YoonGi estaba a punto de decir algo, pero se quedó mudo. Verlo mientras bebía el vino y disfrutaba del sabor lo dejo paralizado. La sangre comenzó a tirarle en las venas y se empalmó al instante.

JiMin se lamia los labios con tanta delicadeza que deseo verlo lamer otra cosa.

Se pregunto si también gemía de esa forma tan suave cuando tenía a un alfa enterrado entre su muslo, enterrado en su húmedo cuerpo. Se preguntó si su cuerpo sería tan ardiente como su labios y si se cerraría en torno a él como si fuera un puño de seda, exigiéndole que se lo diera todo y obligandole a darle eso y mucho más. Los leggins que llevaba revelaban sus curvas, desde su trasero hasta el contorno de sus piernas, se le había subido la camiseta, dejando a la vista un trozo de piel desnuda al igual que su claviculas. No llevaba su protector. Era obvio que no lo veía como alguien que lo deseara, sino más bien como a un hermano mayor.

Deseó mandarlo al infierno por su capacidad de complicar las cosas. Tras dejar la olla con pasta sobre la mesa, se dispuso a colocar los cubiertos.

–Deja de beberte el vino así. No estas en una película porno.

JiMin solto un grito ahogado.

–¡Oye no me molestes! –se quejó– Yo no tengo la culpa de que tu empresa sea más importante para ti, que un matrimonio de verdad.

–Si–concedió – pero si no recuerdo mal, tu estas dispuesto a aprovechar la oportunidad. Tú y yo estamos en lo mismo.

Jimin se sirvió un plato.

–¿Quien eres tú para criticarme?.  Siempre te lo han dado todo. Te regalaron un Mitsubishi eclipse cuando cumpliste dieciséis año. Solo porque te gustaba las películas de rápido y furioso. A mi me regalaron un Chevette.

El recuerdo hizo que se YoonGi se tensara.

–Tú tenias una familia. Yo, una mierda.

El omega guardo silencio, durante el cual comió un pedazo de pan de ajo cubierto de mozzarella derretida.

–Tenias a Tae –trató de bajar la tensión

–Lo sé.

–¿Que pasó entre ustedes?. Antes estaban más unidos.

El alfa se encogió de hombros.

–Cambio al llegar al instituto. Dejó de hablarme de repente. Ya no me dejaba entrar en su dormitorio para hablar con él y al final acabó alejándose de mi por completo. –explicó– Así que yo me concentre en mi vida. En aquella época tú tambien perdiste en contacto con él. ¿No?

–Sí. Siempre he pensado que le pasó algo, pero jamás habla del tema. De todas formas, mi familia pasó una mala racha durante ese tiempo, así que no fuiste el único.

–Pero ahora son como los Walton –Trató de bromear

Jimin se echo a reír antes de probar otro bocado.

–Mi padre tiene que compensarnos algunas cosas, pero creo que hemos logrado cerrar bien ese ciclo.

–¿Qué ciclo?

– El del Karma –respondió– Cuando alguien te fastidia y te hace mucho daño. Nuestro primer instinto es devolvérselo o negarnos a perdonar.

–Me parece razonable.

–De esa manera, el ciclo de dolor y maltrato continúa. Cuando mi padre volvió, decidí que sólo tenía un padre y que debía aceptar lo que él estuviera dispuesto a ofrecerme. Al final, dejo el alcohol e intentó compensarnos el pasado.

El mayor resoplo con fastidio.

–Se largo cuando eran pequeños y abandonó a su familia. Abandonó a las gemelas. Y ¿después volvio pidiendo perdón? ¿Por qué volvieron a aceptarlo en sus vidas?

JiMin pincho la gamba con el tenedor, pero la dejó a medio camino de sus labios.

–Tomé una decisión – contestó él– Jamás olvidaré lo que pasó, pero sí mi madre aprendió a perdonarlo, ¿cómo iba a negarme yo a hacerlo? Las familias permanecen juntas pasé lo que pase.

Semejante facilidad para perdonar dejo a YoonGi asombrado y aturdido. Se sirvió más vino.

–Es mejor marcharse con la cabeza alta y el orgullo intacto. Es mejor dejar que ellos sufran todo el daño que han causado.

JiMin parecio analizar sus palabras.

–Estuve a punto de hacerlo. Pero me di cuenta de que, además de ser mi padre, es un ser humano que cometió un error. Si hubiera elegido mi orgullo, me habría quedado sin padre. Cuando tomé la decisión, rompí el ciclo. Mi padre acabó en rehabilitación y reconstruimos nuestra relación. ¿Has pensado alguna vez en ponerte en contacto con tu padre?

Las emociones abrumaron de repente. El alfa lucho contra su antigua amargura y mantuvo su postura. El aroma a Madera se hizo más fuerte y pesado.

–Min YoonJae no existe para mí. Esa fue la decisión que yo tomé.

Se preparó para recibir su lastima, pero el menor se limito a demostrarle una compasión que lo alivió. ¿Cuántas veces había ansiado una paliza o un castigo por parte de su padre en vez de su negligencia?. En cierto modo, el desapego le había provocado una profunda herida que a esas alturas era incurable.

–¿Y tu madre?

YoonGi mantuvo la vista en su plato.

–Esta de novia con un actor. Le gusta los hombres que se dedican al mundo del espectáculo. Así se siente importante.

–¿La vez a menudo?

– El hecho de tener un hijo adulto le recuerda su verdadera edad. Así que le gusta hacer como que no existo.

–Lo siento.

Unas palabras sencillas, pero sinceras y procedentes del corazón. Levanto la mirada del plato. Por un segundo el aire entre ellos se cargo de energía, fruto de la compresión y del deseo, si bien la sensación no tardo en desvanecerse como si jamás se hubiera producido pero su aroma se aligeró y se envolvió con el del contrario. YoonGi esbozó una media sonrisa con la que pretendía ridiculizar la confesión que acababa de hacer.

–Pobre niño rico. Pero tienes razón en una cosa. El Mitsubishi era lo mejor.

JiMin comenzó a reír y cambió el tema de conversación.

–Háblame de acuerdo en el que estas trabajando. Debe ser algo muy importante para aceptar un año de celibato.

El alfa ni mordio el anzuelo, pero si le lanzó una mirada de advertencia.

–Quiero que Genius participe en una licitación para construir la nueva zona del río.

Jimin enarcó una ceja.

–He oído que quieren construir un spa y unos cuantos restaurantes. Todo el mundo está hablando de ese asunto, y eso que antes la gente no quería ni acercarse al río por la inseguridad de la zona.

El alfa se inclinó hacia adelante, ansioso por hablar del tema.

–Esta cambiando. Han aumentado la seguridad y los pocos bares y tiendas ya no funcionan va muy bien. Eso hará que la zona resulte atractiva tanto para los residentes como para los turistas. ¿Te imaginas todo aquello con senderos iluminados cerca de la orilla y con zonas de recreo? ¿Qué te parece un spa al aire libre donde puedes contemplar las montañas mientras te hacen un masaje? Ese es el futuro.

–Tambien he oído que sólo les interesan que participen en la licitación los grandes de Estados unidos.

El alfa se puso tenso como si el tema fuera realmente una necesidad física. Tenia su sueño al alcance de su mano y no permitiría que nada se interpusiera en su camino. Pronunció las siguientes palabras como si fueran un mantra.

–Voy a conseguir el contrato.

JiMin parpadeó y después asintió despacio con la cabeza, como si la convicción de YoonGi lo hubiera persuadido.

–¿Genius tiene capacidad para afrontar ese tipo de proyecto? –preguntó