mirasen al darse cuenta de lo que aquello significaba, y es que todo parecía indicar que Tomiris era capaz de sentir la presencia de los Volkra.

—¿Los Volkra sienten dolor?— Preguntó Jasper sorprendido de que aquellas criaturas pudieran sentir algo más que hambre y sed de matanza.

—Cuando Kirigan creo la sombra atrapó a muchos hombres, mujeres y niños, los Volkra son el resultado de ello.— Les reveló sorprendiendo a todos los presentes con su revelación.

—¿Eran personas?— Preguntó Safiye dándose cuenta por qué en aquellos momentos y cuando cruzaron la sombra por primera vez, muchas eran las voces que percibía, por eso escuchaba tantos gritos de dolor y de auxilio. Por mucho que ellos fueran monstruos, todavía quedaba algo de su humanidad dentro, y lo que querían era descansar en paz.

—Ahora apenas queda rastro de aquella humanidad, son monstruos que seguramente quieren acabar con aquel que ha condenado sus vidas para toda una eternidad.— Respondió sabiendo que la presencia de Kirigan no agradaría a aquellas criaturas, al contrario, las enfureceria, y era ahí donde tenían la ventaja. Ella tenía una valiosa ventaja frente al hereje negro. —Ya vienen...— Les advirtió en señal de que debían de prepararse para todo lo que fuera a ocurrir de ahora en adelante.

—Esto es una mala idea.— Afirmó Safiye mientras luchana contra todas las voces que ya había en su cabeza.

—A mi me parece muy práctico.— Admitió Kaz haciendo que todos le mirasen.

—¿Qué? ¿Por qué?— Preguntó Mal sin entender nada.

—Dudo que salgamos de aquí sin que desenfundes tus armas, así que haces bien en limpiarlas.— Admitió Inej sabiendo que debían de estar listos para entrar en acción, sobretodo ahora que ellos eran la única esperanza para salvar a Alina y detener al oscuro.

—No me refería a esto, preciosa.— Admitió Jasper mientras guardaba sus armas. —Sino a eso.— Añadió mientras se escuchaba una especie de rugido. —Estamos en el peor lugar del mundo, en un barco lleno de gente que nos quiere matar y rodeados de monstruos que quieren comernos.— Les recordó creyendo que él era el único con la lógica suficiente como para entender lo que estaba pasando y que lo que se estaban enfrentando. —Debía de haberme traído a Milo.— Murmuró con miedo.

—¿Quien es Milo?— Preguntó Safiye confundida.

—La cabrá.— Respondió el moreno con obviedad.

—¿Le has puesto nombre a la cabrá?— Preguntó la chica en un camino intermedio entre la risa y la incredulidad.

—¿Cuantas balas tienes?— Preguntó Kaz mirando a Jasper, el cual mantenía sus armas bien cerca.

—No las suficientes.— Se lamento sabiendo que ni toda la munición de todo Ravka le ayudaría a enfrentarse a los Volkra.

—¿Estas bien?— Preguntó Mal mientras se acercaba a Tomiris y la obligaba a mirarle.

—Sí, no te preocupes Mal.— Murmuró mientras le dedicaba una sonrisa, aunque ella en todas las situaciones solía ser la valiente, en aquellos momentos no podía serlo. Enfrentarse a su destino era algo para lo que nunca se estaba listo.

—Bueno, ¿cuál es el plan?— Quiso saber Safiye sabiendo que Kaz debía de estar maquinando algo.

—Esperar.— Se limitó a decir el chico, haciendo que esta frunciera el ceño al no entender a qué debían de esperar.

—¿A que?— Preguntó confundida sin entender a qué iban a esperar cuando debían de actuar antes de que fuera demasiado tarde.

—A lo que haya planeado el general.— Respondió con obviedad.

—¿Sabéis lo que hará?— Preguntó Mal esperando que de alguna forma ellos tuvieran las respuestas a todas sus preguntas.

—Expandir la sombra, pero es imposible saber cuando.— Intervino Tomiris recordando las advertencias que Baghra la había hecho.

—Alina acaba de invocar la luz, pero ha sido gracias a él. Ella tiene como un collar de huesos y el general tenía como parte del hueso en el reverso de la mano.— Las informó Jasper justamente antes de que Tomiris sintiera un escalofrío por toda su espalda.

—¿Qué significa eso?— Quiso saber Inej sin entender a qué se debía aquel nuevo y tétrico accesorio.

—El collar de huesos debe de ser por el ciervo, es el amplificador de mi hermana. Pero lo de Kirigan..., no tenía nada en el reverso.— Murmuró Tomiris dándose cuenta de que el Oscuro tenía algo más entre sus manos, estaba haciendo uso del poder de Alina, ¿pero como?

