『VIII. UNCLE ALPHARD』
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Tres días pasaron, Lyra estaba tranquila, pero con un cargo de conciencia, jamás en su vida se le hubiera ocurrido hacerle algo así a su mejor amiga/hermana.
-Hora de ir nuevamente a clases. -habló Lyra levantándose de aquel banco.
Al ver que ninguno de esos tres Slytherin se movía, frunció su ceño.
-¿Por qué no se mueven? Llegaremos tarde.
Lucius tomó una de las manos de Lyra para sentarla nuevamente.
-¿Qué sucede?
Los tres tenían una mirada de complicidad.
-Hablen. -demandó.
-Hermanita, no nos moveremos de aquí hasta que no termines tu plato de comida.
-No tengo hambre.
-Hermosa, ni siquiera has tocado los utensilios. -habló Cassie.
-Amor, necesito que comas. Te enfermeras si no lo haces.
-Estaré bien. No tienen de que preocuparse.
-Sé que no te gustará oír esto, -comenzó Cassie. -pero hemos notado que has bajado bastante de peso.
-Se notan en tus pómulos y mandíbula. -prosiguió Regulus.
-Y yo lo he notado en todo tu cuerpo aquella vez en mi habitación. -terminó Lucius.
-Ya les dije que estoy bien. -habló con firmeza. -No vean cosas donde no las hay. -dió un golpe en la mesa y salió rápidamente del Gran Comedor.
Caminaba rápidamente a su siguiente clase, apretando fuertemente sus libros contra su pecho.
La castaña estaba por ingresar a ese salón pero choco con alguien un poco más grande que ella.
La persona se giró, notando que algo no iba bien con esa muchacha. -Nix, ¿estás bien?
La ojiverde reconoció al instante esa voz. Levantando su vista se encontró con aquel supuesto hermano que alguna vez quiso.
-No es de tu incumbencia, Orion. -esquivó al pelinegro pero él la detuvo tomándola del brazo.
-Nix, por favor.
Ella bruscamente se soltó de ese agarre. -No vuelvas a tocarme.
-Lyra, déjame remediarlo.
-Es tarde para ello. -tragó saliva. -No te vuelvas a acercar.
-Te necesito. Necesito a mis hermanos. -confesó, agachando su cabeza. -Te necesito a ti y a Regulus.
Lyra estaba siendo demasiado dura con Sirius, pero ¿se lo merecía?
-Nosotros no te necesitamos. Hiciste suficiente al irte de casa. Estamos bien sin ti.
-Basta, Lyra. ¿Dónde está ese cariño que nos teníamos? ¿Dónde está tu brillo? He notado que ya ni comes. -dijo mirándola fijamente. -También que no prestas atención a las clases.
-No es de tu incumbencia.
-Lo es, porque soy tu hermano mayor.
Lyra soltó una risa falsa. -No lo eres. Sólo tengo un hermano y ese es Regulus.
-¿Quieres que regreses a esa casa? Si eso debo hacer para que sea todo como antes, lo haré.
-Haz lo que quieras. Aun así no cambiará nada. -habló con indiferencia.
Cassie Malfoy y James Potter estaban por cruzar la entrada del Salón pero se detuvieron al ver a esos Black hablando. La rubia acomodó la manga de su túnica y se acercó furiosa. James hizo lo mismo pero estaba tranquilo.
-Black, aléjate de ella. -soltó Cassie.
-No te metas, Malfoy.
-No le hables así. -dijo entre dientes Lyra.
-Hey, chicos. -habló James. -Todos están mirando, no hagan una escena aquí. -trato de tranquilizar la pequeña tensión. -Pueden hablar en otro momento.
-Ella no tiene nada que hablar con este tipo. -entrelazo su mano con la de Lyra. -Te lo he advertido una vez pero al parecer tu cabecita no retiene nada. -se acercó amenazante. -No - vuelvas - a - acercarte - a - ella - ni - a - Regulus. -hizo énfasis en cada palabra. -No te gustará lo que te haré, Black.
-No te tengo miedo, Malfoy.
Cassie rió. -Deberías.
-Gracias, Cassie. -Lyra la tironeo para que este junto a ella. -Él no volverá a acercarse.
-Vamos, Pads. -James alejó a Sirius de esa castaña y rubia.
-Ven, Cas.
-¿Te hizo algo? -acarició la mano de Lyra.
-No, tranquila. -sonrió leve. -Vamos a nuestros lugares antes que llegue la profesora. -la rubia asintió.
-Lucius te mandó esta manzana. -Cassie saco una manzana verde del bolsillo de su túnica y la dejo sobre la mesa. -Comela o te obligare a hacerlo.
-Gracias. -Lyra la tomó y la guardo en su túnica. -Prometo comerla.
-Eso espero.
