✧*:.。. Capítulo Uno .。.:*✧

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Ella trabaja en la noche, junto al agua
Ella se va a estresar, tan lejos del padre de su hija
Sólo quiere una vida para su bebé
Todo por su cuenta, nadie vendrá
Ella tiene que salvarlo

Ella le dice: Tu vida no será nada como mi vida
Vas a crecer y tener una buena vida
Voy a hacer lo que tenga que hacer

Mamá soltera, ¿qué estás haciendo ahí afuera?
Enfrentando la dura vida sin miedo
Sólo hay que ver y saber que realmente se preocupan
Porque cualquier obstáculo viene bien preparado
Y no mamá, nunca derramaste lágrima
Porque preparas las cosas año tras año
Y das amor al joven, más allá de la comparación
Encuentras la cuota de la escuela y la tarifa del autobús

Duérmete, no te molestes en llorar
Levanta la cabeza, levántala al cielo
Duérmete, no te molestes en llorar
Ángeles a tu alrededor, sólo alegra tus ojos

Rockabye- Sean Paul & Anne

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| Londres, Inglaterra |


— Lo siento... con permiso... ¡Ay!...— Talya esquivaba a las personas a su paso para llegar al restaurante donde era mesera

Su empleo de mesera en un restaurante de comida rápida de la mañana se había tornado bastante cansado después de que le había tocado lavar una pila de platos y ahora iba tarde a su trabajo de mesera en una cafetería bastante concurrida

— Otra vez tarde, Talya— suspiro la cocinera principal viéndola ponerse el delantal y gafete

— Lo siento, Marie— se disculpó atareada y con una mueca la pelirroja

— Niña, niña. Deberías dejar ese empleo mal pagado— aconsejó la castaña con las arrugas alrededor de sus ojos haciéndose notar más ante la preocupación

— Ese empleo mal pagado me ayuda con la renta— rió Talya

Marie solo suspiro. Tal vez la mujer tenía una mirada severa y destilaba seriedad, pero ella siempre estaba viendo por Talya como cuando la conoció a sus cortos dieciséis años

— Ahí va mi futura esposa— suspiro soñador Isaac

Marie dobló una revista y le dió un zape al azabache con el

»—¡Auh! ¡Marie! — se quejó

— A trabajar, niño, anda— apuró Marie espantando al chico como si se tratara de una mosca con la revista

Talya atendió sus mesas como todos los días: ponía, levantaba platos, ofrecía café, daba dibujos y crayones a los niños, y lo mejor para ella: las propinas. Lo malo de ellos es que en ocasiones eran muy ingratos solo dejándole unos cuantos centavos en la mesa

Marie admiraba la forma de moverse de su trabajadora más joven. Era rápida, equilibrada, se movía con rapidez entre las personas como una serpiente entre el césped, y lo que más llamaba su atención: nunca parecía cansarse de caminar todo el día

Dieron las trece horas en punto en el reloj, a lo que Marie sonó cuatro veces la campanilla que anunciaba un pedido terminado, solo que esta era una alarma que ya tenía la costumbre de sonar y solo la menor de sus trabajadores atendía. Talya al escuchar la campanilla giró hacía Marie asomada desde la ventanilla. La mujer le dió unos toquecitos a el reloj en su muñeca a lo que de orbes verde azulado con rapidez se desamarro el delantal dejándolo en su lugar tomando su bolso

— Jack, Isaac, cubran las mesas de Talya— ordenó Marie

Talya le sonrió agradecida a la castaña saliendo a toda prisa de la cafetería casi corriendo por las calles hasta que divisó un pequeño parque con niños con uniforme yéndose con sus mamás. La pelirroja aceleró el paso de sus incómodos tacones y suspiro cuando llegó a la entrada del preescolar

— Mami— dijo una pequeña pelirroja de unos enormes ojos azules apenas la vio

Talya sonrió extendiendo la mano para que la menor la tomara y la maestra le sonrió a la pequeña

— Adiós Anya— se despidió la maestra

— Adiós señorita Williams— se despidió Anastasia de la profesora

La pequeña niña tomó la mano de su madre caminando con rapidez hacía la cafetería

— ¿Qué hiciste hoy mi amor?— preguntó la mayor

— Hicimos varios dibujos, mami.