—¿Y si es parte de todo su plan?— Inquirió Mal mostrando la impaciencia que tenía por actuar.

—Entonces tenemos que esperar el momento exacto, cuando Kirigan más desprevenido este y cuando los Volkra más furiosos y hambrientos se encuentren.— Sentenció Safiye sabiendo que el ser pacientes les haría ver cual sería el momento idóneo para poder ayudar a Alina.

—Analicemos la situación, la invocadora del sol huyo de su palacio y ahora está atada a la cubierta, vamos a otra ciudad donde otro general contrato a Arcken para matarla.— Les recordó Kaz sabiendo que todo aquel plan parecía que estaba yendo en la dirección equivocada de lo que ellos creían. —Le he visto al embarcar.— Les reveló captando la atención de todos los presentes. —Conozco esa mirada.— Garantizó con seguridad en sus palabras. —A ese hombre le consume la venganza.— Sentenció con firmeza.

—Y tú sabes de eso, ¿no?— Inquirió con cierto tono de obviedad Tomiris.

—¿Entonces, como piensa vengarse exactamente?— Quiso saber en esta ocasión Safiye, ya que si descubrían el modo tendrían una oportunidad de saber cual sería el momento exacto de actuar.

—Si seguimos la historia de Katerina, Kirigan recurrió a crear la sombra para poder luchar contra el rey que había puesto precio a su cabeza. Ella se rehusó a ayudarlo y a apoyarlo, por lo que al final él la termino matando.— Empezó a decir Tomiris, sintiendo como si contar aquella historia estuviera mostrando a todos ellos parte de su alma, como si revelará el mayor de todos sus secretos. —Sumando todo ello, supongo que la venganza de Aleksander no es sólo un sentimiento de culpabilidad al perderla a ella, sino que quiere mejorar lo que hace siglos creo. Ampliar la sombra pero con testigos. No sólo quienes estamos en el eskifer. Sino todo aquel que lo pueda ver desde fuera.— Respondió dándose cuenta que le conocía mejor de lo que pensaba, y el saber eso la daba miedo, porque ella sabía el poder que compartían, y temía convertirse en lo mismo que él, o incluso en algo muchísimo peor.

—¿Quiere hacer creer a todos que Alina esta de su lado?— Preguntó Mal esperando que aquello no fuera así, porque entonces tendrían más problemas.

—Quiere que le teman, quiere ser temido y respetado, y hacer creer que Santa Alina le esta ayudado para que nadie quiera sacarla de su lado, haciéndola ver que él es el único que puede protegerla.— Intervino Safiye dándose cuenta de lo que Tomiris estaba diciendo, puede que su poder la dejara ver resquicios de la alma de los demás, pero normalmente no necesitaba hacer uso de él, las acciones los delataban.

—¿Y qué pasa contigo? Esta claro que tu te has salido de su ecuación de hacer esto más peligroso.— Alegó Jasper sabiendo que Tomiris era un factor con el que Aleksander no contaba, y que necesitaba tener cerca para que todo siguiera como había planeado.

—Eso todavía no lo he descifrado.— Murmuró la chica con duda.

—Se ha detenido.— Les informó Inej alertando a todos los presentes.

—¿Qué va a hacer?— Preguntó Mal mientras miraba a Tomiris y a Safiye.

—¿Santa Tomiris?— La voz de Inej resultó sonar lejana, ya no para la chica a la que miraba, sino también para su amiga.

—Ese sonido..., ¿no le escucháis?— Inquirió Safiye mientras se tapaba los oídos queriendo huir de aquel sonido, advirtiendo a todos de aquellas capacidades que siempre se había empeñado en mantener ocultas.

—¿Y ahora que?— Quiso saber Inej preocupada.

—Esperamos.— Sentenció Kaz.

—Kaz, esta masacrando una ciudad entera.— Alegó Safiye dándose cuenta porque escuchaba aquello, eran los gritos de todas las personas que estaban siendo devoradas por la oscuridad.

—¿Entonces ya entiendes lo poderoso que es?— Preguntó sin esperar una respuesta por parte de la chica. —Bien.— Respiro aliviado al ver que está ya era consciente de a quién estaban haciendo frente.

—Lo valiente sería atacar ya.— Intervino Mal.

—Y lo inteligente seria salir antes de la maldita sombra.— Respondió Kaz con obviedad.

—Yo no he dicho que sea lo inteligente.— Respondió el chico mientras salía de la bodega.

—¿Pero que se ha creído?— Preguntó Kaz mostrando que no estaba nada acostumbrado a que la gente fuera en contra de sus órdenes.

—Nos vamos con él.— Sentenció Safiye mientras ella, junto a Tomiris, Jasper e Inej se marchaban, sabiendo que no podían esperar más y que no podían dejar a Mal ante una muerte casi segura.

