—— BLUE VALLEY ——

Los años habían pasado, lejos quedaba el recuerdo de lo que sucedió aquella noche de Navidad y lejos quedaba lo que les sucedió a los Tyler. La Sociedad de la Justicia se había vuelto un fantasma de otro fantasma, donde quienes habían vivido aquella vida, de forma directa o indirecta, buscaban la forma de fingir que nada había pasado, que la palabra "normalidad" hacia alusión a una vida monótona y aburrida.

Para Skylar, aquellos diez años les había pasado en mejor o peor forma, todo dependía de la perspectiva que se le diera. La chica tenía que fingir que su padre era un hombre que había muerto en un accidente de tráfico años atrás y que lo que podría ser "magia" no existía. Había noches, cuando no podía dormir atormentada por el recuerdo de su progenitor, que descendía al sótano, donde Pat, su "tio", tenía escondida la vara cósmica y toda la información sobre la Sociedad de la Injusticia. Una vez en él, abría la especie de caja donde se hallaba la vara y la miraba, recordando su brillo y cuando su padre la montaba en ella para que viera que también podía ser como él, pero la vara nunca había brillado con ella. A veces, Skylar pensaba que se debía a que no era una digna sustituta de su padre, otras que se debía a aquel incidente que casi la costó la vida a los cinco años, había incógnitas respecto a ello, pero a una así la gustaba pensar que en algún momento de su vida podría tomar la vida que acabó con la de su padre y el resto de miembros.

—Sky, a que Nebraska es un aburrimiento.— Mike miró a su prima, haciendo que la chica le mirase.

—Estoy con Mike, tío Pat.— Respondió Skylar mientras se cruzaba de brazos.

—Allí habrá tranquilidad y ningun graffiti.— Advirtió Pat mientras se marchaba.

—Desearía que una caja se cayera encima mio para ahorrarme este infierno.— Murmuró Skylar mientras caminaba hacia el coche.

—Somos dos.— Dijo Mike mientras se subía en él.

—¿Por qué no le has convencido?— Courtney se acercó a Skylar, aunque la primera no tolerase a Pat no era el caso con Skylar, ambas, de alguna forma, habían congeniado.

—¿Crees que no lo hice? He hecho todo lo posible. Pero es inevitable.— Se quejó mientras se cruzaba de brazos, al mismo tiempo que quedaba a relucir el collar que Sylvester la había regalado antes de morir.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

Skylar miró de forma disimulada hacia la ventana, desde que se habían subido en el coche lo único que había hecho había sido ponerse a dibujar, mientras escuchaba música. No la gustaba la idea de irse de California, menos aún ir a Nebraska, pero cualquier sitio sin gente era mejor para ella, sobretodo porque así podría pasar desapercibida a la hora de usar sus poderes.

—Skylar necesito tu ayuda.— Dijo Pat, haciendo que la chica le mirase para poder acercarse y coger entre los dos la caja donde se encontraba la vara. —¿Qué os parece si después vamos a comer algo?— Propuso, haciendo que la expresión de Mike se iluminará.

Después de meter las cajas en el interior de la casa, los cinco comenzaron a recorrer las calles de Blue Valley, mostrando diferentes puntos de vista. Mientras que a Courtney y a Skylar las irritada todo aquello, Pat y Barbara iban, de alguna forma, maravillados. Mike, por su parte iba mirando todo con algo de curiosidad.

—La gente es siniestra.— Comentó Skylar al ver que todos los estaban saludando.

—Es ser amable, Sky.— Respondió Pat con obviedad, mientras la chica rodaba los ojos y se ponía los cascos, para que poco después entrar en una cafetería.

—Mañana empezáis las clases, ¿nerviosos?— Barbara miró a los tres, los cuales la miraron con una expresión de pocos amigos.

—A todos nos encanta la idea de ser los nuevos.— Comentó Mike sarcásticamente.

—Seguro que va todo bien. Hay equipo de gimnasia, Court.— Le recordó Barbara a su hija.

—Y clases de dibujo.— Añadió Pat mirando a Skylar, la cual puso los ojos en blanco.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

—¿Por qué hemos venido a Blue Valley?— Preguntó Skylar mientras bajaba las escaleras del sótano. —Y no es solo por la oferta de trabajo de Barbara. Quiero la verdad.— Pidió mientras se cruzaba de brazos.

—Es la verdad, Sky.— Insistió Pat.

