✧*:.。. Capítulo Ocho .。.:*✧
No había podido dormir absolutamente nada. Apenas comenzaba a dormir un poco cuando soñaba a ella con Ana y como una sombra oscura se la quitaba de los brazos llevándosela lejos. Tanta era la sensación de pánico y agonía en pensar en perderla que casi devolvió la comida en su estómago mientras ahogaba un grito en su garganta.
El desayuno había sido completamente incómodo y tensó, dónde apenas y probó el café con el estómago hecho una desagradable nudo. Se concentró en su hija y en cuantos besos le daría apenas la tuviera entre sus brazos.
— Congelaron mis cuentas, el dinero que gané cuando "mate" a Rogers ya no lo tengo— dijo Talya caminando a la par de Wanda por un barrio muy pobre con grafitis en las paredes y chicos seguramente drogándose
Natasha, Melina y un Bucky que había insistido en acompañarlas a pesar de que le habían dicho que reposara las seguían desde atrás.
— ¿Fue Iván?
— Es lo más probable. Seguramente quiere verme desesperada. Suerte que tengo algunos trucos bajo la manga
Wanda vio con una mueca como entraban a un edificio de departamentos rayoneado con grafitis, los botes de basura saltaban un desagradable hedor, y había chicos de no más de quince fumando lo que parecía yerba en las escaleras
— ¿Por qué vinimos aquí? ¿Aquí es donde te quedabas? — preguntó Wanda no muy segura de querer saber la respuesta
— No, de hecho era un lugar de emergencia en caso de que algo saliera mal. Alguien me espera en uno de los departamentos— explicó subiendo por las apolilladas escaleras—… creo que hubiera preferido verlas en el aeropuerto— suspiro lo último queriendo sacar a Ana de ese lugar tan decadente
— ¿A quién esperas ahí dentro? — preguntó Natasha notando a su hija sacar un arma de debajo de su chaqueta marrón
— Es una aliada
— ¿Es de fiar? — preguntó esta vez James
— Le confío lo más sagrado que tengo— fue todo lo que respondió mientras metía la llave en la cerradura abriendo la puerta y alzando el arma de inmediato
Avanzó a pasos lentos por el recibidor en dirección a la sala de estar. Había demasiado silencio para su gusto.
— ¿Sabes? Esperaba algo diferente de mi primera visita a Nueva York
Una sonrisa ladeada se extendió por los labios de Talya
— No especificaste. Al menos conociste algo… diferente
Ambas cruzaron el umbral de la cocina al mismo tiempo con el arma alzada.
— Más te vale que me lleves a conocer un lugar turístico que valga la pena— demandó Darya bajando el arma
— Lo prometo
Sin más, ambas se dieron un fuerte abrazo. Uno en el que la castaña aprovechó y le dio un zape a la pelirroja
»— ¡Auh! ¡¿Y eso por qué?!
— Por asustarme— contestó Darya alzándose de hombros— Hola
Wanda alzó una mano de forma tímida a modo de saludo
— Hola— contestó Natasha extrañada
— Darya Sokolova, no hace falta que se presenten, me sé sus nombres— estrecho la mano de los Vengadores y Melina
— Dary, ¿dónde está?
— Esperando que la encuentren— señaló Darya hacia un armario
Sus verdes azulado esta vez vieron hacia una puerta algo desgastada, sonriendo con dulzura mientras iba hacia la puerta
— ¿Luciernaga? ¿Estás ahí? — llamó dando unos pequeños toquecitos a la puerta
Melina vio expectante la puerta. Tenía demasiado que no sabía de la niña, y no había registros de ella en ningún lado. Al parecer Talya se había empeñado en que nadie supiera que tenía una niña.
— ¡Mami! — se abrió la puerta de golpe dejando ver a la niña de un flamante cabello rojo lanzándose a los brazos de su madre
Natasha y Bucky abrieron la boca levemente sin atinar a decir nada, solo viendo con incredulidad la escena. Wanda estaba igual.
— Hola mi niña, te extrañe— dijo Talya olvidando por completo a quienes estaban tras ella con la boca abierta
Ana abrazó a su madre feliz de verla después de tanto tiempo separadas. Talya la alzó besando con mucho cariño sus mejillas
— Mami, tía Darya y yo estuvimos en un avión— contó emocionada la niña— ¡Y volamos!