—¿Quien nos desafiara ahora?— Preguntó Aleksander mientras miraba a todos los presentes.

—¿Mal?— La voz de Alina sonó lejana, pero también esperanzada al ver a su amigo, el cual intentó disparar al general sin ninguna clase de existo.

—Yo misma puedo desafiante, Aleksander.— Intervino Tomiris mientras captaba la atención de todos los presentes. —No se te ocurra, Ivan.— Le advirtió mientras miraba al mortificador. —Te lo advertí.— Añadió justamente cuando un Volkra se lo llevaba.

—No puedes hacerme nada, Tomiris. O Alina pagara las consecuencias.— La advirtió el general sabiendo que teniendo a la menor bajo su control, podría someter a la mayor de las hermanas.

—Tom...— Murmuró su hermana con temor a que la pudiera pasar algo, a que terminada de la misma manera que Katerina.

—Lina, céntrate en la luz, en mantenernos con vida. Que de este me encargo yo.— La tranquilizó mientras hacía aparecer un rayo de luz de color azul en su mano que envolvió a todo el esquife.

—¿Crees poder igualarme en poder?— Preguntó Aleksander riéndose al ver que estaba estaba desafiandolo, algo que admiraba.

—Al contrario, te superó, porque soy la invocadora de la luna. Y tengo algo que tu jamas llegarás a tener, un control de mi oscuridad. Katerina se sacrificó para que yo pudiera existir, pero te garantizó que vengare su muerte como la de todos los inocentes que te has llevado por el camino, solo por deseos de poder. Algo patético.— Sentenció mostrando lo segura que estaba ante todo lo que iba a hacer, como si llevara toda una vida preparándose para ello. —¿Crees que eres inmortal? Solo tienes el tiempo prolongando, pero la muerte nos llega a todos, tu incluso. Y te puedo predecir que tu muerte será solitaria y dolorosa.— Garantizó haciendo que él recordara aquel momento en el que Katerina murió, o eso creyó, cuando ella le advirtió de que su muerte sería como la de ella. ¿Acaso la nueva invocadora de la luna tenía la capacidad de ver también el futuro?

—General Kirigan, solo hará que el mundo se enfrente a usted y a los Grisha. No lo verán como un salvador, sino como un hereje.— Le recordó una mujer que estaba entre los invitados de honor para ser testigos de lo que creían que sería el final de una guerra, pero lo que no sabían es que era el inicio entre una guerra que empezó hace siglos atrás entre un rey y un grisha.

—Lástima, tendré que repetir el discurso.— Suspiró Aleksander justamente después de que un mortificador matará a la mujer. —¿Zoya?— Su voz sonó desconcertante cuando el esquife se detuvo, haciendo que Tomiris ladeara la cabeza y viera que la vendabal estaba ayudándoles. —¡Zoya!— La llamó con autoridad esperando que ella volviera a poner en marcha el navio.

—No te atrevas a dar un solo paso más, o te revano el cuello ahora mismo.— Le advirtió Tomiris mientras cogía su espada y se la ponía a Aleksander en el cuello, haciendo que este alzará una ceja de sorpresa al mismo tiempo que sonreía de lado ante su comentario.

—¿Has traído una espada a una pelea de invocadores?— Preguntó Kirigan con una seca risa al ver como Tomiris agarraba aquella arma con fuerza, como si una espada pudiera salvarla de lo que parecía ser una inminente muerte.

—¿Quieres pelear?— Preguntó con una mirada asesina en su rostro. —Peleemos.— Sentenció mientras dejaba caer la espada a un lado, mostrando que estaba lista para hacer uso de todo su poder.

—¡Os hará falta algo más!— Les grito a todos los presentes, los cuales hacían uso de todas y cada una de sus habilidades para poder derrotarlo. —Que os trage la oscuridad.— Añadió mientras hacía uso de la oscuridad que dominaba para expandir la sombra aún más de lo que años atrás hizo.

—No desperdicies vuestras armas, no os harán daño.— Les advirtió Tomiris al ver como todos ellos querían defenderse de los Volkra, pero ella sabía que aquellas criaturas solo querían hacer daño a aquel que había condenado sus vidas.

—Te pareces mucho a tu madre.— Sonrió Kirigan haciendo que la expresión de la chica se endureciera al escucharle.

—Tu no has conocido a mi madre.— Dijo entre dientes mientras mostraba una esfera de luz azul, la cual ayudaba a Alina a mantenerlos seguros.

