: : :*ೃ࿔୭ 𝐓𝐲𝐩𝐞 𝐎𝐎𝟐 ミ
Dabi es el tipo de chico que...
Te lleva a lugares ocultos, misteriosos y... peligrosos.
—¿Se puede saber a dónde me trajiste? —murmuró la chica con un poco de miedo y extrañeza al ver a su alrededor.
Se encontraban en un hospital tétrico y abandonado.
—Oh, vamos linda. ¿No tendrás miedo, o sí? —se burló el azabache al ver su expresión llena de terror, indicándole que quería salir corriendo de allí lo más rápido que fuera posible.
—¿Es aquí a donde traes a todas tus citas acaso?
—Solo a las que lloronas que tienen miedo —se mofó, ganándose un golpe por parte de la fémina el cual detuvo fácilmente con su mano— Ya, gatita. No te pongas celosa —rió.
—Sigo pensando que esto es una mala idea, cuando dijiste que saldríamos a un lugar pensé que...
—¿Iríamos al cine o al centro comercial? —dijo Dabi con ironía, a la vez que abría una de las ventanas viejas de aquel moribundo hospital— Cariño por si no lo has olvidado, soy un villano, esas cursilerías no van conmigo.
La chica suspiró con frío y se abrazó a sí misma al sentir el viento golpear contra su cuerpo, maldecía estar en ese lugar a altas horas de la noche, sobre todo cuando su quirk la hacía muy vulnerable al no haber luz solar.
El villano, al ver que ______ no venía la hizo entrar casi a la fuerza. Arrugó su ceño al oler un olor fétido dentro de aquella habitación y no hizo menos que pegar un grito cuando sintió la mano de Dabi chocar contra su espalda por accidente.
—Cállate si no quieres que te incinere ahora mismo —gruñó el contrario, encendiendo una de sus llamas azules para tener un poco de iluminación.
—¿Premio o castigo?
—En serio, a veces acabas con mi paciencia —suspiró cerrando los ojos, cansado de sus tonterías.
—¿Q-qué fue eso? —preguntó la chica con temor, al escuchar un golpe sordo al otro lado de la puerta en esa habitación.
Contuvo la respiración y agarró el brazo de Dabi por inercia, quedándose atrás de él y poniéndolo al frente debido al miedo.
«¿En serio es una heroína...?», dudó Dabi, sintiendo el agarre de la chica cuando se pegó a él como una garrapata.
Aunque bueno, eso no le molestaba en lo absoluto.
—Iremos a averiguarlo —Dabi se encaminó hacia la puerta con pasos pausados pero unos brazos alrededor de su torso lo envolvieron en un calor especial, el cual lo descolocó y quiso apartar tan pronto como lo sintió—. Ya, no seas patética —se soltó con brusquedad y le dio una mala mirada a la chica, la cual solo se encogió en su lugar con miedo, tanto de Dabi como del ruido que había escuchado.
—Y-yo... Yo me quiero ir de aquí —lloriqueó la rubia mirando de nueva cuenta la ventana por la que habían entrado, pero al voltear nuevamente el villano a su lado ya no se encontraba en su lugar— ¿Dabi...? No me hagas esto, por dios...
Se quedó estupefacta tal cual piedra al no ver la luz que había proporcionado el chico hace unos momentos atrás, había quedado totalmente a oscuras y Dabi se había ido por el pasillo.
Intentó concentrar su quirk y percibir el calor que emanaba de su acompañante pero fue algo inútil, no lo sentía por ningún lado.
Terminó de abrir la puerta que quedó entre abierta y el pasillo estaba tan oscuro y silencioso que no hizo menos que ahogar un gemido de miedo, preguntándose porqué había aceptado a ir con el villano hasta ese lugar.
Ella solo quería despejarse de sus problemas como heroína por un rato y pensó que aquel chico misterioso la llevaría a un lugar interesante cuando se lo propuso... ¡No a un hospital abandonado que daba mucha mala vibra!
—Dabi por favor, e-esto no es gracioso... —titubeó saliendo hacia el pasillo, escuchando otro ruido sordo caer a su costado y haciéndola gritar del temor— ¡AHHHHHHHHHHHH!
Cerró los ojos —lo cual fue algo sin sentido ya que no veía casi nada— y se hizo bolita en su lugar, pensando que sería su fin en aquel mundo.
Su respiración se puso entrecortada y con manos temblorosas agarró algo del suelo, aquello que había caído a unos pasos cerca suyo. Parecía ser algo rectangular y de... ¿Madera? Logró alzarlo entre sus dedos y esforzó su visión para ver lo que era, poniéndose muy pálida y con un escalofrío que llegó desde la punta de sus cabellos hasta los dedos de sus pies.
Siendo que se trataba de un tablero de la ouija.
Un pasillo más adelante se encontraba Dabi, un poco divertido al escucharla gritar de esa manera. Verla sufrir se estaba convirtiendo en uno de sus hábitos más divertidos.
Él sabía muy bien que nadie habitaba ese hospital, siendo que fue ahí donde despertó luego de su coma hace algunos años. Viejos recuerdos vinieron a él y no hizo menos que chistar al no escuchar nada más sobre la chica, la cual había arrastrado hacia ese lugar sin pena ni gloria, solo quería divertirse un rato con ella.
Todo estaba bien en ese lugar, no había nada peligroso que pusiera en riesgo su vida... O al menos eso fue lo que pensó, hasta que regresó sobre sus pasos y no encontró a aquella mujer la cual lo había empezado a atraer hace un tiempo.
—¿______....?
Nada. No obtuvo ni una sola respuesta. Ni siquiera un llanto.
Solo una helada brisa que pasó cerca de él, extrañándolo al no encontrar a su chica.
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