Anastasia estaba bastante concentrada dibujando en su pequeña mesa llena de colores de diferentes tonos (cortesía de Tony) cuando alguien tocó a su puerta. Steve se asomó con algo de duda al verla dibujar a la que parecía ser su madre. 

— Tía Dary dijo que se irán— habló Ana alzando la mirada unos instantes para luego seguir con su dibujo

— Si… tenemos una misión muy importante

Anastasia solo dió un asentimiento sin dejar de pintar. Steve se estaba debatiendo si decirle que volvería con su madre, o solo despedirse. No quería darle una promesa vacía. 

»— ¿Qué estás dibujando? 

Anastasia alzó de nuevo sus ojos hacia el adulto. Dudó pero se puso de pie y se lo tendió. 

— Mamá decía que… q-que cuando me sintiera triste dibujara la casa en la que me gustaría crecer, en la que sería nuestro refugió… o también nuestro lugar feliz… — los ojos de Ana parecían llenarse de lágrimas poco a poco— ahora solo quiero que ella esté conmigo… 

El corazón de Steve se apretó ante las palabras tan tristes de la menor. No sabía que decir, nunca había consolado a una niña, y sinceramente ella no necesitaba palabras de aliento; necesitaba a su madre

»— … Solo quiero a mi mami… quiero que todo sea como antes de venir aquí— sollozo Anastasia

— ¿Ana? — entró alarmada Darya cuando la vio llorar ante un Steve que no tenía idea de qué hacer— ¿Qué tienes, cariño? 

Anastasia solo se dejó abrazar por su tía que la rodeó de forma protectora. Steve aun estaba sin saber qué decir, sentía que lo único que podía hacer era tratar de cumplir su promesa. 

Anastasia se calmó luego de un rato, además de que Tony le prometió un postre al verla decaída. Darya se veía preocupada, y ni siquiera su prometido la podía consolar

— Ha estado así desde que volvimos a Londres— suspiro la castaña con pesar— pero todo empeoró desde el día de las madres… solo dibuja, a veces solo a Talya, y otras veces sus dibujos son… tristes… sinceramente no sé cómo diablos le hacía Talya para ser todo a la vez

Natasha afirmó apretando los labios escuchando las penas de Darya

— Ella es una gran madre

— Es una fantástica madre— rió Darya resaltando las lágrimas en sus ojos—... Jamás llegaría a llenar sus zapatos

Natasha tomó aire con profundidad viendo a Anastasia jugar en los juegos del jardín ante la atenta mirada de John

— La traeremos de vuelta

— Sé que sí— susurro Darya sonriendo limpiando sus lágrimas— por Anastasia quiero creer que sí

Llegó la noche, y para Natasha y Bucky no pasó desapercibido el que Ana se veía apagada a ratos. Los abuelos de la menor tuvieron oportunidad de acercarse sin ser rechazados, e incluso Anastasia se divirtió jugando sobre los hombros de Bucky. Desgraciadamente para el matrimonio, la hora de ir hacia las bases de soldados en la Unión Europea llegó, por lo que se despidieron de Ana. 

— Oye, zanahoria, no nos extrañes mucho— bromeó Yelena arrodillada frente a Ana

— Me voy a aburrir aquí sola

— Volveremos pronto, te lo prometo

— Además estarás con tu tía Darya— recordó Wanda— pórtate bien, y no dejes de hacer tus deberes

Ambas tías dejaron un pequeño beso en la frente de Anastasia, quien decaída las vio subir al Quinjet. 

Natasha y Bucky habían estado esperando la oportunidad de despedirse de Anastasia. La mayor se arrodilló con una mueca triste que era un intento de sonrisa quitándose con algo de torpeza la cadena que pendía de su cuello

— Cuidalo por mi, ¿si? — susurro Natasha atándolo alrededor del cuello de Anastasia— era de tu madre

Anastasia sostuvo la cadena entre sus manos, asintió hacia su abuela, y sin que la mayor lo viera venir, la abrazo. Natasha no dudó en envolver sus brazos en el pequeño cuerpo de su nieta con el corazón acelerado y muchas ganas de llorar, solo que eran lágrimas de felicidad. 