— ¿Si? ¿Y no te dio miedo? — le siguió la conversación peinando sus cabellos rojos con cuidado
— Nop, fue divertido— afirmó Anastasia— mira mami, cuide bien de él— exclamó orgullosa sacudiendo su osito
— Esa es mi niña, muy valiente— felicitó dándole otro beso en la frente
— Te extrañe, mami. Pero este juego me gusto
La ojiverde acarició la mejilla de Ana con cariño bajandola al suelo
— Lo hiciste muy bien. Te mereces un regalo
La mirada azulada de Ana se iluminó sonriendo feliz. Luego notó a los adultos que la veían de manera extraña, retrocedió abrazando a su oso contra su pecho
— Mami, ¿ellos quiénes son? — preguntó Ana abrazándose a las piernas de su madre
Talya recordó al resto, volviendo a la realidad de que tenía que poner a salvo a Anastasia. Sonrió tímida a los Vengadores sosteniendo la manita de la niña.
— ¿T-tienes… ? ¿Es tu hija..? — preguntó Natasha sin aire en los pulmones
— Sí. Ana, saluda, son… unos conocidos que ayudarán a mami— explicó Talya con algo de duda sin saber que esas palabras lastimaron al matrimonio aún más
— Hola
Talya sonrió ante el tímido saludo de la niña
— Hey, te quiero presentar a alguien
Wanda se encontró con los ojos de Talya, quien la invitó a acercarse con la menor. La pelinaranja se agachó a la altura de la niña, sonriendo con lágrimas sin poder evitarlo
»— ¿Recuerdas que te conté de la tía Wanda?
Anastasia afirmó viendo a Wanda con algo de duda
— Hola, Ana…
— Hola… ¿Tú eres la tía Wanda? ¿Verdad?
Wanda afirmó, sorprendiendose al sentir los brazos de la niña rodearla
»— mamá me habló mucho de tí… y de Pa-
— ¡Pietro! — dijo Talya de forma rápida— le hable mucho de Pietro también, ¿verdad?
Anastasia afirmó ignorando que su madre forzó una sonrisa que ocultaba mucho
— Oh… pues, estoy feliz de oírlo— rió Wanda sintiéndose como si tuviera a parte de su familia de vuelta— encantada de conocerte Ana
Las tres estaban en su burbuja, con Darya viéndolas con una sonrisa. Completamente ajenas a que Natasha parecía a punto de desmayarse y Bucky a nada de tener una crisis nerviosa. Sus mentes se habían llenado aún más de interrogantes, y de súbito se habían puesto en blanco, como si todo se hubiera ido a la vez. Solo había un vacío interminable en donde hacía eco "Tiene una hija" "Tiene una hija" una y otra vez
— Okay, debemos salir de aquí— Talya los sacó de su estupor poniéndose de pie— trae tus cosas Ana, ¿Si?
La niña afirmó yendo hacia una de las habitaciones y fue cuando Talya giro hacía los Vengadores pasmados y Melina
»— siento no haber dicho nada de Ana pero… no quería arriesgarme en nada
Natasha afirmó de forma robótica. No encontraba palabras en su vacía mente en Shock
— ¿Cuántos años tiene? — preguntó Wanda
— Tiene cinco…
Wanda abrió la boca para preguntar más, pero Talya alzó la mano interrumpiendola.
»— Te explicaré todo, pero ahora quiero que Anastasia esté lo más a salvo posible
La Sokoviana afirmó guardando sus dudas por el momento
— Lista— dijo Ana con su mochila en su espalda
Darya traía consigo una pequeña maleta, que tomó con rapidez barriendo el lugar con la mirada tratando de ver que no dejaran nada. Talya se agachó de nuevo abrochando el abrigo de Anastasia. No quería que la brisa fresca la hiciera empeorar en sus padecimientos.
»— ¿A dónde vamos? ¿Ya tenemos la casa que dijiste que me llevarías?
Talya sonrió ocultando su dolor sabiendo que había fallado en esa promesa
— Aún no, pero lo haremos— susurró dándole una sonrisa cálida— ahora tendremos una pequeña aventura tu y yo y luego iremos a casa, ¿Si?
Sin más tomó su mano dándole una mirada atenta a Darya
— Podemos irnos— afirmó en un asentimiento la castaña
Talya prefirió cargar a Anastasia al menos hasta salir de aquel barrio de mala muerte y llegar al auto. Completamente ignorante de la lucha interna que tenía el matrimonio que la veía de cerca, y a quien veían con más detenimiento era a la niña, con un cabello igual de ardiente que el de su hija, y también eran sus facciones, pero sus ojos, esos ojos eran diferentes, de un bonito color azul como dos brillosos océanos profundos.
