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Fourth Of July- Sufjan Stevens

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— Ana, debes hacer la tarea— insistió Natasha viendo a su nieta pintar 

— Quiero a mi mamá— pidió muy seria— ya no quiero tarea

— Tu madre se enojara al ver que no has terminado tu tarea— insistió Natasha extrañandose del comportamiento de Anastasia

La menor estaba bastante extraña y muy ausente

— ¿Todo bien? — pregunto Talya llegando de su trabajo dándole un beso en la frente a Anastasia

— No pasa nada, solo que Ana no quiere terminar su tarea— contestó Natasha

Talya se sentó al lado de su hija viendo su cuaderno con su tarea a medio terminar

— Ana, esto es sencillo, ¿por qué no lo quieres hacer? 

— No es para mañana, y es aburrido, ¿podemos hacer otra cosa?— preguntó guardando su dibujo después de doblarlo cuidadosamente

— Bien, ya que no es para mañana, okay— accedió Talya cerrando su cuaderno

— ¿De verdad vas a hacer que deje de hacer la tarea? — preguntó escéptica

— Es una niña, Natasha, es normal que se aburra de estar sentada haciendo deberes— contestó sin darle demasiada importancia Talya— hagamos algo— dijo hacía Anastasia— haremos tu comida favorita y luego veremos la película que quieras, ¿bien? 

Anastasia sonrió feliz y entusiasmada

— ¿Te ayudó con la cena? — preguntó Natasha

— Claro

Natasha no era la única que había notado una extraña actitud en Anastasia, Talya también noto que había algo que los ojos de Ana ocultaban, y no sabía exactamente qué era. Había decidido que mejor solo la haría sentir lo más cómoda posible, sabiendo que de repente podía tener recaídas con su enfermedad, así que no le permitiría por ese día esforzarse demasiado. 

Pronto la actitud de Anastasia cambió por completo cuando poco a poco se reunieron a cenar todos los que residían en el complejo. Algunos habían estado entrenando, otros trabajando y ayudando en lo más que podían después del ataque de todo lo que Iván había dejado con Leviatán. Anastasia amaba pasar tiempo con todos, y cuando dijo sobre la película, nadie pareció protestar cuando dijo que quería ver buscando a Nemo. 

Talya la acurruco a su lado, cubiertas ambas por una manta viendo algo divertidas como Sam y Wanda estaban tumbados en el suelo viendo la enorme TV. Cuando buscando a Nemo acabó, Wanda se puso a ver Malcolm el de enmedio bastante entretenida esta vez sentada junto a Visión. 

Talya notó que Anastasia se tallaba los ojos con cansancio. 

— Ven, vayamos a la cama, luciérnaga

Ana no protestó, solo se dejó alzar por su madre escondiendo el rostro en su hombro

— Buenas noche Ana— deseo Steve

— Buenas noches

Anastasia escuchó que varios le desearon buenas noches, su madre la llevó a su propia habitación, que había sido decorada por un Tony que no escatimó en gastos solo por ella. 

Talya la dejó en la cama en lo que buscaba su pijama para ayudarla a cambiarse. 

— Mami… 

— ¿Si? — preguntó Talya tomando las piezas de su pijama

— ¿Recuerdas la vez que me llevaste al jardín de niños? — preguntó de la nada Anastasia— y tú estabas tan asustada… No me querías soltar la mano

Talya se giró hacia su hija, que la veía con sus bonitos y adormilados ojos azules

— Si… lo recuerdo— sonrió

— pero al final me dejaste ir…

— Sí— volvió a afirmar Talya colocándose frente a su hija dispuesta a ayudarle con la pijama

—Bueno… es hora de que lo vuelvas a hacer ahora, debes soltarme y dejarme ir— pidió sería la menor 

Talya frunció los labios bastante confundida

— ¿De qué hablas amor? 

— Nada… — expresó como si nada Anastasia— Nadaremos, en el mar, el mar… — comenzó a cantar causando una risa en su madre

— Okay, la pijama y a dormir— ordenó Talya 

Una vez arropada, Talya estaba por apagar la luz cuando Ana la llamó:

— Mami

— ¿Si? 

— ¿Te quedas conmigo? 