Pocos minutos después la clase dio inicio. Pociones.
Ruidos de calderos, explosiones de algunos que no salieron como debía, humo, aromas no muy agradables inundaba ese salón.
Los golpes alertó al profesor, otorgando el paso a aquella persona.
-Perdón por interrumpir su clase, profesor Raeford. -todos los alumnos miraron a la profesora McGonagall.
Lyra y Cassie se levantaron de su asiento al ver al pequeño Black detrás de ella. Se preocuparon. Algo le habría sucedido para que la profesora esté allí con él.
-Necesito llevarme a la señorita y al señor Black.
Lyra y Sirius se miraron.
-Chicos, pueden retirarse. -habló el profesor.
Lyra, Sirius y Cassie recogieron sus cosas y se acercaron a la salida.
-Señorita Malfoy, usted no está autorizada para salir.
-Dónde vayan ellos dos, -señaló a Lyra y Regulus. -iré yo también.
-Señorita Malfoy, esto es un asunto familiar. -habló McGonagall.
-Soy su familia.
-Debe quedarse.
Cassie estaba por responder pero las manos de Lyra la detuvo.
-Cassie, todo estará bien. -sonrió para tranquilizarla. -Estaremos bien. No te preocupes.
Cassie quiso reprochar pero la mirada que le otorgaba Lyra la hizo quedarse callada.
-Cuando termine esta clase iré a buscarte. -susurró.
-Te estaremos esperando. Regresa a nuestro lugar de trabajo.
Cas asintió, miró por última vez a los hermanos Black y regreso a su asiento.
Lyra y Sirius salieron. Nix se acercó a Regulus y examino cada parte de él.
-Estrellita, ¿estás bien? ¿Qué te sucedió? ¿Te golpearon? -tocó el rostro pálido de Regulus.
-Estoy bien, Nix. -tomó delicadamente las manos de su hermana y las acarició.
Lyra soltó un suspiró de alivio, se enderezó y miró a la profesora. -¿Sucedió algo, profesora?
-Tienen visita. -dijo sin más explicaciones.
Los tres hermanos tragaron saliva. Pensaban en lo peor.
Los cuatro iniciaron la caminata. Lyra abrazaba por los hombros a Regulus y Sirius caminaba un poco alejado de ese par, mirando de reojo a sus hermanos.
Pararon en un pequeño salón.
-Es aquí. -dijo McGonagall tomando la perilla.
Se podía reflejar el miedo en los ojos de los tres Black.
Al abrir la puerta, el miedo se alejó.
-Tío Alphard. -susurraron los tres.
Ese hombre giró encontrándose con sus sobrinos.
-Mis Black favoritos. -abrió sus brazos.
Regulus fue el primero en acercarse. Ese hombre era la única familia que esos tres querían, incluyendo a Andromeda y Narcisa.
-¿Ustedes no saludaran a su tío?
Lyra asintió. Lo abrazó fuerte. Sirius espero su turno.
Alphard no era una persona tonta, en el momento que esos tres chicos entraron se dio cuenta de que algo no iba bien con ellos.
-¿Qué sucedió con ustedes?
-¿De qué hablas, tío? -preguntó confundida Lyra.
-Hay cierta tensión entre los tres. Más que nada entre tú y Sirius.
-No sucede nada. -mintió la castaña.
-Por supuesto que sucede algo. Puedo ser viejo pero me doy cuenta de las cosas.
Los tres no sabían si hablar con la verdad.
-Sirius se fue de la casa, sin nosotros. -soltó rápidamente Regulus.
-¡Regulus! -lo reprimió.
-En algún momento se iba a enterar. -dijo Sirius.
-Ya veo. -tocó su mentón, asintiendo varias veces. -¿Por qué te fuiste, Sirius?
El Black tragó saliva. -Ya no soportaba estar en esa casa. -confesó. -Hice mal en irme sin ellos. Pero fue la adrenalina del momento. No tenía la cabeza fría, quería irme. Cuando llegue con los Potter caí en cuenta que los había dejado. Quise regresar pero no tuve el valor de hacerlo. Traté de hablar con ellos cuando los volví a ver pero no fue muy bien tomado.
Lyra se cruzó de brazos, pasando su lengua por sus mejillas.
-Lyra... -el mayor la miró.
-No tengo nada que decir. Él ya sabe lo que pienso.
-Regulus...
El menor negó. -Para mí solo existe Lyra. Él no es nada mío.
El mayor entrecerró sus labios mirando a sus sobrinos.
-Escuchen, ¿Sirius hizo mal en irse sin ustedes? Sí pero también pónganse en su lugar. Ser el hermano mayor, todas las responsabilidades caían sobre él, sus padres eran más duros con él, agregándole que quedó en Gryffindor.
-Ahora todo cae en mí. -susurró Lyra.