— ¿Ah sí?

— Si... y también jugamos con plastilina. Cantamos las vocales...

Talya sonrió ante el parloteo de su pequeña hija de cinco años, que relataba emocionada su día

»—... y tuve que usar mi inhalador

Talya vio con preocupación a la pequeña ojiazul, pero al final sonrió para que no lo notará y solo acarició su mejilla con cariño

Entraron de nuevo a la cafetería, donde la joven madre se agarró de nuevo su delantal y colocó la mochila de la menor en el lugar que Marie había asignado para la niña

— Hola Anastasia— saludó Isaac llevando platos con pastel y otro con un almuerzo

— Hola Ana— dijo esta vez Jack

— Ana, cariño, hola— sonrió cual abuela feliz de ver a su nieto Marie

— Hola— sonrió Anastasia recibiendo feliz un dulce de cajeta de la mayor

— Okay, Anya, siéntate donde siempre y dibuja en lo que mami trabaja, ¿Okay?— dijo Talya acuclillada frente a su hija

— Si

Talya besó su frente y la niña tomó su lugar en una esquina que Marie había ambientado para la menor de las rusas. Apenas la ojiverde la vio acomodada y entretenida en su lugar con sus crayones, se puso a seguir con su trabajo alerta de Anastasia en cualquier momento.

— Wow... tu hija ha crecido tanto

Talya giró de inmediato a la voz que reconocería en cualquier lugar. Valentina bajo el libro que supuestamente había estado leyendo para sonreirle brillantemente a la pelirroja, que giró alerta a todas partes ante la presencia de la mujer

»— La última vez que la vi ni siquiera caminaba

— Valentina— suspiro la de orbes verdosos aún muy tensa

— Talya cariño, es un gusto verte de nuevo

Los ojos verde azulado de la viuda se volvieron gélidos viendo con desconfianza a la Contessa Valentina Allegra de la Fontaine​es

— ¿Desea ordenar algo, señora?

La sonrisa brillante de la mujer se acentuó viendo el menú

— Okay, quiero un Moca, también quiero huevos estrellados con papas y tocino...

La mesera anotó lo que Valentina decía pero sabía que la mujer estaba ahí por otro cosa que solo por una comida

»— También me encantaría una viuda negra genéticamente alterada con el suero del súper soldado

La libreta casi se le cae a Talya pero logró atraparla antes de que se notará

»— De preferencia que sea Dark Widow

— Ella ya no existe— dijo la pelirroja con rapidez

Valentina no borró su sonrisa volviendo sus ojos al menú

—Talya, Talya... — suspiro la mujer en traje elegante— Desperdicias tu potencial, ¿en serio? ¿Mesera? Tu has derribado imperios, derrocado altos mandos, hecho cenizas los cimientos de gobiernos... eras el arma más letal que he conocido jamás

— Si, pues... eso quedó atrás hace cuatro años. Dark Widow murió

— No, no, no... sé que aún está ahí— rió Valentina— solo has estado volando lejos pajarito, huyendo de la tormenta

— Más bien del infierno— murmuró entre dientes

— Te tengo un trabajo

— No me interesa— corto de forma mordaz

— Está muy bien pagado— insistió Valentina

Talya iba a negarse de nuevo cuando recordó su renta atrasada y los medicamentos de su hija

»— Ya sabía yo que este trabajo doble de mesera no era suficiente

— Hago lo que puedo

—Te mientes. — canturreo Valentina— sabes perfectamente que eres capaz de muchas otras cosas... que tu desperdicies tu potencial es diferente

— Tengo una hija

— Si, una que te ayudé a salvar hace cuatro años cuando enfermó, ¿No es así?— inquirió alzando una ceja

— Trabajé para ti a cambio de dinero y atención médica para mi hija, pero apenas lo hice te dije que se había acabado— susurro aún mirando alerta a su alrededor

— Y lo sé, solo que este trabajito es muy complicado y solo alguien de tu calibre puede ejecutarlo— insistió Valentina

— No

— ¿Segura? Tus deudas te están llegando al cuello, Talya

La ojiverde mordió su labio con nerviosismo

— Me las arreglaré sola— afirmó con algo de duda

Valentina frunció los labios tamborileando los dedos sobre la mesa

— Okay, si insistes en no volver... — suspiro de forma melodramática— aún así la oferta está abierta, tienes mi número

— ¡TALYA! ¡MUEVE ESE TRASERO NIÑA!— el gritó de Marie le causó un respingo a la rusa y afirmó moviéndose en seguida

— Oh, y cariño— detuvo Valentina alzando la mano— ¿me traerías un pastel de chocolate?