Talya suspiro sonriendo y peinando con cariño el cabello rojo de su hija

— Okay, solo será un rato— accedió acomodándose en la cama que era bastante grande para una niña

Anastasia se acurruco pegada al pecho de Talya, quien le cantó despacio haciéndole mimos 

Los párpados de Anastasia comenzaron a pesar poco a poco, al contrario de su madre, que de alguna forma no se sintió capaz de dormir. 

— Mami, cuando estés triste, ve a nuestro lugar feliz… 

— ¿Uhmm? — interrogó Talya pero Ana ya se había dormido

Talya estaba por irse, pero como si algo la obligara a quedarse, se recostó de nuevo abrazando a Anya. La pequeña pelirroja estaba completamente tranquila, siendo protegida por el cuerpo de su madre, quien velaba por su sueño

Los segundos se convirtieron en minutos, los minutos en horas, y Talya no se sentía capaz de conciliar el sueño. Anastasia respiraba lentamente en su pecho, aun con la luz de noche encendida a su lado y con su oso de felpa en medio de ambas.

Y de pronto, como la luz de una luciérnaga se hubiera extinto de la nada, también lo hizo su vida, su aliento y su último latido. La luz de una luciérnaga se volvió una estrella más en el cielo. Talya se incorporó de golpe, con una sensación amarga en la boca del estómago y un dolor punzante en el pecho. Había escuchado una exhalación y luego nada. 

— ¿Ana? — preguntó Talya viendo a su hija que parecía dormida a su lado

Talya sintió de pronto como si algo le hubiera sido cruelmente arrancado del pecho, llevándose su todo con él. 

»— Ana, amor… — volvió a llamar sacudiendola con algo de fuerza al ver que no le respondía

La niña permaneció inmóvil. Talya la giró y su pequeño cuerpo quedó flácido y volviéndose frío sobre la cama. 

Talya jadeo con las lágrimas reuniéndose en sus ojos, un grito se ahogó en su garganta y algo quemó en su pecho. 

»— A-Anya… vamos, contestale a mamá— pidió tomando la mejilla fría de la niña— m-mi amor. .. A-Ana… — pidió con la voz rota— p-por favor… tu no… tu no, tu no, tu no— suplico con nada de voz sin dejar de sacudir con suavidad sus hombros

Talya sollozo débilmente, temblando y con la realidad cayendo sobre ella como un Tsunami de dolor que era seguro que la ahogaría. Talya jadeo repetidas veces, solo viendo el cuerpo inerte de su bebé. Sólo parecía dormida, pero la verdad es que no respiraba. 

»— Ana… no le hagas esto a mami… n-no… — Lloró bajo porque no tenía aire realmente— n-no puedo sin tí… creeme que mamá no es fuerte sin tí… te necesito, te necesito amor, abre los ojos luciérnaga, por favor— rogó atrayendo su cuerpo suelto a su pecho— tu eres mi lugar feliz, tu eres mi todo… — susurro besando su frente— por favor, por favor… no te vayas

Pero nadie contestó a sus súplicas, Ana no respondió y su luz se fué junto con la vida de su hija. 

Talya respiro erráticamente, como si de pronto alguien estuviera tomando sus pulmones buscando arrancarselos sin piedad. Un gemido salió apenas de su cerrada garganta, como si aceptar el hecho de que su hija se hubiese ido se hubiera enterrado en su pecho como una filosa daga, algo dentro de ella se rompió y ardió. 

Un lamentó estremecedor, tan dolido y agónico como alguien exclamando a voces y lloridos piedad rompió el silencio extendiéndose como una espesa voz fantasmal y muerta. Los cristales crujieron como lo hizo su corazón, y el dolor invadió el aire ante los gritos doloridos que rompieron la tranquilidad de la noche. 

La puerta fue abierta de un solo golpe por Barnes, que estaba alerta y parecía golpearía a alguien de pronto. 

— ¿Talya? — preguntó cuando la vio seguir gritando a todo lo que su garganta daba meciendo a su hija en su regazo 

Algo en el pecho de Bucky dolió cuando vio a su hija más que rota, parecía estar agonizando de dolor gritando y aullando lamentos que le estaban apuñalando el corazón

Natasha al ver el cuerpo de Anastasia estar tan flácido entre los brazos de Talya sintió como si lo que contenía en su estómago pronto fuera a ser devuelto por su boca, y la negación llegó a ella al mismo tiempo que trataba de negar con terquedad lo que sus ojos presenciaban. Eso no podía ser cierto

— ¡¿Qué está pasando?! ¡¿Qué tiene Ana?! — preguntó bruscamente Bucky haciendo amago de acercarse a Ana

— ¡NO TIENE NADA! ¡NO PASA NADA! ¡SOLO ESTA DORMIDA! — lloró Talya gritando al punto que sintió se le desgarraría la garganta— ¡MI BEBÉ! 