— Mami, tengo hambre… — escuchó Natasha decir a Anastasia, pero aún cuando estaban unos pasos frente a ellos el sonido estaba distante, como un eco que retumbaba en su trabada mente
Había pasado de sentir que podía tener a la niña que perdió, a esa bebé que había sido cruelmente arrebatada de entre sus brazos, a ver que había crecido y tenía a su propia hija.
Pero, ¿Cómo es que su hija era madre? ¿En qué momento se había embarazado? ¿Quién era el padre de esa niña? ¿Talya había estado sola con esa niña por cinco años? ¿Cómo es que había logrado tenerla? Tantas preguntas y todas sin respuesta, y la mataba por dentro no poder acercarse a hablar de todo lo que había perdido por veinte años.
—… ¿Nat? — llamó Melina sacando a Natasha de su ensimismamiento
— ¿Eh… ?
— No hay problema, ¿verdad? — volvió a preguntar Talya
— ¿De… ? ¿Perdón?
Talya vio confundida tanto a Barnes como a Romanoff ante sus caras de confusión. Estaban algo extraños y muy perdidos desde que habían salido del departamento
— ¿Que si no hay problema con que lleve a Ana a comer?— repitió la pregunta con lentitud como si hablará con dos niños pequeños— ví un McDonalds aquí cerca. Ana ama las cajitas felices, así qué…
— N-no… no hay problema— asintió atropelladamente James dándole una sonrisa a la niña
Ana saltó emocionada dando pequeños brincos hasta el auto, donde cantaba una canción infantil sujeta de la mano de su madre viendo por la ventana con curiosidad, casi pegada al vidrio. Natasha de vez en cuando giraba a los asientos traseros viendo a su hija y a su… nieta, sonreír y hablar completamente concentradas en ellas y en hablar durante el tiempo que no habían estado juntas.
Los ojos verdes azulado de Talya brillaban con adoración al ver a esa niña, con cariño y ternura mientras peinaba sus mechones rojos. Pasaron a McDonalds y le compraron su comida a la niña, además de el almuerzo para ellos, decidiendo tomar un pequeño respiro de la situación quedándose en un parque, donde Talya sostenía la comida de la niña limpiando sus labios de vez en cuando.
— Quiero ir a jugar— pidió Ana señalando los juegos para niños moviendo sus pies de forma hiperactiva
— ¿A dónde? ¿El tobogán?
Anastasia asintió con efusividad esperando que su madre le diera permiso para salir corriendo.
»— Bien, vayamos-
— Pero tú no has comido casi nada— señaló Natasha la hamburguesa apenas mordida.
— Además apenas y desayunaste esta mañana— añadió el azabache dándole un sorbo a su refresco
Los padres habían notado que Talya estaba más al pendiente de su hija que de sí misma.
— Talya, tú quédate a terminar de comer, yo la cuidare— se ofreció Wanda
— ¿Segura? Es mi hija, yo puedo-
— Sé que es tu hija, pero no por eso debes quedarte sin comer— dijo Natasha con el ceño fruncido
— Eso le he dicho muchas veces, o que se tome un descanso en donde yo cuide a Ana, pero es demasiado terca para escuchar— dijo Darya causando que Talya girará los ojos
— Es solo una madre— sonrió Melina
— Tú siéntate, yo la cuido— dijo más a modo de orden Wanda— quiero conocer a mi sobrina
— Okay, okay— accedió ante la insistencia— Anastasia, pórtate bien con tu tía Wanda
— Si mami— dijo ya corriendo hacia los juegos
— ¿Y mi beso?
Anastasia regresó sobre sus pasos dándole un beso en la mejilla a su mamá
— Te amooo— canturreo la niña corriendo de nuevo tomando la mano de Wanda
— No más que yo a ti…
Natasha sin saber por qué tuvo muchas ganas de llorar. No sabía si era por el hecho de todo lo que se había perdido, o por ver que su hija tenía una vida lejos de ella, o quizá también lo que ella no había podido tener con Talya nunca, y que estaba segura jamás iba a recuperar.
— Soy yo ¿o creció en estos casi tres meses que no estuve con ella? — preguntó en dirección a Darya mientras comía. Apenas y entraba en cuenta de que tenía mucha hambre
— Creo que eres tú y tu primera vez en estar lejos de ella tanto tiempo— contestó Darya con diversión— recuerdo que lloraste cuando la dejaste en la puerta del preescolar
Las mejillas de la menor se pusieron rojas, sonriendo apenada del recuerdo, pero simplemente no lo había podido evitar.