Talya de mala gana afirmó llevando el pedido a Marie que la veía con severidad

— ¿Qué tanto hablaban?— preguntó con la desconfianza brillando en sus viejos ojos castaños

— Nada, es solo una conocida— explicó de forma vaga la pelirroja

— Mmhhm...— musitó sin creerle Marie

Talya decidió ignorarla mientras recogía dos bandejas de comida y atendida sus mesas hasta que le tocó ir de nuevo con Valentina a dejarle su comida, solo que esta vez no hizo ningún comentario

La presencia de Valentina le ponía los nervios de punta a Talya, que optó por distraerse atendiendo mesas y dándole de comer a su hija

— Mesera— llamó Valentina a Talya con esa sonrisa brillantemente irritante de nuevo

La pelirroja evitó rodar los ojos yendo de mala gana a la mesa de Valentina

— ¿Si?

— Solo quiero la cuenta— pidió Valentina entrelazando sus dedos sobre la mesa

Talya le entregó la cuenta, a lo que Valentina pago en efectivo, pero para sorpresa de la de ojos verde mar, Valentina deslizó el intacto pastel de chocolate hacía ella junto a un billete de 500 € a la pelirroja

— Para tu hija— le guiño el ojo y se fue tomando su bolso en le proceso

Talya apretó el billete en su mano. Era muy orgullosa y quería tirarlo a la basura, pero sinceramente necesitaba el dinero con urgencia

— Ten, amor

Anastasia levantó la carita de su dibujo viendo el pastel confundida

— No es mi cumpleaños— dijo inocentemente

— No, pero es un regalo— susurro Talya a la menor— anda, comelo

Anastasia sonrió atrayendo hacía ella el apetitoso pastel de chocolate. Eran pocas las veces que su madre le daba dulces por la falta de dinero. Solo comía los que Marie le regalaba

Ya casi anocheciendo el lugar estaba vacío y Jack barría el área de mesas cantando de forma muy alegre sacándole pequeñas risas a Anastasia.

Talya fregaba de manera efusiva las parillas y la grasa que estaba pegada en los azulejos cerca de las estufas descargando el estrés de las palabras de Valentina que no habían dejado de darle vueltas a la cabeza

— Wow... alguien esta de malas— canturreo Isaac recargándose a su lado

— No estoy de malas— negó ceñuda sin dejar de fregar

— Aja... —afirmó con una sonrisa divertida

La de orbes verdosos resoplo viendo limpio por fin el azulejo y le dio una mirada algo irritada a Isaac

— ¿Qué?

— Nada... aquí solo viendo al amor de mi vida— dijo de forma melosa moviendo las cejas de forma graciosa— mis días son iluminados por tu brillante presencia

Talya rió quitándose los guantes de plástico para golpear con uno de forma juguetona al azabache

— Deja de decirme eso— pidió lavándose las manos que estaban algo grasosas

— No puedo frenar las palabras que dicta mi corazón. Es como decirme que deje de respirar— siguió de forma dramática

— ¡Niño! ¡¿Ya lavaste los trastes?!— interrogó Marie sacándole un chillido a Isaac

— V-voy...

La pelirroja rió al ver el rostro rojo de Isaac, que solo se fue a poner una redecilla en el cabello para ir a lavar

— De hecho... Marie, ¿te molesta si yo lavo toda esa pila de trastes por 50 € extras?