— Talya… — dijo Wanda sin aliento

Talya no escuchó a nadie más que su propia respiración superficial. Ella jamás había sentido nada más espantoso en su corazón que un ataque después de lo que había pasado con Iván en Rusia, pero ahora era nada comparado al sentimiento que la llenaba y sentía haría estallar su pecho y todo arder a su alrededor. 

Lo único que atinaba era a gritar de dolor puro, agonía e impotencia de tener el cuerpo de Anastasia entre sus brazos sin vida.

— Sueltala Talya— pidió Steve 

— ¡NO! ¡ESTÁ DORMIDA! ¡ESTÁ DORMIDA! — bramo Talya aferrada a Ana— ¡AQUÍ ESTÁ MAMÁ! ¡MAMÁ TE CUIDA! 

— No puede ser… — cubrió Natasha sus labios temblorosos

— Talya, sueltala, vamos… 

— ¡SUÉLTAME! ¡NOOO! ¡ES MI BEBÉ! ¡ES MI BEBÉ Y ME NECESITA! — lloró sin soltar a Ana

— Sam— llamó Steve sacando de su shock al moreno

Sam trató de tocar a la niña causando que Talya se abrazara aún más a ella. Steve tratando de ser lo más delicado posible la rodeó y apartó con Sam recibiendo el cuerpo de Ana. 

Talya pataleo y grito aun más fuerte siendo sostenida y rodeada por Bucky, que muy apenas y se sentía estar consiente. Sam dejó a Ana sobre la cama con la mayor suavidad que pudo, con la garganta doliendole ante los gritos dolidos de Talya apenas pudiendo ser sostenida por Bucky 

Steve apartó los mechones rojos de Ana de su cara con cuidado, tragando grueso llevando sus dedos al cuello de la niña. Al no sentir nada, alzó la mirada nublada de lágrimas hacia los presentes expectantes y al borde del dolor. 

— Murió… 

Eso solo empeoro el dolor de la joven madre.

Soltando un desgarrador grito, se zafó del agarre de un Bucky sin aliento y volvió a tomar el cuerpo de Anastasia entre sus brazos meciendolo con desesperación, como si eso fuera a traer de vuelta a su hija. 

— ¡NO PUEDES DEJARME! ¡NO PUEDO SIN TÍ! ¡POR FAVOR VUELVE! ¡REGRESA CON MAMI! ¡REGRESA CON MAMÁ! — suplicó sin nada de voz apenas respirando entre sollozos profundos— ¡TU ERES MI LUGAR FELIZ! ¡ERES MI LUGAR FELIZ! ¡QUEDATE! ¡QUEDATEEEE!

— Talya… 

— ¡NO! ¡ELLA SOLO DUERME! ¡SABE QUE SU MAMÁ LA CUIDA! ¡SOLO ESTÁ DORMIDA! — lloró histéricamente mojando el cabello de Anastasia— ¡SONRÍE PARA MAMÁ! ¡POR FAVOR! ¡POR FAVOR! ¡MAMÁ NO PUEDE SIN TÍ! ¡NO PUEDE! 

— Se fue… Talya… — Natasha estaba temblando pero se negaba a llorar aún

— ¡SIN TI YO MUERO! ¡YO MUERO BEBÉ! 

— Sueltala, Talya… 

— ¡NO, NO, NO, NOOO! 

— Se fue… — la voz de Natasha se rompió cuando lo dijo

— ¡NO ES CIERTO! ¡ES MI HIJA Y NO PUEDE MORIR! ¡SIN ELLA YO MUERO! ¡YO ME MUERO! 

Para Natasha fue inevitable llorar, la poca fuerza que tenía Talya lo rompió con ese grito mezclado con lamento. 

»— ¡ES MI NIÑA! ¡ES MI NIÑA! 

— Wanda… — llamó Steve 

Talya solo siguió pidiéndole a Anastasia regresar, arrullandola como cuando era una recién nacida sin dejar de sollozar profundamente sobre sus cabellos. De pronto el dolor cesó, sintiéndose en un trance ligero y distante apagando su mente de un momento a otro. 