—¿Entonces por qué tienes aquí la vara y el traje de papá? ¿Por que sigues llevando ese baúl con los informes de toda la Sociedad de la Injusticia? Sino fuera importante estarían con el resto de objetos de la Sociedad de la Justicia, no en el sótano de casa.— Alegó Skylar con seriedad, al mismo tiempo que la luz tintineaba alertando de que aquello podía complicar las cosas.

—La vara debe de estar vigilada.— Insistió Pat.

—La vara lleva sin iluminarse diez años. No va a hacer nada, ni tan siquiera creo que alguien se acuerde la JSA. ¿Están aquí?— Skylar le miró mientras se cruzaba de brazos.

—No.— Respondió Pat con tranquilidad, a lo que Skylar respondió encarnando una ceja.

—¿No están o no quieres decírmelo?— Ante su pregunta Pat se quedó en silencio. —Mataron a mi padre, a tus amigos, Pat. Se merecen pagar por ello.— Sentenció Skylar mostrando su enfado.

—Le prometí a Sylvester cuidar de ti, y eso significa mantenerte lejos de la Sociedad de la Injusticia y de este mundo.— Respondió Pat frustrado de que Skylar no fuera lo suficientemente racional como para recordar que la vida de héroe no era tan perfecta.

—Mi padre también quería protegerme, y aun así pasó el accidente. Quiero la verdad, Pat. Siempre me la has dicho.— Insistió Skylar esperando poder convencerle.

—La verdad es que no puedes involucrarte en este mundo, Skylar. Ya hemos hablado de ello muchas veces.— Dijo Pat sabiendo que aquello no la iba a gustar, pero a pesar de ello le había prometido a Starman proteger a Skylar y lo último que quería era que ella corriera el mismo destino que su padre había corrido.

Skylar soltó un suspiró de frustración al mismo tiempo que se daba la vuelta y subía las escaleras para salir del sótano. Evidentemente, Skylar entendía la postura de Pat, sabía que quería protegerla, pero... ella sentía que debía de hacer algo. No era justo que aquellos asesinos estuvieran libres, haciendo sus vidas y, tal vez, haciendo daño a otras personas. No era justo que en el mundo el mal prevaleciera sobre el bien, pero por desgracia, la vida real no era un cuento de Disney.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

Skylar abrió su taquilla, mientras se ponía delante de ella su mochila, sacando algunos libros y cuadernos, junto a un estuche de pinturas y algunas cosas más que no eran del todo relevantes. Odiaba sentirse observada por todo el mundo, pero era lo que tenía ser la chica nueva, la única ventaja que encontraba era que podía excabuirse de la realidad en clase de dibujo, la aliviaba saber que ahí podría centrarse en lo que la gustaba.

—Odio este lugar.— Dijo Courtney apoyándose en la taquilla que estaba al lado de la de Skylar.

—A mi tampoco me gusta, pero no tenemos otra cosa que hacer que resignarnos.— Respondió Skylar mientras cerraba su taquilla y comenzaban a caminar.

—Hola, nuevas.— Dijo una chica de rostro asiático y de pelo castaño con dos mechones blancos. —Soy Cindy y ella es...

—Jennifer.— Se presentó la otra chica que estaba al otro lado de Cindy.

—Courtney.— Se presentó nerviosa.

—Skylar.— Añadió la de ojos castaños, la cual era la que estaba al lado de Cindy.

—Lo sabemos.— Garantizó Cindy con tranquilidad.

—Así que, sois de California ¿verdad?— Preguntó Jennifer mientras las cuatro seguían caminando.

—Sí.— Respondió Courtney con algo de frialdad y de nerviosismo.

—Podríamos quedar.— Propuso Cindy mirando a ambas, las cuales se miraron de reojo.

—Emm, sí, claro.— Respondió Skylar un poco incómoda por la situación.

—Genial. Ya os escribiré.— Sentenció Cindy mientras las cuatro atravesaban el pasillo.

—Ah, mi número...— Empezó a decir Courtney.

—Ya les tengo.— La interrumpió Jennifer confundiendo a las dos chicas.

—¿Y como los has...?— Empezó a preguntar Skylar confundida hasta que Cindy la interrumpió.

—No importa. Oye, deberíais de haceros animadoras. Yo soy la capitana del equipo y busco una segunda al mando.— Propuso, pero rápidamente se pudo observar que ninguna de las dos la gustaba aquella idea.