Marie le dió una mirada bastante triste a la ojiverde, que solo hizo una pequeña mueca. Odiaba cuando la veían así, pero no tenía más opción que pedir más trabajo

— No, Marie, yo los lavaré y le daré los 50 €— dijo de inmediato Isaac

— No dejaré que hagas eso— dijo Talya con el ceño fruncido— tú me dijiste que tienes que empezar tu tesis, tienes que estudiar para tu exámen y graduarte. No puedes desperdiciar tiempo valioso solo por hacerte el romántico— dijo más a modo de regaño

Isaac iba a protestar pero Marie se adelantó

— Cierras bien, Talya, y tu vete a casa— dijo Marie de forma autoritaria a Isaac

El azabache bajó la cabeza rendido, tomó sus cosas y se fue después de despedirse de Talya y Ana

La rusa empezó con los trastes de inmediato, que eran una gran pila que seguramente tardaría horas en acabar. Marie dejó las llaves en una de las mesas y un billete de 100 € bajó estas antes de irse a despedir de la pequeña Ana, que jugaba con su osito de felpa

— Cuidate Talya, adiós Ana

Talya suspiro cuando vio el billete de 100 € bajó las llaves. Sabía que trataban de ayudarla pero no quería su lástima... aún así estaba agradecida.

Sacó su celular y lo puso en la barra marcando el número de su mejor amiga.

Hola, hola— saludó Darya respondiendo la llamada

— Hola tía Darya— saludó Anastasia con un jugó de caja entre sus manitas

Hola Ana, ¿Qué estás haciendo?

— Estamos en la cafetería— contestó la menor sentada balanceando sus pies

¿Aún están en el restaurante? — preguntó algo escéptica

— Trabajó extra— dijo Talya fregando los trastes

Adivinare: ¿Día de renta?

— Tengo que darle una adelanto al señor Collins, ya le debo demasiado— habló con cierta ansiedad en la voz

¿Y que se supone que estás haciendo como trabajo extra?

— Fregar platos— contestó con desagrado Talya

¿A mano? — interrogó Darya

— Sí, a mano, ¿De qué otra forma?

Vamos Talya, si estás sola no tienes porqué hacerlo a la antigua. Entre más rápido lleves a Ana a casa, mejor. Ya es tarde, debe estar cansada—  aconsejó Darya

La de ojos verdes mar vio la pila enorme de trastes. Meditó un rato y al final giró hacía Ana que se tallaba sus ojitos cansada

— Bien, tienes razón— suspiró

Ana que ya tenía sueño, abrió sus perezosos ojos al escuchar el ruido de las cazuelas y demás trastes a su alrededor notando que algunos se estaban fregando solos y otros se estaban guardando donde correspondía ya limpios y secos

A eso me refería—  pareció festejar Darya— ¿Sabes? Creo que si lo usaras-

— Vino Valentina a verme— cortó Talya las palabras de su amiga

... ¿Qué? preguntó después de un largo silencio— ¿Te ofreció trabajo?


— Sip... quiere a Dark Widow— murmuró por lo bajó cuando notó a Anastasia irse hacía la parte frontal de la cafetería

Oh... después de todos estos años... ¿y aceptaste?

— ¡¿En serio?! ¡¿Crees que fui capaz de volver a esto después de lo que pasó con Ana?! — interrogó en un susurro hacía el teléfono

Pues... tus deudas te están por ahogar, Talydijo Darya de forma preocupada

— Sé que sí, pero sí hago esto lo más probable es que tenga que correr y esconderme otra vez, y sabes bien que esa no es la vida para una niña— habló con impotencia e ira de las circunstancias

Que esa niña este viva es un milagro, y bien sabias que siempre tenías que correr sí venias conmigodijo con suavidad Darya sabiendo que la joven madre la estaba pasando difícil— ... pero también sabes que te apoyo, y sí tu corres, yo corro

Talya sonrió agradecida con Darya. Ella siempre la apoyaba y era su hombro para llorar en los tiempos difíciles

— ¿Y cómo te va con John?— preguntó cambiando de tema la pelirroja

Bueno... el parece querer algo serio, y creo que yo también estoy lista para ellosuspiró Darya cual colegiala enamorada— es como sí pudiera ser yo misma sin necesidad de ocultar nada

— Me alegro mucho por ti, Dary... — musitó algo triste Talya, pero no era envidia, era más bien melancolía

Darya estaba formado su propia vida después de todo lo que le había hecho la Habitación Roja, pero sabía que Darya dejaría todo por protegerla y no la quería arrastrar con sus problemas

Yo se que pronto encontraras a alguien que te haga feliz, además, Ana merece una figura paternal, ¿no crees?