— Mami… — escuchó a lo lejos causándole una sonrisa temblorosa y empapada de lágrimas

— Mi bebé… — sonrió 

Wanda se rompió a llorar en el suelo al ver la tranquilidad que había invadido a Talya al hacerla escuchar a su hija en medio de un ligero trance para calmarla. 

Steve tomó a Ana de los brazos de su madre y salió de la habitación yendo directamente al área médica. Bucky en cambió tomó a su hija ya bastante más tranquila que derramaba lágrimas con los ojos en la nada. 

— James… — llamó Natasha respirando aceleradamente que parecía por hiperventilar— dime que no es verdad… 

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— El tratamiento no está funcionando

Había dicho el médico meses antes cuando Anastasia había ido de emergencia al hospital al tener los pulmones llenos de líquido

— ¿Q-que quiere decir? 

— Su corazón late débil, hay algo, es muy extraño, es como si tuviera algo dentro de ella que poco a poco drenando sus fuerzas. Jamás había visto algo como eso— explicó el doctor— y el tratamiento que había estado utilizando dejó de funcionar hace bastante, es como si poco a poco solo se estuviera apagando

Talya fue sostenida por Darya cuando se sintió a punto de caer

»— ¿Ha ido con algún especialista para tratar esto? Es un caso jamás antes visto y-

— ¿Cuánto? — demandó saber Talya con un hilo de voz quebradizo

El médico volvió a ver a la joven madre con semblante compasivo

—... No le queda mucho— contestó 

Talya sabía que Anastasia estaba enferma, y que era probable que su corazón fallara en cualquier momento, y aunque sabía que en cualquier momento se podía ir, jamás se había sentido preparada para escuchar aquellas noticias

Un grito dolido a todo lo que su garganta dio salió de ella deslizándose de nuevo hasta el suelo. 

»— Tal vez un año, tal vez un poco más pero su corazón solo puede dejar de latir en cualquier momento— siguió diciendo el doctor con los sollozos de Talya cada vez aumentando más— aún puede haber esperanzas de que se salve

Talya alzó la vista con sus ojos llenos de lágrimas y rotos

— ¿Puede salvar a mi bebé?— preguntó con un ligero atisbo de esperanza hacia el doctor

— Podemos probar utilizando un nuevo tratamiento de medicamentos, no es un hecho que funcione, pero es lo mejor que podemos hacer

Talya afirmó sin dejar de llorar, no perdía nada con intentar

— Lo que sea que la pueda salvar… 

— ¡¿Qué fue lo que pasó?! — preguntó Wanda a Talya que estaba sentada en el suelo fuera de la morgue

Talya ya había vuelto en sí más calmada, solo dejando las lágrimas deslizarse en silencio por su mejillas aferrándose al oso de peluche de Ana

Wanda no era la única que estaba exigiendo respuestas. Talya prácticamente tenía la mirada de todos sobre ella, aun con ello, la pelirroja solo se sentía recordar con un agónico dolor cada vez más profundo cada momento con ella, cada instante desde la primera vez que la tuvo entre sus brazos hasta el momento antes de arroparla esa noche. Ahora sus palabras tenían tanto sentido, y solo aumentaban su dolor aún más si era posible. Era como si una película se reproduciera frente a sus ojos en imágenes difusas que rompían cada vez más desde dentro. 

— T-te dije que cuando nació no respiraba… — musito en respuesta sollozando de nuevo

— Eso no explica nada— insistió Wanda con la voz quebrada— Necesito respuestas

Talya no contestó, siguió llorando viendo fijamente el peluche entre sus manos, mojado de tantas lágrimas

»— ¡Talya! 

— Talya— llamó Natasha forzando la poca voz que tenía

— Ana está muerta, contesta por favor— suplico Wanda sollozando al darse cuenta de lo que acababa de decir

— Mi bebé está muerta… — lloró de nuevo Talya siendo sacudida por sus sollozos mudos y sin aliento

— Chicos, dejenla respirar un poco— sugirió Sam 

Bucky solo se quedó viendo la pequeña figura de su hija, tan rota y temblorosa que también parecía a punto de morir en cualquier momento. 