—Si la segunda soy yo.— Se quejó Jennifer.

—Necesito a alguien que haga espagats.— Sentenció Cindy intentando ocultar su carácter con una falsa sonrisa.

—Estoy practicando. En mi familia tenemos los tendones cortos.— Explicó la chica creyendo que así impresionaria a su amiga.

—Gracias, pero no estoy hecha para ser animadora.— Respondió Courtney manteniendo una sonrisa de nerviosismo.

—¿Y tú?— Preguntó Cindy mirando a Skylar.

—Me encantaría pero este año quiero focalizarme en los estudios.— Mintió Skylar haciendo que Courtney frunciera el ceño confundida.

—¿No queréis ser mis amigas?— Preguntó Cindy haciéndose la ofendida.

—¿Qué? No, no queríamos decir eso. Lo sentimos.— Empezó a decir Courtney nerviosa.

—Vale, no pasa nada. Ya os escribiré o no, adiós.— La interrumpió Cindy para después marcharse.

—Maravilloso, hemos hecho enfadar a la abeja reina de Blue Valley.— Se quejó Skylar justamente cuando sonaba el timbre.

—¿Te veo en la cafetería?— Preguntó Courtney justamente antes de entrar en su clase.

—Claro.— Sonrió Skylar mientras se metía en otra clase, que resultaba ser la de matemáticas.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

Courtney y Skylar caminaron por la cafetería algo desubicadas, todos los asientos estaban ocupados por grupos de amigos, y era difícil que alguna de las dos pudiera encajar en algún lugar. Finalmente, las dos chicas se dirigieron a una mesa donde había dos sitios libres. En ella había dos chicas y un chico, pero ninguno de ellos interactuaba con el resto, por lo que lejos quedaba la posibilidad de que fueran amigos.

—Hola, soy Courtney.— Dijo la de pelo rizado sentándose al lado de Skylar, la cual ni se había presentado.

—Hola, soy Beth.— Se presentó una de las chicas con una sonrisa.

—¿Qué haceis aquí para divertiros?— Preguntó Courtney creyendo que los tres eran amigos.

—Nosotros no somos amigos.— Explicó Beth a las dos chicas. —Esta es la mesa de los parias.— Añadió.

—Habla por ti.— Alegó el chico poniéndose de pies y marchándose, para después robar una caja de galletas.

—¿Oleis algo? ¿A que huele?— Preguntó un chico poniéndose al lado de la chica que estaba al lado de Skylar, mientras que otro chico se ponía al lado de ambas.

—Huele como a puton. ¿No quieres enseñarnos ninguna foto?— Inquirió el pelirrojo intimidando a la chica.

—Dejarla en paz.— Dijeron al unísono Courtney y Skylar, haciendo que Henry, Yolanda y el otro chico las mirase.

—Ey, chica nueva, ¿qué tienes en el teléfono?— Henry le quitó el teléfono a Skylar haciendo que esta se pusiera de pies e intentará recuperarlo, empujando a Henry el cual tropezó con una cocinera, provocando que esta se tirase toda la comida por encima.

—Acompáñame.— Sentenció la directora Bowin agarrando a Skylar del brazo y llevándosela, haciendo que la rubia pusiera una mueca de abatimiento. No podía creerse que en su primer día de clase ya se hubiera metido en problemas, seguramente debía de haber batido su récord.

★★★

Bueno, aquí tenéis el primer capítulo de Dagger.

No se que impresión tenéis de ella en este primer capítulo, pero espero que os guste lo que tengo pensado con ella.

Se que os estaréis preguntando, ¿cuál es el incidente con la vara? Bueno, solo puedo deciros que eso se sabrá más adelante, no es un gran secreto pero lo explicare no tardando, porque sí es importante.

Un punto que quiero recalcar, y no sé si lo he hecho, es la relación de Skylar con Pat y con Courtney, la primera la veo un poco como la de un padre y una hija, a fin de cuentas él la ha cuidado; y la segunda... bueno, es más una especie de amistad.

Para aquellos que tengan dudas, Rick y Skylar no se han reconocido, sobretodo porque ambos tienen diferente nombre (por si alguien pregunta)

Y con respecto a los otros miembros de la familia Dugan-Whitemore, lo iréis viendo más adelante. Pero sí es cierto que quiero darle un poco de importancia a la relación de Mike y Skylar puedan tener, porque son como hermanos.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