『PROLOGUE』
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Una Navidad. Solo pedía una Navidad en la que no haya maleficios de por medio. Pero desear una Navidad en paz en casa de los Black era mucho pedir. Lyra Black se encontraba curando las heridas que dejaron el maltrato a Regulus Black. Si uno de los tres cometía un simple y estúpido error o no seguían las órdenes que sus padres les otorgaban, los tres hermanos pagaban las consecuencias.
-¡Nix! Eso duele. -se quejó Regulus.
-Si te quedaras quieto no te dolería, Reggie. -lo miró enarcando ambas cejas.
-Bien. Me quedare quieto. -contestó rodó los ojos.-Todo esto nos pasó porque Sirius no quitó esos estúpidos posters de esas mujeres muggles de su habitación.
-No me puedes negar que cuando entrabas a su habitación te les quedabas viendo. -sonrió de lado Lyra.-Te confieso algo.-el pelinegro asintió.-Yo también tengo unos posters guardados en unos de mis armarios.
-¡Lyra! -la reprimió Regulus.-Me imagino que los tuyos son de hombres muggles modelando esa ropa o de las bandas muggles que escucha Sirius.
-Bueno...-hizo una pausa y Regulus la miró confundido.-Son posters de ambos generos. Se los robe a Sirius. No se lo digas o haré tu pequeña vida miserable. -amenazó al castaño con un tono burlón. -Sabes que siempre cumplo con mi palabra. -rió por lo bajo.
- Hermana a veces das miedo. -confesó Regulus.- Entonces... eso quiere decir... ¿qué también te gustan las chicas? -preguntó.-En caso de ser cierto yo no te juzgaría hermana.
-No. No me gustan, pero eso no implica que en ciertas ocasiones me puedan atraer o coquetee con algunas. -sonrió Lyra.-Bien, he terminado.-cerró una de las pociones que Madame Pomfrey le entregó a la castaña una noche que fue a la enfermería por un "raspón" que se hizo en sus brazos.
-¿Crees que ya terminaron con Sirius? -cuestionó Regulus ya que no se escuchaban gritos tanto de dolor como de enojo.
-Seguramente Walburga y Orion se están tomando un descanso. -respondió soltandó una pequeña risa.
-Ly, no te rías. -ocultando una sonrisa por el comentario de su hermana.
-Solo quería aliviar este ambiente. Además Sirius es valiente, por eso el sombrero lo puso en Gryffindor. -al escuchar esa palabra, Regulus puso una cara de disgusto que no paso por desapercibido por Phoenix.-Regulus, ya te dije que no debemos juzgar a las otras casas ni mucho menos el status de sangre. Estoy tratando de que no sigas las creencias de nuestra familia.
-Lo siento, no lo volveré a hacer. -agachó la cabeza.
-Ahora ve a acostarte. Le pediré a Kreacher que te traiga a escondidas un pedazo de tarta de melaza. -el elfo domestico de los Black se llevaba muy bien con Lyra y Regulus.
-Nix, es mi turno de curarte. -sugirió Regulus.
-No, Reggie. Me curaré yo sola. Tengo tiempo hasta que terminen de lanzarle esos maleficios que nunca debieron existir a Sirius, luego iré a su habitación y haré lo mismo que te hice a ti. -hizo una media sonrisa.-Hazme casó y acuéstate.
-Gracias por lo que haces por nosotros, Ly. -sonrió de manera dulce y con un destello en sus ojos.
-Son mis hermanos haría cualquier cosa por ustedes. -eso era cierto Lyra Black haría cualquier cosa por su mellizo Sirius y por su hermano menor Regulus. Daría la vida por ellos. Aunque la mandaron a Slytherin ella trataba de cambiar los pensamientos que le inculcaron desde niña. Lyra admiraba la valentía de Sirius. Se podría decir que ella era una Slytherin rebelde, pero aún tenÍa sus ambiciones y su astucia.-Reg, mañana vendré a buscarte para visitar a nuestro tío Alphard. Nos escaparemos. -cerró con cuidado la puerta de la habitación de Regulus para que sus padres no se enteraran que estuvo ahí. Sigilosamente fue a su habitación y llamó a Kreacher.
-¿Qué puede hacer Kreacher por usted señorita Black?
-Kreacher, hemos hablado sobre esto, dime Lyra o Phoenix pero solo cuando estemos solos o cuando este con mis hermanos no enfrente de mis padres, no me perdonaría si te pasara algo a ti.
-Kreacher lo tendrá en cuenta, señorita Bla... -hizo una pausa y corrigió.-Lyra.
-Muy bien, Kreacher. Ahora podrías llevarle un trozo de tarta de melaza a Regulus, por favor. -sonrió Lyra.
-Kreacher se lo llevará enseguida al señor Regulus. ¿Hay otra cosa que Kreacher pueda hacer por usted, señorita Lyra? -preguntó nuevamente el elfo.
