11 - Descubrimiento
TW: sucesos y trastornos detonantes para el deterioro de la salud mental.
Trabajar en una cafetería era un poco soso, había días en los que no tenía tiempo de procesar todo lo que pasaba debido a las oleadas de gente que llegaban en busca de promociones especiales, cosa que de cierta forma Jean agradecía, ya que las ocupaciones no le daban tiempo de pensar. Pero días como el martes solo lograban ponerlo de mal humor. No había ofertas ni en su cafetería ni en la plaza en la que estaba esta, y rara vez se paraba un alma dentro del establecimiento, usualmente iban parejas que gustaban de discutir en público a sabiendas de que era un local vacío, o adultos mayores que querían café. En ese momento no había ninguna persona cerca, solo él y Connie, su compañero de trabajo, fiestas y también su amigo. Ambos escuchaban música proveniente del televisor empotrado en la pared, mientras miraban su celular.
Jean aprovechó la distracción de su amigo para tomar una foto del sitio vacío en la que se veía principalmente a Connie bostezando.
— ¿Qué hiciste?
— Nada.
— Jean, si me vuelves a tomar fotos distraído le voy a decir a Mike que te despidan. De verdad.
El rubio rio mientras se quitaba la gorra del uniforme — Perdón, estoy aburrido. Por eso descansaba los martes, porque ni siquiera viene gente. Está de la mierda estar aquí nada más calentando la silla con el culo.
— Pues sí — Connie también se retiró la gorra y estiró la espalda, a la par que avanzaba hacia la barra buscando los ingredientes para hacerse un frappé — Y a todo esto, ¿Por qué cambiaste el día?
— Porque voy a terapia los jueves y la psicóloga ya estaba hasta la madre de que llegaba tarde siempre. — Su amigo lo miró sorprendido — ¿qué?
— No sabía que ibas a terapia, pero está cool, supongo. — Connie encendió la licuadora mientras la campanita de la puerta sonaba, indicando que había clientes. Ambos muchachos se colocaron las gorras casi como un reflejo.
En la entrada estaba asomado Marco, junto con otros muchachos que Jean conocía por ser compañeros de universidad de su hermano: Marlo y Hitch.
— Hola Jean, hola, Connie — saludó Marco mientras se recargaba en la barra — ¿qué hacían?
Connie estaba a punto de responder, pero fue interrumpido por Jean
— Perdíamos el tiempo, ¿van a querer algo?
— Yo quiero un frappuccino de crema con fresas, con leche de soya y suplemento de azúcar — Hitch enroscó los brazos sobre los hombros de Marco, asomándose a la barra y mirando a Jean fijamente, provocando que este se sonrojara, más por la pena de que Marlo estuviera viendo cómo se comportaba ella que por otra cosa.
Habían tenido un amorío de una noche, cuando Marco lo invitó a una fiesta en primer grado, pero solo eso, más que nada porqué Jean no tuvo ningún otro interés en Hitch, pero los posibles intereses de ella se vieron frenados, puesto que ya salía con Marlo cuando se involucró con Jean.
Marlo, con notorios celos, también se asomó a la barra, quitando a Hitch de encima de Marco y rodeándola por los hombros.
— Yo quiero un té negro.
— Dos. — Marco sacó la billetera haciendo ademán de pagar cuando Jean negó con la cabeza
— Paga la casa.
— ¿Cómo que paga la casa? Pagas tú, a mí no me pueden descontar, ya debo la mitad del sueldo.
— Por eso, cabeza de huevo. La casa soy yo. — Jean soltó un golpe sobre la cabeza de Connie, quien comenzó la preparación de las bebidas.
La falta de gente y el ambiente juvenil provocaron que una vez que entregaron la orden, Connie y Jean se sentaran junto a los muchachos.
— ¿Y a que vinieron? ¿Pasan el rato? — Preguntó Connie
— No — Dijo Hitch tomando el popote y sorbiendo su bebida antes de hablar — Tenemos proyecto de instalaciones eléctricas.
— Tuvimos suerte de que nos permitieran a nosotros formar los equipos — Dijo Marco mientras dejaba el vaso en la mesa después de beber su té — el profe no es tan fan de que trabajemos por afinidad, pero todos estábamos quejándonos.
— Y menos mal — Marlo se unió a la conversación — si no nos hubiéramos quejado a ti y a Hitch les hubiera tocado trabajar con los imbéciles de Floch y Kenna.
Hitch puso los ojos en blanco y luego fingió asco después de que mencionaran a los dos susodichos — Ni me menciones al pendejo de Kenna. Lo odio. Creo que tolero más a Floch.
— Pues medio salón lo odia por mierda — dijo Marco, girando la mirada hacia Connie y Jean, quienes no entendían del todo el rumbo de la charla — la última vez que intentamos hacer una fiesta el tipo llegó e intentó pasarse con Mina. Lógicamente varios no lo van a aguantar, además de que es bastante indeseable.
— ¿Y su escuela no sabe o la chica nunca dijo nada? — Preguntó Connie, a lo que Hitch asintió con molestia
— Todo se sabe ahí, pero a los directores les da igual. Y no es la primera vez que Kenna le hace pendejadas a alguna chica de la escuela. Solo que es la primera vez que no va contra una de primero.
— Kenna siempre hace pendejadas — Marlo había terminado su té y ahora era escuchado atentamente por todos los presentes — hasta donde yo sé, en primero hubo un alboroto de que supuestamente le hizo algo a otra chica, pero no sé si ella estaba en la escuela o si era menor.
— Ah, sí, ya me acordé — Marco sonaba efusivo por la memoria recién invocada en su mente — cuando íbamos entrando mucha gente no le hablaba, porque, bueno — el volumen de su voz bajó considerablemente — yo supe que hizo algo que no debía con una chica. Y lo filmó. Y bueno, mucha gente supo. Pero la gente es de memoria corta y ahora todos están como si nada.
Connie y Jean se miraron entre sí con los ojos abiertos de par en par debido a la sorpresa, no esperaban que dentro de la escuela de arquitectura estuvieran escondidos tantos trapos sucios.
— Sin intenciones de morbo ni nada, pero... — dijo Connie rompiendo el silencio — ¿quién era? Es que el asunto me suena.
— No recuerdo bien, Melissa algo.
Las palabras de Marlo hicieron que una especie de conexión se creara entre Jean y Marco, recordando la conversación que habían tenido en días anteriores.
Jean sintió un escalofrío recorrerle la columna, temiendo que sus sospechas fueran acertadas muchas de las cosas que no comprendía por completo iban a aclararse.
Para su fortuna, la campana de la puerta volvió a sonar, él y Connie voltearon hacia la puerta y vieron entrar a una pareja de adultos. Ambos se levantaron de la mesa rápidamente, y mientras Connie corría hacia la caja registradora para tomar la orden, Jean se acercó a Marco y susurró en su oído.
— Tenemos que hablar cuando llegue a casa.
Hola amistadeeees<3 les cuento que escribir este cap fue RE tenso, más que nada porque me asustaba no poder plantear las cosas de forma natural y orgánica pero lo logré, según yo, ¿ustedes que opinan?
Les cuento que estamos llegando al final de lo que yo considero el primer arco del fic, hasta ahorita tengo todo dividido en tres, así que, yay! Espero que les guste lo que sigue. <3
No olviden dejar un comentario y votar! gracias por seguir aquí<3
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