Talya respiro hondo atrayendo inestablemente aire a sus pulmones, pero eso solo se sintió peor, le dolió como nunca el simple hecho de respirar sabiendo que su hija no lo hacía… no lo hacía por que ya no estaba 

— Na-nació… pre-prematura… — contestó con su pecho teniendo espasmos violentos que parecían casi ser convulsiones que no la dejaban respirar—... Ni siquiera… n-no… e-ella… 

Talya no pudo decir más, gimio lastimeramente causando que Wanda sollozara al ver la cantidad de dolor que no dejaba a Talya respirar. Wanda se arrodilló frente a ella tomando sus manos, como si buscara aliviar un poco de su dolor 

— Respira… 

Talya inspiró entrecortada y bruscamente soltando un pequeño lamento. Su pecho no dejaba de brincar entre sacudidas violentas ante los sollozos que parecían doler hasta físicamente

»— I-Ivan me golpeó… — logró decir en un chillido agudo— m-me golpeó y me hizo romper la fuente antes de tiempo— lloró apretando las manos de Wanda— nació muerta… no respiraba

La barbilla de Natasha temblaba cada vez más con cada palabra salida de la boca de Talya

»— N-no sé cómo… o porqué vivió… solo sé que sus poderes y el suero en sangre no se desarrolló bien— hipo jadeando con desesperación 

Le dolía tanto el simple hecho de estar viviendo y que su hija no. Solo quería llorar y gritar todo el dolor que estaba contenido en ella, pero sabía que la magnitud de ese dolor jamás se aliviaría

»— Cu-cuando tenía un año… supe que su corazón estaba débil, y que en cualquier momento podía irse— confesó— pero creí… n-no lo sé… 

— ¿Siempre supiste que esto pasaría? — preguntó Natasha con nada de voz

Talya se rompió a llorar de nuevo afirmando escondiendo el rostro en el pequeño peluche. Wanda abrió la boca con lágrimas brotando de sus ojos deslizándose por sus mejillas

— siempre lo supe… pero jamás estuve lista para esto, creí que estaría bien si la protegía de todo— lamento sin poder dejar de ser sacudida por sus sollozos— era mi hija… 

Natasha respiró temblorosamente, con los ojos inundados de lágrimas se alejó con un sollozo saliendo de sus labios sin poder reprimirlo más. Todo era tan irreal. Anastasia solo se había ido de repente, sin previó aviso, en completo silencio llevándose una gran parte de su corazón. 

Natasha de repente cayó de rodillas siendo auxiliada de inmediato por Bucky, que se preocupó al verla jadear desesperada para luego soltar un pequeño lloriqueo débil que parecía atorado en su garganta. 

— ¿Quieren que la vean antes de que se despida de ella? — preguntó el encargado de la morgue hacía Talya

Los ojos verdes rotos de Talya se alzaron solo un segundo, se alzó de hombros y volvió a abrazar el peluche como si se tratara del cuerpo de su hija

— N-no se… tal vez a Ana le hubiera gustado despedirse… si… yo digo que le hubiera gustado— sonrió con la barbilla temblando— que pase quien quiera, eso la pondrá feliz… 

El tiempo pasó lento, y la sensación de aceptación de que Anastasia se había ido se expandió junto con la mezcla de llantos en el aire. Natasha apenas entró, soltó un lamento parecido al de Talya para luego ser sacada y sostenida por un James completamente ausente de su alrededor, lo único que demostraban sus ojos era dolor. Wanda también lloraba audiblemente tratando de ser consolada por Visión sin mucho éxito. 

Talya parecía haberse calmado de repente, solo teniendo la mirada perdida y tan lejos de ese lugar, era como si hubiera buscado desconectar su mente de la sensación de duelo enfocándose en los recuerdos de su hija que ya no estaba. 

Estaba pérdida en los recuerdos coloridos donde su pequeña niña de hermoso cabello rojo alborotado y azules ojos brillantes la veía con amor. Era la parte más hermosa de su vida, antes fría y sin color, llena de oscuridad. Anastasia había vuelto su vida una explosión de arcoiris en el primer instante que la sintió, pero ahora ese arcoiris, ese rayo de luz cálido se había apagado e ido por siempre. 

La oscuridad que la había rodeado desde siempre volvió, succionando su felicidad como un agujero negro que le arrebataba sin misericordia todo rastro de color, felicidad y volvía sus recuerdos tristes y grises poco a poco. Tan agónico y frío que solo deseaba morir, cerrar los ojos y perseguir a su luciérnaga brillante. 