— Creo que ahora soy capaz de buscarme a un vejete rico para que me pague las cuentas a cambio de sexo— fue sincera la pelirroja— el amor no es algo que este en mis planes, solo quiero que Ana tenga una vida

Pero cariño... ¿y tu vida?

Talya no necesitaba tenerla de frente para saber que la veía preocupada

—... Ana es mi vida

Un suspiro triste se escuchó del otro lado de la línea. La ojiverde supo que tal vez Darya estaba por sermonearla así que decidió huir de ello

»— Okay, me tengo que apurar, luego nos hablamos

No se te ocurra colg-

— ¡Bye!

Y cortó la llamada sabiendo que Darya se enojaria por no dejarla terminar





























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El viento helado de Febrero golpeaba sus mejillas poniéndolas frías y rojas. Anastasia venía casi dormida entre sus brazos por lo que Talya quería llegar lo más rápido posible a casa y descansar un poco

Apenas entró al edificio de departamentos, suspiro con comodidad ante la cálida calefacción del lugar divisando al señor Collins, un hombre bajito y calvo con cara de estar de malas, pero ese solo era su rostro, él era muy buena persona

— Hola señor Collins, me alegra verlo, yo-

— Lo siento mucho— suspiro bastante entristecido el hombre— querida, ya no puedo esperarte más con la renta

Talya sintió como sí alguien la hubiera bañado en agua helada y luego le hubieran dado un puñetazo en el estómago

— ¿Que... ?

— Niña... perdón... pero no eres la única con deudas— dijo con pesar limpiándose la frente con un pañuelo— te esperamos a la hora de siempre, pero tardaste demasiado así que desalojaron y dejaron tus cosas en la bodega

—¿Perdón... ? ¿Tiraste mis cosas a la calle?— interrogó con los ojos llenos de lágrimas que no derramó. No frente a Anastasia

— Están en la bodega, puedo cuidarlas hasta que encuentres un lugar... pero el departamento ya lo están ocupando otras personas, ya hasta me dieron seis meses adelantados

— Pe-pero...

— Mami, ya tengo sueño— se quejó Anastasia sobre su hombro

— Sí, mi amor, ahora vas a dormir, espera— pidió en un susurro que le encogió el corazón a el hombrecillo

— Lo siento niña, de verdad... sé que estás sola pero...

— Debe haber una forma, por favor— susurró Talya con la voz temblorosa— tengo un adelanto de la renta, y se que te he dicho esto muchas veces pero te prometo que pagaré

— Sé que si lo harías, Talya, pero estoy atado de manos, ya no pude esperar más— negó el señor Collins

— por favor... y-yo... pu-puedo limpiar... puedo trabajar de noche aquí, s-se lo ruego...

— Lo siento, puedo ayudarte a hospedarte en algún lado, o pasarte a un albergue— sugirió el hombre conmovido por la joven madre con su hija en brazos

Talya solo negó con las lágrimas al borde de los ojos

— N-no... y-yo... so-solo quiero un par de cosas y me iré— dijo sin voz ante el nudo en su garganta

El hombre no tuvo tiempo de contestar solo viendo desaparecer a la pelirroja con su hija en brazos en dirección a las bodegas. Talya tomó algo de ropa de entre sus cosas esparcidas por el lugar, además de un arma que tenía escondida en una pequeña caja con candado

— Mami, tengo frío— se quejó Anastasia temblando ante las ventisca fría en cuando salieron del edificio

La menor, con ojos perezosos vio a su madre sacar una pequeña cobija que pasó alrededor de su cuerpo y luego la alzó, pero notó que estaban dejando atrás el edificio donde vivían

»— ¿A dónde vamos? Quiero ir a mi cama, quiero ir a casa— pidió

Talya retuvo un sollozo limpiándose las lágrimas escurridiza con rapidez para que su hija no las notará.

— Tranquila, vamos a estar bien— calmó Talya frotando su espalda sobre la cálida manta

Anastasia solo se acurruco cubriendo sus adormilados ojos de las luces de las ciudad mientras su madre caminaba rumbo al metro, que estaba casi solo debido a las horas de la noche, donde se sentó en una pequeña banca con la mirada perdida; las líneas bajó sus ojos marcadas ante lo derrotada que se sentía; y todo su dolor guardado en sus vidriosos ojos verdes turbios

— ¿Mami... ?

