「044 」

YoonJae lo esperaba sentado en un rincón del restaurante. YoonGi observo al hombre que le habia dado la vida. El dinero y la ociosidad parecian sentarle bien. El sol mexicano le había aclarado el pelo y el bronceado de su rostro le otorgaba un carisma del que en realidad carecía.

Era un hombre alto que siempre iba vestido con ropa de marca. Ese día llevaba un jersey rojo y pantalones negros. Sus ojos oscuros brillaban inducidos por el alcohol.

Seguramente se había tomado un cóctel para poder enfrentarse al hijo que perdió hacia ya tiempo. Cuando YoonGi se sentó a la mesa, analizó las similitudes entre ellos. La misma estructura ósea y los mismos rasgos faciales. Se estremecio. Enfrente tenía justo lo que más temía en la vida. La posibilidad de convertirse en su padre.

-YoonGi, me alegro de verte.

Jae le tendió una mano y se saludaron con un apretón, tras lo cual pasó unos minutos coqueteando con la camarera.

YoonGi pidió un café.

-Bueno, ¿Que te trae por Seúl, YoonJae?

-Nací aquí y Amber quisó conocer Corea. Estamos de visita. Tal vez pueda instalarme de nuevo en la ciudad por una temporada. Establecer mi hogar. ¿Te apetecería que pasáramos tiempo juntos?

El pelinegro comprobó el estado de sus emociones para ver si las tenía bajo control. Por suerte, no sentía nada.

-¿Por qué?

Jae se encogió de hombros.

-He pensado que podía pasar más tiempo con mi único hijo Alfa. Hace mucho que no nos vemos y eso. ¿Que tal va el negocio?

-Bien - YoonGi bebió un sorbo de café - ¿Que querías discutir conmigo?

-Me han dicho que te has casado. Felicidades. ¿Amor, dinero o sexo?

YoonGi parpadeó incrédulo.

-¿Cómo dices?

Su padre soltó una carcajada.

-Que por qué te has casado con él. Yo me casé con tu madre por amor y acabo siendo un desastre total. Con el segundo y el tercero, me case por el sexo y tampoco funciono. Pero con Amber es por el dinero. Por el dinero y por el respeto. Tengo la sensación de que este sí va a durar.

-Una teoría interesante.

-Bueno, ¿por qué te has casado tú?

YoonGi apretó los dientes.

-Por amor.

Jae se echó a reir mientras partía una torta.

- Que suerte tienes. Al menos el tío YoonHyuk te ha dejado un buen pedazo de tarta. Me enteré de ello.

-Ni se te ocurra impugnar el testamento. Ya esta todo hecho.

-Te veo un poco subidito, ¿no? En fin, creo que nos parecemos más de los que crees. A ambos nos gusta el dinero y también nos gustan los omegas. No hay nada de malo en eso. -Jae lo señaló con el tenedor- No he venido para crearte problemas. Tengo mi propia fortuna y no necesito la tuya. Pero a Amber se le ha metido en la cabeza que tengo que acercarme a mis hijos. Había pensado que podríamos almorzar todos juntos. Ya sabes, con Taehyung y contigo. Y con los hijos de Amber.

La situación era tan ridícula que YoonGi se quedó sin palabras por un instante.

Recordó todas las veces en las que había pedido a su padre que hablara él, que almorzara con él. Y en ese momento, porque su flamante esposa lo presionaba, Jae pensaba que el estába dispuesto a llevar a cabo el experimento de mantener una relación paternofilial. Una punzada de amargura resquebrajó el hielo. Una oferta insignificante. Que llegaba demasiado tarde. Y lo peor de todo era que a Jae le daba igual.

Apuró el café y dijo:

-Te agradezco el gesto, pero paso. No te he necesitado nunca y no te necesito ahora.

La expresión de su padre se torno cruel.

-Siempre te has creído mejor que yo, ¿Verdad? El niño bonito. Pues Escúchame, hijo, la sangre llama y pronto te darás cuenta de que estás destinado a cometer los mismos errores que he cometido yo -Y añadió las siguientes palabras con un tono desdeñoso- ¿Quieres saber la verdad? Me casé con tu madre por amor, pero ella solo quería mi dinero. En cuanto me olí la verdad, quise ponerle fin a todo, pero era demasiado tarde. Estaba embarazada. Así que me quedé atrapado. Por tu culpa.

El Alfa tragó saliva al contemplar la pesadilla que se abria ante él.

-¿Como?

Su padre soltó una risotada.

-Pues si, fuiste su desesperado intento por retenerte y funcionó. Un niño conlleva una manutención y una pensión de por vida. Decidí quedarme e intentar que funcionara, pero jamás la perdoné.

Las palabras de su padre cobraron sentido a medida que las piezas encajaban. Jae jamás lo había querido. Ni tampoco había querido a TaeHyung.

-¿Por qué me cuentas todo esto ahora?

Su padre esbozó una sonrisa gélida.

-A modo de advertencia. Vigila bien a tu querido esposo. Si se ha casado por dinero y se percata de que te alejas, se las arreglará para que haya algún accidente, algún descuido. Te lo aseguro. Y acabarás atrapado. -Guardo silencio un instante - Porque eres como yo, YoonGi.

El menor miro a su padre un buen rato. Aunque mantenia las emociones bajo control, distinguió la punzada del miedo al reconocer que el hombre que le habia dado la vida ni siquiera respetaba a su familia. ¿Y si Jae estaba en lo cierto? ¿Y si había pasado años luchando contra sus genes en vano? ¿Y si estaba destinado a convertirse en otra versión de su padre, aunque tardara más tiempo en llegar hasta ese punto?

Las últimas semanas lo había llevado a creer en cosas que no existían. El amor. La verdad. La familia. JiMin ya le había mentido con respecto al dinero. ¿Qué más mentiras le había contado? Sintió un escalofrío en la espalda. ¿Y si JiMin había planeado algo mucho más grande mientras él se enamoraba de él?

Las dudas lo asaltaron con saña, pero las desterró mientras levantaba la cabeza.

-No nos parecemos en absoluto. Buena suerte, Jae.

Arrojó unos cuantos billetes a la mesa, pero las palabras que acababa de decir se burlaban de él con cada paso que lo alejaba de su padre.

Porque en el fondo de su corazón se preguntaba hasta qué punto eran ciertas.

Se preguntaba si se parecía a Min YoonJae más de lo que pensaba.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top