Talya siguió comiendo en silencio, con el peso de la situación volviendo a sus hombros. Tenía que enfrentar a Iván después de cinco años y no se sentía preparada, creía que era un fantasma que había dejado atrás después de mucho, y que su única preocupación en adelante tendría que ser darle estabilidad y una vida plena a Anastasia.
— Es una rata, se oculta en la oscuridad— murmuró Talya de la nada masticando despacio tragando a pesar de que de repente sintió que masticaba cartón duro
— ¿Sabes dónde está? — preguntó Melina notando su mirada ensombrecida
— No… nunca está en un lugar estable realmente. Solo sé que si no está en su casa probablemente está bebiendo hasta caer ebrio— contestó como si nada— tiene un montón de hombres que trabajaban para él, y una red de trata de niñas que él manejaba en persona para Dreykov. Se encargaba de seleccionar a las niñas que creía lo suficientemente fuertes y las demás eran desechadas. Era como si seleccionará ganado
— ¿Y no has sabido nada de él desde que huiste?— preguntó Natasha
— No. Solo corrí y no mire atrás
James notó la culpa en los ojos de Natasha, y como se tragaba las lágrimas en silencio de nuevo por enésima vez en el día.
— ¡Mami! — llamó en el suelo Anastasia sollozando ante un raspón en su rodilla
La joven madre de inmediato se puso de pie de un salto yendo hacia la niña que derramaba algunas lágrimas viendo su rodilla con algo de sangre. Natasha se había puesto de pie de inmediato sin poder evitarlo, había sido como si algo hubiera saltado de repente dentro de su pecho.
— ¿Qué pasó? ¿Qué tienes? ¿Puedes respirar? ¿Te duele el pecho? ¡Respira hondo! — balbuceo Talya llena de pánico buscando el inhalador en su bolsa con apuro
— Se… raspo la rodilla— susurró Wanda algo extrañada de todo el bombardeo de preguntas de Talya con la niña, que le hablaba como si estuviera teniendo un ataque respiratorio o algo parecido
— O-oh… ¿te raspaste la rodilla?
Anastasia afirmó aún con sus ojitos llenos de lágrimas
— Oh, mi amor, me asustaste— suspiro Talya poniendo una mano en su pecho ante el susto
Natasha sonrió débilmente a la niña limpiando sus lágrimas.
— Ya, ya… — dijo Natasha soplando sobre la rodilla para que el ardor se fuera— está bien, nada pasó, estás bien— Ana vio a Natasha con algo de curiosidad, su rostro le era familiar— el dolor solo nos hace más fuertes
Talya sonrió a Natasha notando algo extraño el acercamiento, pero por alguna forma le había agradado.
— Okay, mi amor, solo es un pequeño raspon— dijo Talya limpiando sus lágrimas con cariño besando su frente— ya está mi luciérnaga, eres muy valiente, mi pequeña guerrera
Ana se puso de pie ya un poco más animada, sin duda había extrañado a su mamá durante ese tiempo.
— Lo siento, sólo tropezó de repente— se disculpó Wanda
— No, no, no… Está bien. Los niños corren y se caen seguido, no tardan en levantarse y seguir corriendo de nuevo
Aún estaba hablando cuando Anastasia se levantó para ir hacia el tobogán de nuevo, salvo que esta vez acompañada de Natasha. Era extraño ver a la ruda Black Widow cuidando a una niña, además de que parecía atenta con la menor, como si fuera algo suyo.
Talya se volvió a sentar a comer viendo fijamente a Anastasia jugar en compañía de Wanda, que estaba más protectora después de que Anastasia se cayó. Bucky veía con una sonrisa como Natasha estaba pendiente de la niña, y la imagen de la pequeña pelirroja con su esposa le gusto mucho, era como hubieran recuperado una parte de lo que Iván les había quitado.
— ¿Está enferma? — preguntó Melina a Talya, captando la mirada de James
— Es muy enfermiza. Es propensa a enfermedades respiratorias— dijo la pelirroja con una mueca
Melina vio a la niña pasar las barras con Wanda casi debajo de ella para atraparla, algo que se veía bastante cómico. Al final Anastasia festejó junto a su tía Darya haber llegado al final sin caer.