Talya giró hacía Ana que la veía aún con los ojos adormilados

— Duérmete mi amor— susurro cubriendola lo más que podía con la manta— shhh... aquí esta mami

Anastasia, cansada y con sueño cayó dormida mientras su madre la arrullaba, y fue cuando la ojiverde se permitió derramar sus lágrimas en silencio, en la soledad del metro a la espera del tren subterráneo

Solo podía ver a su pequeña Anastasia entre sus brazos, dormida y confiada en que su madre cuidaría de ella y la mantendría alejada del peligro, abrigada ante el frío y con comida cuando le diera hambre. Anastasia no notaba que su madre estaba deshecha, ni que lloraba por las noches cuando no la veía; no notaba sus ojeras a través de las risas cuando jugaban. No veía que su madre huía de sus fantasmas y su doloroso pasado.

Talya dejó de llorar limpiándose por enésima vez las lágrimas. Trago el nudo de su garganta y apretó los puños viendo a su hija de nuevo. Anastasia era su pequeña hija y era su deber sacarla adelante, era su pequeño rayo de esperanza y debía mantenerla a salvo, por que una cosa estaba segura: su hija no tendría una vida como la suya

La ojiverde se puso de pie cuando el tren apareció por el túnel frenando frente a ella. La joven madre se puso la mochila y cargo a su hija dormida entre sus brazos

Darya abrió la puerta ante los insistentes toques cuando notó a Talya con los ojos rojos ante el llanto y una dormida Anastasia con ella

— Taly... — no lo pensó dos veces y la dejó pasar de inmediato guiandola al cuarto de invitados donde dejó a Ana dormida

La castaña se sentó frente a la madre derrotada en la isla de la cocina dejando una botella de vodka en el proceso, pero Talya ni siquiera le hizo caso, solo empezó a llorar

— Nos desalojaron— dijo sin voz sollozando lo más quedito que pudo

Darya vio con preocupación a la pelirroja solo viendo con tristeza como ella lloraba

»—... no sé qué haré ahora, Darya... siento que cada vez que trato de mantenernos a flote solo viene otra ola sobre mí—  lloró desconsolada permitiéndose verse débil.

Simplemente ya no podía aguantar más la presión en su pecho

Darya solo bajo la mirada apretando los labios. Tenía una idea de cómo podría salir de todas sus deudas y darle una mejor vida a Anastasia, pero sabía muy bien qué Talya no lo tomaría del todo bien

»— ¿Por qué me pasa esto... ?... Y-yo solo... solo quiero que e-ella este bien... y yo no... yo no puedo, Darya, no puedo

Las facciones de la castaña se endurecieron ante el llanto dolorido de la menor

»— Esto es demasiado-...

Y Talya sintió su mejilla arder ante la cachetada de su mejor amiga

»— ¡Auh! ¡¿Y eso por qué?!— exclamó sobándose la mejilla roja ante la bofetada

— "¡¿No puedo?!" — inquirió escéptica Darya—¡¿Cómo que no puedes?! ¡¿Tienes idea de lo que estás diciendo?!

Talya hipo limpiando sus lágrimas aún con la mejilla ardiendo

— Y-yo trato Darya-

—¡Sé que sí! ¡Pero eres una madre!— exclamó aún con su tono moderado para no despertar a Ana— Si tu te rindes, bien, pero no sólo eres tú, tienes a esa niña, y esa niña la tienes que cuidar del frío, darle de comer, amor y estabilidad..



Los labios de la pelirroja temblaron mientras solo sollozaba en voz baja

— Ya... no sé cómo, a este paso tendré tres empleos— lamento llena de impotencia


— Pero no estás viendo la oportunidad que tienes enfrente— dijo Darya ganando una mirada interrogante de Talya—: Valentina

La ojiverde se tenso tragando grueso

— No creo que-

— Sé que no te gusta el hecho de volver a usar tus habilidades... pero esta tal vez sea la única opción para que tú y Ana tengan una vida estable, más sabiendo que ella... — la castaña no fue capaz de terminar la oración—... sabes que perfectamente qué necesita más que un inhalador