—Claro que lo hice, era una mujer valiente y fuerte. Capaz de dar la vida por quienes quería o por aquello en lo que creía.— Garantizó Kirigan mientras sonreía de lado al recordarla, lo que hizo que Tomiris le mirase confundido. ¿Cómo era posible que Kirigan conociera a su madre? —Pero también tienes cualidades de tu padre.— Añadió con una maliciosa sonrisa llena de orgullo. —La fuerza, la determinación y la sed de venganza.— Aseguró sabiendo que aquellas afirmaciones estaban quemando por dentro a la chica, como si cada una de sus palabras fuera creada por el peor de los venenos.

—No se te ocurra mencionarlos, tu no los conoces.— Le ordenó mientras le lanzaba la esfera de luz con rabia, haciendo que Kirigan la esquivara con facilidad mientras sonreía. Tomiris era idéntica a él, y eso nadie podía negarlo.

—Cuando te vi, me recordaste a Katerina. Te pareces a ella muchísimo, sobretodo físicamente. Pero no fue hasta que invocaste la luz azul de la luna que no uní las piezas. Eras la invocadora de la luna, y solo se es una si desciendes de otra.— La reveló haciendo que la chica le mirase confundida, ¿como era posible que descendiera de Katerina? De serlo, uno de sus padres lo hubiera sido también, y ambos no tenían nada de Grisha. —Baghra se encargó muy bien de ocultarte y alejarte de mi, pero al final, la manzana no cae lejos del árbol.— Sonrió haciendo que la chica le mirase aún más desconcertada de lo que ya estaba.

—¿Qué estás insinuando?— Quiso saber mientras su voz temblaba al temer lo que aquel hombre estaba queriendo decir, sin decirlo directamente.

—Alina y tu no sois hermanas, no compartís nada de sangre.— La reveló haciendo que Tomiris le mirase sin creerse ni una palabra, si Alina no era su hermana, y sus padres no eran sus padres, ¿quien era entonces ella? —Pero si compartes sangre con un etherealki.— La tranquilizó o mejor dicho agrando sus temores. —Tu verdadero nombre es Tomiris Kirigan Svetlina, tu eres la hija que Katerina y yo tuvimos.— Al escuchar las palabras de Kirigan, Tomiris palidecio, no podía ser su hija, su padre no podía ser él, una parte de ella se negaba a creer que aquello fuera verdad, pero otra sabía que así era.

En aquel momento de confusión, en la que Tomiris asumía su nueva realidad y Kirigan disfrutaba de aquel momento en el que finalmente le revelaba a su hija quien era, Alina aprovecho para coger la daga que minutos antes Inej le había lanzado al oscuro sin existo alguno. La invocadora recordó todas la veces que su hermana la había enseñado a empuñar un puñal, y la había recordado que debía de hacer uso de toda su fuerza y furia; por lo que, aquella vez fue el fruto de todas sus clases, pero lo fue aún más escuchar el grito que Aleksander soltó al ver como el hueso del ciervo salía despedido fuera de su mano y terminaba perdido en la propia oscuridad, haciendo que las dos hermanas se mirasen sabiendo que aquel era su momento y su oportunidad de cumplir con su cometido.

★★★

Lo se, lo sé.

Es impactante.

Pero las pistas estaban ahí, yo os lo dije. Menos mal que os advertí de ello.

Sí que es cierto que al principio, cuando ya tenía prácticamente toda la primera temporada escrita, iba a mantener lo del romance entre Tomiris y Kirigan, pero de alguna forma más impactante quería entrelazar todo, y tampoco quería seguir al pie de la letra la historia de Alina. Así que cuando se me presento esta oportunidad no lo dude ni una sola vez. Era una idea mejor y más novedosa a decir verdad, y que traía muchísimo más drama.

Así que cambie el amor por una disputa familiar. ¿Qué le voy a hacer? Los Mikaelson me han enseñado que es más divertido los temas relacionados con la familia.

Con respecto al resto del capítulo no hay nada que destaque solo 3 cosas.

La primera que fue aquí cuando entendí el nombre de la serie, ya que no había leído el libro y en mi cabeza encajaron todas y cada una de las cosas existentes.

La segunda, ame cuando Zoya se les une, tenía fe en ella desde la primera escena. Además de que es un personaje que constantemente me encanto.

Y las tercera, ¿que clase de Grisha es capaz de escuchar a los Volkra? De Tomiris ahora es lógico y entendible, o por lo menos debería de serlo. Pero, ¿Safiye? Bueno pues dejarme deciros que el personaje de Safiye aunque en esta historia será algo más pasivo, jugara un papel MUY importante al final de todo esto. Y aquí es cuando aparece el nuevo misterio, ¿que Grisha es Safiye?

Dicho esto solo me queda decir una cosa.

Estamos a un capítulo de terminar la primera temporada. Y estoy deseando llegar a la temporada 2 y que entre en escena Sturmhond.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️