— Talya— llamó Steve sacudiendo con suavidad su hombro— es hora de que te despidas antes de que la preparen para su funeral

Talya ni siquiera lo vió, tampoco se dió cuenta de que Steve la sostuvo hasta que llegó a la morgue y la dejó justo frente al cuerpo de Ana, y tampoco lo notó irse y dejarla sola. 

Cuando quitaron la sábana sobre el pequeño rostro de Anastasia, el cuerpo de Talya dio una brusca sacudida en un sollozo completamente mudo. Nada se escuchó, solo corrieron lágrimas en silencio temblando sin sentirse capaz de dejar de hacerlo. 

Le tomó un largo momento logrará respirar, y cuando por fin se controló, fue que pudo notar el rostro profundamente tranquilo de Anastasia, como si durmiera tranquila y segura de que despertaría. Talya sonrió débil peinando despacio un mechón de su cabello. Besó la frente de su hija y reprimió las ganas de romperse 

— Marco… 

No hubo respuesta, y el silencio tan abrasador solo fue como otro golpe más a su deshecho corazón. 

Un zumbido se adueñó de sus tímpanos al salir, caminando sin rumbo cuando salió de la morgue, con imágenes pasando una tras otras frente a sus cristalizados ojos vacíos. Estaba perdida en los recuerdos que poco a poco se iban oscureciendo

— ¿Taly? — preguntó Darya desde lejos con la voz temblorosa caminando con rapidez hacia su amiga

Talya se le quedó viendo, procesando que Darya estaba ahí frente a ella, viéndola esperando que solo lo dijera

— L-le dije… "Marco"... Y-y no contestó— sollozo volviendo a ser sacudida por un espasmo

Darya cubrió sus labios ahogando un grito, las fuerzas de Talya se esfumaron y Darya la alcanzó a abrazar cayendo ambas de rodillas

— ¡ME QUIERO MORIR, DARY! ¡ME QUIERO MORIR! — lloró a gritos rompiendo el corazón de la castaña

Darya rodeó con fuerza a Talya, quien temblaba, tenía espasmos y lloraba a todo lo que su garganta y pulmones daban. 

»— ¡YA NO SOY UNA MAMÁ! ¡YA NO SOY SU MAMÁ! 

— Shhhh… 

— ¡ERA MÍA! ¡ERA MI HIJA Y SE FUE! ¡YA NO PUEDO! ¡SIN ELLA NO PUEDO! 

Darya se limitó a llorar con ella, sosteniendola con fuerza doliendole los desgarradores gritos de dolor de su hermana. 

— Sé que duele… solo déjala irse… va a descansar. Eres su madre… siempre serás su madre… fuiste una excelente madre y ella siempre te va a amar— eran las palabras de aliento de Darya

— Le di todo lo que fuí capaz de darle… — susurro 

— Si, tuvo una preciosa y corta vida gracias a ti y solo a ti… esta bien, esta con su papá

— pero yo quería que estuviera conmigo… aun la necesito

— Lo sé, lo sé… Aquí estoy, aquí me tienes, no estas sola… 

— Quiero a mi bebé de vuelta, solo quiero a mi hija… 

— Shhh… 

— Quiero morirme.. 

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 In This Shirt- The Irrepressibles

Estoy perdido
Estoy perdido en nuestro arco iris
Ahora nuestro arco iris se ha ido

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¡LES DIJE QUE ME ODIARIAN!

En mi defensa, deje pistas sobre ello, muchas veces.

Cuando Anya enfermó, cuando Darya y Talya hablan en el primer capítulo "… sabes que perfectamente qué necesita más que un inhalador" que había dicho Darya

"No le queda mucho" en las voces que Wanda escuchó al entrar en la mente de Talya

Había muchas cosas entre líneas que pasaron completamente desapercibidas.

De verdad me dolió matarla, lloré cuando lo hice, pero... Es Necesario, muy, muy necesario

Ahora me odian, pero... Verán lo que esto desencadena

Estoy segura de que me odiaran más, y tal vez ese odio se baje un poco con el segundo acto

Miss_JuliaParker.. Lamentó lo de tu sobrina, se que la amabas muchisimo

Sin más que decir, nos leemos en el que sigue... Y seguramente me odiaran más