Talya saco su celular, que no era muy moderno, con las manos temblando

»— Eres una madre... debes enfrentar lo que la vida te mande por tu hija

— Tienes razón— susurró Talya limpiando sus lágrimas con la manga de su suéter— pero podías habérmelo dicho sin esa cachetada

Ambas viudas rieron causando que el ambiente se volviera más ameno y menos triste

»— Tienes la mano pesada— gruñó Talya sobándose la mejilla

— Lo necesitabas— se alzó de hombros Darya

Suka «perra»

Darya le dio un beso volado haciendo reír a la pelirroja mientras servía Vodka en dos pequeños vasos

—Sé que saldrás de esta... eres una madre; siempre te levantas a pesar del dolor— dijo la castaña alzando su pequeño vaso.

Talya tomó el suyo y asintió con esa inusual determinación brillando en su verdes

— Todo es por ella

— Pues... por ella— brindó Darya chocando el cristal de los vasos para ambas beberlo de golpe

Después de unos cuantos tragos, la madre se fue a la habitación donde Ana dormía con tranquilidad hecha bolita bajo las densas cobijas. Talya sonrió peinando un mechón rojizo de su rostro, con sus ojos llenándose de lágrimas. Ella era su única esperanza en la vida, su razón de vivir, su pequeña adoración. Justo cuando se sentía más desolada que nunca ella había llegado a su vida dándole una nueva razón para seguir... y solo por ella valía la pena el dolor

— Duerme, mi amor... mami te cuida... siempre— prometió en el silencio de la habitación.

Limpió sus lágrimas de nuevo mientras abrazaba a su pequeña de forma protectora. Tenía que hacer lo que sea por ella, aun si eso implicaba perder parte de su humanidad































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— En serio estoy, muy, muy, feliz de que aceptaras—  dijo Valentina bebiendo de su café con la vista puesta en la niña que estaba en los columpios

Talya mordió su labio sin perder de vista a Anastasia

— ¿Y cuál es el objetivo?—  fue directo al punto

Valentina sacó su tableta con la emoción brillando en sus ojos

— En realidad es "objetivos"— corrigió— por eso es tanto dinero. Son cuatro millones por cabeza

Talya abrió y cerró la boca sin saber qué decir, ¿a quien tenía que matar?

— ¿Es el presidente de Estados Unidos y la reina o que?— rió con escepticismo

— No en realidad... pero a mis clientes les han causado problemas, y los quieren muertos al costo que sea— explicó como si relatará el Clima Valentina— en fin

Talya tomó la tableta para perder el aliento al ver a la persona que debía asesinar

— ¿El capitán América?— interrogó sin aire en los pulmones

— Es al primero que quieren que caiga

— ¡Es un vengador!— gritó en un susurro para no llamar la atención

— Lo sé, pero también es humano y puede morir

Talya relamió sus labios con el corazón latiendole con fuerza y las entrañas retorciéndose en su estómago de forma desagradable

»— Son millones por cabeza

— ¿Quienes son los demás?— se atrevió a preguntar a pesar de que no quería saberlo

— Pues... Black Widow... Hawkeye... y el Soldado del Invierno— dijo sin darle demasiada importancia Valentina

Talya apretó los párpados con un enorme peso cayendo de su pecho al estómago al ver en lo que se había metido

— Necesito más que solo cuatro millones por cabeza— exigió con seguridad

Valentina alzó una ceja pero de inmediato sonrió

— Esa es la viuda que conozco— canturreo feliz— ¿Cuánto?

— veinticinco millones y una nueva vida... ya no dejaré que Anastasia huya de mi pasado— musitó con suavidad viendo a la niña deslizarse por un tobogán

— Hecho— afirmó Valentina mostrando el resto de los objetivos- sabía que podía contar contigo

Talya solo se quedó viendo a su hija, era por ella y para ella todo lo que hacía. Solo por ella...





































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¡¡Aquí el primer Capítulo!!
Los días de actualización serán los sábados

Una pequeña notita antes de terminar: Este fanfic comenzó siendo un "What if...?" sobre Phoenix que escribi para Chirlenruiz7, (así es, ya se leyó todo) así que si encuentran el nombre de "Thaily" o "Thai" en vez de "Talya" haganmelo saber para editarlo

Sin más, gracias por leer

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