»— ¿Quien te envió? — preguntó de forma súbita hacia Melina—; hace más de tres años, en ese parque
Melina entendió que ya la había reconocido. No sabía si decirle la verdad de que sabía quienes eran sus padres, o si solo decirlo a medias. Opto por lo último sabiendo que decir la verdad no le correspondía a ella.
— Ana me dijo que te habían liberado… y solo fui a ver que estuvieras bien, además de que quería asegurarme de que Iván no te siguiera— explicó la azabache— cuando vi que no estabas sola, me fuí
— ¿Y por qué tanta preocupación por cuidar de mi? Eso es justamente lo que no entiendo— habló con recelo. Tal vez me estaban tendiendo la mano pero aún así no podía evitar sentir desconfianza. Algo aún no le cuadraba
Melina y James se vieron entre sí con algo de duda. Era demasiado que decir y sinceramente un parque no era el lugar para discutirlo.
— Ana me dijo que te hicieron pruebas cuando eras una niña, varias de ellas fueron para programarte… y sabemos que Iván tiene los códigos para eso— comenzó a decir Melina— con todas tus habilidades y el que seas controlada, creímos que-
— Creyeron que Iván va a utilizarme como un arma para levantar de nuevo la Habitación Roja— terminó de decir soltando una pequeña risa bastante sarcástica— Así que por eso están preocupados por mi: soy el arma al que deben poner bajo llave— acusó con cierta molestia y dolor
— No, definitivamente no eres eso— se apresuró a decir Bucky— solo queremos detener a Iván
— Si… y para ello deben "proteger" al arma que creó junto a HYDRA, ¿verdad? — inquirió con acidez— es por eso que hacen todo esto. Los Vengadores salvando a la humanidad de nuevo de amenazas como yo… tiene sentido
— Nosotros jamás te creímos un arma, o te trataremos como ello— insistió James con algo de desesperación en los ojos
Talya negó poniéndose de pie viendo a su hija.
— Ya lo hicieron… — susurró apretando los labios— escuchen, no buscó problemas con ustedes, ni obstaculizar el que quieran atrapar a Iván. Ayudaré a detenerlo todo lo que pueda, pero ya no me arriesgaré; no puedo por que tengo una niña, y esa niña depende de mí, y no la voy a dejar sola— declaró con dureza viéndolos con sus ojos ardiendo— pero quiero que tengan claro una cosa: si alguien de ustedes atrae atención hacia mi hija, hace que algo salga mal o amanece con hacerle algo a ella; no dormiré, no descansaré hasta hacerlo pedazos, no me importa si tengo que hacer un pacto con el mismo diablo en persona, con mi hija nadie, absolutamente nadie, se mete, ¿quedo claro?
Los azabaches solo atinaron a asentir ante esos verdes severos y duros, tan afilados y amenazantes como dagas.
— ¡Mira mami! — llamó Ana teniendo algo en su pequeña manita
Talya de inmediato suavizó sus facciones viendo a su hija con curiosidad
»— Lo encontré en la planta allá. ¡Haz el truco! ¡Haz el truco! — pidió dejando ver en su manita el botón un poco verde de una flor
— ¿Quieres que haga el truco? — susurro con complicidad— Bien, hagamos el truco, tu me ayudas— le sonrió sosteniendo la manita de Anastasia entre las suyas
Los ojos de Anya brillaron viendo expectante como el pequeño botón de la flor se abría delicadamente, con sus rosados y casi blanquecinos pétalos bailando como si estuviera viva, flotando suavemente sobre su mano.
— Magia
Talya le sonrió arrugando la nariz con ternura
— Si, magia. Ya hay que irnos
(•••)
— Woooooooow..
Talya rió al ver la boca abierta de Anya cuando vio el enorme complejo de los Vengadores frente a ella, que estaba rodeado de un enorme campo libre y tenía un bonito lago con muelle.
— Tienes muchas cosas que contarme— susurró Darya al lado de Talya
— ¿Vamos a vivir aquí? — preguntó Ana a su mamá
— Solo será temporal, amor. Luego cuando mamá termine aquí, buscaremos una casa solo para nosotras, ¿si?
Anastasia afirmó tomando la mano de su madre entrando al complejo. Tanto Darya como Anastasia tenían el mismo rostro de asombro ante el lugar, todo lo contrario a Talya que solo quería algo de paz, quería volver a correr a su empleo, luego al preescolar por Ana y al final contarle cuentos hasta que se durmiera. Tal vez se había endeudado y seguido estaba cansada de correr por todas partes, pero era una vida tranquila, donde su único mundo era Anastasia.