Natasha quería que aquel instante jamás terminará, y en contra de su voluntad se separó, peinando en el proceso sus rebeldes mechones rojizos de la pequeña ojiazul.

»— Te prometo que resolveré esto como debí haber hecho desde el principio. Cuando volvamos seremos una familia— musito con la voz a nada de romperse

Anastasia no entendió sus palabras, y no tuvo tiempo de preguntar cuando Natasha se alejó dando espacio a Bucky de arrodillarse

El azabache tuvo muchas ganas de llorar al ver las facciones idénticas a las de su hija reflejadas en su nieta. La única diferencia eran sus ojos, pero era la viva imágen de su hija, y se sentía triste y feliz a la vez de tener una imágen de cómo había sido su hija cuando era una niña. 

— Eres idéntica a tu madre… — susurro sin voz Bucky con las comisuras de sus labios temblando ante la débil sonrisa

Anastasia tomó el rostro de Bucky con entre sus manos, sintiendo que esos ojos ya los había visto antes en algún lado, pero no sabía dónde. 

»— T-te prometo que arreglaré esto.. Las voy a proteger, lo prometo

Bucky apretó los párpados besando entre lágrimas la cabeza de Anastasia. El matrimonio entró al jet, viendo a lo lejos como Anastasia agitaba su manita en despedida

— ¿Y qué vamos a hacer? — preguntó Clint— ¿cual es el plan? 

— Darle lo que quiso desde siempre.. — suspiro Natasha llamando la atención de todos en el jet— a mi… 

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Apenas los primeros rayos del Sol se asomaban ante el inicio de un nuevo día. Ningún soldado o viuda bajaba la guardia del Capitolio, que protegía recelosamente al líder de la Nueva Orden Mundial conocida como Leviatán. 

Entre las filas de viudas y soldados se abrió paso la pelirroja, con las manos alzadas y un semblante neutro. Iván la vio llegar hasta la puerta, aparentemente desarmada, a lo que el de ojos azabache alzó la barbilla con distinción 

— Te propongo un trato— habló Natasha fuerte y claro hacia Iván de pie en el balcón— yo a cambio de mi hija

Iván no contestó palabra alguna, solo una sonrisa malévola se instaló en sus labios 

Fue hecha pasar de inmediato, siendo escoltada por alrededor de ocho viudas bastante alertas de cualquier mínimo movimiento sospechoso. 

La Oficina de Iván era la que antes había sido la del mismísimo presidente de Rusia, y estaba ahí sentado como si de un trono de tratará. La hicieron sentarse en el lugar justo frente a Iván, y las viudas fueron silenciosamente a los costados del escritorio presidencial, tan firmes como el tronco de un árbol y tan discretas que Iván parecía ignorar su presencia

— Natalia… Alianovna… Romanova… Bienvenida, bienvenida— sonrió el varón saboreando cada palabra— un gusto verte de nuevo después de veinte años… los años te han venido bien

— No puedo decir lo mismo— comentó Natasha con neutralidad — he venido a proponerte un trato; yo a cambio de mi hija 

Iván se recargo en el respaldo de la silla entre cerrando los ojos con sospecha, pareció meditabundo unos instantes en los que Natasha sentía sus entrañas retorcerse como víboras vivas en su estómago. 

— Es una oferta bastante tentadora, Natalia… lo he de admitir… — habló arrastrando las palabras uniendo las yemas de sus dedos— ¿Te quieres unir al cambio? 

— Quiero proteger a MI hija— aclaró

— Oh si… tu hija, tu pequeña bebé… — sonrió altivamente Iván— son tan parecidas ustedes dos: tiene esa mirada desafiante tuya, esa terquedad… ese pelo flamante rojo… incluso lloran igual cuando las desvisto y las golpeo

Natasha se puso de pie de golpe con algo dentro de su pecho encendiéndose como una mecha de dinamita. Iván pareció impasible ladeando su sonrisa suficiente y altanera

»— Era divertido verla llorar, lo admito… pero ahora ni siquiera pone resistencia, solo se queda quieta y ya

Natasha respiraba irregularmente, temblando de la rabia con un músculo de su barbilla temblando ante la implacable ira ebullendo a fuego lento en su sangre. 