-Lo sé, pequeña luz. -Alphard la miró. -Es por ello que aún deberían estar juntos. Ayudarse mutuamente. Dejar esta estúpida pelea a un lado. Ustedes tres eran muy unidos, en especial ustedes dos, Lyra y Sirius. -esos dos se miraron.
Todos los recuerdos de ellos dos pasaron por la cabeza de ambos. Las lágrimas comenzaron a aparecer.
-Si pudiera hacer algo por ustedes, lo haría. Me los llevaría a vivir conmigo. -los chicos lo miraron. -Pero es tarde.
-No es tarde. -Lyra lo miró.
-Para mí, sí lo es. -mordió el interior de su mejilla. -Estoy enfermo. -confesó. -No me queda mucho tiempo.
Los tres estaban sorprendidos.
-Tío, no teníamos idea. -Regulus se aferró a la mano de Lyra.
-Escuchen, a los tres les dejaré una muy buena fortuna. En el momento que sean mayores de edad podrán utilizarla y hacer lo que quieran con ella. La única condición que les pido es que arreglen sus diferencias. No lo hagan por el dinero. Solo no quiero que terminen como Cygnus, Walburga y yo.
Los chicos asintieron.
-Haremos lo posible. No prometemos nada, pero lo intentaremos. -dijo Lyra. Los ojos esperanzados de Sirius miraron a sus hermanos.
-Eso espero, Lyra. -les regalo una última sonrisa antes de abrazarlos. -Los quiero, estrellas.
-Y nosotros a ti. -murmuró Regulus.
-Es hora de irme.
Los tres sonrieron levemente.
-¿Te volveremos a ver? -preguntó Regulus.
-Esperemos que sí. -contestó el mayor. -Espero que sí. -susurró.
-Trataremos de ir a visitarte en las vacaciones. -dijo Lyra secándose las lágrimas. -No mueras antes.
-Trataré de no hacerlo. -rió. -Adiós, chicos. -el mayor camino hasta la salida, se giró una vez más para mirar a sus sobrinos regalando una sonrisa y salió de allí.
Un silencio incómodo se generó.
-Sirius. -el nombrado la miró.
-Lyra.
-Por mi parte, trataré de hacerlo. Lo haré como último deseo del tío Alphard y por mí. -murmuró lo último.
-Solo quiero saber una cosa. -habló esta vez Regulus mirando al pelinegro.
-¿Qué quieres saber, Reggie? -Sirius se acercó.
-¿Qué tiene Potter que yo no tenga? ¿Él es todo lo que querías como un hermano? ¿Soy insuficiente para ti?
-Reggie... -Sirius se acercó aún más a Regulus tomándolo de los hombros. -Nunca vuelvas a decir que eres insuficiente. Eres mi hermano. Eres el mejor hermano. Mi relación con James es diferente, lo considero como un hermano. Es igual a su relación con Cassie, ustedes dos la consideran como su hermana. Pero nosotros tres somos hermanos de sangre, los Black, la estrella, la luz y la oscuridad. Haré lo que sea para que nuestra relación sea igual y mejor que antes. Y como le dije a Lyra, si eso implica regresar a esa casa, lo haré.
-No lo hagas. No regreses. -habló Lyra. -Tú estás bien en donde estas, perteneces allí. Nosotros dos podemos con ellos.
-Yo pertenezco con ustedes.
-El tío Alphard tiene razón. Juntos somos más fuertes. Confía en mí. Te perdono.
-Te perdonamos. -corrigió Regulus.
-Danos tiempo y no regreses a casa, son las únicas dos condiciones.
Sirius sonrió, quería abrazarlos, pero no sabía si ellos iban a querer.
-¿Puedo abrazarlos?
-Ven, baboso.
Sirius se acercó rápidamente para abrazarlos. Se sentía el alivio en esos cuerpos y que necesitaban aquel abrazo de hermanos.
-Extrañe esto. -confesó en un susurró Sirius.
-Ya, no te pongas tan sentimental. -bromeó Regulus.
-Yo también lo necesitaba. -confesó Lyra con los ojos cerrados.
Estuvieron un largo tiempo así. Aún así Lyra no involucrará a Sirius en su decisión, ella debía hacerlo.
°•°•🔮°•°•
Hola, hola!!!
Okey, sé que el fic es con James pero me dan ganas de dejar a Lyra con Lucius jajaja pero tranqui faltan caps.
Se necesitaba una charla con Alphard Black para que esos hermanos puedan tratar de ser como antes.
Espero que les haya gustado y no olviden si quieren hacer edits sobre esta historia, háganlo me encantaría verlos, me haría mucha ilusión, pueden etiquetarme @prongs.girl_ o usar el propio hashtag de la historia #daylightwattpad.
Opiniones y teorías...
With love, Sofy 💕 🦋
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