— Hasta que llegan, ya se habían-… — Tony frenó sus palabras al ver a la niña de la mano de Talya—… tardado
La ojiverde frunció los labios viendo con una sonrisa a la menor, que se aferró de nuevo a sus piernas cuando vio a todas esas personas desconocidas verla algo raro
— Uhm… Ella es Anastasia— dijo acariciando sus cabellos para calmarla— mi hija… Prometo que no dará problemas, es una muy buena niña, y esto solo será temporal
Tony no sabía que decir, solo afirmó viendo a Natasha y Bucky buscando respuestas, mismas que ni ellos sabían.
— Mami, quiero ir al baño
Talya ignoró las miradas sobre ellas yendo hacia su habitación siendo seguida por Darya enseguida.
Yelena no perdió tiempo y fue hacia Natasha, viendo varias veces en dirección a donde su sobrina y la niña se habían ido
— ¡¿Eres abuela?! — preguntó en un susurro incrédulo
—… Eso parece— afirmó dudosa Natasha
— Oh por Dios… soy tía abuela. Apenas procesaba el que soy tía y ahora tengo una sobrina-nieta— balbuceo Yelena
— Oh, que rápido crece la familia, me muero por contarle historias sobre el guardián Rojo— comenzó a decir Alexei
— Alexei
— ¿Si?
— Cállate— gruñó Natasha
Mientras tanto en la habitación de Talya, Anastasia había caído dormida en su cama como si le hubieran drenado la energía de un momento a otro. Había sido una noche agitada para ella, saliendo a mitad de la madrugada y tomando un vuelo.
—… pero… ¿cómo es que te dejaron tan absuelta de todo así como así? No entiendo, nadie da su confianza de la nada— pensó en voz alta Darya después de que Talya la hubiera puesto al tanto de todo mientras doblaba la ropa que Anastasia había podido llevar
— No lo sé, pero no confío en ellos del todo… hay algo que no me cuadra. Si yo lo he de saber. Soy una madre y tengo esa… esa… ¡Punzada! — atinó a nombrar
— Pero no tienes opción, tienes que cooperar para que atrapen a Iván de una vez por todas— replicó la castaña sentándose en un sofá
— Solo estoy aquí por Wanda, es la única que tiene mi confianza
— ¿Y qué hay de Rogers? El aún después de que le metiste cuatro balas sigue confiando en tí
— Si… es escalofriante, comienzo a pensar que es un mutante o algo parecido— bromeó poniendo los ojos en blanco— ¿Viste como me miraron cuando vieron a Anastasia conmigo?
— ¿Sorprendidos?
— No, como una chica que no pudo mantener sus piernas cerradas— susurró conteniendo su coraje guardando la ropa de Anastasia con algo de violencia en los cajones— odio cuando las personas juzgan sin conocer… solo ven lo que quieren ver
— Es cierto… y, ¿Sabes que es lo que veo yo?
Talya entre cerró los ojos hacia Darya. La castaña se levantó con una sonrisa haciendo a Talya verse al espejo
»— Yo veo ahí a una mamá luchona
La pelirroja contuvo una carcajada ante lo dicho por Darya
— Sabía que dirías algo como eso
— Espera, no es todo. Veo a una mujer fuerte, trabajadora, muy amorosa con su hija, que hace de muchas profesiones y papeles a la vez
Una sonrisa conmovida apareció en el rostro de la ojiverde
»— y ahí está la tía rica y hermosa
Esta vez ambas rieron bajo para no despertar a Anastasia. La pelirroja recargo la cabeza en el hombro de Darya y la vio con agradecimiento a través del reflejo del espejo
— ¿Qué haría sin ti, Dary?
— Tendrías canas, y no comerias— fue sincera la castaña— alguien tiene que recordarte que tu también eres un ser humano con una vida
— Yo vivo para mi hija
— ¡Y volvió la madre luchona!
☽ ═════ ✧.༺ 𝓓𝓪𝓻𝓴𝓼𝓲𝓭𝓮 ༻.✧ ═════ ☾
Natasha y Bucky por fin saben que son abuelos!!
Casi les da algo a los pobres JAJAJA
Talya es una madre muy celosa y créanme cuando les digo que cuando se trata de su hija, no perdona, así que pronto veremos a mamá oso enojada
Nos leemos~
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