— ¿Qué le hiciste? 

— ¿Yo? Nada… Tu; todo… eres una pésima madre, Natasha. Se suponía que la protegerías junto a tu amante sometido y sin voluntad que tienes por esposo— comenzó a decir burlonamente fingiendo pesar y compasión— tu fuiste la que no fue capaz de proteger a su pequeña hija… 

— Tu-me-la-quitaste— siseo Natasha dando todo de su para no matarlo ya. Tenía que ganar tiempo por los demás

— No— Iván se levantó de la silla con calma— tu fuiste demasiado débil para protegerla. En cambio, mirala a ella; sin duda fue mejor madre que tú, cuido muy bien de mi hija estos años, tanto que la mantuvo viva sin mi

El desconcierto llenó las facciones de Natasha. ¿De que le estaba hablando? Esa niña no era de él. 

»— ¿Qué? ¿Ella no se los dijo? — inquirió burlón— esa niña es mía, siempre lo fué. Nació débil pero Talya de alguna manera logró que poco a poco se volviera un poco fuerte. Aún así la niña nació defectuosa. Hay que desechar lo defectuoso

— ¿Tu hija… ? 

— Si, ¿O que creías? Tu hija será la que me de a los futuros herederos de este Imperio que he creado. Gracias Natasha, por tu mejor arma y la madre de mis hijos

Inevitablemente Natasha sacó su arma y apuntó. Apenas iba a apretar el gatillo cuando una corriente de energía eléctrica la recorrió causando que se arqueara cayendo al suelo aturdida y mareada. 

»— Bien hecho, cariño— felicitó Iván a Talya que tenía la mirada vacía

Natasha se giró soltando un gemido de dolor. Vio a su hija desde el suelo y la imágen le rompió el corazón. 

— Taly… 

— ¿Atrapaste a los otros? — preguntó Iván tomando la barbilla de Talya, quien solo asintió sin expresión. 

Parecía un simple ser sin voluntad o alma. Una simple arma. 

— En sus celdas, padre— habló igual de neutra que su rostro

— ¡Él no es tu padre! — gruñó Natasha desde el suelo— ¡El no es nada tuyo! 

Talya ni siquiera pareció escucharla, solo se quedó en su lugar firme y viendo a Iván esperando su nueva orden. 

— Llevala a una celda. Verá morir a los otros y luego la matarás— ordenó Iván

— ¿Y qué? ¿Solo te quedaras sentado dando órdenes mientras el mundo arde en llamas bajo tus pies? — preguntó provocativamente Natasha— ¿Eres tan cobarde que solo te sientas a mirar? 

— Miren quien lo dice— Iván tomó la barbilla de Natasha sin borrar su sonrisa ácida— la que vivió corriendo por años… 

— Supongo que no aceptas el trató

Natasha como respuesta sintió como Iván la levantó del cabello. No le quedó más remedio que ponerse de pie, y mirar lo que Iván quería que viera. Una pantalla holográfica se levantó frente a ella, dejando ver a la mayoría de sus amigos capturados. Los únicos que no estaban en una celda individual eran Tony, Visión y Alexei. Al parecer ellos habían logrado escapar. Pero Natasha no los vio heridos, los vio perdidos, desconectados y alertas. Como si estuvieran atrapados en una pesadilla. El que parecía más cuerdo era James que golpeaba el cristal como un toro furioso fuera de sí. 

— Como puedes ver, tu plan falló. No caeré como lo hizo Dreykov. — alardeo Iván— un ataque al corazón y la mente es más letal que uno físico. Muestrale

Natasha no entendió que le ordenó Iván a su hija. Solo pudo ver una pequeña luz dorada ir hacia sus sienes para luego volver al peor recuerdo materializandose a su alrededor, abriendo dolorosamente nuevas heridas; justo el momento en que le quitaron a su hija de los brazos y luego el amor de su vida la olvidó. 

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