-No, estoy bien. Gracias. Si llegó a necesitar algo te llamaré de nuevo. -dicho esto el elfo desapareció de la habitación. La castaña empezó a desvestirse para curar las heridas recientes que tenía por su cuerpo.- Esto dejará horribles cicatrices. -murmuró.
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-¡Crucio! -gritó nuevamente un pelinegro, quien apuntaba a Sirius Black.-Esto es por no obedecer a nuestras órdenes. -El Black menor se retorcía y quejaba del dolor, pero esta vez no quería gritar ni llorar.
-Orion, es suficiente. Ya aprendió la lección. -dijo una seria Walburga. El Black mayor bajo su varita y la guardo en su túnica.
-Sirius, vete a tu habitación y espero que no vuelva a ocurrir. -demandó Orion.
-La próxima cuando entremos a tu habitación espero no ver esos horribles posters y banderas de esa casa tan repugnante. -soltó Walburga.
-Saben una cosa, los odio a los dos. Mis hermanos y yo merecemos tener otra familia. -gritó Sirius.-¡Váyanse a la mierda! No los quiero y nunca los quise.
-¡Cállate! ¡Deja de hablar y vete a tu habitación! -demandó Walburga.
-¡Euphemia y Fleamont son mejores padres que ustedes dos! -confesó el Black menor con algunas lágrimas amenazando en salir.
-Para ellos solo eres un estorbo, ni siquiera te quieren porque no eres su hijo. Tarde o temprano te abandonarán. Se darán cuenta que no sirves para nada. -dijo Orion sin dejar de mantener una posición firme.
Sirius no dijo ni una palabra, se levantó del suelo y sacó las últimas fuerzas que tenía para subir las escaleras y dirigirse a su habitación.
Antes de cerrar su puerta gritó. -¡PREFIERO SER UN TRAIDOR A LA SANGRE A SER UN ESTÚPIDO MORTIFAGO QUE SIGUE LAS ÓRDENES DE ALGUIEN QUE SE CREE SANGRE PURA! -luego de eso cerró la puerta con una gran fuerza, provocando el sobre salto de Lyra que se encontraba junto a la habitación del castaño.
Lyra espero unos minutos para salir de su cuarto. Abrió un poco su puerta para ver si estaban sus padres cerca, una vez que no visualizo a nadie por los oscuros y fríos pasillos de esa casa agarró las posiciones y salió del cuarto. Camino lo más cuidadosa posible hacia el cuarto de Sirius. Dio unos cuantos golpes para que su hermano sepa que era ella la quien tocaba. No obtuvo respuestas, tocó nuevamente y nada. Decidida abrió la puerta.
-¿Siri? ¿Estás despierto? -preguntó mientras ingresaba a la habitación. No había rastros de Sirius por ningún lado. Se acercó a la cama y estaba vacía, abrió las puertas del armario, no estaba su ropa, retrocedió y dio una vuelta en dirección a la ventana, se encontraba abierta dejando entrar una rafaga de viento provocando que las cortinas vuelen.
-Se fue. -con un nudo en la garganta.-Nos abandonó. -cayó de rodillas.-É-él lo prometió, dijo que nunca nos iba a abandonar y no cumplió con su palabra. -lágrimas caían por su pálido rostro.-¡ERES UN COBARDE SIRIUS ORION BLACK! -gritó sin apartar su mirada de la ventana, esa ventana por donde se fue ese hermano que siempre quiso.-Desde ahora solo tengo un solo hermano y haré cualquier cosa por él, eso incluye si debo convertirme en mortifago para protegerlo. -secó sus lagrimas y poco a poco se levantó para salir de esa habitación que alguna vez perteneció a un hermano ahora se convirtió en un completo extraño para Lyra Black. No iba a derramar más lágrimas por alguien que aparentemente nunca los quiso porque si en verdad los quería, a ella y a Regulus, mínimo se los hubiera llevado consigo a donde sea.
Esa noche Lyra se recostó en su cómoda cama pensando en cómo decirle a su hermano menor que Sirius se había ido de la casa, que nunca iba a volver. La Black cerró sus ojos quedando profundamente dormida, esperando que solo fuera un horrible sueño, que Sirius nunca se fue y está descansando en su habitación con la ventana cerrada y toda su ropa guardada y arreglada en ese armario. Pero la triste realidad es que si se había ido, los había abandonado y nunca se lo perdonaría.
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Nueva historia con James Potter.
Se nota que tengo una pequeña obsesión con este mago muerto de los 70s jajajaja.
¿Qué les pareció esta "pequeña" introducción?
Mientras escribía la última parte recordé al oso de Toy Story:
JAJAJAJAJA No me pude tomar en serio esa parte. Lo siento.
Si quieren una historia con algún otro personaje no duden en mandarme un Dm, yo estaría encantada en escribirla.
Dejen sus teorías de que le deparará en el futuro a nuestra querida Lyra Phoenix Black.
With love, Sofy.
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